Capítulo 27
¡He vuelto! Muchas gracias por esperar, este tiempo libre lo aproveché para seguir escribiendo, recobrar mis redes sociales y promocionar más esta historia. Quiero agradecer a los lectores que van llegando y tambien a los que se han quedado :)
En este capítulo tenemos varios saltos del tiempo, los banners cuadraros significan que estamos con el joven Noah. Espero que lo disfruten.
─── ❝ Fire on fire ❞ ───
—No es una historia bonita—comentó Noah viendo como el gatito tomaba un poco de leche que Demian le había llevado.
—Yo no te juzgaré Noah—agregó el alfa una vez el omega pudo cambiar por ropa seca y su cabello se había secado con unas toallas—Y si no quieres contármelo todavía tampoco te obligaré.
El rubio respiró tratando de tranquilizarse, se puso cómodo en el sofá y dejó de observar al gatito para ver los ojos azules de Demian.
—Cuando nací se suponía que sería la próxima cabeza de la familia Miller, que me casaría con una omega y mis primogénitos tendrían el mismo destino, pero, cuando en el examen de segundo género salí omega mi vida dio un giro completo. Estaba tan acostumbrado a ser tratado como un futuro rey, que cuando comenzaron a tratarme como basura sólo podía preguntarme '¿qué rayos hice mal?' —confesó mirando el abismo en los ojos de Demian, quien trataba de no temblar por la conmoción que lo inundaba— Mi madre es una mujer estricta, mi padre es un maldito que ni siquiera conozco y que es muy probable que mi madre se haya comido—comentó dando un poco de contexto—Por otro lado, mi hermano, Cameron , tuvo la suerte de ser alfa, ella nunca se mostró malévola con él, todo su odio iba dirigido a mí; mi madre me consiguió al poco tiempo varios pretendientes para poder desposarme y hacer crecer el capital de la familia Miller, mientras que mi hermano se le daban miles de privilegios. Por mi parte traté de ser el mejor niño—sonrió ante lo ingenuo que había sido ese recuerdo suyo— Pero todo se iba al caño por ser omega. Un día mi madre me compró un vestido blanco con flores bordadas y me llevó a una estética, pensé que al fin estaba compensando todo mi esfuerzo— rió al pronunciar lo último, colocando su rostro en el cojín que abrazaba con recelo para evitar que lagrimas salieran de sus ojos— Pero esa tarde conocí a Nicholas, yo tenía doce años y él tenía diecinueve, pensé que iba a una reunión extraña de adultos, pero esa tarde fue nuestro acuerdo matrimonial— el cuerpo de Noah tembló un poco.
Demian no sabía si estaba llorando o temblando por el rencor que guardaba, pero se quedó ahí, en silencio, siendo paciente, pero al mismo tiempo regalando caricias suaves en la mano de Noah, tratando de transmitirle seguridad y cariño.
— Lo último que recuerdo con cordialidad es que me pusieron unos papeles frente a mí y me pidieron que pusiera mi nombre ahí—finalmente levantó el rostro mostrando un dolor en este—Yo claramente no iba a negarme ante la voluntad de mi madre.
—Lo que firmaste...— susurró Demian limpiando una lágrima de Noah, pero el omega se alejó ante el contacto. El alfa entendió eso y sólo se quedó sujetando la mano del omega.
—Fue mi contrato matrimonial—completó la frase de Demian—En dicho contrato se estipulaba que cuando cumpliera la mayoría de edad me casaría con Nicholas— le fue tan difícil pronunciar eso último. No estaba listo para confesarle todo a Demian de un sentón, pero si no lo hacía en ese momento nunca lo haría y se iría a la tumba con todo ese dolor—A-Al principio no era tan malo—lloró temblando por lo que iba a confesar—Nicholas era un idiota, pero soportable—confesó abrazando al gatito como si eso calmara su ansiedad—P-P-e... —no pudo a completar la frase, por lo que Demian mandó todo al carajo y buscó ayudar a su omega.
—Está bien, mi amor—confesó abrazándolo y cubriéndolo con sus brazos. Demian lloró amargamente y negó con la cabeza—Puedes contarme todo, ya estás seguro.
