Por fin el ejército de Laponia había llegado al campamento enemigo para apoyar incondicionalmente a su rey, era lo único que estaban esperando para llevar a cabo el duelo tan afamado, ahora mientras los licántropos se acomodaban Andrei preparaba todo para que fuera lo más limpio posible, el ambiente, el lugar pero sobre todo su estrategia, como había para hacerlo sangrar sin matarlo y que su sangre aún tibia o caliente tocara el brazalete, joya que él logró ver durante el ataque nocturno y se dio cuenta que era una pieza invaluable y muy hermosa pero que representaba el mal.

Una serpiente que rodeaba la muñeca del rey, se entrelazada con su cola como abrazándose a esa extremidad y mostrando los colmillos indicando que estaba lista para el ataque, justo como el rey ahora, convertido gracias a ella en un hombre implacable y sin escrúpulos con una mirada fría he imponente, intimidante.

─Señor, ya están listos y ahora solo esperan por usted, su majestad también está en la zona y recorre el lugar con sus dos hombres de confianza... ─reportó uno de los hombres de Andrei, este al escucharlo supo que el momento estaba cada vez más cerca.

Salió y desde donde se encontraba alcanzó a ver como los licántropos estaban acomodándose en el coliseo que habían articulado, parecían listos para atacar más que cualquier otra cosa, muestra de que si Taehyung moría ellos no iban a someterse a su ley, serían rebeldes y la guerra sólo empeorará por lo mismo debía ser cauteloso con sus acciones aunque luego de la situación anterior, era más posible que fuera él quién muriera, sabía que Taehyung era demasiado experto pero no iba a perder nada con intentarlo más que todo porque su propósito estaba lejos de dañar al rey.

Las horas se convirtieron en minutos por lo rápido que pasaron y ahora todos estaban listos para lo que se venía, Taehyung era el único que parecía divertido y eufórico, extendía sus brazos al cielo frente a su gran ejército y estos se emocionaban y gritaban apoyándolo, era el afecto que le tenían a su líder, no les importaba que ahora fuera duro y cruel, nadie lo cuestionaba porque confiaban en él y podían hacerlo porque su odio infundado era solo contra los hombres, los humanos por haberle dado la espalda a Zeus y ahora adorar a Odín.

─No eres buen lobo Andrei, no voy a perder mi tiempo contigo de ese modo, quiero que sea un duelo de espadas, tal vez con eso seas más diestro porque no planeo aburrirme... ─habló el rey arrogante mientras sostenía de nuevo su hermosa arma, imponente en sus manos grandes.

─Comprendo y acepto, pero ya no estamos jugando, mi señor, debes hacer que todos tus hombres prometan que van a cumplir con nuestro pacto... ─pidió Andrei preocupado sabiendo que aquellos guerreros se convertirían en rebeldes sin su rey, por eso quería estar seguro de que nada malo pasaría.

─No te lo voy a prometer y no les diré nada, ellos no suelen obedecer a nadie más, no sé si van a cumplir pero si acabas conmigo podrás hablar con Izak, él si podrá meterlos en cintura, ahora deja de llamarme "mi señor" cuando eres el líder de los rebeldes, hipócrita... ─contradijo Taehyung empezando a sentir el calor que daría pie a su pelea.

Después de aquella pequeña conversación el duelo dio inicio, las espadas sonaban según el material del que estaban hechas, al parecer su majestad tenía razón y Andrei si era bueno con aquella arma.

Pero en un giro rápido Taehyung logró derribarlo y casi cortarlo pero no pasó de ser un roce gracias a los movimientos rápidos de este, notó entonces que su alteza abría su brazos izquierdo y dejaba al descubierto tanto su vena como su brazalete cuando se disponía atacar con la derecha, entonces y pese a lo arriesgado de la situación hizo como iba atacar a su derecha para engañarlo y desviarse a la izquierda, podría resultar herido pero era importante devolver al rey de Laponia a su gente y a ellos mismos y así se lanzó sobre Zafiro quién está vez no advirtió el juego a tiempo.

Andrei fingió que iba por la derecha y realmente se fue a la izquierda pero al darse cuenta, Taehyung intentó empujarlo, por accidente la espada del vikingo se clavó en el hombro del rey, algo que hizo quejar de dolor al mencionado.

─Parece que tenía razón, eres bueno con la espada ─dijo Taehyung con una sonrisa socarrona y llevó su mano derecha a su lesión de la que ya emanaba sangre, esto ante la mirada de Andrei y vítores de los vikingos, mientras los licántropos miraban en silencio que pasaba con su rey.

Algo que nadie sabía era que Zeus observaba entre las sombras el duelo desde el lado de los licántropos mientras que Odín y Artemisa lo veían sin ocultarse desde lo alto de las edificaciones, estaban ansiosos los tres, más que todo porque Taehyung luego de llevar su mano derecha a su herida se había manchado de su propia sangre, esperaban que por las molestias de la herida al final su mano izquierda pero no estaba pasando y solo siguió con la batalla, esto hizo que Andrei se desespere más pero sintió que tenía el control porque el Rey estaba herido.

─Tengo que aprovechar esta ventaja, tengo que hacerlo...─ eran los pensamientos de Andrei que observaba estático por un momento, el rey se le estaba viniendo encima en un ataque de rabia al verse herido ─eso es, ven majestad, ven ─se dijo así mismo y esperó hasta que Zafiro estaba cerca y lanzó un ataque certero sobre su brazo izquierdo, cortó sobre la muñeca y rozó el brazalete.

La sangre cayó sobre el brazalete que casi de inmediato cayó, Taehyung se detuvo en seco, observó cómo su brazalete caía y algo en su interior empezó a quemarlo, como algo que estaba emergiendo, cayó al suelo cuando sus piernas no le permitieron estar de pie porque sentía que se ahogaba, Andrei lo veía en suelo buscando respirar pero de su cuerpo empezó a salir algo similar al humo, humor negro que lo estaba asfixiando, esto no permitía que el guerrero vikingo se acerque, era la oscuridad que había llenado su interior que ahora emergía, Andrei tenía miedo de haberlo asesinado cuando el rey parecía estar agonizando pero la bruma al final se disipó y Andrei se pudo acercar.

─Majestad, señor por favor resista... ─le decía mientras lo tomaba en sus brazos para revisar sus signos vitales pero parecía que Taehyung no le escuchaba, al ver sus ojos se dio cuenta que estaba completamente ausente, como en un trance, lo acomodó sobre la nieve lo más cómodo que pudo, pero al momento en que Andrei se puso en pie para atender a las multitudes que observaban preocupadas lo que ocurría, un ataque llegó, un fuerte golpe que lo arrojó un par de metros lejos de Taehyung.