Narra _________.

Cuando regresamos al Polo norte tras nuestra visita a Jamie y Sophie, fue una agradable tarde, pero parecía que una vez pisando el taller todo el ambiente se tensó... o tal vez solo era yo. Por suerte, Norte parecía no estar, los duendecillos andaban por el taller comiendo galletas y los yetis trabajaban haciendo juguetes, Jack y yo nos fuimos con cautela a nuestro cuarto donde al momento de abrir la puerta nos llevamos el susto de nuestras vidas.

— ¿¡Dónde estaban!? — Norte gritó — Cuantas veces les he dicho que no salieran en plena primavera verano ¡Pudieron haber muerto! —

— Pero no lo estamos — respondió Jack — Siéntete orgulloso de eso —

— ¿Orgulloso? ¿¡Orgulloso, Jack!? ¡Saben muy bien que el calor les hace daño! — dijo y bajé la mirada — ¿Qué habría hecho si les pasara algo? ¿Qué haría yo sin mis guardianes de la diversión? —

Alzó mi mentón y solo sentí pena por lo ocurrido, pero a Jack le importó poco que incluso vi como su expresión cambiaba a una de molestia.

— Lo sentimos, Norte, no volverá a pasar — dije por los dos

— Los necesito sanos y salvos, chicos —

— Como sea — responde Jack

Volteo para verlo y me mira rápidamente rodando los ojos.

— Saldré de nuevo — dijo con cierto disgusto por el comportamiento de Jack — Y por favor, no se alejen del Polo Norte —

Se fue dejándonos solos, Jack entró y se dejó caer en la cama, por el balcón solo vi como Norte se iba en el trineo y desaparecía. Después voltee viendo a Jack.

— Ese viejo me da dolor de cabeza —

— ¿Sí? Pues a él le das el doble dolor de cabeza — me senté a orilla de la cama — Por una sola vez en tu vida, Jack ¿No puedes obedecer? —

— ¿Obedecer? Por favor, _________, soy Jack Frost, puedo hacer lo que quiera. No tengo que obedecer a nadie porque es mi vida ¡Y hago lo que quiero con ella! —

Cruza sus brazos sobre su pecho.

— Claro, Jack... pero — me interrumpió

— ¿Qué? ¿Me dirás que fue mala idea salir? Tú aceptaste ir. Di lo que quieras, _________ — dijo y salió del cuarto volando por el balcón

No lo vi más.

— Ay Jack, tú sí que me das dolor de cabeza —

Salí al taller y me topé a Phil, quien se acercó ofreciéndome galletas.

— Hola, __________ ¿Todo bien? Miré a Jack volar lejos del taller, parecía enojado —

— Nada de lo que tengas que preocuparte, Phil, ya se le pasará — dije tomando una galleta — El calor debió afectarle, nunca había actuado de esa manera —

— Será mejor mantener frío a Jack, __________. El calor puede cambiar a cualquiera —

— ¿Qué podría pasar si le afecta el calor? — pregunté

— Mejor pregúntale a Norte, nadie mejor que él es el indicado para decirte —

Phil se fue siguiendo con su trabajo, le di una mordida a la galleta y salí volando del taller, no tan lejos estaba ese bosque tan nevado y en un árbol decidí parar, una rama fue perfecta para descansar sintiendo el frío y así recuperarme poco a poco después de la salida. Colgaba mi pierna de aquella rama y al arrullarme no me di cuenta de lo cansada que estaba hasta que caí dormida en ese momento.

...

Desperté al poco tiempo después de sentir una respiración muy cerca de mí que exaltada reaccioné, viendo a una criatura de color negro y grandes ojos.

— ¡Aaahhh! — grité y sin equilibrio, caí de la rama en la que me encontraba, de inmediato me puse de pie apuntando con el cayado — Pero ¿qué...? Eres... un dragón —

Como si me escuchara, este asintió y alzó su larga cola, no parecía peligroso pues parecía no tener dientes. Este se acercó como si estuviera olfateando, bajé el cayado y me acerqué con la mano estirándola hacia el dragón, este se dejó tocar y sentí su escamosa piel.

— ¡Chimuelo! — gritaron — ¡Chimuelo, ¿dónde estás?! — el dragón pareció reconocer a la persona que gritaba cuando este saltó nuevamente al árbol — ¿Chimuelo? —

Un chico castaño, con un abrigo bastante grande, apareció. El dragón se ocultaba de él y yo solo me quedé ahí alertada del recién llegado y desconocido.