—I-Ivanov—pudo musitar temeroso—¡El padre de Nicholas abusó d-d...!—tartamudeó—¡De mí!—exclamó respirando ruidosamente, tratando de calmarse—¡Ese jodido hijo de perra me llevó a su habitación, me metió en su cama y me folló!—lloró desconsoladamente—Grité como loco esa noche—gimió con voz aguda tras la falta de aire por tanto llorar, desvalido en el pecho de su alfa—¡Nadie fue!
—N-Noah...—Demian ni siquiera podía hablar, estaba tan pálido como si hubiera visto un fantasma y le hubieran tirado una cubeta de agua helada. Noah estaba hablando de un pasado en donde sólo tenía doce años, a esa misma edad Demian se la pasaba jugando con sus madres y abuelo en esa misma casa.
—¡No sabía qué hacer! —lloró desconsoladamente, tan crudo y escalofriante que hasta el gatito buscó calmarlo con suaves lamidas que daba en la mano del omega—¡Estaba tan asustado que me dijo que si le decía a alguien me iba a matar! —gritó rasgándose la garganta de dolor—La primera vez que estuve con un alfa...—bajó la voz rompiéndose con cada lagrima que baja de su rostro—¡Y fue en una violación!
Demian sólo abrazó a Noah, trató de controlar su respiración para que el omega no se diera cuenta de lo nervioso y enojado que se encontraba. El alfa ni siquiera sabía cómo reaccionar con exactitud, sabía de primera mano que los Ivanov eran unos malditos, pero jamás se imaginó que a ese grado de violencia.
—No fue tu culpa, mi amor—musitó el alfa sobando la espalda de Noah brindándole seguridad—Nada de esto es tu culpa—gruñó molesto abrazando más fuerte al omega—Sólo eras un niño inocente, pero ahora mi tienes a mí, y te prometo que no descansaré hasta que esos malditos paguen.
Noah lloró bajo el abrazo de Demian, sorbió su nariz y tomó aire tratando de calmarse.
—Las cosas no terminan ahí—musitó débil.
—¿Qué? —preguntó Demian estupefacto—¿¡Qué más te hizo el padre de Nicholas!?—se mostró asustado y Noah lo supo.
El omega vio por primera vez el rostro aterrorizado del alfa, sus ojos por fin enfocaron perfectamente y solo para poder encontrarse con Demian lleno de miedo. Le fue imposible no acariciarlo, sus ojos marrones se encontraron con unos azules cristalizados.
—No llores—sonrió limpiando las lágrimas de Demian—Cuando terminó de violarme fui a la antigua casa de Ellio—agregó sin dejar de sonreír—Ahí estaba Alek, así que él me ayudó a ponerle una restricción, ahora no me puede tocar, aunque a veces se pasa esa orden por los huevos y me ha llegado a tocar nuevamente, aunque ya no sexualmente—murmuró sin dejar de mostrar su sonrisa.
A Demian se le partió el corazón al ver a Noah mantener esa dolorosa sonrisa. No entendía cómo las personas se esmeraban en hacerlo sufrir, Noah era alguien que se merecía una estabilidad emocional y todo el amor del mundo, pero solo le había tocado toda la mierda del mundo, aun así, él sonreía frente a él.
—Me mata—musito Demian tomando la mano de Noah—No te merecías eso, y no mereces ser tratado como esos infelices te trataron.
—Ellos piensan que si—rió amargamente—Piensan que porque son alfas pueden hacer lo que se les antojé sin atarse a las consecuencias—habló un poco más calmado, esto debido a que ya podía ver al amor de su vida frente a él—La primera vez que estuve con un alfa fue por la avaricia del padre de Nicholas, pero la segunda vez fue un error propio.
—¿A qué te refieres? —preguntó preocupado el alfa.
—Tampoco es una historia bonita—desvió la mirada hacia el gatito que maullaba por atención y acarició su cuello de forma significativa—Cuando Alek arregló la orden de restricción le pedí a Ellio que me ayudara a defenderme de los alfas.
