Capítulo XXIX
—Jungkookie ¿Y Taehyung?— cuestionó Jimin al ver cómo el pelinegro se acercaba a la puerta de entrada, donde estaban sus demás amigos, sin Taehyung. Le pareció algo extraño a todos ellos pues Tae y kook siempre estaban uno cerca del otro.
—¿Qué pasó? ¿Porqué no vienen juntos?— preguntó esta vez Hoseok.
—Sus padres fueron a su casa y pues ya saben, no están de acuerdo con la homosexualidad, así que sí me veían ahí iban a saberlo todo, por eso me fui— explicó, se notaba la tristeza en sus ojos.
—¿Así que hoy durmiendo separados?— bromeó Yoongi tratando de romper la tensión, pero no funcionó.
—Pobrecito Kookie y Taetae— exclamó Jimin con las mismas intenciones que Yoongi, pero no lograron nada.
—No es gracioso— musitó en voz baja y cabizbajo.
—Están como chicle pegados todo el santo día— bromeó Hoseok— un día separados no les hará daño, no hay que exagerar— por más que los tres intentaron sacarle una sonrisa o aunque sea una leve risa al menor nada funcionó.
—Lo extraño— confesó sintiendo una fuerte opresión en el pecho, algo estaba mal y lo sentía, pero no estaba seguro de que era lo que estaba mal. Tenía demasiados pensamientos que no aclaraba aún, preguntas que lo atormentaba y cosas que aún no comprendía del todo.
Seguían esperándolo en la entrada de la universidad, y la preocupación comenzaba a agobiarlos, no entendían porque no aparecía, él no suele faltar. Y si lo iba a hacer siempre avisaba antes de.
—¿Estará enfermo?— se preguntó Yoongi a lo que Jungkook negó frenéticamente con un puchero en los labios.
—No, no puede ser, ayer estaba muy bien y no creo que se haya enfermado así por así ¿Cómo lo haría?— exclamó a la defensiva, se había alterado sin poder evitarlo sabía que algo malo estaba pasando, algo mucho peor que lo que dijo Yoongi, pero no sabía cómo explicarles a sus amigos ni sabía si lo entenderían.
—No te alteres— puso ambas manos en los hombros del menor haciendo que estén frente a frente- solo trataba de disminuir la tensión— dijo y al instante el pelinegro se sintió mal por haberlo tratado así, por muy alterado y preocupado que estuviera no lo debió haber hecho y lo sabía.
—Lo siento— gimoteó—, pero es que desde ayer he tenido un mal presentimiento, ni siquiera pude dormir bien— le explicó a todos al ver que Yoongi dejó de tomarlo por los hombros.
—Se está demorando demasiado— exclamó Hoseok— y ya va a ser la hora de la entrada— exclamó preocupado.
—Lo llamaré— exclamó el menor de todos, tomó su celular entre sus manos y marcó el número de su novio, y al ver que no contestaba se preocupo aún más, volvió a llamarlo unas 5 veces más y nada, parecía estar apagado y eso era demasiado extraño.
—¿Qué fue?— cuestionó Jimin al ver que este dejaba de llamar.
—Su celular suena apagado— exclamó frustrado.
—Esto ya me está preocupando— susurró Yoongi.
—Tengo que ir a verlo, necesito saber que todo está bien, ustedes entren a la universidad yo quizá no vaya hoy— les explicó lentamente a lo que ellos entendieron que esto era algo entre ellos dos y lo mejor era no meterse.
—Esta bien, pero cualquier noticia que tengas de él nos avisas— le pidió Jimin y tanto Yoongi como Hoseok asintieron en forma de aprobación a lo que él rubio había dicho.
—Así será, no se preocupen— exclamó y se despidió de cada uno.
Había tomado un taxi para llegar a la casa de Taehyung, por suerte al vivir allí por bastante tiempo Taehyung había hecho una copia de la llave de su casa y se la había entregado diciéndole que aquella casa era de ambos no sólo de él, lo cual había hecho que su corazón saltara de la felicidad. Así que siempre la llevaba consigo.
Al estar al frente de la puerta sus nervios aumentaron, tenía miedo, mucho miedo de no encontrarlo allí, porque eso solo significaría una cosa y no quería que fuera cierto, no quería que lo alejaran de él, desde el momento en que lo llamaron para decirle que venían a verlo supo que algo andaba mal, pero trató de no preocuparse en ese momento; sin embargo, ahora que estaba buscando por todas las habitaciones de la casa y hasta lugares en los que le sería imposible a cualquiera encontrarlo, se daba cuenta de que no estaba, ni estaría aunque siguiera buscando.
—Se fue— escuchó una voz frente a él y levantó la cabeza al instante. La vio horrorizado y se dio cuenta de que su mirada iba directo a él, lo que significaba que se lo estaba diciendo a él.
—¿Qué diablos haces tú aquí?— cuestionó con el ceño fruncido.
—Viéndote sufrir.
—¿Qué?— habló totalmente desconcertado ¿Sería posible?
—¿Aún no lo entiendes?— preguntó exasperada acercándose lentamente hasta estar enfrente de él, quien tiene que alzar la mirada para verla a los ojos— Yo provoqué todo esto, los padres de Taehyung se lo llevaron a Francia porque supieron de tu relación y todo fue gracias a mí— se señaló a sí misma, y Jungkook comenzó a tenerle miedo, lo que le transmitía su mirada y su forma de actuar daba miedo—, yo les tomé fotos y se las mande. Siempre supe que había algo más entre ustedes— lo señaló de forma acusatoria— creí que me amaba cuando estuvo conmigo, pero me equivoqué porque él nunca me amó siempre al único que vio fue a ti y te odio por eso— comenzó a llorar de la impotencia y el enojo de no poder tener el amor de la persona que ama.
—No puedes mandar en el corazón de alguien— susurró sintiendo pena por la pelirroja.
—Quizá tengas razón, pero ¿Sabes? Ellos si pueden obligarlo a estar conmigo si se los pido— se encogió de hombros, pero en el fondo ella no iba a hacer algo como aquello porque por mucho que odiara a Jungkook por tener el amor de Taehyung y a este por no amarla, jamás sería capaz de obligarlo porque no sería real, sería algo forzado y no quería que fuera así, solo quería separarlos y ya, y quizá cuando fuera a Francia y el castaño se haya olvidado de Jungkook intentaría conquistarlo.
—No podrían hacer eso por muy amigos que sean sus padres— se cruzó de brazos ya cansado de la pelea con la pelirroja.
—Tú no conoces en nada a su familia, no tienes idea del poder que tienen sobre él, supongo que tu querido novio aún te oculta algunas cosas— dijo haciendo un falso puchero, despeinó al menor quien bufó molesto por las claras intenciones de arruinar lo que tiene con Tae.
—¿De qué hablas?
—Sus padres pueden hacer lo que se les pegue la gana, porque compran todo con dinero. Sus padres son millonarios.
—No te creo— negó con la cabeza frenéticamente sin creer del todo que su Tae le haya mentido una vez más, ahora ya no era la mentira de que el era heterosexual sino también la mentira de que sus padres no tenían tanto dinero, pero le daban lo que podían para subsistir en aquella casa.
—¿Crees que se fue porque quiso?— rio ante lo tonto que le parecía el hecho de que Jungkook no se diera cuenta antes- ellos lo obligaron.
—Dime que le hicieron— ordenó.
—¿Por qué habría que decírtelo? ya te dije demasiado— se cruzó de brazos desviando la mirada negándose a decirle algo.
—Dímelo si no quieres que todos se enteren de lo que fuiste capaz de hacerle— exclamó y ella volteó hacia el mirando a los ojos
—¿Y crees que alguien te creerá?— se burló viendo como Jungkook sacó su celular, lo prendió y vio como claramente él estaba grabando lo que decía.
—Si les muestro este audio es muy probable— se encogió de hombros, la pelirroja ni siquiera se dio cuenta del momento en el que él había comenzado a grabar su voz.
—Dame esa cosa— trató de arrebatarle el aparato de las manos, pero él fue más rápido y la esquivó.
—No hasta que me digas todo lo que sabes.
—Bien— bufó frustrada, pero decidida a hablar.
—Sus padres lo amenazaron con quitarle el trabajo a tus padres haciendo que tu dejes la universidad y tu querido al escuchar aquello simplemente tuvo que aceptar, ahorita mismo debe de estar llegando a Francia— declaró poniendo los ojos en blanco al final de su respuesta a la pregunta del menor.
—¿Por qué está apagado su celular?— preguntó esta vez.
—Sus padres se lo quitaron, no ira a la universidad y trabajará un tiempo hasta que, como dicen ellos, se cure— exclamó haciendo comillas con los dedos al momento de decir «Se cure»— que conste que yo no veo de la misma forma que ellos la homosexualidad, solo no quiero que ustedes estén juntos y ya— se encogió de hombros como si fuera algo obvio lo que estaba diciendo, sorprendiendo al menor por lo bien informada que la tienen los padres de su novio.
—¿A qué se refieren con curarlo?— cuestionó al no entender hasta que punto pueden llegar por cambiar lo que es, ¿Qué serían capaces de hacer?
—No lo sé, lo que te dije es lo único que me han dicho, va a vivir en Francia a partir de ahora así que no lo verás más— sonrió victoriosa, había logrado su objetivo.
—Por favor te lo suplico, no hagas esto— volvió a llorar limpiándose las lágrimas de inmediato al ver como a esta le importaba poco o nada sus sentimientos.
—Ni aunque lo supliques las cosas van a cambiar, ya todo está hecho y lo mejor es que me vaya— dijo y sin despedirse se marchó de allí dejándolo completamente solo.
—Taehyung— susurró mirando al cielo como si supiera que él estaría haciendo lo mismo— te prometo que volveremos a estar juntos— toco su pecho, dónde se encuentra su corazón, y volvió a dejar que las lágrimas se escaparan de sus lindos ojitos.
Mientras tanto...
Miraba al cielo tratando de no llorar, ¿Cómo era posible que un lugar tan lindo fuera a la vez lo peor que le pudo pasar?
Deseaba mucho estar allí con Jungkook, deseaba mucho abrazarlo y besarlo mientras veían la luna, deseaba tanto tomarse fotos junto a él en la torre eiffel o comer juntos en algún restaurante francés. París se le hacía un lugar hermoso, pero ahora era su peor tormento, seguía mirando el cielo, sentía la necesidad de hacerlo, quizá porque le daba tranquilidad o lo hacía sentir menos triste. De pronto se dió cuenta de que ya habían llegado a la casa de sus tías, se bajaron los tres del taxi, sus padres le pagaron al taxista y Taehyung caminó hasta la puerta de entrada de aquella casa mirándola con enojo.
—Bueno hijo, nos vamos— se despidieron ambos al unísono y comenzaron a caminar alejándose de su hijo mientras hacían llamadas, tal parecía que iban a estar unos días en Francia también, pero luego volverían a Italia o al lugar que fueran a viajar esta vez para continuar con sus negocios.
—Como sea— balbuceó y sin ganas tocó el timbre de la casa viendo que una pantalla a su costado se encendía con las caras de sus tías allí.
—Taehyung cariño, entra— exclamaron al unísono y las rejas de la gran casa se abrieron.
Él entró, saludó a sus tías con un beso en la mejilla, ellas le dijeron cual era su habitación y él fue hasta allí para desempacar sus cosas y acomodarlas en los diferentes lugares de la gran habitación. De verdad esto le parecía una mudanza más que cualquier otra cosa y no quería que así fuera, nunca quiso que las cosas sucedieran de esta forma.
—¿Por qué has hecho eso?— preguntaron una de sus tías al ver que Taehyung se hizo presente en la sala, sabía perfectamente que se referían al hecho de haberse enamorado de alguien de su mismo sexo, Taehyung ni siquiera la miró y pasó de largo dirigiéndose hasta la puerta de entrada de la casa abriéndola de par en par, pero detuvo sus pasos al escuchar la voz de una de su otra tía, Kim Ji Won.
—¿A donde crees que vas?— preguntó cruzándose de brazos.
—A tomar aire— suspiró exasperado— y quizás a conocer un poco la ciudad en la que viviré— exclamó poniendo los ojos en blanco demostrando lo disgustado que estaba con esa idea, por suerte ninguna de sus tías lo notó, ya que se encontraba de espaldas a ellas.
—Que bueno— aplaudió emocionada su tía, Kim Min Jung— lo mejor es que te vayas adaptando rápido.
—Sí como sea— susurró y dio un portazo al salir.
Caminó hasta estar frente a las rejas pidiendo a los de seguridad que las abrieran a lo que ellos le obedecieron, él agradeció y salió por completo de aquella casa.
Caminó sin rumbo alguno, admirando las calles de la hermosa ciudad en la que está, París, deseando que Jungkook estuviera a su lado ahora mismo.
Comenzaba a tener sed y para su suerte notó que enfrente de él se encontraba un Starbucks, así que sin dudarlo cruzó la calle y entró en el lugar, al instante sintió el delicioso olor a café invadir sus fosas nasales, se dirigió hasta la cajera quién lo atendió amablemente.
—Quiero un chocolate caliente— pidió Taehyung. La rubia asintió con una sonrisa mientras tecleaba el pedido de su cliente, le preguntó si quería algo más, a lo que él negó con la cabeza, ella le ofreció su mejor sonrisa de nuevo mientras le decía el precio del producto, a lo que él castaño, saco dinero de su billetera y se lo entregó, ella le dio un recibo y él esperó pacientemente hasta que estuviera listo su pedido.
—Gracias— le agradeció a la chica ofreciéndole su mejor sonrisa.
Salió del local mientras tomaba su chocolate caliente pensaba de nuevo en Jungkook, odiaba el hecho de que lo hayan separado de él.
—Los odio, sabía que esto pasaría, lo que aún no entiendo es quien se los dijo— habló en voz alta consigo mismo sin importarle que los demás lo vieran raro.
Caminó sin darse cuenta de quien corría delante de él, y no se apartó provocando que ambos caigan de espaldas al chocar y no sólo eso sino que también con aquel choque hizo que aquel chico quedara empapado de la bebida que había comprado hace unos minutos.
—Lo lamento— dijo apenas se levantó del suelo, tomó lo poco de bebida que le quedaba y botó el envase en un tacho de basura cerca— no me fije, no fue mi intención— dijo y ayudó a aquel chico a pararse.
—No te preocupes— le respondió aquel chico ordenando sus rubios cabellos, era sexy y guapo, era todo menos el amor de su vida, porque aún si le presentarán miles de chicos guapos su corazón siempre le pertenecería a Jungkook. Por eso le dolía tanto la lejanía.
—Déjeme limpiarlo— sacó un poco de papel del bolsillo de su pantalón y sobó la mancha que dejó el chocolate caliente en la camisa del rubio.
—Lo estás empeorando— sin poder evitarlo rio levemente, se le hizo muy tierna la actitud preocupada que tenía el de cabellos castaños y no pudo negar lo guapo que era.
—De verdad lo lamento— volvió a pedir perdón esta vez cabizbajo, se sentía demasiado avergonzado por lo que le había hecho.
—Ya te dije que no te preocupes— levantó su cara con el dedo índice en su mentón haciendo que Taehyung frunciera el ceño ante aquel gesto sorprendido de la rápida confianza que le tomó el rubio— no estoy molesto— lo tranquilizó el rubio desordenándole los cabellos— estaba apurado porque me hacía tarde para ir a mi trabajo por eso tampoco me fije, así que si la culpa la tiene alguien, la tengo yo.
—No— negó frenéticamente— no fue su culpa en serio.
—Me pregunto, si te preocupas tanto por una persona cualquiera ¿Cómo sería si te dijera que no soy una persona cualquiera?— preguntó el rubio más para si mismo sin darse cuenta de que el castaño lo había escuchado.
—Me llamo Minho, es un gusto— extendió su mano hacia Taehyung y este la estrechó.
—El gusto es mío— le respondió para luego sonreírle separando sus manos.
—¿A que te referías con lo de antes?— preguntó al recordar lo que le había escuchado decir al rubio.
—Veo que me escuchaste— rio divertido.
—Bueno si me acompañas a mi trabajo te cuento— le propuso a lo que él aceptó y caminó a su lado hasta estar frente al Starbucks en el que había comprado su latte.
—Yo trabajo allí— apuntó el Starbucks y Taehyung sonrio divertido por la situación.
—Es loco porque yo compré la bebida que terminé derramándote por accidente justo allí— dijo y ambos rieron.
—Ya me vas a contar— le dijo poniéndose frente a él para que no cruce aún la pista y le diga de una vez por todas a que se refería con lo que había dicho anteriormente.
—Soy Choi Minho hijo y heredero de la gran fortuna de la familia Choi originaria de corea del sur— se presentó haciendo una reverencia con una sonrisa plasmada en sus labios al ver la reacción de sorpresa del contrario, y es que su forma de vestirse y de ser no era algo común para alguien que tenía demasiado dinero, Taehyung conoció a los hijos de los amigos de sus padres y notó como ellos creían que el mundo les debía algo, eran presumidos y despreciaban a aquellos que no tenían la misma cantidad de dinero que ellos, de verdad que a Taehyung le alegraba saber que Minho no era igual a aquellos niños ricos y mimados que ha conocido, ya tenían algo en común, ambos a pesar del dinero que tienen no son presumidos sino todo lo contrario son personas humildes que no quieren depender del dinero de sus padres.
—De hecho mis padres siguen allá— musitó con una sonrisa triste en sus labios pues los extraña mucho, pero fue su decisión venirse a vivir a Francia para no depender del dinero de sus padres y lograr sus sueños con su propio esfuerzo y vaya que lo estaba logrando.
—Sí he escuchado de la familia Choi, hacen negocios con mis padres— dijo Tae al acordarse a sus padres mencionando que se reunirían con la familia Choi para asuntos de negocios hace un tiempo.
—Espera ¿Tú eres de la familia kim?— cuestionó con una sonrisa, recordaba que sus padres la mayoría de las veces hacían negocios con aquella familia, aún lo hacen solo que con menos frecuencia ya que los Choi habían vuelto a Corea del Sur y los Kim no estaban allí ahora mismo.
—Así es, soy Kim Taehyung— se presentó ya formalmente haciendo una reverencia con una sonrisa divertida en sus labios, vaya coincidencias de la vida.
—Ambos somos millonarios y me alegra ver que no seas de esos niños ricos y mimados que he conocido— admitió el castaño
—Veo que tu tampoco— le sonrió amable, le alegraba haberlo conocido. Ambos cruzaron la calle y entraron en el Starbucks sintiendo de nuevo el olor a café inundar sus fosas nasales.
—¿Por qué trabajas aquí teniendo tanto dinero?— cuestionó Taehyung tratando de conocerlo más, pues quería ser amigo. Solo esperaba que no fuera homofóbico como sus padres.
—Me alejé de mis padres porque quería ser independiente, ellos estuvieron de acuerdo, de hecho a pesar de nuestros malentendidos siempre han sabido comprenderme y buscar lo mejor y me aceptan, lo cual es muy lindo.
