𝘁𝘄𝗼. 𝘀𝗹𝗲𝗲𝗽𝗼𝘃𝗲𝗿
31 Octubre 1993
El cumpleaños número dieciséis de Aquila coincidió con el día en el que Sirius Black, su tío segundo y el primer mago en lograr escapar de Azkaban, irrumpió en Hogwarts. Le habían hablado de él en casa, siendo primo de su padre, pero nada de lo que tenían que decir sobre él era bueno. Sirius Black podría haber sido encarcelado por colaborar con el Señor Tenebroso, pero aquella era una mentira enorme.
Por aquel entonces, Aquila todavía fingía encajar en el papel que sus padres, Eridanus y Leonor Black, le habían predispuesto. En la dulce damisela con su corona de papel y un corazón de cristal.
Y es que, en realidad, a Aquila no le gustaba que los demás cuchichearan cuando paseaba por delante de sus sacos en el Gran Comedor. Dumbledore los había reunido a todos ahí para pasar la noche y, como prefecta, Aquila debía asegurarse de que todos los niños de Slytherin se encontraran bien. Pero no eran pocos los que decían su apellido entre murmullos, con miedo.
Era una tontería que se preocuparan por Sirius, cuando los verdaderos monstruos eran el resto de la familia.
—Aquila —susurró una voz a sus espaldas; una suave, que le produjo un cosquilleo en el estómago.
—Cedric, ¿va todo bien? —preguntó distraídamente ella.
—Estaba pensando que quizá deberíamos ir a dormir a un lugar que estemos cerca. Somos prefectos, y si algo ocurriera podríamos contactar más rápido...
Aquila alzó las cejas y sonrió con socarronería.
—¿Me propones dormir juntos, Diggory?
Cedric abrió ligeramente la boca, balbuceando algo incomprensible antes de poder hablar con propiedad.
—Yo no me refería a... No quiero decir que no me gustaría... No, vale, no. No estaba sugiriendo nada fuera de tono.
—Te pones muy mono cuando te alteras, ¿lo sabías?
Aquila no pensó que fuera a decir aquello en voz alta, pero las palabras salieron solas de su boca y chocaron a alta velocidad contra los oídos de Cedric. Su sonrojo ya era notable, y aquel comentario tan solo hizo que fuera a más.
—Siempre que me acerco a ti me altero —confesó, con una seguridad que desde luego no sentía en esos momentos.
El Premio Anual, Percy Weasley, gritó entonces que en un minuto apagaría la luz.
—Voy a tomarte la palabra, Diggory. Podemos dormir al lado, pero tus manos se quedan en tu saco, ¿eh? —Aquila le dio un golpecito juguetón a Cedric en el hombro, y arrastró su saco al lado del perteneciente al Hufflepuff.
Cedric se dio la vuelta para observar con asombro a aquella chica que le provocaba tantas emociones, imaginando decenas de posibles escenarios que, fuera de su mente, dudaba que fueran a suceder.
—¿Vienes o qué?
Él asintió y se acercó, agachándose para meterse dentro del saco, justo a su lado. La chica se había quedado viendo cómo la observaba, con esa cara que ponía solo cuando sus miradas se cruzaban. Para su desgracia, las luces se apagaron, y los brillantes ojos de Cedric quedaron perdidos en la oscuridad.
—Aquila —la llamó en un susurro, cuando apenas había transcurrido medio minuto.
—¿Sí?
—Feliz cumpleaños.
—Ya me habías felicitado antes —le recordó.
—Lo sé, pero ahora es más especial.
—¿Y eso por qué?
—Solo lo es —murmuró Cedric—. Ahora no estás rodeada de tus amigos, y me dices algo más que «Sí, gracias».
Aquila se relamió el labio inferior y tragó saliva, removiéndose un poco en su saco.
—Anda, puedes sacar tu mano si prometes que solo me la vas a dar sin segundas intenciones.
—Eres incorregible —se rio él.
Aun así, hizo lo que le había pedido, y su mano buscó en la penumbra a la de Aquila. Ella las juntó y entrelazó sus dedos, su cuerpo a punto de temblar. Se sentía como si estuviera en continua alerta, sin comprender el porqué.
Pero, bajo la luz de la luna que se colaba por el techo, todo se veía bonito y acogedor. Los brazos de Cedric la llamaban, sus dedos apretaban con fuerza su mano, gritándole un continuo «No te dejaré marchar».
Entonces, ¿por qué permitiste que se fuera?
cuál es vuestro personaje favorito de la era del trío de oro? el mío es Ron <3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro