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1.5

Parte III.

18 de junio, 2016.

6:10 am.

La única cosa peor que despertar con una llamada de que tu padre tuvo un paro cardíaco, es despertar por esa llamada y tener que abandonar los brazos de alguien del que casi te has enamorado. Tuvo que abandonar el sofá sólo para consolar a su hermana en el teléfono, su voz tan baja así no tiene que despertar a Harry. Una vez que cuelga el teléfono, tiene que reunir todas sus cosas y vestirse rápido y en silencio.

Y tiene que irse.

Estudia a Harry en el sofá y nada ha resultado más difícil que esto aquí. Sabía que esto iba a suceder, tal vez no tan rápido como lo había hecho. esperaba al menos dos días más aquí en Los Ángeles.

Pero lo sabía.

La cara de Harry es un estudio en serenidad. Es una maravilla, incluso mientras duerme, el cabello rizado cayendo sobre el cojín del sofá, sus labios rosados y exuberantes.

Y Louis tiene que dejarlo.

En la habitación, busca sus pantalones. Hay un cuaderno en el velador. Traza una nota rápida, la dobla y la deja a un lado de la lámpara. No será suficiente. Se imagina a Harry despertando sin él y sabe qué es lo que va a pensar. También sabe que es mejor de esta manera. Es mejor que Louis diciéndole cómo se siente sólo para irse de todas maneras.

El cielo comienza a aclararse. Louis empieza a colocarse nervioso, preocupado de que Harry despierte antes de que se vaya. No termina de atarse los cordones antes de que esté saliendo del departamento hacia el pasillo del edificio. Sólo cuando está bajando las escaleras recuerda su diario. Pero cerró la puerta detrás de él y golpear significaría despertar a Harry. Atrapado en un callejón sin salida, decide continuar bajando por las escaleras, lamentando la pérdida de todos los poemas que todavía no había pasado a su computador.

Toma un taxi al departamento de Niall, usa la llave que le había prestado y entra. La puerta de su habitación está cerrada, pero piensa que puede escuchar a Niall roncando. Busca su mochila, deja la llave en la mesa cerca de la puerta y se va al aeropuerto.

Su cuenta bancaria se vacía cuando paga por el boleto de avión, incluso los ahorros que tenía, lo que no era demasiado, para empezar. Pero tiene un vuelo a casa, que despegará en dos horas.

Piensa en su papá, cuando la realización de lo que va a hacer se asienta en él. piensa en verlo cara a cara por primera vez en un año. Se imagina cómo se verá, cuán diferente será y si estará lo suficientemente consciente para saber quién es Louis.

Todo lo que espera es que ese bastardo aguante lo suficiente como para llegar ahí. Espera tener la oportunidad de decir adiós.

゚*・✧°・゚*・

Su familia está esperando en el hospital Park Hill. Las encuentra acurrucadas entre un montón de sillas. Su mamá en medio de Lottie y Fizzy, las mayores, acunando a una de las gemelas, Daisy, en sus brazos. Es Phoebe quien levanta la vista y lo ve. Se baja de la silla rápidamente, corriendo hacia él, lanzándose en sus brazos. Se agacha y le aprieta la espalda, presionando un beso en su mejilla.

"Hola, amor," murmura. El resto de la familia lo nota también. Daisy se baja de los brazos de su mamá y va hacia él. Fizzy se les une después. Lottie es la última en acercarse, mirando a Louis con una sonrisa tentativa. Louis baja a Phoebe y la abraza.

"Lamento que me tomara tanto tiempo..."

Niega con la cabeza, presionando su frente en su hombro. "Estás aquí ahora."

Para el momento en el que se acerca a su mamá, hay un doctor parado a un lado de ella, hablándole en voz baja.

Sus ojos están decaídos mientras asiente. "Gracias por toda su ayuda."

El corazón de Louis se hunde. Su plan siempre había sido perderse esta parte. Esperaba estar en una playa en algún lugar cuando todo esto pasara, preferiblemente intoxicado. La última cosa que esperaba era estar aquí en la embestida de la muerte de su padre, demasiado tarde y, para su sorpresa, triste por el hecho.

Entonces su mamá lo mira. "No es probable que dure toda la noche," dice, en voz baja. "Está despierto ahora, pero no puede hablar."

No es alivio lo que lo inunda. No se siente más ligero. Pero toma una respiración profunda por primera vez desde que llegó. Suelta a Lottie y da un paso hacia la habitación, sólo para ser detenido por la mano de su mamá en su brazo. Lo tira en un abrazo y presiona un beso en su mejilla.

"Me alegro que estés aquí," dice.

Louis sonríe de lado. No puede decir 'yo también', porque eso sería una mentira.

Cuando entra en la habitación, es como si hubiera cruzado un cañón para llegar ahí. El momento se siente trascendental. Ese primer paso a través del umbral es el término de una era y el inicio de otra. Llegó hasta ahí. Al menos ahora el hombre puede ver su rostro.

Sus ojos apagados se centran en Louis de inmediato, lejos de ser apáticos como esperaba.

Louis traga a través del nudo en su garganta y camina hacia la habitación, sus manos metidas en sus bolsillos. Se sienta en la silla a un lado de la camilla, sintiendo los ojos del hombre sobre él aún. Se sienta en silencio por varios minutos, deseando que su papá dejara de mirarlo. Aprieta la mandíbula, cruje los nudillos y los músculos de su cuello se tensan. No va a sentarse ahí para que lo miren. Si es un espectáculo lo que su padre quiere, le dará uno.

