一 Se que te pedí que los protegieras, pero ellos fueron heridos antes de que tu intervinieras, no voy a dejarlos morir... Padre... 一 dijo Taehyung mientras colocaba su mano sobre una grave herida de uno de sus hombres, en un momento en el que había quedado completamente solo en aquella enfermería.

一 Tienes muchos como él, sabes que si muere otro ocupará su lugar y el escuadrón estará completo, Zafiro, te cree para que destruyeras, para que crearas el caos y la destrucción y no para que hagas de niñero de ellos 一 respondió con fastidio aquel imponente hombre.

一 Porque yo no soy como tú, no voy a tratar a mi gente como tú me tratas a mí... te he dicho que te voy a demostrar de que soy capaz y lo haré, padre... 一 habló Taehyung decidió luego de asegurarse que aquel guardia estuviera a salvo.

Zeus entonces sintió rabia por el comportamiento de su creación, aquella a la que le había dado una apariencia perfecta como humano, un rostro angelical pero que tenía la facilidad de convertirse en una aberración, una bestia indómita que él quería para que destruyera a Finlandia pero que al contrario, los protegió.

El Dios del Olimpo tenía una apariencia robusta, un cabello rizado y cano que llegaba hasta sus hombros, una barba bastante nutrida del mismo color de cabello, vestía con un abrigo de piel que tenía mucha elegancia y el único vestigio de su procedencia era la corona de laureles dorados que resaltaba a cada costado de sus sienes, era imponente y majestuoso al igual que su hijo.

一 ¡NO me hables en ese tono!  一 Zeus entonces tomó por el cuello a Zafiro al mismo tiempo que los transportó de lugar, estaban afuera, en los jardines de un segundo a otro 一 ¡Deberías estar agradecido sabiendo que no he querido matarte y aún complazco todos tus caprichos, mantengo a la maldita manada de lobos que has enviado a la guerra! 一 vociferó el Dios tirando con todas sus fuerzas a Taehyung contra el suelo.

Taehyung no esperaba aquello, no tuvo tiempo para defenderse pero una vez en el piso, pudo reaccionar, el mayor estaba por clavar en el su tridente de rayo cuando Taehyung lo esquivó agilmente.

一 ¡BASTA! 一 gritó Taehyung con imponente voz 一 ¿Te das cuenta de lo que estás haciendo?, eres un caprichoso... 一 prosiguió ya más calmado el. Más joven.

一 Entonces no vuelvas a provocarme, puedo acabar contigo cuando yo quiera, cuando me lo proponga y sabes que en este momento no te conviene, no tienes un heredero y si no hay descendencia tampoco reencarnación... no tientes al diablo Taehyung... 一 respondió Zeus retomando su postura.

一 No te provoque, se que me odias y deberías admitirlo, pero no importa, tengo mucho trabajo por delante y te juro nuevamente que lo voy a lograr, te doy mi palabra 一 prosiguió el menor mostrándose firme, jamás le demostraba ningún temor a pesar de la maldición.

一 Espero que tus hombres te encuentren antes que el frío acabe contigo... 一 los ojos de Zeus se iluminaron luego de que había dicho aquellas palabras.

Taehyung inmediatamente empezó a sentir como el aire se le terminaba, su nariz no llegaba a llenar sus pulmones, cayó de rodillas viendo como su creador se iba desapareciendo por completo, pero pasaba que mientras más débil Taehyung se ponía, más la nieve arreciaba y el viento también pues era su maldición y por lo que debía luchar para romperla, el día que el rey muera a causa de ella también Laponia dejara de existir pues será sumergida bajo el poder del rey en el hielo eterno, nadie nunca más podrá habitar ahí.

Era por eso que Zafiro buscaba desesperado la manera de romper su maldición, aquella que a Zeus parecía divertirle, a Taehyung le aterraba porque sabía que no sólo iba a morir él, si no que se llevaría a su pueblo detrás a la tumba.

一 Izak... por favor... Elyas... 一 suplicaba su majestad cayendo sobre la fría nieve sintiendo que ya no había aire en sus pulmones, se resistía a perder la conciencia, se hizo un ovillo abrazándose a sí mismo para protegerse.

La tormenta de nieve se iba poniendo cada vez más fuerte, muestra que el rey estaba cada vez más débil, Izak sintió el llamado de su rey al igual que Elyas pero no podían encontrarlo en el palacio, por más que lo buscarán, sonaron entonces las alertas en el reino porque su majestad estaba perdido y podría caer en manos de las brujas celtas, lo peor era que la nieve estaba cayendo cada vez más fuerte, daba miedo pero Elyas he Izak supieron que su rey estaba afuera y tenía que encontrarlo y salieron a los jardines.

Afortunadamente pudieron encontrarlo aún con vida, estaba siendo cubierto por su propia nieve, lo llevaron al interior del palacio, a sus aposentos, prepararon la bañera con agua tibia y lo metieron para que tomara un poco de calor, todo estaba pasando justo como lo esperaban, al mismo tiempo la nieve se iba disipando, la tormenta se iba apaciguando y la calma estaba volviendo a lo que siempre era, Taehyung estaba ya en su calor  normal, lo habían salvado ese día, Zafiro también había luchado por sobrevivir para que su hermoso pueblo tuviera una oportunidad de seguir con vida.

Kiana había notado todo aquel movimiento pero no se atrevía a preguntar, en su cabeza estaba dando vueltas la imagen de Taehyung ayudando a los soldados heridos, su bella sonrisa que pudo conocer un día cuando atendía a su pueblo, estaba entendiendo el por que del aprecio que Aleksi le tenía,  era un verdadero rey justo que tenía compasión por su gente pero sentía que no podía permanecer más ahí, tenía que huir un día, tenía que preparar bien su plan para escapar y no ser descubierta, buscar sus horizontes lejos de aquella vida y los elegantes y finos trajes, tenía que huir.