Se veía un lobo joven que corría junto a otro grande y fuerte sobre las gélidas llanuras siendo perseguidos por un tipo de cazadores que no les daban descanso, no se sabe cuando tiempo llevaba aquella cacería pero a los lobos se les veía cansados ya y el más pequeño empezó a tropezar por el cansancio.

El más grande se detuvo a proteger al pequeño pero les dieron alcance y los disparos de plata empezaron a llover sobre ellos, el más grande se interpuso para proteger al más pequeño, así ofrendo su vida y justo cuándo iban por la vida del ahora herido y cansado lobo una niebla les cegó a los cazadores.

Trataron de buscar al pequeño animal herido pero no estaba, había desaparecido sin dejar rastro al igual que el cuerpo del lobo grande, estaban sin nada en sus manos, así como habían llegado tuvieron que irse.

En otro lado, ocultos dentro de una cueva un joven yacía herido por dos balas de plata y siendo atendido por un hombre viejo que buscaba extraer aquel metal, en la fogata calentaba un cuchillo para luego introducirlo en la herida y de este modo hacer espacio para poder ayudarlo.

El joven adolescente sólo podía rugir por el inmenso dolor que aquello le ocasionaba, pero era necesario, resistió bien a la primera intervención en la pierna, pero estaba débil y agotado, tanto que al sentir clavarse de nuevo el cuchillo caliente en su piel, en su hombro perdió el conocimiento.

一Estarás bien alteza, sepultaremos a tu padre con todos los honores y te convertirás en rey, ahora el reino cae sobre tus lastimados hombros... 一decía mientras suturaba aquellas heridas que tanto daño le habían hecho al príncipe Taehyung, hijo del ahora fallecido rey Onni, uno de los más nobles.

El fatídico día en que el Reino de Laponia fue atacado por los vikingos de Ragnar en que casi acabaron con la ciudad de no ser porque el rey llamó su atención y los hizo perseguirlo, pero no contaba con que en la trifulca los vikingos también perseguían a su hijo.

Ahora solo era un recuerdo que permanecía en las mentes de quienes se habían reencontrado después de mucho tiempo, el joven rey y su salvador de aquel día, el Chaman Aleksi, ambos en medio del bosque nevado, pintado de blanco se habían reunido para hablar sobre algo sumamente importante para los Sami.

一¿Entonces quieres entregarmela sin que nadie lo sepa? 一preguntó su majestad con mucho interés.

一Será lo más seguro, creerán que la secuestraron y la mataron, a su tiempo tu heredero y el de nuestra tribu volverá a tomar su lugar, solo así nuestra raza se va a preservar... 一respondió Aleksi.

一Sabes que tu raza va a mezclarse con la mía, si el heredero es varón... no tengo problema en ayudarte pero debes estar consciente de eso... 一aclaro su majestad al Chaman

一Estoy consciente de ello, majestad... es algo que realmente no me molesta, será un honor que mi tribu sea mezclada con tu sangre noble... 一 expresó el líder.

一Te debo la vida, no puedo negarte algo a ti... no importa si eso significa sacrificios... lo haré pero ni ella misma sabrá los motivos por los cuales será llevada a mi palacio, llegará el momento en que todo sea seguro y entonces se lo diré, será nuestro pacto, así tu me darás a la madre de mis herederos y yo protegeré a tu tribu... a los que sobrevivan de la guerra... 一respondió el rey.

Así sellaron el pacto de secretos que aseguraba la continuidad de sus razas, dos pueblos se iban a unir en un bien común y dos personas se tenían que habituar la una a la otra para poder hacerlo.