"Soy gay," dice, de repente. Lo mira. "Nunca te lo dije porque no pensaba que te importara. Y no creía que tuvieras el derecho a saber, incluso cuando estoy seguro de que siempre lo sospechaste. Pero sólo quiero que lo sepas ahora. Soy gay. Siempre lo he sido. Siempre lo voy a ser. Y estoy muy feliz de eso."

Su papá sólo lo mira. Louis sabe que no puede hacer más que eso.

"Además, todavía pienso en ese juego del campeonato, cuando metí mi primer gol y no estuviste ahí. Porque para entonces, ya habías empacado tus cosas. Te fuiste cuando yo estaba en la escuela, esperándote. ¿Sabes?, cuando era un niño, pensaba que era egoísta por esperar que estuviera ahí. Me decía a mí mismo que no era la gran cosa, que debería estar agradecido de tener un padre. Esa es la cosa más malditamente horrible que podría sentir un niño, pensar que son egoístas por esperar que su padre esté orgulloso de ellos."

Louis quiere callarse, pero no puede. Sus ojos arden y sus fosas nasales se dilatan. Mira su regazo. "Solía llamarte y después cortaba. Te escribí cartas que nunca te envié. A veces, me enojada contigo y peleaba contigo en mi cabeza. Porque todo lo que quería era una oportunidad para decirte cuánto me habías herido a mí y a mi familia. Pero ni siquiera tuve eso. Volviste y fue como si nada hubiera pasado. Nunca dijiste que lo sentías."

Louis niega con la cabeza, pasando su mano por sus párpados. Se miran el uno al otro y Louis espera que algo salga de él, pero no pasa nada. No puede pensar en algo más que necesite decir. Así que se sienta ahí por un tiempo, mirándolo a él o mirando sus manos entrelazadas sobre su estómago. Necesita un cigarro y un trago. Necesita que este hombre muera así puede, finalmente, ser libre de la mierda y la miseria que ha crecido como una infección en su pecho.

"Lo siento."

Si en la habitación no hubiera un silencio mortal, no lo habría escuchado.

Su papá traga fuertemente. Se ve doloroso incluso hacer eso. Esas palabras son las únicas que puede manejar. No tiene la fuerza para decir algo más.

Los ojos de Louis se quedan en él. Está aturdido en silencio mientras en su cabeza se nubla con lo imposible de este momento. Busca respuestas. Intenta construir resultados. Falla.

No lo perdona. Esa es la primera cosa que se asienta en él. Si eso se supone que es el gran momento de redención y ajuste de cuentas, Louis no está a bordo. No puede hacer eso. No lo hará.

Lo mira y su padre lo mira también con ojos vidriosos y su boca temblorosa.

Louis se encuentra a sí mismo asintiendo. Sus ojos se llenan rápida y repentinamente con lágrimas, y asiente. Deja que su padre lo vea asentir, pasando su brazo por sus ojos. Su decisión, al parecer, es hacerle saber que está bien. Que todo va a estar bien.

El sollozo que se desliza de su boca lo toma por sorpresa. A su padre también. Mira a Louis con ojos abiertos, nadando en lágrimas. Louis aprieta los dientes e intenta obligarlo a retroceder.

Pero no puede. Años y años odio y anhelo salen sin otro lugar a dónde ir. Y Louis solloza. Se desploma sobre el borde de la cama. Agarra la mano huesuda de su padre, lo suficiente como para lastimarlo. Casi quiere hacerlo. Quiere que sienta la agonía. Quiere que sepa cómo es recibir una disculpa demasiado tardía, cuando ya no queda nada, cuando no hay oportunidad de revertir las cosas.

Odia a su padre, lo hace. Pero está esta parte de él que todavía lo ama, o ama lo que podría haber sido. Y esa parte está herida tan mal, que desea poder sacarla de su cuerpo. De alguna manera, eso es lo que está haciendo ahora —vertiéndola y dejándola ahí para que también muera.

Su padre lo aprieta también tan fuerte como puede, lo que no es mucho. No puede hablar o confortarlo, aunque su cuerpo tiembla como si estuviera llorando también. Louis no lo mira. Mantiene su cabeza presionada a la camilla. Es todo lo que puede hacer mientras está lleno de lágrimas.

Cuando ha terminado, cuando su garganta duele y sus ojos están hinchados, todavía sostiene la mano de su padre. Descansa su cabeza en la camilla, parpadeando cansado hacia él. Casi puede sentir la vida drenándose del cuerpo del hombre y no lo suelta hasta que tiene que hacerlo.

゚*・✧°・゚*・

Por ahora, Louis está acostumbrado a tomar el lugar de padre. Lo hizo lo suficiente cuando él estaba vivo. No es diferente ahora, excepto que sus hermanas se aferran a él más desesperadamente que nunca.

Todavía están vestidos con ropa de funeral, Louis se sacó el blazer, pero su corbata cuelga flojamente alrededor de su cuello, los dos primeros botones de su camisa están abiertos. Daisy, en su vestido blanco con negro, duerme en su regazo, su cabeza sobe su pecho. Fizzy ronca con su cabeza en su hombro. Lottie había tomado la otra esquina del sillón, pero sus dedos están metidos debajo de su muslo y Phoebe está acurrucada debajo de su brazo.

La otra diferencia entre ahora y antes, es que Louis no planea irse a ningún lado. No hay suficiente espacio en el sillón para todos, pero está bien donde está, es donde pertenece. Sostiene a su hermana más cerca en sus brazos y se concentra vagamente en la película en la pantalla. Ya está terminando y ni siquiera puede recordar de qué trataba en el primer lugar. Pero lo usa para pasar el tiempo, esperando dormirse, incluso cuando no se siente cansado en lo absoluto.

"¿De qué es el nuevo tatuaje?"

Louis gira su cabeza para encontrarse con los ojos de Lottie en la oscuridad de la sala de estar.