—¿Por qué él? —preguntó nervioso, sintió que estaba haciendo muchas preguntas, pero Noah iba a responder a cada una de ellas sin temer a perder al alfa.
—Ellio antes era prostituto—respondió notando como el rostro del alfa continuaba serio—Él sabía zafarse de alfas problemáticos, ya me había empezado a enseñar varias cosas, incluso logró darme un teaser, pero sólo me había mostrado a caminar en tacones y ponerme medias—rió nostálgico—Cuando se casó hubo un puesto libre que pensé que podía llenar, comencé a bailar en un club para evitar tener clientes, pero no faltaba uno que otro abusador que llegaba a esperarme cuando salía.
—¿Abusadores? —gruñó tratando de no explotar en ira—¿Te refieres a que había malditos que te seguían violando?
El omega sólo pudo asistir con la cabeza mientras limpiaba las lágrimas que bajaban por su rostro.
—Y-Yo no tenía protección, de hecho, ninguno de los omegas que trabaja ahí lo tiene, pero el jefe del lugar terminó sabiendo de mí—contó sin soltar la mano de Demian, sujetaba firmemente y miraba con cariño pese a las atrocidades que estaba narrando—Fue ahí donde estuvo mi error, el dejarme llevar por una serie de promesas, erotismo y un alfa hijo de puta.
—¿Dimitri? —hizo una última pregunta llamando la atención de Noah.
—Si, Dimitri...
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Flashback
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Años atrás, caminaba un joven Noah Miller, atento a todo lo que pudiera pasar. Había terminado su baile en el tubo, su canción favorita había sido algo perfecta para su presentación, todos se habían vuelto locos cuando lo vieron sobre el escenario con un corset y medias blancas que daban la alusión de que estaba desnudo gracias a su piel blanca. Usualmente siempre terminaba su baile e iba a beber a la barra cuidando de que nadie se le encimara o lo drogara, pero en cuanto bajó del escenario un omega lo llamó e hizo caminar hasta la parte VIP del lugar. Subió unas escaleras hasta una habitación con una puerta roja, el chico que lo guiaba tocó la puerta y un alfa enorme de seguridad les abrió la puerta.
—Aquí está, amo—anunció el chico con una voz chillona, pero la última palabra llamó la atención de Noah, ¿había dicho 'amo'?
—Déjanos solos—ordenó un alfa de cabello rubio y ojos azules hacia los otros omegas que se encontraban junto a él dándole pasajes y sirviendo alcohol.
Enseguida todos, incluso el alfa en la puerta, se retiraron en silencio y dejaron a Noah con aquel imponente alfa.
—Te llamas Noah, ¿cierto? —preguntó desde el sofá de color negro en el que se encontraba bebiendo y fumando placenteramente—He escuchado rumores de que eres uno de los mejores bailarines de aquí.
—Esos rumores son ciertos—contestó tan descaradamente como se le había su soberbia se lo permitía—Te llamas Dimitri ¿cierto? —jugó imitando el mismo tono de voz del alfa—Ellio me ha comentado que eres el líder de una mafia muy poderosa que lucra vendiendo órganos de omegas que contrata en su burdel—comentó caminando sensualmente hasta quedar frente a él—¿Que necesita un hombre tan importante de una escoria como yo?
—Tú no eres alguien que se deje llevar por rumores—dio una calada a su puro y se puso de pie dejando a Noah debajo de él gracias a la imponente estatura que tenía—Te he visto, nunca miras al público, bailar para ti mismo y te encanta que siempre te pidan más—acarició tiernamente el rostro del omega—No recuerdo haber contratado a un omega tan singular como tu—dió una calada nuevamente a su puro y exhaló el humo en el rostro de Noah.
—Oh, olvidé mencionar que me contraté sólo—sonrió dispersando con su mano el humo del cigarro—Perdona, le mamé el pito a tu guardia y creo que no hizo preguntas cuando me subí en lencería al tubo—contestó alejando su rostro del tacto del alfa—Si quieres venderme te advierto que no te darán mucho, es probable que ganes más dinero vendiendo lo que te sobra de ese puro a un drogadicto allá abajo.
