"Our love broke my heart,
and stopped yours"
—Lemony Snicket,
Dedications to Beatrice

Querida Aquila,

A veces, desearía que el dolor parase. Duele tanto que no puedo hacer otra cosa que encogerme y llorar, me vuelvo tan diminuto que temo que nadie me vea y me pisoteen de nuevo.

Pero después lo pienso mejor, y me doy cuenta de que el dolor es la única certeza que tengo de que estuviste a mi lado. Lo siento porque te quise tanto que te ayudé a destruirme. Y he decidido aferrarme a él, porque no quiero que se acabe nunca, no quiero olvidarme de cómo sabían tus besos ni de cómo olía tu pelo. No puedo olvidar todas las noches mirando el cielo, alejados del mundo.

Mi corazón está destrozado. Nunca lo soltaste de tus frías manos, y ahora yace a tu lado, bajo tierra. Pero no debes preocuparte, cariño, sigo guardando el tuyo como una reliquia.

Hoy deberías estar cumpliendo dieciocho años. Tendrías tu reluciente placa de Premio Anual sobre el pecho y me sonreirías como si nada malo fuera a pasar nunca. Porque sé que lo habrías conseguido. Ojalá pudiera volver a ver tu sonrisa. Me soltarías algún comentario avispado, algo que no me esperaba, y yo me reiría. Siempre sabías qué decir en cada momento. Era mágico, pero se ha vuelto una tragedia.

Ahora, lo único que espero es que este vacío nunca se llene. ¿Quieres saber por qué? Hay una simple razón:

Sé que sigo vivo porque me duele.

Cedric

Cedric levantó la pluma cuando terminó de escribir su nombre, limpiándose las lágrimas con la manga de la camisa. Tenía los dedos manchados de tinta y había emborronado toda la carta, pero ¿qué más daba, si Aquila nunca iba a recibirla?

—Tal vez debería importarte más, Cedric. No deberías darme una carta tan sucia.

El chico se giró bruscamente hacia el sonido de la voz, con el corazón en el puño. La figura de Aquila le sonreía sentada a su lado, iluminada por la luz de las estrellas en la Torre de Astronomía.

—Aquila...

Tenía miedo de acercarse. Quería darle la mano, abrazarla, besarla y llorar en su hombro. Pero no podía. Sabía que no era real.

—Te echo mucho de menos —reconoció con la voz rota, nuevas lágrimas en los ojos, que buscaban resbalar por sus mejillas hasta caer en el frío suelo de piedra.

—Lo sé, Ced. Pero siempre seguiré ahí.

Aquila señaló hacia algún punto en el firmamento estrellado, pero Cedric no levantó la mirada de ella.

Si lo hacía, desaparecería para siempre.

—Ya lo he hecho, cariño —dijo con dulzura la chica, sabiendo perfectamente lo que estaba pensando.

Por supuesto que lo sabía, ella tan solo estaba en su cabeza.

—Debes dejarme marchar —añadió suavemente, con una leve sonrisa en sus labios.

Cedric negó con la cabeza.

—No... No puedo. Aquila, te quiero.

—Voy a estar cuidando de ti, Cedric —le aseguró—. ¿Recuerdas lo que te dije?, ¿que venimos del polvo de estrellas? Piensa que he vuelto a casa, y que, algún día, nos encontraremos de nuevo entre las estrellas.

Él no apartó los ojos de la chica, quien todavía señalaba el cielo. No quería que se fuera. Sin embargo, debía hacerlo. Lo haría por ella.

Intentó acercar una mano a su rostro, pero en cuanto sus dedos fueron a rozar la mejilla de la chica, ella se desvaneció lentamente, con una triste sonrisa en el rostro. Cedric soltó más lágrimas y se tumbó en el suelo, encogido sobre sí mismo.

Levantó la mirada y entendió a lo que ella se había referido. En el cielo brillaban las estrellas y, aunque seguramente fuera imaginación suya, Cedric observó cómo había algunas que, misteriosamente, brillaban más que el resto.

Era la constelación de Aquila.

Se estaba despidiendo de él.

me quiero esconder como una cobarde porque no quería subir esto por segunda vez madre mía estoy llorando lO SIENTO :(
pero ya sabéis que no ha sido en vano, y que pronto sabréis cómo continúa este universo¿? si leéis Every cloud has a silver lining

lo dije la primera vez que subí esta historia y lo repito ahora: GRACIAS. a todes, en serio, me hacéis muy feliz con cada voto y comentario. esta historia puede ser trágica, pero estoy orgullosa de ella, más ahora que la he editado. simplemente, gracias por apoyarme por muy cruel y retorcida que sea mi mente, os quiero <3

os dejo el final alternativo para alegraros un poco