Nota: estamos acercándonos al final, solo quedan unos cuantos capítulos más.

—Bebé, ahora yo voy a colgar si no respondes— bromeó al no escuchar respuesta por parte de su novio y es que Jungkook no podía creer que había vuelto a escuchar su hermosa voz grave.

—Mi amor ¿En serio eres tú?— dijo y pequeñas lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas.

—Claro que soy yo tontito— le respondió Taehyung, y sonrió ampliamente.

—¿De quién es este número?— inquirió.

—De un amigo— dijo con simpleza encogiéndose de hombros—. Jungkook— lo llamó al ver que este no decía nada después de que él le había respondido su pregunta.

—¿Tan rápido te hiciste amigos?— cuestionó sorprendido y con una pizca de miedo, tenía tanto miedo a que encontrara a alguien más o se alejara solo porque sí. Y bueno, Jungkook a veces era algo inseguro y celoso, pero tenía sus razones, un corazón roto no era para nada algo que quisiera, no de nuevo.

—¿Dejarías que yo hablara?— preguntó al notar en la voz de su novio los celos, era comprensible, estaban separados por kilómetros, hasta él aunque lo negara tenía miedos, una relación a distancia es bastante complicada si no se sabe sobrellevar.

—Esta bien habla— suspiró pesadamente.

—Mis padres me trajeron a Francia porque se enteraron de lo de nosotros y también me quitaron el celular para que evitará contactarte— le explicó.

—Lo sé— susurró, y con esas simples palabras en la expresión de Tae se podía ver la sorpresa y la confusión combinadas.

—¿Qué? Espera ¿Cómo que lo sabes?

—También sé quien es la culpable de que pasará todo esto— le contó.

—¿Quién?— gruñó molesto ante la idea de que una persona fuera capaz de intentar separarlo de su novio, la persona a quien más ama en este mundo.

—Y sé que me mentiste— hizo caso omiso a su pregunta y continuó hablando, lo que dijo confundió demasiado al castaño, y se preguntaba a qué se refería con eso y si se habría enterado de lo que cree que se enteró.

—¿En qué te mentí? ¿De qué hablas?

—No lo niegues— le advirtió.

—Dime qué hice mal y quién es la culpable de todo esto— le pidió el castaño.

—Jisoo le envío unas fotos de nosotros a tus padres para vengarse de mí— le explicó su novio con el ceño fruncido aún estaba entre triste y molesto por lo que había hecho la pelirroja.

—Es la única loca capaz de hacer eso— bufó molesto, pues ella era la culpable de no poder tener a su novio entre sus brazos, es la culpable de que no pueda besarlo cuantas veces quiera y darle todos los mimos posibles, quizá si ella no les hubiese dicho nada sus padres no hubiesen hecho lo que hicieron, aunque por momentos lo pensaba bien y la verdad era que en algún momento se entrarían de su relación con Jungkook ¿no es así?

—Sí, pero a diferencia tuya, me dijo la verdad— se encogió de hombros los recuerdos lo envolvieron, lo que más odiaba era que le mintieran, Taehyung lo había hecho una vez, pero ¿Por qué ahora le ocultaría algo más a su novio? ¿Y la confianza?

—¿Vas a defenderla?— atacó sin entender porque decía tales barbaridades según él— nos separó— exclamó como si fuera obvio que por aquello que hizo no debería estar de acuerdo o a favor de ella en cualquier otra cosa.

—No la estoy defendiendo, solo digo que me hubiese gustado que no me dijeras mentiras y me hubiese gustado aún más no enterarme por otras personas— le gritó. Taehyung mantuvo silencio, quería negarse a creer que lo sabía, pero ya era demasiado obvio, la pelirroja le había contado todo, de eso estaba completamente seguro.

—¿Tus padres son millonarios y tú eres el heredero legítimo de todo eso o no?— inquirió el pelinegro.

—Ella te lo dijo ¿No es así?— exclamó cabizbajo, ella no tenía el derecho de ser quien le contase aquello, eso debía habérselo dicho él cuando fuera el momento.

—¿Es cierto entonces?— dijo más como una afirmación que como una pregunta en sí.

—Sí— asintió lentamente, eso fue lo que bastó para que Jungkook comenzará a dudar si debía confiar en él, siempre habían sido mejores amigos y ahora eran novios, se supone que debería contarle algo como eso, además no era algo grave.

—¿Y por qué no me lo dijiste? ¿Sabes cuántas veces me preocupe por ti porque creí que se te hacía demasiado difícil vivir sin tus padres ya que creía que no te apoyaban económicamente? Cuando en realidad no fue así, todo este tiempo ellos te daban dinero, y yo siento que he quedado como un tonto por las veces que te decía que quería pagar y tú te negabas, ¿Cómo es que no me di cuenta antes? Yo queriendo ayudar y tú diciendo que no era necesario eso, era obvio pero yo no lo vi— negó con la cabeza varias veces, odiaba que su novio le haya mentido y se odiaba por sentirse tan tonto y crédulo.