—¿Quién dijo algo sobre venderte? —preguntó sin dejar de ver al omega atentamente, cada segundo que veía a Noah se daba cuenta de lo hermoso y perfecto que era—Lo que yo planeo es darte seguridad.
Eso llamó la atención del omega, pero suprimió bien su rostro de sorpresa y miró atento al alfa.
—¿Por qué me interesaría la mierda de un sicario como tú? —preguntó con un tono de voz que denotaba aburrimiento, al que no pasó desapercibido por el alfa—¿Tu ego no te dejó escuchar lo que dije? ¡Tu guardia de seguridad me dejó entrar porque le chupé la verga!
—Pero parece que eso no funcionó con esos bastardos que te follaron anoche—agregó mostrando en su celular una frecuencia de imágenes de Noah siendo abusado sexualmente en el callejón trasero del edificio—No te mereces ese maltrato—murmuró acercándose peligrosamente al omega—Yo me puedo asegurar de que ningún otro maldito se le ocurra acariciar un sólo cabello tuyo—susurró acariciando a la par la melena negra del omega.
—¿Qué quieres a cambio?
—Soy un hombre con gustos peculiares, busco a un compañero que quiera compartir los mismos placeres que yo—contestó alejándose hacia lo que parecía ser otra puerta.
—¿Qué tipo de placeres? —preguntó caminando detrás de él.
—De los verdaderos placeres—contestó sacando una llave del bolsillo de su pantalón—La lujuria del dolor, lo erótico en la oscuridad, lo embriagante del ardor, la sumisión y dominación de entregarlo todo para complacer a otros mutuamente.
—¿Qu-Qué tipo de placeres? —tartamudeó tragando seco, ese hombre lo hacía estremecer de una forma muy extraña.
—Entra y te los enseñaré—finalmente abrió la puerta y dejó ver una recamara sadomasoquista equipada con todo lo necesario para torturar y complacer a una persona.
Noah sonrió burlón, parecía una escena de una película porno, salvo que lo estaba viviendo en primer plano.
—¿Me llamaste para atarme y azotarme? —preguntó juguetón acariciando el látex de uno de los muebles—Pudiste haberlo pedido con un simple 'por favor'—habló explorando el lugar.
Era algo nuevo para Noah, le asustaba, pero al mismo tiempo había fantaseado con eso varias veces. Observó las paredes con argollas, una equis enorme de color rojo, una cama con doncel de color negro, una pared decorada de collares, látigos, arneses y cuerdas, incluso observó como en el suelo y hecho se encontraban argollas y sujetadores.
—No voy a atarte y a azotarte—aclaró sin abandonar la entrada de la recamara—¿Te gusta? —preguntó viendo con admiración como Noah miraba curioso los cajones llenos de juguetes sexuales y repisas con píldoras y látigos.
—¿Esta mierda? —rió tomando un dildo en forma de tentáculo de pulpo—Si no vas a castigarme con dildos de algún anime japonés, entonces, ¿qué vas a hacerme?
—Como lo dije, busco a un compañero que quiera compartir este tipo de placeres—comentó notando como la atención de Noah volvía a él—No sólo un compañero sexual, sino también alguien con quien poder platicar, cenar, salir a eventos y que esté conmigo pasando el rato.
—Oww, que terrible es no tener amigos—encaró girando con uno de sus dedos unas bolas chinas de color rosa.
—A cambio te brindaré seguridad, de una vivienda, dinero y todo lo que necesites—aportó caminando hasta donde se encontraba Noah para quitarle los juguetes—Firmamos un contrato y tu seguridad sería prioridad para mí, también contarás con tu propio guardaespaldas, uno que no te cojas.
—Vaya que le quitas lo divertido a las cosas—bromeó una última vez antes de meditar profundamente lo que había mencionado—Me temo que eso es imposible, no soy un omega libre, estoy comprometido con un idiota—confesó con los brazos cruzados—Ya tuve suficientes contratos en estos últimos cuatro años, no quiero más puto papeleo.
—Tu prometido no tendría que saberlo—sonrió de lado acariciando los carnosos labios de Noah pintados de carmesí—La protección y seguridad también abarcaría tu contrato matrimonial, te sorprendería de lo influyente que puedo llegar a ser.
