Narrador.

La misma tarde de ese día, Jack cargaba en brazos a ­­­­­_________ después de lo ocurrido en el taller al ver nuevamente a Pitch y el cómo la guardiana había experimentado el gran poder que llevaba oculto lo que le aterró, pero pudo controlarse gracias a su compañero de vida. Al final se quedó dormida ante el agotamiento después de ese incontrolable poder, sujetaba a Jack desde su cuello aferrándose a él, pero apenas con el sueño pesándole pudo decir unas palabras que sentía que debía decirlas.

― Lo siento ―

Susurró con voz adormilada.

― No pasa nada __________, está a salvo y es lo que importa ― responde Jack

Sintió la suavidad de su cama bajo su espalda, sus ojos le pesaban por lo que cayó de nuevo dormida, Jack la dejó cerrando la puerta detrás y sus amigos guardianes estaban ahí esperando.

― Estará bien, ¿verdad, Norte? ―

― Hablaremos de eso después, Jack ―

Hizo caso a Norte, solo asintiendo y sintiendo preocupación por su amada que dormía en esos momentos.

Jack estaba preocupado por _________, nunca la había visto tan molesta y su poder era algo jamás visto por los guardianes y él, era increíble, pero temía a que llegara a salirse de control en algún momento. Sus amigos que seguían ahí lo invitaron a salir para que dejara a __________ descansar, Norte le insistió y que él se encargaría de cuidar de la guardiana, aunque era el más preocupado de todos.

Norte sabía que algo se aproximaba y esta vez tenían miedo.

...

Narra ________.

Estaba durmiendo, descansando después de esa inesperada visita de Pitch con Agatha y el poder donde perdí el control que hasta yo misma me tuve miedo. Esa escena volvía a repetirse en mis sueños, había congelado casi todo que hasta pude congelar a los guardianes y eso jamás me lo perdonaría.

De golpe despierto y me levanto para quedar sentada en la cama, sentía que no respiraba y una sensación de que me observaban me hizo ver por toda la habitación, fue entonces donde en una esquina donde la luz de la luna no entraba ahí estaban unos ojos violetas mirándome.

― Me sorprende tu fuerza, Snow ―

Era Agatha.

― ¿Qué es lo que quieres? ― pregunté poniéndome de pie y tomando mi cayado sin bajar la guardia

― Nada en especial... aun. Solo vine a advertirte que será mejor no ir a la coronación, Snow, no vaya a ser que te salgas de control ― rió

― No pasará, iré a esa coronación con los guardianes y tú no lo arruinarás ―

― Si fuera tú no confiaría ni en mi misma estando allá, Snow... no todos están acostumbrados a ver un ser tan poderoso como tú, solo digo... no te emociones tanto ―

Agatha desapareció dejando su risa como un eco en la habitación, me tranquilicé después de su presencia y salí para bajar al salón donde me encontré con los guardianes, la primera en darse cuenta fue Hada quien voló a mí para abrazarme.

― ¿Cómo te sientes? ― preguntó

― Estoy bien, se podría decir que mejor ― sonreí

― Me alegro escuchar eso, __________. Toma, bebe un poco de leche ―

Teniendo a los duendes ahí, me extendió un vaso que ellos iban ofreciendo y agradecí para después beber para tranquilizar mis nervios de lo ocurrido hace unos instantes atrás, no quise decirles nada, no quería preocuparlos más. Confiaba en que no pasará nada ese día.

(...)

Pasados los días no hubo señales de Pitch y Agatha.

Todo parecía ir con normalidad, pero sabíamos que no estaba del todo bien sabiendo que ellos habían regresado y debíamos mantenernos alerta ante cualquier cosa que llegaran a hacer.

Los días pasaron tanto que el día de la coronación llegó, no negaría que estaba nerviosa por las palabras dichas por Agatha aquel día que la vi, pero con más razón trataría de controlarme. Me encontraba con Hada en su reino como la última vez donde me ayudó a prepararme para la primera cita con Jack.

― Pasará una eternidad y yo seguiré sin saber de moda como tú, Hada ― dije probándome vestidos

― Mientras yo esté contigo, siempre tendrás a alguien que te haga ver fantástica, más de lo que ya eres ― dijo a mis espaldas

Sonreí por sus palabras, Hada siempre sabía cómo hacerme sentir mejor.

― ¿Esto se me ve bien? ― pregunté y volteé

Un vestido corto que mostraba mis piernas, el único detalle era el color tan llamativo que tenía... el verde era para Hada, no para mí. Ella negó y negó otros cinco vestidos hasta llegar a uno largo y con un velo colgando de la falda, tonalidades rosas y escarcha.

Eso último fue accidental, a veces no podía controlar eso, pero parece que no es del todo malo cuando Hada sonríe y dice que ese era el vestido... terminamos esa tarde listas para la coronación, pero seguía con esa gran preocupación de que algo sucediera.

Debía tranquilizarme y no dejar que mi poder me controle.

(...)

Corregido 2024.