—Bebé escúchame, si no te lo dije fue porque no quería que me vieras diferente por tener más dinero— bien, ahora no sólo le dolía la mentira sino que también le dolía que su novio pudiera pensar que él fuera de ese tipo de personas.

—¿Acaso no me conoces? Jamás te vería diferente, sé que el dinero no te cambiaría, no eres el típico niño rico y mimado, jamás lo fuiste y jamás lo serás aunque me haya enterado de la peor manera tu secreto y me haya dolido que hayas creído que sería capaz de mirarte distinto, te quiero mucho— dijo entre sollozos, por muy dolido que estuviera por el hecho de que le miniera y creyera que el actuaría diferente solo porque tenía dinero, lo perdonaba, lo perdonaría mil veces porque aunque no se lo dijera, lo amaba demasiado. Sí, quizá Jungkook era inseguro y a veces desconfiado, pero con él, las cosas cambiaban.

—Lo lamento en serio— gimoteó y dejó escapar una que otra lágrima secándolas de inmediato.

—No, está bien, ya no estoy molesto. Solo quería saber porque me lo ocultaste.

—Te quiero mucho kookie, y no me gusta que estemos peleandonos- hace un mohín y Jungkook del otro lado de la línea se limita sonreir, el tampoco quiere eso y le alegra que estén decauerdo.

—Ya no hay que hacerlo ¿Quieres? ya no tienes ningún secreto ¿o sí?

—Te juro que este es el último y el único que no sabías— Jungkook le cree, oye en su voz la verdad y le alegra que ahora sepan todo el uno del otro y no tengan que esconderse nada nunca más.

Las lágrimas de pronto habían desaparecido siendo reemplazadas por sonrisas, la tristeza había sido reemplazada por alegría. Por supuesto que se extrañaban, pero sabía que a pesar de la distancia nada ni nadie los separaría.

De pronto jungkook escuchó una voz masculina la cual no provenía de Taehyung y supuso que era del amigo que decía le había prestado el celular para llamarlo. Solo esperaba que no estuviera interesado en su novio de manera romántica porque sino quizá sería capaz de conseguir un vuelo a Francia solo para dejarle en claro al chico que sólo pueden ser amigos.

—Taehyung— lo llamó minho y Taehyung volteó hacia su dirección de inmediato.

—Dime min— le animó a que hablara y le dijera que era lo que quería.

—No te demores mucho, necesito contactarme con mis padres, les dije que los llamaría a esta hora— le avisó al castaño y él asiente formando un puchero con sus gruesos labios.

—Bueno bebé, me tengo que ir— se despidió, Jungkook escuchó el sonido de un beso y supo que se lo había mandado, lo que hizo que sus mejillas se tiñeran de un bonito color rojo, pero sin olvidar lo que quería preguntarle.

—¿Qué haces?

—Estoy en el café en el que trabaja mi amigo, pienso conseguir trabajo aquí— le explicó dando su mejor sonrisa cuadrada aunque su novio no la pudiera ver.

—¿Por qué?— cuestionó.

—Porque mis padres quieren que consiga algún trabajo mientras arreglan lo de mi universidad ¿Jisoo te lo dijo?

—¿Qué cosa?

—Jungkook— balbuceó sin saber como decirle por miedo a su reacción— me quedaré a vivir en Francia, si me regreso, mis padres le quitaran el trabajo a tus padres y tú no podrás ir a la universidad, no quiero que nada malo te pase.

—Sí me lo dijo, pero quería creer que no era cierto, esperaba que me dijeras que me estaba mintiendo, pero no fue así.

—Lo lamento kookie, pero no pienso arriesgar tu futuro, te quiero demasiado como para verte mal, adiós bebé—y sin más con eso último se despidió y cortó la llamada tratando de evitar alguna pelea con su novio, no pensaba discutir sobre el tema, eso ya estaba decidido.

Cuando terminó de hablar, le regresó el celular a Minho y le agradeció por prestárselo, se presentó ante el jefe y se entrevistó con él, por suerte consiguió el trabajo y mañana mismo comenzaría a trabajar, lo cual le parecía genial, se despidió de todos los empleados y también del jefe para luego ir de regreso a la casa de sus tías.

—Taehyung— exclamaron sus tías al verlo entrar por la puerta de la gran casa.

—Llegas justo a tiempo— dijo una de sus tías y él no entendía a qué se refería con lo que le había dicho.

—¿Así? ¿Se puede saber para qué?

—Te quiero presentar a una hermosa chica— dijo su otra tía

—¿Pará que se supone que están haciendo esto?— bufó molesto. Esta situación se estaba volviendo cada vez más insoportable. Sabía bien lo que estaba pasando, pero se le hacía sorprendente.

—¿Por qué crees que todo tiene una razón?

—Porque las conozco y también a mis padres, sé que están haciendo esto porque quieren que me olvide de lo que siento por Jungkook, pero no va a funcionar— se negó y se sentó en el sofá más grande de la sala con intenciones de ignorarlas, intenciones que no sirvieron nada pues ellas continuaron insistiéndole.