"Pensé que estabas dormida."

"No lo estoy," responde. Lo que es obvio, Louis rueda los ojos. "¿De qué es?"

Louis se encoge de hombros, mirando el pájaro en su brazo porque está bastante seguro de que es el del que está hablando. "Sólo un pájaro gordo, en realidad."

"Me gusta. Me recuerda a ti," Lottie dice.

Louis alza sus cejas. "¿Te recuerdo a un pájaro gordo? Es un poco grosero, ¿no?"

Lottie ríe, moviendo un poco a Phoebe cuando lo hace. Pero su hermana sigue dormida.

"Me recuerdas a un pájaro. Uno que está en el cielo, no una golondrina." Dice. "Siempre quisiste como abrir tus alas y todo eso."

"Poético," Louis dice sin emoción. Aunque una sonrisa tira de sus labios. Lottie la ve y le sonríe también.

"Tengo algo mejor. ¿Quieres escucharlo?"

"No estoy seguro," Louis dice. "Si dices algo como las rosas son rojas, me voy."

Lottie ríe. "Nada de eso," dice. Se detiene. "Me alegra que hayas decido venir."

La mira, sus pensamientos vagan silenciosamente entre ellos, mientras recuerdan su infancia, su familia y su padre, uniéndose sin tener que decir una palabra.

"Yo también, amor," Louis dice, girando su cabeza hacia la televisión. Y eso es todo lo que tienen que decir. Después de otros cinco minutos, Lottie se duerme. Louis trata de acomodarse como puede en el sofá, pero no es fácil. No espera descansar mucho esta noche de todas maneras.

Ve la siguiente película que aparece y cambia el canal para ver las repeticiones de la televisión de los 90 por la mañana. Permanece despierto hasta que el cielo comienza a ponerse azul y los pájaros cantan débilmente en algún lugar más allá del cristal de la ventana. Sus ojos se sienten pesados, su cuerpo está débil, y le encantaría subir para ir a su propia cama.

Aun así, no se mueve ni intenta despertar a las chicas.

Hay un momento cuando cierra los ojos y sueña por lo que parecen ser sólo cinco minutos, pero cuando los abre de nuevo, Daisy está en los brazos de su madre, quien lo mira con una cálida sonrisa.

"A la cama, Lou," dice, como si todavía fuera un niño pequeño. Cepilla el cabello de su frente, sacándolo de sus ojos. La televisión está apagada y Lottie se mueve por las escaleras con Phoebe en su espalda. Fizzy también se fue.

"Vamos, amor," su mamá dice. Con un bostezo, Louis se levanta, sintiendo a su mamá presionar una mano en su espalda. Deben ser las seis de la mañana o algo así. No está interesado en saberlo. Le da a su mamá una sonrisa somnolienta, antes de que suba las escaleras y colapse minutos después en su cama de infancia.

゚*・✧°・゚*・

A veces su mente vaga hacia Harry. (Todo el tiempo)

Cuando eso pasa, mira las fotos de ellos parados en la Reserva de Hollywood en su teléfono. A veces lee La importancia de llamarse Ernesto. No busca a Harry por internet o visita la página web de la tienda. Quizá en algún momento en el futuro, irá, sólo para ver cómo está. Pero hacerlo ahora sería injusto para ambos.

En general, se mantiene ocupado los próximos días cuidando a su familia y ayudando en cuanto puede. Se mete en el rol de chofer, llevando a las chicas a prácticas de fútbol, y siempre se queda hasta tarde ayudando al equipo. Las lleva por helados una noche y a la siguiente van a Nando's. Arregla la gotera en el techo de la cocina. Arregla el columpio de madera desvencijado en el patio trasero. Pasa una noche con Stan jugando FIFA y bebiendo cerveza local barata hasta que le duele el estómago. Saca basura de su habitación de infancia y ordena y coloca sus libros en los estantes.

Encuentra muchas cosas que hacer para ocupar su tiempo. Pero siempre hay segundos de descanso entre una actividad y la otra. Y cada vez que sucede, siempre piensa en Harry.

゚*・✧°・゚*・

Por algún milagro, pasan dos semanas.

Se despierta un domingo en la mañana de la tercera semana por la lluvia y el sonido de su celular sonando cada tres segundos en su velador. Lo alcanza. Antes de que sus dedos puedan tocar la pantalla, alguien golpea su puerta.

"Louis," su mamá asoma la cabeza. "¿Estás decente?"

No ha dejado de preguntar desde que entró a su habitación cuando tenía dieciséis y su primer novio estaba sobre él. En serio, fue incómodo para todos los involucrados.

"Sí," le asegura.

"¿Quieres bajar a desayunar?" Pregunta, entrando. "Te hice una taza de té."

"Sí, bajaré de inmediato," dice, olvidándose de su teléfono. "¿Puedes mantenerlo caliente?"

Sonríe y lo deja para que se duche. No se molesta en lavarse el cabello. Le toma alrededor de diez minutos antes de que vaya a la cocina. Ve a sus hermanas reunidas alrededor de la mesa de la sala de estar, viendo la televisión.

Se sirve un bollo y mermelada, toma su té y se acurruca en un lugar en el sofá a un lado de Lottie.

"¿Has visto tu teléfono?" Lottie pregunta. "Stan me mandó un mensaje. Dijo que te había hablado."

Louis muerde su bollo. "¿Sobre qué?"

"No sé," Lottie murmura. "Deberías revisar tu celular."

Louis suspira, mirando a Phoebe, sentada en el sillón. Considera pedirle que le trajera su celular. Probablemente diría que no. Pero de vez en cuando, la atrapa en un buen día.