— ¿Quién eres? — pregunté apuntándole con el cayado

— Wow, tranquila, yo... — calló cuando me vio de pies a cabeza — ¿No tienes frío? — miraba a mis pies

— Soy __________ Snow, guardiana del invierno y no repetiré ¿Quién eres tú? ¿Qué haces aquí? —

— Amm, mi nombre es Hiccup — dijo nervioso — Vine a visitar un amigo, venía con un dragón, pero se me ha escapado ¿De casualidad no lo has visto? —

— No, no he visto dragones — dije mintiendo, sabiendo que el dragón estaba encima de nosotros

— Agh, ese Chimuelo. Estábamos jugando a las escondidas y él es muy bueno jugando —

— ¿De dónde dices que vienes? — volví a preguntar

— Yo... —

Entonces, una voz interrumpió.

— ¡Oye, Hiccup! Las chicas nos están buscando, más vale encontrar un... lugar — dijo Jack llegando, solo lo miré con ceja alzada

Volví a bajar el cayado, ahora recargándome en él sin quitarle la mirada a Jack, quien me miraba nervioso.

– Jack, ella es __________ Snow, estaba buscando a Chimuelo cuando ella apareció. Él es Jack, un buen amigo —

— Si, Jack Frost ¿no? — sonreí — Lo conozco, guardián de la diversión — seguí el juego

— Ya se conocen entonces, bien — Hiccup sonrió — ___________ ¿Quieres jugar con nosotros a las escondidas? —

— ¡No! No quiere, Hiccup, ella... ya debe irse ¿no, _________? —

No creí que Jack llegara a ser tan tonto.

— Claro que quiero jugar — dije ignorando al otro y sonriendo hacia Hiccup

La expresión de celos de Jack era única.

— Genial, entonces ven, te presentaremos a unas amigas. Pero primero, tengo que encontrar a Chimuelo —

Cuando Hiccup iba a seguir avanzando para buscar a su dragón, Chimuelo brincó del árbol cayendo encima de él, dándole un buen susto.

— Chimuelo sabe jugar muy bien a las escondidas — dije

— ¿Sabías que estaba en el árbol? — preguntó y asentí riendo

Él y Chimuelo se adelantaron, iban jugando entre ellos mientras Jack y yo estábamos a unos pasos más atrás de ellos, íbamos en completo silencio y de reojo noté que Jack se veía arrepentido.

— ¿Por qué esa cara tan larga? —

— No es nada — dijo

— Oye — lo detuve y tomé de sus manos frías — Sabes que puedes decirme —

Dudó por un momento, pero al final decidió hablar.

— Lamento no haberte contado que unos amigos vendrían — bajó la mirada

— Si, eres un tonto por comportarte así y no decirme nada, pero ya no importa... si no quieres que esté aquí, puedo irme... —

— ¡No, no te vayas! — me miró — Quiero que los conozcas, tal vez puedan llevarse bien —

— Bueno, Hiccup se ve un buen chico — volteé hacia donde el castaño estaba jugando con su dragón

— Si, es genial — asintió y seguido de esto, Jack besó mi mejilla — Prometo ya no comportarme distante contigo —

― No lo hagas, Jack — dije sonriendo

No dije más, solo le sonreí en respuesta y seguimos avanzando, esta vez tomados de la mano. Avanzamos por el bosque, llegando a lo que parecía un río y estaba congelado, ahí había dos chicas platicando, una pelirroja y una rubia.

— ¡Chicos! ¿En dónde estaban? Estuvimos buscándolos por todas partes, no se vale irse tan lejos — dijo la rubia

— Tranquilas, es que en el camino nos encontramos a alguien — Hiccup señaló donde estaba

— ¿Quién es ella? — preguntó la pelirroja viéndome de pies a cabeza

— Ella es ___________, Merida, y es mi novia — dijo Jack y sonrió al verme

— ¿Tu novia? ¿Desde cuándo? ¿Desde cuándo dejaste a Elsa por esta? —

¡Wow ¿Qué?!

— ¡Merida! — Hiccup la regañó — Lo siento, no sabía que eran novios — nos miró sorprendidos

— ¿De verdad es tu novia? — preguntó la rubia — ¿Nos hemos perdido de algo? Porque has perdido el gusto, Jack —

— ¡Basta, chicas! Lo lamento, _________, no les hagas caso —

— No importa, Hiccup — dije molesta — Tampoco es de que ustedes hayan sido tema de conversación entre Jack y yo, porque seguro ni los recordaba —

— _________, no — Jack regañó

Aparté mi mano de la de él.

— Y al parecer, tres de ustedes no me quieren aquí — dije viéndolo — Será mejor que me vaya, nos vemos en el taller —

Jack trató de llamarme, pero no volteé y él tampoco fue detrás de mí, esos comentarios sí que me habían molestado y bastante. Parece que no me llevaré con esas chicas si Jack se atreve a llevarlas al taller, cuando mencionaron a Elsa sentí por un momento como mi sangre hirvió y Jack ni siquiera se vio con intención de defenderme.

Veamos en que termina esto cuando regrese.

(...)

Corregido 2023.