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Capítulo XXV

Al fin había terminado el álbum de fotos, y le parecía que había quedado perfecto, la portada era hermosa al igual que el contenido.

La portada era de varios colores que representaban la bandera del orgullo LGBT+, y en esta se encontraban fotos del «Taekook» así había nombrado a la pareja, fotos que él había tomado, sin que ellos se dieran cuenta, de las muchas veces que habían salido juntos antes cuando fingían ser novios, antes de que se supiera la verdad.

Adentro del álbum habían muchas fotos más de ellos dos, fotos del campamento, fotos de las salidas en que lo incluían, todo le había quedado absolutamente hermoso, cada página en la que se encontraban diferentes fotos de ellos estaba decorada con corazones, estrellas y colores.

Era de noche, pero sabía que ellos no eran de dormirse tan temprano, supuso que habrían terminado de cenar así que estarían quizá en su habitación viendo televisión o algo por el estilo.

Cuando se acercó a la puerta comenzó a escuchar sonidos raros, pegó su oreja a esta para escuchar un poco mejor, estaba comenzando a dudar de lo que pensaba que estarían haciendo.

—Tae— escuchó gemir a Jungkook y no pudo evitar reír.

—Por mi padre que sé que estos se tenían ganas desde un principio, pero solo espero que al menos vayan a usar protección— habló consigo mismo mientras se reía de manera burlona. Sabía que era un mal momento como para interrumpir, pero no pensaba quedarse parado escuchándolos, sus piernas comenzaban a dolerle y se estaba haciendo tarde.

Lo pensó varias veces hasta que decidió, cuando dejó de escuchar ruidos, que tocaría la puerta y le entregaría el álbum que les quería dar como regalo por su comienzo como novios.

Dos golpes a la puerta y se escuchó la risa de Jungkook y el resoplido de Taehyung, Jimin se alejó levemente de la puerta y se aguantó la risa cuando vio como Taehyung abría la puerta solo un poco, lo suficiente para ver quien estaba afuera y  para que el rubio notara que no estaba vestido en lo absoluto y se pusiera rojo de la vergüenza, todo menos eso, no le gustaba ver a las personas desnudas porque se sentía tímido ante eso. A su amigo no se le veía más que el torso desnudo, pero igual sabía que no estaba cubierto del todo, lo bueno era que no veía más allá ni tampoco quería.

—Jimin, sabes que te quiero mucho ¿verdad?— le preguntó a lo que él solo asintió— Bueno, ahora mismo no— frunció aún más el ceño y puso un tierno puchero en sus labios— ¿Por qué siempre tienes que interrumpir en el momento menos indicado?

—Sucios— gritó como para que Jungkook lo oyera y se pusiera rojo de la vergüenza porque sabía que el rubio se había dado cuenta de lo que habían estado haciendo, y lo que planeaban continuar a pesar de la interrupción— Solo vine a entregarles esto— puso en sus manos el álbum que creó con todo el cariño y le mostró una sonrisa pervertida, para luego decirles— pueden verlo después de terminar de hacer sus cochinadas— dicho esto rio fuertemente y agitando la mano de un lugar a otro se alejó de la casa hasta regresar a la suya.

Ya era demasiado tarde, pero no tenía sueño, y es que a pesar de lo mucho que se había reído en la casa de Taehyung por encontrarlos in fragranti, no pudo evitar volver a pensar en Yoongi y lo mucho que deseaba escuchar un «Te perdono» salir de su boca. Y es que aún le sorprendía como es que había perdonado a Taehyung y Jungkook, pero no a él ¿Qué tenía él de diferente a ellos?

—¿Cuál es su maldito problema?— habló consigo mismo acostado en su cama mientras miraba el techo lleno de estrellas fluorescentes.

—¿Por qué no puede perdonarme pero a ellos sí? ¿Acaso lo mío fue peor? ¿Le duele más lo que yo hice? ¿Qué hice mal además de enamorarme de alguien que no me perdonara jamás? ¿Cuál fue mi maldito error?— se hizo mil preguntas a sí mismo, preguntas a las que aún no les encontraba respuesta alguna.