El timbre de la puerta suena. Daisy se apresura en ir, mientras todos giran sus cabezas para ver quién es. Stan entra jadeando, empapado por la lluvia.

"Jesús, Louis," farfulla. "¿Has revisado tu teléfono?"

Louis gime. "¿No puedo despertar en paz...?"

"¡Revisa tu maldito teléfono!"

Louis se levanta del sillón, mientras su familia lo mira. "Espero haber ganado la lotería," murmura para sí mismo, subiendo de a dos la escalera.

Solo en su habitación, se tiene que poner los lentes de descanso, y parpadea un par de veces ante el brillo del teléfono.

Hay casi veinte mensajes y diez notificaciones de Twitter, muchos de personas con las que no ha hablado en meses o en años.

Uno dice: Hola, Louis. Soy Carrie Luston de la secundaria. Vie este artículo esta mañana... ¡deberías verlo!

Rachel Evan (@raebae_evan): @L_Tommo ¿creo que esto podría ser sobre ti?

Otro mensaje de un número desconocido: ¡hombre, creo que esto podría ser sobre ti!

Hola, Lou. Quizá quieras revisar esto.

Jimmy (@goldensnitchbabe): @L_ Tommo LOUIS. LEE ESTA MIERDA.

¡Louis! ¿Has visto esto?

¡Revisa esto, amigo!

¡¡Tommo!! ¡¡Mira esto!!

Ben Hoult (@thebenniga2): @L_ Tommo Amigo. Estoy seguro de que estás en este artículo...

Y, por supuesto, de Stan:

¿¿¿es el chico de LA que mencionaste???

Todos están juntos, con el mismo link. Louis decide apretarlo rápidamente con sus dedos temblorosos. Su primer pensamiento es que algo terrible ha pasado. Que Harry había sido herido o algo peor. No tiene sentido, pero la lógica le falla en ese momento. Cien escenarios se pasean por su cabeza.

El link lo lleva a un artículo publicado esa mañana en el Independiente y está enlistado entre los 100 principales temas en tendencia. "Cuán lejos irá este hombre para encontrar amor," es el título. La presión que siente Louis en su pecho se transforma. El temor se convierte en anticipación. El artículo tiene una foto de él y Harry, una en la que están usando maquillaje y un video. Lo presiona, lo mira cargar, y gira la pantalla cuando empieza.

"Hola, soy Harry Styles..."

Solo verlo debilita a Louis. Es mucho más hermoso de lo que recuerda. Todo su cuerpo empieza a doler y se hunde en la cama.

Lottie corre hacia su habitación. "Baja rápido."

"Espera," Louis murmura.

"Estás en la tele," dice. "¡Ahora! Vamos, Louis."

Se siente sobrecargado por la información como si un millón de flashes de una cámara lo cegaran. Sigue a Lottie por las escaleras, pero a penas siente su cuerpo moverse. Lo siguiente que sabes que está parado en la sala de estar, donde toda su familia se ha reunido para ver This Morning en ITV. Stan está junto a la puerta, sus brazos cruzados sobre su pecho.

Holly Willoughby y Phillip Schofield están en la tele. La pantalla está dividida en dos y en le panel izquierdo está la misma foto de Harry y él, usando maquillaje.

"Su nombre es Harry Styles, es originario de Inglaterra y justo ahora, tiene la misión de encontrar al hombre que conoció y del que se enamoró en Los Ángeles." Holly dice. "Subió este video a youtube hace dos semanas atrás y sólo se hizo popular. Tenemos el video, así que veremos un poco de él."

Y entonces, Harry está en la pantalla, justo como había estado en su teléfono.

"Hola, soy Harry Styles..."

Louis se sienta en el borde del sillón y escucha. No puede mirar a nadie más, especialmente no cuando Harry empieza a describirlo. Definitiva, absolutamente no cuando Harry dice que es un besador fantástico. No impide que todos se den vuelta y lo miren. Siente sus ojos en él, pero finge lo contrario.

Hay veces en las que Harry se ve con el corazón roto y sombrío, y esos son los momentos que más le hieren. Pero sólo hay unos pocos. En general, se ve esperanzado, ansioso e incluso incrédulo, como si no creyera que llegó a ese punto. Y, honestamente, Louis tampoco puede creerlo.

"La razón de este video es que él, por lejos, es la persona más increíble que he conocido. No creo que se lo dije lo suficiente. Y ahora no podría tener una oportunidad para hacerlo. Porque parece que lo he perdido..." Se detiene para darle a su audiencia una mirada. "En serio."

La risa llena el pequeño espacio de la sala de estar. Louis les pide silencio así puede escucharlo.

"... Sé que es loco y ridículo, sé que ni siquiera podría funcionar. Pero si no lo intento, estoy bastante seguro de que me perderé algo realmente increíble y, tal vez, seré miserable el resto de mi vida."

Louis coloca su mano sobre su corazón. Tiene que hacerlo porque le duele.

"Si eres Louis y estás viendo esto, mi número está bajo este video... Y si todavía sientes... algo en lo absoluto, estoy aquí esperándote."

Agradece y con una sonrisa y un saludo, el video termina. Holly empieza a hablar de nuevo, pero Louis no puede escucharla ni a nadie en realidad.

Su familia balbucea a su alrededor, sumidos en un frenesí de preguntas. No tiene ninguna respuesta para ellos. Se dirige de regreso a su habitación con toda su familia detrás de él. llega a su habitación y se gira. "Necesito un momento," dice y cierra la puerta.

"¿Lo llamarás?" Escucha que le preguntan. "¡Louis! ¿Lo llamarás?"

Coloca su computador en su regazo y empieza a escribir.

