─Has vuelto en el momento justo en que verás cómo destruyo a los humanos, a todos estos malditos traidores que me dieron la espalda y ahora alaban a Odín, querido hijo serás el testigo de todo... ─habló Zeus haciendo acto de presencia y hablando fuerte para que todos lo escucharan y supieran quien había llegado, Taehyung permanecía sobre la nieve boca arriba, parecía agotado pero al escuchar las palabras de su padre sus ojos volvieron a tener el brillo natural de siempre.

─Padre... ─Taehyung entonces se dio la vuelta para verlo ─eres el responsable de todo esto, estuviste viendo tu obra desde las sombras según veo, jamás pensé que cayeras tan bajo ─respondió Taehyung mostrando enfado, al mismo tiempo en que se ponía de pie.

─Nunca me ha importado lo que tu pienses, siempre has sido un inútil, un desperdicio que jamás debí crear, pero ahora que ya tengo lo que quiero de ti y no te necesito más, voy destruirte con aquellos que tanto proteges, los humanos... ─agregó con burla Zeus empezando a generar una especie de temblor.

─ ¡BASTA! ─gritó fúrico Taehyung empuñando su y clavándola violentamente en el hielo sobre el que estaban, deteniendo aquel ataque ─ ¡Estoy harto de tener que ver cada estupidez que se te ocurre y ahora no lo voy a permitir más, además, ¿qué es lo que quieres de mí? ─era una ofensiva de Taehyung, pensaba luchar contra su padre.

Odín y Artemisa bajaron y se quedaron a una distancia prudente desde la que podían escuchar todo, entonces el dios nórdico se dio cuenta que era verdadera aquella nobleza que el amado rey tenía, por eso era tan apreciado, pues ahora estaba dispuesto a enfrentar a su padre mismo por salvar a los humanos indudablemente sería un sacrificio porque nadie era más poderoso que ellos dos, solo Odín y Zeus eran capaces de enfrentarse entre ellos por más fuerte que Zafiro fuera, el poder de Taehyung era más grande que el de ellos, sin pero su cuerpo era humano, no soportaba tal magnitud de energía.

─Un heredero Zafiro, vas a ser padre pero jamás vas a conocer a tu hijo, porque ya no te necesito, pero voy a concederte el honor de enfrentarme como veo que anhelas, es normal, te cree para destruir pero siempre lo arruinas, me obligaste a esclavizar tu mente, no tenía que llegar a esto pero no estabas obedeciendo ─habló el señor del Olimpo,

Las palabras de su padre de saber que tendría un hijo le llenaba el corazón de calidez, pero también entendía que ahora podía enfrentar a su padre para detenerlo de una vez por todas, porque volvería en otra vida, lo mejor es que en esta ocasión su hijo gestaba en el vientre de su amada reina Polaris, su estrella brillante ─Andrei, quiero que saques a tu gente de la zona, ordénales que se refugien, deben tener algún lugar al que puedan ir, pero deben estar a salvo ─ordenó tomando la autoridad que su rango le otorgaba.

Andrei que escuchó las palabras del rey y de inmediato fue a cumplir con la orden, de ese modo solo Taehyung y las deidades se quedaron dentro del campo de fuerza que impedía que los licántropos entraran a atacar a Zeus, estaba más que decidido a terminar con todo la injusticia de su padre pese a que se sabía mortal, no era un ataque a muerte para Zeus solo para su majestad.

─Eres la peor desgracia que pude haber creado, pero es la hora de definir, parece que te has vuelto en mi contra siendo un malagradecido, después que protegí a tu maldito ejercito de bestias, ahora te atreves a levantar la mano en mi contra, pero te voy a castigar, sé que no necesito torturarte porque saber que jamás veras crecer a tu amado hijo gestando en la mujer que amas y siempre amaste es peor que la muerte misma para ti ─habló Zeus viendo con enojo a su hijo.

Taehyung pareció ignorar las palabras de su padre, se preparó para atacar con su hermosa espada, Zeus estaba preparado para eso, por lo que en el primer intento, y antes que el ataque llegara con él, logró arrojar el arma de su oponente lejos de él, Taehyung observó donde había caído el arma y rio volviendo la mirada a su padre ─El poder sobre la naturaleza es ilimitado, lo sabes, tú me hiciste... ─agregó el menor haciendo que sus ojos tomaran el color turquesa que su lobo tenía, en ese momento el viento comenzó a arreciar, la nieve empezó a caer con más fuerza, con cristales cada vez más filósofos que llegaban al Dios haciendo que su piel sintiera como pequeñas cortadas sobre él. La temperatura estaba bajando a niveles impresionantes, algo que para Zeus no era común, era el poder que su hijo tenía. La marca en el color se sus ojos era el extremo en que podía llevar la temperatura.