—Yoongi— susurró mientras sus ojos se cristalizaban y las lágrimas comenzaban a salir sin más, miraba las estrellas de su cuarto mientras recordaba los momentos que vivió junto a él y lo conectado que se sintió, lo que sentía por él era más que amistad, definitivamente lo quería más que como un simple amigo, y lo seguiría queriendo aunque él no sintiera lo mismo— Te quiero— murmuró sincero con una mirada y sonrisa triste, quedándose dormido a los pocos segundos.

Una semana después...

En una semana pasaron muchas cosas, los del grupo se enteraron de lo sucedido con Taehyung y Jungkook y los felicitaron por al fin estar juntos, además de acordar no decirle a nadie de la universidad, su relación iba a ser secreta y todos estaban de acuerdo con eso, Hoseok había comenzado a salir en citas con una chica que había conocido en una fiesta, parecía que esta vez las cosas iban en serio y a todos les alegraba ver a su amigo tan feliz, Jimin ahora estaba más decidido que nunca, le iba a pedir a Yoongi salir y allí le pediría también que lo perdonara. Sería su último intento de remediar las cosas.

Era sábado por la tarde; un día antes, es decir, el viernes a la salida de la universidad, le dijo a Yoongi para que salieran a un parque de diversiones que habían inaugurado a lo que por suerte estuvo de acuerdo, así que habían quedado con que el mayor lo recogería e irían juntos a aquel parque lleno de juegos.

Jimin se puso una camiseta con cuello de color azul y un pantalón negro rasgado levemente por encima de ambas rodillas, y unas zapatillas de color negro y azul.

Se había acostado en su cama esperando la llegada de Yoongi mientras veía las notificaciones de las diferentes apps que tenía.

Los minutos pasaron y llegaron las seis de la tarde, la hora acordada. No creyó que sería tan puntual, pero apenas dos minutos después de la seis el timbre de la entrada de su casa ya estaba sonando. Supuso que su padre habría abierto la puerta ya que escucho un ruido y al bajar las escaleras se dio cuenta de que tenía razón, su padre sabía de su homosexualidad por lo que creyó que el chico pelirrojo que había entrado era su novio o algo similar, por lo que necesitaba ver si era el indicado para su hijo.

—¿Cuáles son tus intenciones con Jimin?— le preguntó su papá a Yoongi.

—Papá— exclamó avergonzado tras llegar y posiionarse a su costado, lo había escuchado decir eso cuando apenas se estaba acercando a ambos.

—¿Qué?— se encogió de hombros y continuó diciendo— Me preocupo por ti— puso su mano en el hombro de su hijo, para su papá no fue tan difícil aceptar la homosexualidad de su hijo y solo quería que encontrara al chico indicado.

—Lo sé— acarició la mano de su papá al quitarla segundos después de su hombro— pero tampoco exageres, no me emparejes con cada chico que venga a la casa— dijo recordando que esto ya había pasado antes.

—Si vienen más chicos, entonces estas solicitado— bromeó Yoongi, aunque su mirada parecía más como si lo dijera en serio y es que así lo era. Cuando el rubio dijo eso, el pelirrojo no pudo evitar sentir una chispa de celos encenderse en su interior suponiendo que habían más chicos guapos que habían intentado algo con él.

—No me refiero a eso— le explicó a pesar de pensar que lo había dicho de broma— no han venido más chicos a parte de Tae y tú y ya me emparejó con Taehyung antes cuando solo somos mejores amigos— dijo poniendo los ojos en blanco y haciendo sentir a Yoongi más relajado. De lo que si estaba seguro el pelirrojo era que Jimin siempre vería a Taehyung como su mejor amigo.

—¿Cómo te llamas?— El padre de Jimin interrumpió, las miradas que se estaban dirigiendo el uno al otro, y con esas simples palabras captó la atención de ambos chicos quienes voltearon a verlo.

—Min yoongi— le respondió.

—Bien, si llegan a estar juntos, solo les pido que usen protección.

