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─Nuestro señor Andrei quiere que el conflicto armado termine, por eso lanza esta iniciativa, para que ya no sigan muriendo nuestros soldados; sin el afán de ofenderlo, majestad ─explicaba aquel visitante llegado de una vez al punto clave y propósito implícito en la petición y reto que el nombrado tenía que enviar.
─Debo admitir que suena divertido pero no quiero que luego digan que un licántropo mató al líder de los vikingos a sangre fría, tu jefe es un hombre que se rige de leyes diferentes a las mías y su poder proviene de las brujas celtas, ¿acaso quiere morir? ─cuestionó Taehyung con un tono de burla implícito.
─Mi señor ha recibido un don de nuestro señor Odín, ahora él puede luchar en iguales condiciones, solo así de una vez por todas se va a liberar a nuestros pueblos de la matanza y se va a definir a quienes le deben respeto y obediencia, con todo respeto mi señor pero, ¿no eras tú quién siempre ponía la vida de los demás ante todo?, ¿acaso el señor teme que mi señor Andrei le arrebate el trono? ─inquirió el mensajero provocando a su majestad en el acto.
─Tienes una lengua muy afilada para lo insignificante que eres, sabes que cualquiera de mis hombres vale más que ustedes, miserables humanos, así que no quieras insinuar que le voy a temer a un mortal que recibió un don para ganar la batalla, yo no le temo a nada, no soy una rata sucia como tú ─habló marcando el límite, se puso en pie y comenzó a caminar hasta donde aquel hombre permanecía ─acepto el reto de tu señor, tu lengua venenosa y afilada ha logrado convencerme, no entiendo por qué no han enviado al otro vocero, era más educado ─se paró frente al humano y lo observó por un momento en silencio.
Elyas e Izak temían ahora por la vida de aquel hombre que había marcado su propio destino, pero que al parecer no tenía un ápice de miedo, era como si la guerra lo hubiera hecho y estuviera preparado para morir, no bajó la mirada ante su majestad, Taehyung entonces sonrió viendo que ese sujeto no le mostraba nada de temor ─Eres una basura muy valiente, me agradas, debo reconocer que me caes bien... ─se movió por un momento ─ponte de pie... ─le ordenó.
Aquel hombre obedeció, sin dejar de ver cada movimiento del rey, como si esperara algo; en efecto, Taehyung rodeaba lentamente el entorno del mensajero, como pensando la manera más eficaz de acabar con él o quizá de dejarlo ir pero no sin antes darle una lección. Pronto pensó que la manera más propia era tomarlo por el cuello y justamente eso hizo, la fuerza del rey era el doble que la del hombre y por más que este luchaba, no había forma de liberarse ─le enviaré tu afilada lengua a Andrei para que sepa el motivo por el cuál acepté... ─dijo antes de darse cuenta que su víctima estaba muerto.
Los presentes bajaron la mirada, todo aquello era muy duro para ellos, no habían visto la amable sonrisa de su rey en tanto tiempo pero si habían visto demasiada muerte y ahora con la sospecha de los ataques a las aldeas vikingas se sentían como si hubieran perdido lo más bueno que una vez tuvieron ─Izak, quiero que le cortes la lengua, siempre has sido sádico, saca ese lado ahora y la pones en un paquete, iremos nosotros personalmente a entregarla ─volvió a hablar Taehyung.
El nombrado suspiró con resignación y se puso manos a la obra, Elyas recibió la orden de ensillar los caballos y de inmediato su majestad envió a uno de sus hombres a guardar los armamentos, detuvo cualquier enfrentamiento en señal de aceptar el reto de Andrei, se le hacía divertido acabar con el líder de los vikingos que siempre habían atacado a los Sami, aunque ahora Taehyung no podía liberar esos sentimientos de amor que lo marcaban, su cerebro le indicaba que era a quienes debía proteger aunque fueran sólo humanos y eso seguía haciendo, muestra que su bondad a pesar de todo, en poco lograba salir sobre el hechizo de su creador.
Después de eso, montaron a caballo y se dirigieron al lugar donde acampaban los vikingos, Izak cargaba lo que su señor le había obsequiado pero sentía que Taehyung se había dejado caer muy rápido en las provocaciones, su orgullo lo había dominado y podría ponerlo en peligro pero ese hombre arrogante ahora no entendía razones, solo podía obedecer y tratar de no morir y que no maten al rey en el proceso, le era muy sospechoso y por las miradas que cruzaba con Elyas, sabía que también pensaba lo mismo.
Taehyung no dijo nada durante todo el camino, pensaba solamente en el orgullo de ganar la batalla y que nadie pensara en el como un cobarde, muy lejano a aquel rey sabio que una vez fue, ese que tanto añoraban volver a escuchar y que de una u otra manera querían investigar la manera de hacerlo volver, aunque de momento lo que importaba era que saliera bien de esta y no metido en más líos que en realidad era lo que Izak temía, Taehyung era un guerrero entrenado desde la infancia y con un alma vieja reencarnada que también fue conocido como el príncipe de la guerra. Por su lado, Andrei era un humano joven que recién había recibido el don y aunque tenía años siendo líder vikingo, no era suficiente para saber más de Taehyung, tenía que ser astuto.
Era un panorama sombrío, nadie podía confiarse, el ejército estaba siendo protegido pero los comandantes generales iban a jugarse todo por el todo, un riesgo muy grande si tomamos en cuenta que Taehyung aún no tenía un heredero real, porque por más niños que hubiera engendrado, si no era de madre noble y legítima, no podría tomar el trono.
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