En las dos semanas que Louis intentó ahogarse en su familia, en Estados Unidos, incluso hasta cierto punto, aquí en Inglaterra, un hashtag se había incendiado como pasto seco.

#BuscandoALou

Incluye links al video, fotos de extraños con Harry, artículos y varios tweets de @summertimeharry. Es ahí en dónde Louis termina, mirando los últimos tweets de Harry.

Harry Styles (@summertimeharry): Gracias de nuevo por el amor y el apoyo. Todavía no tengo noticias.

Harry Styles (@summertimeharry): Sigan mandando historias. ¡Las amo y a todos ustedes!

Louis encuentra el link a las historias también. Lo lleva al blog de Harry y a un catálogo de todas las publicaciones, todo sobre él. Ninguna historia fue escrita por Harry. La última es de Eden Prowse. El nombre le suena. Sólo cuando empieza a leer es cuando el sonido se vuelve ruidoso. La recuerda claramente cuando termina: la chica que estaba usando un gorro, corriendo de una muy aburrida fiesta. Louis, de hecho, había estado listo para irse también. Garabatea su nombre en la palma de su mano y sigue leyendo. Los lee todos, riéndose a veces, reprimiendo sollozos en los demás. Recuerda la pelea en el bar, la patineta, la niña cuya madre estaba muriendo.

Resulta que siempre estuvo equivocado referente a las publicaciones. Hay uno de Harry, el último que había publicado hacía unas horas...

Algunas personas me han preguntado cuánto tiempo planeo mantener esto, ¡y la respuesta es que no lo sé! Todavía no he considerado la posibilidad de darme por vencido. Pero con toda la atención que esto ha tenido y la falta de resultados, pasé el último día pensándolo.

Estoy en este estado depresivo donde me imagino que Louis no quiere ser encontrado. Tal vez sabía todo acerca de esta cacería humana y decidió ignorarlo. He imaginado escenarios en los que ya no está vivo. Lo he imaginado casado en secreto, con hijos. Lo he imagino que nunca existió en absoluto.

Tengo todos estos recuerdos de él para refutar la mayor parte de eso. Conozco a la persona con la que pasé el tiempo. Sé que es amable, verdadero y confío en que tenía buenas intenciones para irse. Confío en que, si sabe que lo estoy buscando, me encontrará. Pero estar solo en mi oficina o en mi departamento, no siempre es fácil pensar cosas felices. A veces, mi imaginación se vuelve loca.

Cuando eso pasa, es genial tener historias como las que han compartido conmigo. Hace que todo esto sea más real y grandioso. Me dan esperanza. Y pienso que prueban cuán maravilloso es Louis. Desearía que todos en el mundo pudieran conocerlo. Creo que todos saldríamos de esa experiencia como mejores personas.

Incluso en el caso de que nunca lo encuentre, tengo todos estos recuerdos de él que apreciaré de todos modos. Tal vez nuestros caminos se crucen en diez años. Tal vez no. No lo sé. Louis diría eso sobre muchas cosas y, con él. estuvo bien. No saberlo está bien.

Todo el amor, H.

Sus ojos pican de nuevo y no hay tiempo para detener las lágrimas antes de que aparezcan. Abandona el computador que brilla en un espacio oscuro de su habitación para presionar su cara contra una almohada. Se queda ahí, llorando como un adolescente con el corazón roto. Está real y verdaderamente abrumado. Siente como si estuviera de nuevo en la habitación del hospital, excepto que está soltado cada evento de las últimas tres semanas, toda cosa brillante y oscura que le ha pasado y Harry, en su mayoría. Louis llora por Harry.

"Louis," escucha que su mamá lo llama a través de la puerta.

"Creo que está llorando," cree que es Daisy. "Louis..."

Va a la puerta, tirando del final de su polera sobre su cara. Su familia sigue agrupada ahí. Habían presionado sus oídos contra la puerta, y se alejan avergonzados, entonces sus caras caen al ver la suya. Solloza, pasándose la mano por debajo de la nariz.

"Necesito un trago," dice, pasando a su lado.

"Hay una botella en el refrigerador," su madre dice. Louis baja las escaleras, entra a la cocina y se sirve un gran vaso para sí mismo. Ha llevado su teléfono. Su familia baja también, entrando a la cocina, mirándolo con cautela. Entiende que estén preocupados, pero ya siente como si miles de ojos estuvieran sobre él. Otros doce ojos es más de lo que puede manejar. Alza su teléfono, sacando el número del video y deja que se quede ahí en la pantalla por un momento.

No sabe por qué le ha tomado tanto tiempo llegar así de lejos. La primera cosa que pensó después de haber visto la cara de Harry, era responder. Mira a su familia, y decide que no, no puede tener una audiencia para esto también.

"Necesito un momento," dice y deja la habitación, ignorando sus quejas mientras sale al patio trasero. Probablemente, lo estén escuchando a través de las ventanas si es posible. Presiona el botón para llamar y espera.

"Hola."

Abre su boca para responder.

"Este es Harry Styles. Siento si no pude responder. Te prometo que te llamaré después. Hasta entonces, deja un mensaje después del sonido. Beep."

Que ridículo. Y cuán terriblemente anticlimático. El teléfono emite un sonido. Louis lo mira ofendido. Tose suavemente para aclarar su garganta y habla tan claramente como puede.

"Hola, Harry. Soy Louis... Tomlinson, ya que te lo estabas preguntando," dice. "Uh. ¡Me encontraste! Como ya debes saber, no estoy en Los Ángeles. Estoy en mi casa en Inglaterra. Mi papá murió, en realidad. Es por eso que me fui tan rápido. Siento haberte dejado de la manera en la que lo hice. O que no te dejé mi número. Tenía mis razones. Ninguna de ellas se ve bien ahora, pero..."