—Papá— lo regañó de nuevo.

—Solo decía, es mejor ser precavido— se defendió para luego reír al ver que su pequeño volvía a ruborizarse por la vergüenza.

—Solo vamos al parque de diversiones y ya papá— salió de la casa, entrelazó la mano de Yoongi con la suya y comenzó a caminar hasta llegar a la vereda.

—Diviértanse— escuchó decir a su papá y puso los ojos en blanco, a veces su papá podía ser un poco insoportable.

Jimin y Yoongi tomaron un taxi que los llevó rapidamente a su destino, las cosas estaban un poco tensas así que pensó que si jugaban un rato las cosas se relajarían, bueno al menos por su parte, porque de hecho quien estaba tenso y nervioso era Jimin y el pelirrojo lo había notado, sabía que era su culpa por no decirle que lo había perdonado pensando que era algo demasiado obvio cuando no era así, al menos no para Jimin, porque él necesitaba escuchar un «Te perdono» salir de sus labios.

—¿Qué opinas si nos subimos a las sillas voladoras?— cuestionó Yoongi esperando que la respuesta de Jimin sea un «Sí»

—Esa cosa que gira ferozmente y de la cual puedo caerme, ¿Acaso estas loco?— exclamó alterado mientras señalaba y miraba la gran máquina que giraba y giraba sin parar, sentía náuseas de solo pensar en subirse en aquella cosa.

—¿Le tienes miedo a las alturas?— le preguntó a Jimin y sus labios formaron una dulce sonrisa, tenía tantas ganas de ser quien lo protegiera.

—Sí— asintió frenéticamente aún mirando la máquina que ya se había detenido.

—¿Y porque quisiste venir si la mayoría de los juegos son así?— cuestionó el pelirrojo.

—Creí que podríamos jugar de esos juegos donde tiras un aro y tiene que entrar en una botella o algo por el estilo y terminas ganando un premio— con la mirada hacia abajo se encogió de hombros como si lo que supuestamente quería hacer era algo obvio— quiero un peluche— alzó la mirada, pero siguió sin mirarlo directamente a los ojos.

—Yo te puedo comprar un peluche si eso es lo que quieres— puso su mano en el hombro del rubio a lo que él solo se le quedó mirando mientras escuchaba lo que decía el contrario— pero no creo que hayas querido venir conmigo solo por eso, se sincero conmigo Jimin.

—Esta bien— lo miró directamente a los ojos decidido a decirle la verdad— te pedí venir aquí porque solo quería salir contigo a cualquier lugar y recuperar tu amistad— le confesó.

—¿Solo quieres mi amistad?— habló sin pensar, sonaba dolido y se golpeó mentalmente por ser tan estúpido como para expresar en esa pequeña pregunta todos sus más profundos sentimientos.

—¿A qué te refieres?— preguntó de vuelta sin poder creerlo, él siempre ha sido alguien muy intuitivo, se ha dado cuenta de muchas cosas sin necesidad de que se lo dijeran, pero por alguna extraña razón cuando se trataba de Yoongi nunca estaba completamente seguro de lo que quería ni de lo que este trataba de decir con su forma de ser o de actuar, quizá sea por el hecho de que al estar enamorado de alguien aunque a esa persona le gustes y te guste, a veces no eres capaz de verlo ya que crees que no podría sentir algo por ti. Quizá es justo lo que a Jimin le estaba sucediendo.

—A que si quieres que te perdone para volver a ser amigos.

—Claro que sí— asintió viendo la decepción y tristeza plasmada en su cara, era obvio que quería ser más que su amigo, en el fondo Jimin lo sabía, pero no podía creerlo.

—Jimin yo ya te perdone— le dijo mientras acariciaba su cabello y admiraba la belleza del rubio.

—Qué mentiroso, nunca me dijiste que me perdonabas— exclamó cruzándose de brazos y formando un puchero que Yoongi deseaba tanto besar.