—Suenas confiado...
—No eres el primer omega que está atado a un matrimonio por un contrato—contestó sin dar más explicaciones—Si aceptas no sólo recibirás seguridad y dinero, sino también unos orgasmos tan buenos que creerás que morirás empotrado—murmuró con una voz que incitaba a tener sexo en esa misma habitación. Noah no dejó de ver los ojos de color zafiro del alfa, vaya que era atractivo, un algo mayor para sus gustos, pero no dejaba de parecerle sexy.
—¿Un anciano como tú? —lanzó sarcástico—Ellio dijo que sólo eres un alfa prepotente que no sabe hacer más que derrochar dinero comprando omegas lindos, también mencionó algo sobre ser el líder de la mafia inglesa.
—Primero, tengo treinta y siete, por si te interesaba saberlo—gruñó comenzando a cuestionarse si Noah Miller era una buena opción para volverlo su compañero—Segundo, ¿crees todo lo que te dice Ellio?
—¡Treinta y siete! —exclamó retrocediendo sus pasos para guardar distancia—No pienso follar con alguien que me lleva veintiún años de edad, eso es ilegal en muchos países, es más, ¡es ilegal en este mismo país! —gritó con un notable carmesí en sus mejillas—¡Ellio tiene razón, eres un enfermo descarado que piensa que puede tener lo que quiere porque le sobra dinero!
—Bueno, eso contesta mi pregunta, aparentemente te crees todo lo que dice Ellio—suspiró fastidiado de la situación—No soy un enfermo, sólo tengo prácticas sexuales diferentes a las convencionales—explicó calmando un poco al omega, lo cual era extraño en Noah, era conocido a esa edad por romper todo a su paso y tener un temperamento radical—Si me dejaras demostrarte te darías cuenta de que mi edad no es sinónimo de deterioro, sino de experiencia, dominación y paciencia—Dimitri sabía que estaba hablando con un niño, pero no podía evitar quererlo en su cama, romperle las medias que llevaba puestas y apretar esa cintura tan diminuta que se formaba gracias a ese corset blanco, tomar por la fuerza ese cabello negro mientras lo follaba a su placer en la cama frente a ellos—Pensé que serías lo suficientemente maduro para verlo.
—Maduro si—aclaró Noah—Pendejo no—encaró dispuesto a salir de ese lugar para siempre, vería la forma de chuparle el pito a alguien que lo dejara bailar en la barra, pero no iba a tolerar a alguien tan dañado como ese hombre.
—¿Te irás sin probarlo? —preguntó antes de que Noah abriera la puerta—Veo ese brillo en ti, te gusta dominar tanto como ser dominado.
—¡Me gusta más mi culo lejos de tus manos! —gritó saliendo rápidamente de la habitación.
Dimitri Harrison sólo sonrió divertido por esa actitud infantil de Noah, pero, sobre todo, porque había caído en su juego sin siquiera pedirlo. Le gustaba ese omega, no le importaba que fuera un niño, lo único que quería era tenerlo a su lado.
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Fire on fire
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Noah salió del lugar caminando a paso veloz, se había cambiado rápido en uno de los baños del local y con la misma había salido hacia un rumbo nuevo. Hacía un año que Ellio ya no vivía en la vieja casa en donde antes trabajaba, por lo que Noah tenía que caminar más para poder llegar a la nueva residencia del feliz matrimonio.
Tardó mucho en llegar, pero al menos el tiempo de soledad caminando por las calles de la ciudad le sirvieron para calmarse y tomar con humor la extraña propuesta que ese arrogante alfa le había hecho. Cuando finalmente tocó a la puerta y esperó paciente a que alguien le abriera, pero cuando finalmente lo hizo se encontró con un Ellio despeinado, con unas grandes ojeras en sus hermosos ojos verdes y un fluido de extraña procedencia manchada en su camiseta.
—¿Sabes la hora qué es? —preguntó con un tono de cansancio dejando entrar al omega a la casa.