Lame sus labios. "De todas maneras, llámame cuando puedas. Me encantaría hablar. Adiós."

Se pierde una llamada de Harry mientras está sirviéndose vino y sonándose la nariz en el baño. Harry también le deja un mensaje de voz, y al principio, se está riendo.

"No he bajado mi teléfono en las últimas dos semanas," dice, sin aliento. "Y justo ahora, sucede que me voy por dos minutos, ¡y me llamas! ¡La única vez que dejé mi celular! Es increíble." Suspira. "Estoy tan, tan feliz de escuchar de ti. Siento lo de tu papá. Por favor, llámame luego."

Louis escucha el mensaje de voz de nuevo, sólo para escuchar la risa de Harry. Está acurrucado en su cama, sus dedos temblando mientras presiona el botón para llamar de nuevo. La línea suena de inmediato.

"¿Hola?"

Louis se sienta derecho. "Hola."

"Oh, por Dios. Hola," Harry respire. "Hola."

"Hola." Louis ríe. "Mierda."

"Oficialmente, eres la persona más difícil de contactar del mundo," Harry dice.

"Sí, bueno, aspiro a romper los récords mundiales en todo, así que, estás en lo correcto."

Harry no ha dejado de reír desde que empezó la llamada.

"Aunque," Louis dice. "Al que deberíamos celebrar es a ti. Estás en la tele. Y en toda la internet. El mundo piensa que eres la persona más romántica."

"¿Y qué piensas?" Harry pregunta. "¿También lo crees? O, en realidad, ¿estás asustado por todo esto?"

"¿Estás bromeando? Tengo un hashtag dedicado a mí. Tengo admiradores. Tenemos admiradores. Creo que eso es bastante increíble."

"Alguien me llamó ayer para ofrecerme un libro."

"Santo cielo. ¿Qué dijiste?" Louis jadea.

"Les dije que no sabía. No sé cómo responder a nada de esto. Sólo quería encontrate."

Louis inclina su cabeza hacia atrás, pasando su mano por su cara. "Bueno, ya lo has hecho..."

"Sí," Harry dice. "Es bueno escucharte, Louis."

"Es mejor saber de ti," Louis responde.

Harry se toma dos segundos antes de que hable de nuevo. "No soy tan romántico como todo el mundo piensa. No sé cómo decir esto en realidad, pero necesito decirlo ahora antes de que pase algo. Supongo, que casi lo dije en el video. ¿Lo viste?"

"Mi familia y yo lo vimos. Por cierto, ¿un fantástico besador?"

"Um, sí. Así que, de todas maneras..." Harry continúa. "Te dije que me gustabas y lo dije en serio. Pero es más que eso."

Harry no le da una oportunidad para responder.

"No he— no he dejado de pensar en ti desde que te fuiste. Obviamente, y creo que no dejaré de hacerlo en mucho tiempo. No sé si te sientes de la misma manera, pero sería genial si me lo dijeras. Así dejaría de estar tan obsesionado sobre eso. Incluso si la respuesta es no..."

Louis todavía está sonriendo como un idiota, su frente en su mano. "Tienes mi diario, ¿cierto?"

Definitivamente, no era la respuesta que Harry estaba esperando. Parece que lo pilló volando bajo, cuando habla de nuevo. "Um, sí, está justo aquí. Lo he estado llevando conmigo en caso de que me encontrara contigo."

"Qué amable de tu parte," Louis dice. "¿Lo abriste?"

"No. He estado tentando, eso sí."

"Hazlo y anda a la última página," Louis le dice. "La última página en la que he escrito algo."

"Bien, espera," escucha cómo las páginas se mueven. "Bien, lo tengo aquí."

"¿Me lo leerías?"

"¿Esta es tu manera de rechazarme?" Harry pregunta. "Porque sólo puedes decirlo, está bien."

"Ni siquiera bromees con eso," Louis dice. "Tengo un punto, lo prometo. Por favor, ¿puedes leerlo?"

"Bien," Harry dice después de otro momento. Empieza a leer:

Dame tu corazón vacío

Tus cargas y tu dolor

Todo lo que ha sobrevivido al sufrimiento

No tienes que ocultarlo conmigo

Escuchar esas palabras lo lleva al momento en el que las escribió, sentado en una manta en la Playa Venice mientras Harry dormía. Incluso antes de saber sobre Andrew, era claro que Harry había sido herido en el pasado y aun así lo quería. Con todos sus muros y protecciones, Louis lo quería.

La voz de Harry es profunda y suave mientras lee, tan similar a la de aquella noche.

Dame tu fugaz sonrisa

Déjame sostener tu mano herida

Y aunque tropieces en la oscuridad,

Busca la luz aquí, conmigo.

Su voz cambia un tono y se debilita mientras lleva al final.

Hay belleza donde crees que se ha perdido

Hay algo en tus ojos

Dame tu todo tal como es

Es un hogar, aquí, conmigo.

Se aclara la garganta, pero cuando habla, su voz todavía suena igual. "Eso es hermoso, Louis."

"Lo escribí sobre ti," Louis dice, fácilmente, sin detenerse.

Harry está en silencio por un momento. "Gracias," dice, suavemente. Se queda callado un momento, seguido por una respiración pesada. "Realmente necesito verte de nuevo."

"Yo también," Louis dice. "Pero no puedo irme de casa ahora. Ni siquiera sé cuándo seré capaz de visitarte de nuevo. Mi familia me necesita aquí."

"Lo sé," Harry dice. "¿Estaría bien si voy yo?"

Todavía tiene tiempo para detener esto. Louis sabe que debería hacerlo. Hay poco potencial para esta relación, dada la distancia, esto sólo terminará con corazones rotos. Pero sólo hablar con Harry y verlo en ese video trae de vuelta una plétora de sentimientos sin explorar. La oportunidad de verlo de nuevo en persona es demasiado difícil dejarla pasar.

Así que dice: "Sí, estaría más que bien."

"Iré en el vuelo que pueda conseguir," Harry responde.

゚*・✧°・゚*・

El resto de ese día se siente, en todos los sentidos como en un sueño.

Louis se encuentra descaradamente reducido a un niño enamorado. Son las seis de la mañana en Los Ángeles cuando tienen su primera llamada y, lamentablemente, Harry tiene que abrir la librería. Pero promete volver a llamarlo durante el almuerzo y Louis se sienta ansioso con el resto de su familia, esperándolo. En el momento en el que el teléfono suena, se va, olvidando su cena.

Harry le cuenta en detalle su cruzada. En primer lugar, le cuenta de dónde surgió la idea y lo loco que se sintió por eso en el camino. Lo deja de nuevo para ir a la tienda, pero termina el día temprano para llamar a Louis después de que ha cerrado. Para ese entonces, ya son las doce am en Doncaster. Los ojos de Louis se sienten pesados por llorar o por ver la pantalla de su computador toda La noche. Estar en la cama con las frazadas hasta su barbilla no le ayuda tampoco. Se fuerza a sí mismo a estar despierto de todas maneras.

"Deberías dormir," Harry dice.

"No puedo hablarte si estoy durmiendo." Louis responde, sus párpados cayendo.

"El mañana vendrá más rápido si duermes."

"Touché," Louis murmura. Deja que sus ojos se queden cerrados. No puede abrirlos de nuevo, aunque quisiera. "¿Nos vemos mañana entonces?"

"¿Me envías tu dirección? Así viajo hasta allá."

"De ninguna manera, yo te recogeré," Louis dice. "Llegas después de las dos, ¿no?"

"Sí," Harry dice.

Louis sonríe. "Ahí estaré."

゚*・✧°・゚*・

La teoría de su reencuentro es más dulce. De manera ideal, Louis llegaría al aeropuerto y Harry estaría ahí, esperándolo. Se abrazarían y el momento sería tan hermoso como Louis imaginó que era. Pero, eso es en teoría.

En realidad, Louis no puede hacer andar el auto. Está sentad ahí con el volante estrangulado entre sus manos y piensa en el hecho de que dejó a Harry en un sofá en Los Ángeles por razones que no parecen tan válidas ahora como lo hicieron en ese entonces.

Mientras está sentado ahí se da cuenta de que la realidad no puede ser tan dulce como esperaba, porque hay demasiadas cosas involucradas. Tiene que dar explicaciones y disculpas. Mejor ahora que nunca. No hace falta decir que está aterrado.

Enciende el auto.

Al menos tiene el viaje para pensar en lo que va a decir. No tendrá esa oportunidad en el aeropuerto. Pero después de eso, ¿cuánto tiempo pasará hasta que finalmente tengan esa conversación? ¿Cuánto tiempo pasará hasta que se tenga que enfrentar al por qué, al cómo, o al qué-estabas-pensando?

Al detenerse en el terminal, se siente enfermo. Casi necesita una bolsa de papel para vaciar su almuerzo. Está casi convencido de abrir la puerta del auto y hacerlo en la calle.

Entonces, por el vidrio, ve a Harry. Él mira a su alrededor por un momento, pasando una mano por su cabello. Mira a su teléfono y empieza a escribir un mensaje, eso cree Louis. Él abre la puerta del auto y sale, todas sus intenciones de vomitar olvidadas. Todo ha sido olvidado excepto por Harry.

Entonces Harry lo ve también y sólo se están mirando el uno al otro, en este momento profundo y cinemático.

"Hola," Harry exhala.

Louis alza su mano y lo saluda. Harry hace un movimiento como si quisiera acercarse, pero vacila. Es suficiente para Louis. Es su llamada y él responde. Da un paso adelante y Harry da dos. Su brazo pasa por los hombros de Louis. Los de Louis, están en su cintura.

No hay palabras correctas. Simplemente se sostienen el uno al otro y se aprietan, como en la pista de baile cuando cada movimiento los acercaba más y más.

"Alguien debe pensar que estamos grabando una película," Louis dice.

Harry ríe, soltándolo lentamente. "¿Te mencioné que recibí una oferta para una película también?"

La boca de Louis se abre. "Estás bromeando."

Harry dibuja una X sobre su corazón y niega con la cabeza. "Les dije que lo hablaría contigo. Es de una compañía Indie, creo."

"Sólo quiero pedir algo," Louis dice. "Me gustaría que Hugh Jackman me interpretara."

Harry resopla, cubriendo su cara con su mano. "Buena elección," murmura.

"Yo también lo creo," Louis dice. El sonrojo en la cara de Harry le recuerda a Los Ángeles, recostado en una manta en la playa de Venice, o cantando una canción a través de las ventanas del auto de Harry. Él lo mira, quizá con los mismos recuerdos en su propia cabeza. Louis alcanza su bolsa de lona. "Pondré esto en el maletero."

"Gracias."

Después de eso, en el auto, están en silencio.

"Así que," Louis dice, encendiendo la radio. "Siento que antes de que hablemos de algo más, debería disculparme de nuevo—"

"Por favor, no lo hagas," Harry dice. "No hoy. O mañana, en realidad."

Louis lo mira, su boca con una mueca, objetando de inmediato.

"No tengo mucho tiempo contigo," Harry dice. "Sólo estaré aquí por tres días. Le prometí a mi mamá que pasaría a visitarla uno de esos días. No me deja mucho tiempo para sólo estar contigo, y eso es lo que me importa ahora. Es por eso que estoy aquí."