—¿No piensas darle una oportunidad?

—No quiero a nadie que no sea él— exclamó.

—Pará de decir eso— una de sus tías, se tapó los oídos desesperada. Mientras que la otra trataba de calmarla.

—Nosotras estamos a cargo de ti, así que harás lo que te digamos a menos que quieras que hable con tus padres— le amenazó.

—Bien— exclamó suspirando lleno de frustración, no le quedaba de otra que obedecerles para evitar problemas.

—Tzuyu ven aquí— la llamaron y salió del comedor caminando hasta la sala donde sus tías estaban paradas y él estaba aún sentado en el sofá, la chica era simpatica, delgada, pelinegra, risueña, con una sonrisa muy bonita, no iba a negarlo, pero no era su bebé, no era su Jungkook— el es Taehyung, nuestro sobrino— dijeron sus tías al unísono, el castaño se puso de pie y caminó hasta quedar frente a la pelinegra y le ofreció una sonrisa un tanto falsa, no le agradaba el hecho de que ella haya aceptado ser parte de todo esto.

—Un gusto conocerte— al castaño se le hacía tierna y tímida, no entendía como una chica como parecía ser ella fuera capaz de estar de acuerdo con todo eso.

—Igualmente.

—Bueno los dejamos solos para que conversen y almuercen— dijo una de sus tías mientras los empujaba para que caminarán hacia el comedor sentándolos uno enfrente del otro.

Ambos comieron el spaghetti que estaba puesto en sus platos encima de la mesa, lo hicieron en silencio, un silencio demasiado incómodo.

—Bueno ya que terminamos de comer, supongo que podemos conocernos más— habló la pelinegra rompiendo el silencio abruptamente para después esbozar una tímida y avergonzada sonrisa y sus mejillas se tornaron de un lindo color rojo, el semblante serio que tenía el castaño no le estaba ayudando, solo la ponía más nerviosa preguntándose que había hecho mal.

—Cuéntame lo que quieras de ti, pero no vas a cambiar mis sentimientos por mucho que lo intentes— sonó tajante, quizá más de lo que hubiese deseado, pero ya no había vuelta atrás y de todas formas necesitaba que entendieran todos que amar a quien amaba no era algo anormal ni una enfermedad, era muy normal y no había nada ni nadie que pudiera cambiar eso.

—¿Qué sentimientos? ¿A qué te refieres con eso?—preguntó Tzuyu completamente confundida, y la verdad es que no tenía idea de lo que las tías y los padres de Tae habían planeado ni porque lo habían hecho.

—Supongo que no te contaron— musitó apenado. Se sentía muy mal por haberla tratado así al pensar algo que no era.

—¿Contarme qué?

—Tengo novio Tzuyu y lo amo— le explicó. Sí, él lo amaba, pero aún no estaba listo para decirselo ni para ver su reacción, tenía miedo a que no sintiera lo mismo aún.

—No tenía idea— le dijo cabizbaja como si estuviera de esa forma pidiéndole perdón por lo sucedido, estaba sintiéndose mal— yo jamás me metería en una relación, me parece que es muy lindo que tengas novio— admitió esta vez mirándolo a los ojos y dedicándole una hermosa sonrisa.

—Espera ¿Estás de acuerdo con eso?— cuestionó el castaño notablemente sorprendido.

—Claro que sí, ¿por qué no lo haría? espero de corazón sean felices, lamento haber incomodado, pero podemos ser amigos ¿No?— habló brindándole uns hermosa sonrisa. A Taehyung le sorprendió su confesión y a la vez le alegró mucho, tenerla como amiga le parecía una gran idea pues veía que ella lo entendía y aceptaba y jamás intentaría algo más con él.

—No incómodaste, entiendo que no te dijeran nada, era de esperarse y claro que si podemos ser amigos— le contestó.

—Que bueno— aplaudió emocionada, pero luego su semblante se puso serio y le dijo— Tus padres te han separado de él ¿No?— supuso y acertó. A lo que Taehyung solo se limitó a asentir para afirmar lo que la pelinegra le había dicho.

—Supongo que entonces tus padres y tus tías son homofóbicos.

—Se podría decir que sí.

—No te preocupes, si necesitas ayuda con respecto a ese tema o algo más, este es mi número puedes contactarme, somos amigos— sacó de su bolso un papel y apuntó su número entregándoselo al castaño

—Amigos— sonrió, recibió el papel y lo guardó en el bolsillo de su pantalón. Los días transcurrieron y sus tías no paraban de presentarle muchas chicas hermosas, pero sinceramente a él le daba igual cada una de ellas. A Algunas ni diciéndole la verdad se iban, a todas las trataba de espantar de una u otra forma, y a pesar de eso sus tías no se daban por vencidas.

Creía que todo sería igual, pero pasó el tiempo y las cosas cambiaron.

Con amor...

SweetbabyTJ