—Pude haber llegado antes, pero un idiota me hizo perder el tiempo en una plática sin sentido—caminó detrás de Ellio hacia lo que era una habitación de invitados. Ahí Noah pasaba las noches cuando no podía volver a su casa.
—Apestas a alfa—musitó Ellio entregando un juego de sábanas limpias—¿Qué estuviste haciendo? —preguntó en un tono molesto.
—Usando tu mercancía—sonrió sentado en la cama sacando de su mochila el conjunto con el que había bailado hace unas horas—Les encantó, no podían dejar de mirar, deberías dedicarte a esto.
—¿Cuándo? —preguntó recostándose al lado de Noah—Magnolia está comenzando a ir a la escuela, soy el más joven de las madres ahí y la maestra parece odiarme—gruñó odioso—Dylan es más inquieto que ella, siempre está gritando y rompiendo sus juguetes, nunca se queda quieto, incluso llegó a vomitar la papilla orgánica que le hice—sonó irritado mientras llevaba sus manos a su rostro.
—Asco, y también vomitaría si me dieras esa cosa—agregó Noah guardando su distancia de Ellio—Bueno, es tu hijo, por lo menos eres buen madre—quiso hacer sentir mejor a Ellio, las cosas habían cambiado mucho en los últimos años, pero Noah seguía considerando a Ellio como su verdadera madre.
—Los amo—agregó sonriendo—Amo besarlos, abrazarlos, jugar con ellos—un bostezo le arrebató las palabras, Ellio realmente estaba cansado—Sólo estoy cansado, el embarazo me tiene así.
—Tu eres el único loco que se embaraza teniendo ya dos hijos—murmuró Noah—¿Cómo se llamará la nueva máquina de vómito?
—Estaba pensando en Connor—contestó con una sonrisa—Espero que nazca pronto—suspiró pensando en lo hermosa que se estaba volviendo su familia—Aunque sé que no viniste para hablar de mis cachorros y por tu preocupación por mi embarazo.
—Perdona—suspiró—Fue una extraña noche.
—Sé más específico...
—Pues...—buscó una forma de decirlo, pero simplemente no se podía con un omega como Ellio—Me llamaron a la zona VIP y Dimitri Harrison me dijo que sería mi perro guardián a cambio de que me amarrara y azotara a su placer—rió recordando la incómoda escena—Salí corriendo cuando tuve opción.
—¡Dime que no aceptaste! —exclamó Ellio levantando su cuerpo para ver el rostro de Noah—¡Si llegaste a aceptar lo que sea que te ofreció ten por seguro que te desheredo!
Noah sólo miró asustado al omega mayor, se veía verdaderamente aterrado.
—Claro que no—contestó sin dar lugar a dudas—Tenías razón, sólo es un manipulador egocéntrico.
—Ese imbécil fue una piedra en mi zapato por mucho tiempo—gruñó acariciando su notable vientre ya abultado, no era tan grande, pero se podía notar más cuando lo acariciaba de esa forma—Cuando mis padres me vendieron el padre de Dimitri fue el que me compro, pero cuando el señor murió Dimitri tomó su lugar, y se aseguró de endeudarme hasta el cuello para que nunca pudiera salir de ese asqueroso burdel—comentó sin dejar de mirar a Noah—No quiero que te acerques a él, es más...—lo miró seriamente—No quiero que vuelvas a ese lugar.
—No lo haré—encaró suspirando cansado.
—No, me refiero a que no quiero que vuelvas a ese barrio—comentó—Puedo pedirle a Alek que rompa tu contrato matrimonial de la forma que él rompió mi contrato como prostituto.
—No es tan fácil— talló sus ojos en señal de fastidio.
—Noah, entiende por favor, podemos adoptarte antes de que cumplas la mayoría de edad, puedes salir de tu vida y comenzar una nueva—insistió tratando de no hacer tanto ruido para evitar que sus bebés despertaran—No quiero que pases por lo que yo pasé a costas de la voluntad de otros, valemos tanto como los alfas, podemos decidir nuestro destino por nuestra voluntad.