—Creí que no era necesario, creí que lo entenderías con mi actuar, creí que entenderías muchas cosas con solo ver como era, soy y seguiré siendo contigo— exclamó.

—¿Puedo escuchar esas palabras?— preguntó más como una súplica.

—¿Qué palabras?

—Te perdono— respondió cabizbajo a lo que Yoongi acunó su rostro y lo levantó para que lo mirara directamente a los ojos

—Te perdono Jiminie— le dijo y le sonrió a lo que Jimin le devolvió el gesto.

Su sonrisa se borró de golpe cuando Yoongi lo cargó cual saca de papas.

—¿Que haces?— gritó y algunas personas se quedaron viendo lo que sucedía entre los dos.

—Vamos a subirnos a las sillas voladoras— habló muy animado sin darse cuenta, ya que no podía verlo, de la expresión de horror que tenía Jimin.

—Estas loco— volvió a gritar— bájame— pataleó y golpeó su espalda con sus puños en un intento fallido de hacer que él lo baje.

—No hagas que te dé una nalgada— le advirtió a lo que el contrario bufó, no hizo caso y continuó con los golpes en su espalda

—Hyung por favor— le suplicó, pero este no obedeció y harto de que el rubio le golpee suspiró frustrado.

—Te lo advertí— le dijo y eso fue suficientemente para que sepa que hablaba en serio y ahora lo único que esperaba era que no le doliera tanto.

Yoongi le dio una nalgada que hizo al contrario jadear y que sus mejillas se tornaran un tanto rojas al ver que muchas personas se los quedaron mirando.

—Nos están mirando raro— habló tapándose la cara por la vergüenza.

—Realmente lo que diga o haga la gente no me importa en lo absoluto— puso los ojos en blanco y resopló, la fila para el juego avanzó y por fin llegó la hora de subirse.

Yoongi no lo bajó hasta que llegó a una de las sillas, lo colocó suavemente en el asiento y antes de que él lograra salirse de su sitio lo aseguró con el cinturón de seguridad. Luego él se coloca en la silla de su costado poniéndose de igual forma el cinturón.

Jimin estaba entrando en pánico y Yoongi lo notó, pero no pensaba cambiar de opinión, solo quería que el rubio superara sus miedos.

Cuando las sillas comenzaron a dar vueltas Yoongi le dio una mirada que le transmitió tranquilidad y entrelazaron sus manos. Jimin no pudo evitar quedarse mirando sus manos entrelazadas un tanto emocionado, una sonrisa se plasmó en su cara, pero se borró rápidamente cuando la velocidad del juego aumenta.

Cierra los ojos y apretó fuertemente la mano del mayor gritando un poco para calmarse, cuando logró volver a abrir sus ojos se dio con la sorpresa de que Yoongi lo estaba contemplando con una sonrisa en sus labios, lo cual lo hizo sonreír.

—¿Te gustó? Fue divertido tienes que admitirlo— le dijo el pelirrojo al bajar del juego.

—No fue divertido— exclamó recordando el miedo que sintió al subirse.

—¿No lo fue?— Yoongi lo miró directamente a los ojos cruzándose de brazos, Jimin esquivó su mirada bajándola hacia sus pies y ocultando la sonrisa que apareció en sus labios al recordar como habían entrelazado sus manos.

—¿Entonces por qué estás sonriendo?— preguntó al acercarse más a él y notar su bella sonrisa.

—No estoy sonriendo— volteo a verlo, sus ojos se abrieron como platos y se mordió los labios al percatarse de la cercanía de sus rostros.

Quería, claro que quería, de hecho ambos querían. Se miraron los labios del otro sin poder evitarlo, Yoongi había tomado por la cintura a Jimin y este había apoyado sus brazos en los hombros del pelirrojo.

Y sí se hubieran besado de no ser por la interrupción que hubo, un celular comenzó a sonar haciendo que ambos se separaran de golpe y sus mejillas se pusieran de un rojo intenso buscando ambos de quien era el celular que estaba sonando.

Era de Yoongi...

Holiii
¿Les está gustando?

:')

Con amor...
SweetbabyTJ

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