—¿A qué te refieres con que te aceptan?— preguntó extrañado ante la confusa confesión del rubio.
—Soy bisexual— admitió con el miedo a la reacción de su nuevo amigo, pero siempre ha Sido directo y sincero— ¿No eres homofóbico o sí?— hizo una mueca al ver que su amigo solo está sorprendido por su confesión y no dijo nada al respecto, bueno así fue al comienzo hasta que la voz del rubio lo sacó de su trance—¡Hey!
—Soy gay— confesó de golpe y ahora el sorprendido no era Taehyung sino Minho, ambos rieron después de unos minutos sonriéndose.
—¿Sabes? Siento que nos parecemos más de lo que creemos— exclamó Minho a lo que Taehyung asintió estando de acuerdo con lo dicho.
—Necesito tu ayuda— exclamó Tae, necesitaba hablar con su novio y él era el único que podía ayudarlo en estos momentos.
—¿Con qué? ¿Qué pasó? ¿Es demasiado urgente?
—Demasiado— es lo único que atinó a decir, estaba ansioso, quizá demasiado, sabía perfectamente que Jungkook debía estar demasiado preocupado por él al saber que no ha ido a la universidad y que tampoco estaba en la casa.
—Dime que quieres que haga por ti y lo haré.
—¿Me podrías prestar tu celular? necesito llamar a mi novio— le dijo con las mejillas un poco ruborizadas.
—Espera ¿Qué haces lejos de tu novio? ¿Están estudiando lejos? ¿Porqué? o ¿Se conocieron a través de redes sociales, tinder o algo similar? y ¿Tú celular se rompió o algo por el estilo?— arremetió con un montón de preguntas, tratando de crear una historia al respecto.
—Eres bueno para crear historias, deberías ser escritor— rio por las ideas locas que tiene el rubio.
—Lo soy— lo que dijo sorprendió al castañito.
—Espera ¿Qué?
—Soy de todo un poco, desde que me vine a vivir aquí soy escritor, trabajo en este café y también diseño ropa.
—Eso es genial.
—¿Sabes? Yo también tengo un novio, él y yo éramos mejores amigos y nos volvimos novios tiempo después, nos costó admitir nuestros sentimientos, pero al final lo hicimos y por suerte mis padres y los suyos nos aceptaron, a los de ellos se les hizo más difícil que a los míos— admitió con una amplia y hermosa sonrisa al recordar todos los momentos que pasaron juntos.
—Que bien por ti— dijo alegre por él, pero sin esperanzas a que eso pueda suceder con sus padres.
—Te ayudaré cuando lo necesites, solo pídeme mi teléfono o si quieres mi laptop y te la prestare para que puedas hablar con tu novio— acarició su hombro en forma de comprensión a su situación y apoyo total— ten— le entregó su celular y él lo recibió.
—Muchas gracias— vio al contrario asentir e irse a poner el delantal para comenzar a trabajar.
Marcó su número, esperando a que le contestara, un pitido, dos, tres y al instante se escuchó una voz responderle.
—Sí ¿Qué desea?— le escuchó decir al pelinegro, extrañaba mucho escuchar su voz, su dulce y melodiosa voz. Estaba sin habla, y no sabía porqué quizá porque quería llorar y se estaba aguantando con todas sus fuerzas.
—¿Hola? ¿Hay alguien del otro lado? Voy a cortar si no responde— amenazó, estaba irritado porque no le contestaran, por eso no solía aceptar llamadas de números extraños, pero por alguna razón, algo le decía que debía hacerlo; sin embargo, ahora se estaba arrepintiendo, bufó y cuando estaba a punto de cortar escuchó esa voz del otro lado.
—Kookie— habló al fin y sí, definitivamente Taehyung ya no pudo aguantar más y dejó que lágrimas silenciosas se deslizaron por sus mejillas.
Espero les guste
:')
SweetbabyTJ
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