Noah lo pensó por un momento, nunca había pensado en su futuro, había estado los últimos años sólo reaccionando y esquivando todos los obstáculos que se le venían en frente, aunque no quería ser una molestia para Ellio, él omega mayor ya tenía suficientes problemas tratando de arreglar la nueva vida que tenía como para que él llegara y terminará poniendo todo de cabeza.
—Adopción...—musitó la frase—¿Alek sería mi papá? —bromeó mirando a Ellio, pero este sólo hizo una mueca extraña y volvió a recostarse al lado de Noah—A todo esto, ¿dónde está Alek?
—¡Ese idiota ya no vive aquí! —exclamó enfurecido lanzando sin razón una almohada contra la puerta.
—¿Finalmente vas a terminar con él? —sonrió el joven Noah, lo cual era normal. Para el Noah de 16 años, Alek Luttrel sólo era un intruso que se había casado con su madre.
—No—encaró borrando las fantasías de la pequeña cabeza del omega—¡Lo mandé a su viejo departamento porque me hizo enojar! —narró llevando sus manos a su rostro, tapando toda posible expresividad—¡Estoy forjando a un bebé en mi vientre mientras cuido a otros dos y lo único que le pido es que me apoye!
De repente la voz de Ellio se volvió más débil, como si estuviera a punto de llorar.
—¿Qué hizo? —preguntó nervioso Noah, no quería desatar una tormenta de hormonas que levantara a los cachorros de Ellio.
—¡Le pedí helado fresa con chispas de chocolate en forma de corazones con mantequilla de maní, pero el idiota dijo que no existe! —lloró afligido—¡Yo le dije que lo había visto en un comercial, pero no le importó que su esposo se muriera de antojos y sin alimentar al pequeño Connor!—chilló sin dejar de cubrir sus manos—¡Sólo quería un helado y él me mandó al diablo!—volvió a llorar desconsoladamente—¡Así que yo lo mandé a su viejo departamento!
—Ouh...—Noah ni siquiera sabía cómo reaccionar ante eso, Ellio siempre era tan frío y calculador. Pocas veces la había visto llorar, pero en ninguna ocasión había sido por un helado imaginario.
—¡Pero lo extraño! —finalmente dejó de cubrir su rostro, mostrando como gruesas lágrimas bajaban por su hermoso rostro—¡No puedo criar tres hijos sólo! —trató de tranquilizar su respiración, pero sólo podía llorar a mares—¡Eso me pasa por querer siempre su pene dentro de mi cul...!
—¡Mucha información, gracias! —lo interrumpió Noah, no quería los detalles de la vida sexual de esa pareja.
Ellio lloró de frustración sobre la cama hasta que el bebé en su estómago lo guio a la cocina y atacó unas galletas de choco-menta para después quedarse dormido junto a Noah en la habitación de invitados.
Noah durmió tranquilamente al lado de Ellio, lo amaba incondicionalmente, lo amaba como a la madre que nunca tuvo, su mejor amigo y cómplice de sus travesuras, pero no podía darle a Ellio la carga de adoptarlo. Noah sabía que debía de valerse por sí mismo, nadie más cuidaría de él, por lo que la propuesta de Dimitri resonó en su mente.
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Fire on fire
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¡Muchas gracias por la lectura!
Estoy muy feliz de volver, estoy muy feliz de escribir y estoy muy feliz de todo lo que he logrado, es poquito, pero vamos poco a poco y estoy sumamente agradecida con todos ustedes.
En agradecimiento le he pedido a la preciosa Cherry una ilustración hot 7u7 (porfis vayan a seguirla, y si quieren una ilustración no duden en cotizar con ella) Les dejó esta pequeña y preciosa ilustración:
Demian había salido de su ducha más relajado tras una tarde sin salir de sus libros. Decidió tomar una cervesa de su refrigerador y relajarse un poco viendo una pelicula antes de dormir, el día siguiente sería más complicado, sin embargo, el sonido de su telefono notificando el chat de Noah llamó su atención y al abrir la concersación se encontró con una foto de su amado omega en un conjunto demaciado sexy con el mensaje 'que tengas bonita noche'. Y claro, Demian tendría una calurosa noche con esa erotica foto.
¡Nos vemos la siguiente semana!
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