Fue hasta que un rayó estuvo a punto de alcanzarlo que saltó para protegerse, pero Zeus parecía muy enfadado y así lanzó tras de uno otro y otro, esto obligó a Zafiro a hacer que el aire que sus manos empujaban fuera tan fuerte que estuvo a punto de congelar a su padre, mientras más poder empleaba su cuerpo se iba descontrolando, porque su poder iba empezar a nublar su mente, su lado sádico iba salir y entonces dejaría de preocuparse por lo que su cuerpo sufría ─sabes que si sigues así no vas a lograr mucho, el frío empezará a dañar tu cuerpo, tus articulaciones, tus venas no van a soportar la presión y se van a romper, serás una masa de sangre sobre la nieve aunque tu poder logre destruirme o detenerme, tu irás a los Campos Elíseos antes que yo ─insistió el padre del rey siendo que estaba empezando a defenderse.

Pero Zafiro no lo escuchó, se lanzó sobre él para darle puñetazos que eran tan fuertes como si con trozos de hielo estuviera atacando, Zeus estaba defendiéndose de nuevo, era un dios pero jamás había empleado la lucha cuerpo a cuerpo porque nadie había tenido la habilidad siquiera de tocarlo, el señor del Olimpo dio un puñetazo a Taehyung para quitárselo de encima y este cayó a unos metros de distancia, se repuso y de nuevo estaba a la defensiva, su fantástica arma de nuevo hizo aparición ─ ¿Crees que después de lo que me has hecho me importa si voy a quedar vivo o no? ─Dijo Zafiro mostrando su ojos luminosos.

La lucha continuaba en medio de aquel desfile de destellos en los que ambos estaban sacando lo mejor de sus poderes, el problema era la mortalidad de Zafiro pues usar tanto poder poco a poco lo oba dañando tal y como Zeus le había dicho, llegó ese momento en el rey casi no podía sostener en pie pero su padre tampoco podía tocarlo, el dios olímpico estaba quedando agotado porque jamás pudo hacer el daño que tanto quería pero Taehyung se estaba haciendo daño a si mismo, por eso tomó la decisión más radical que podía, sabía que como humano su poder era capaz de destruirlo, pero como lobo era capaz de dominarlo al punto de no razonar pero no tenía opción.

Antes que su padre pudiera atacar, él se transformó en movimiento rápido, lo veía antes siquiera de hacer un movimiento brusco el frío se puso más intenso, el aire corría en dirección de Zeus y era asfixiante porque la temperatura era inhóspita para cualquier ser vivo sobre la tierra, el lobo de hermosos ojos turquesa lanzó un fuerte aullido, estaba listo para atacar, no le importaba nada y Zeus estaba seguro de que su hijo poco a poco se estaba perdiendo en su mismo poder, él lo había hecho así, pero para que destruya a los humanos no a él mismo. Por lo que el dios entendió que como humano estaba indefenso para atacar, tomó la decisión de transformarse igual que su hijo.

Así la batalla dio un giro que nadie esperaba, ahora no eran más que rugidos los que se escuchaban, el encuentro se estaba volviendo tan violento que los presentes empezaban a temer por la vida del rey, todo esto mientras los humanos se refugiaban en los escondites que habían preparado por si una ocasión como esta se presentaba, pero en la lucha no siempre es el poder el que cuenta, la fuerza indomable que Zafiro tenía terminó por doblegar al poderoso Zeus, tanto que en una embestida lo arrojó a unos metros de distancia logrando que perdiera su forma de licántropo, algo que Taehyung también hizo, volver a su forma humana para encarar a su padre antes que se recupere y colocó la fabulosa espada de Zafiro en el cuello de Zeus.

─Creo que el juego terminó padre, te vencí... frente a todos... ─dijo el joven de cabellos negros y ojos de color cuarzo que veían fijamente a su oponente derrotado.

Algo que Zeus no podía decirlo contrario, su había puesto todas sus cartas para poder ganar, levantó la mirada y pudo ver que en efecto, se veía agotado pero era él quien estaba en pie, Zafiro había ganado.