Pasaron tres días después del primer ataque y estos no se detuvieron, cada noche una aldea diferente era atacada, ahora todos afuera de Laponia tenía miedo de irse a descansar porque no sabían qué clase de ataque era el que los estaba acabando, el ejército vikingo no era suficiente para proteger a sus compatriotas y lo peor era que nadie sabía dónde sería el siguiente lugar que iba a ser destruido. La zozobra era el plato de cada día en Finlandia.

─ ¡Artemisa! ¡Artemisa! ─vociferaba Odín con enfado y frustración viendo a su gente caer cada noche sin que pudieran hacer algo para evitarlo ─Acepto tu trato... ─dijo finalmente.

─Aquí me tienes, señor Odín... mi hermano te estará más que agradecido cuando sepa que ayudaste a liberarlo ─agregó la diosa con una sonrisa y apareciendo frente a Odín.

─Sabias que esto pasaría, ¿verdad? ─cuestionó mientras tomaba asiento en su gran trono y pasaba su mano sobre el rostro con impotencia.

─Siendo franca, asumí que Zafiro haría algo pero no imagine que tan atroz, aunque si no hay testigos, nada es comprobable, mi hermano es inocente hasta que se demuestre lo contrario ─alegó en defensa de Taehyung la hermosa mujer.

─Sabes que nadie hay con el poder suficiente para someter a una aldea completa el solo, puede hacerlo y tu padre lo está obligando... ─insistió sabiendo que la defensa de Artemisa era poco comprobable.

No podían perder más tiempo, además la conversación era obsoleta pues no había más que discutir, tácitamente sabían que era Zafiro quién estaba atacando a los vikingos, Andrei ahora sería el contrincante de este y se le explicó su misión, al igual que el pacto sello los poderes de las brujas contra Taehyung, no podían intervenir.

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En el palacio de nuevo todos estaban en el gran comedor, menos su majestad. El rey no había bajado y los demás lo esperaban, Elyas entró a la habitación puesto que era el único que podía hacerlo puesto que su trabajo era la seguridad del rey aunque así no lo quisiera; pero al hacerlo la imagen que encontró lo desconcertó por completo, estaba ahí su rey completamente desnudo en estado de ebriedad y con dos mujeres en igual condición. Todos en la inconsciencia del alcohol, Elyas no dijo nada y así como entró, volvió a salir cerrando la puerta detrás de él.

Elyas ahora tenía que disculpar a su rey frente a su prometida y para no hacerle daño tenía que mentir, aquello se estaba poniendo peor porque en unos días más la boda se llevaría a cabo y era algo a lo ahora Kiana no podía decir que no, ella amaba desde hacía siglos a Zafiro pero aquel brazalete estaba haciendo que él dejara de lado el amor que sentía por ella para tomar por mujer a la que quisiera, algo que no era común en licántropos como él sobretodo, ellos tenía una pareja para siempre, sus almas se amaban.

─ ¿Y Taehyung? ─preguntó Izak viendo a Elyas llegar solo.

─Por favor sirvan el desayuno, Lady Kiana debe comer y el señor Izak ─ordenó Elyas a la servidumbre ─nuestro rey va a desayunar después puesto que ahora se encuentra indispuesto, por favor Lady Kiana, come y has tu día con normalidad, Taehyung no tiene nada grave, solo bebió de más... ─explicó el hombre que a pesar de todo le era leal a su rey.

─Ahora que estamos solos me gustaría saber, ¿qué le ocurre a Zafiro?, desde que volvimos está muy extraño y siento que no me ama, más bien me odia... ¿Creen que este enfadado conmigo? ─preguntó Kiana a pesar de sentir que aquellos hombres la veían como a una mala persona al principio.

─Lady Kiana, nuestro señor no está bien, hace tiempo que queríamos hablarlo contigo pero no se había dado la oportunidad, desde que volvió es como si un espíritu maligno se hubiera apoderado de él, trata mal a las personas e incluso a nosotros mismos ─agregó Elyas tratando de calamar a la joven para que no se sintiera desesperada.

─Tenemos la sospecha de que es ese extraño brazalete que porta en su muñeca pero no hay modo de probarlo, también pensamos en tu podrías quitárselo pero puede lastimarte, todo es difícil para nosotros que no sabemos a ciencia cierta el motivo de su cambio... ─explicó Izak para que ella comprendiera que no podía solo culpar a Taehyung.

─ ¿Pero cómo llegó esa joya a su poder? ─cuestionó ahora temerosa de lo que le pudiera pasar a su amado.

─Sigo culpando a Zeus, cambio repentinamente y se quedó mucho tiempo solo con Taehyung indefenso, además no ha vuelto desde entonces, eso solo significa que su plan está funcionando y se siente seguro, por eso es que no ha dado señales de vida al menos frente a nosotros ─insistió Elyas mientras degustaba sus alimentos al igual que los demás.

El desayuno pasó entre la conversación y aclararon muchas cosas que habían pasado cuando ella no recordaba, ahora la joven no podía culpar de nada a su prometido porque no estaba en sus cabales y aunque ella ya lo venía sospechando pero le dolía verlo así y que la tratara tan mal, Zeus estaba dañando cada cosa que el rey había logrado.

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En Asgard Artemisa y Odín estaban sellando su trato, Andrei había aceptado también ayudar a los dioses y de ese modo a su pueblo, pero su cuerpo estaba padeciendo dolores horribles mientras aprendía a cambiar su cuerpo, estaba experimentando lo que los licántropos naturales sentían mediante su transformación, también estaba recibiendo poder, mucho poder pero que a diferencia de Zafiro, este tenía un límite, pero le serviría para atacar al rey y por lo menos cumplir su propósito trazado, pues a pesar de que sería pintado como una lucha a muerte, el verdadero límite era retirar el brazalete del mal. La batalla se acercaba.