El corazón de Louis cae en picada. Asiente una vez. "Bien. Si eso es lo que quieres."

"Eso es todo lo que quiero," Harry le asegura.

Louis se concentra en el camino, pero su mente sólo está en 'quiero estar contigo', en el concepto de alguien viajando de tan lejos sólo por esa razón. No alguien. Harry. Louis piensa sobre realmente estar con él, solo con él, sin el estrés o la ansiedad de palabras no dichas y tensión sin resolver. Estar solo y en paz con él. En la cama, en el sofá, en cualquier parte. Es todo lo que quiere.

Lo mira otra vez y ve a Harry retorciéndose los dedos, tronando sus nudillos o flexionando sus dedos hacia fuera. Esta tensión es diferente. Hace que el aire del minúsculo espacio en el auto de Louis explote y se llene de estática.

Louis saca el auto de la autopista y lo estaciona. Harry lo mira, sus ojos un poco abiertos y preocupados. Louis suspira. "¿Podemos—?" Su mirada cae sobre la boca de Harry.

No tiene que terminar. "Por favor," Harry dice, inclinándose, alzando una mano hacia la mejilla de Louis. Sus bocas se encuentran a la perfección. Louis lo acerca más por el cuello. Cuando se alejan, él dice: "Esto es salvaje."

Harry descansa su cabeza en el hombro de Louis. "Me gusta lo salvaje. Y lo raro. Por suerte, eres ambos."

"¿Crees que soy raro?" Louis pregunta, con un jadeo.

"Oh, sí. Y también eres un nerd, no lo olvides," Harry murmura. Besa a Louis en la mejilla, la esquina de su boca y están en eso de nuevo.

"Te extrañé cada día," Louis confiesa.

Una sonrisa se forma en los labios de Harry cuando están presionados contra la mejilla de Louis: "Te extrañé cada segundo, así que yo gano."

゚*・✧°・゚*・

Su familia es implacable con preguntas y miradas. Tratan a Harry como una celebridad y Louis no necesariamente puede culparlos cuando, en cierto modo, Harry es una. Recuerdan su rostro en la pantalla de su televisor y ahora, de repente, está en su sala de estar.

Harry lo maneja muy bien, la mayoría. Pero entre los bostezos y las respuestas tardías, es claro que está cansado. Mientras su mamá está distraída con su teléfono, Louis toma su mano y lo guía por las escaleras. "Te mostraré dónde dormirás."

"Gracias de nuevo por dejarme quedar aquí," Harry responde.

Louis lo mira. "A mi mamá no le habría gustado que te hubieras quedado en otra parte. A mí tampoco. Está es mi pieza," dice, abriendo la puerta frente a ellos. Prende la lámpara del escritorio mientras Harry mira a su alrededor.

"Huele a ti," Harry dice, pasando sus dedos sobre la chaqueta de mezclilla que está colgada en la puerta. La acerca a su nariz e inhala. "¿Vas a dormir aquí también?"

Louis vacila. "Pensé que querías espacio para ti mismo," dice. "Yo duermo en el sofá."

Harry asiente. "¿Y la ducha?"

"Al final del pasillo," Louis dice, gesticulando.

"¿Debería bajar a despedirme?" Harry pregunta.

"No, estás cansado," Louis dice. "Lo entenderán."

Se miran por un segundo. Harry sonríe. "¿Buenas noches, entonces?"

"Buenas noches," Louis dice, yendo hacia la puerta. Harry pasa una mano sobre su brazo cuando pasa a un lado de él, sus dedos se deslizan hacia su mano hasta que sus dedos se entrelazan. Presiona un beso en su mejilla y lo suelta.

゚*・✧°・゚*・

Hay un momento, mientras está acostado en el sofá, en el que piensa que será capaz de quedarse dormido. Pero, cuando la casa está en silencio y ha mirado lo suficiente el techo para contar las grietas en el yeso, se rinde y sube las escaleras.

Harry alza su cabeza, provocado por el suave ruido de las bisagras de la puerta.

Louis la cierra. "¿Está bien esto?" Pregunta, en voz baja.

"Sí," Harry dice, apoyándose en sus codos.

Louis le pone pestillo a la puerta y se acerca a la cama. Se coloca a un lado de Harry, los resortes crujen con el peso adicional.

"Hola," dice, suavemente.

Harry sonríe. "Hola."

Louis se acerca más, deslizando su brazo alrededor de la cintura de Harry: "¿Esto está bien?"

"Sí," Harry dice, sonriendo.

La sonrisa de Louis es tímida. Coloca su cabeza más cómodamente en la almohada y entonces, mira a Harry. Y Harry lo mira de vuelta.

"¿Por qué no te despediste?"

Louis baja la mirada hacia el espacio entre ellos. "¿Pensé que no querías hablar de eso?"

"Cambié de parecer, esa es mi única preguntar por ahora," Harry dice.

Louis todavía no se ha preparado para las respuestas que Harry se merece. Incluso ahora, esas palabras hacen que su boca tenga sabor raro. "Sabía qué significaría para mí volver a casa. No pensé que fuera bueno fingir lo contrario."

"¿Qué significa eso?" Harry pregunta.

Louis traga. "Significa que tengo que quedarme aquí. Siento que se lo debo a mi familia. Especialmente, por no haber estado aquí por un año."

"Pero, eso no responde mi pregunta," Harry dice, alzándose en su brazo. "¿Por qué no te despediste?"

"No podía," Louis dice. Niega con la cabeza. "No creo que podría haber sido capaz de alejarme de ti. No tan rápido como lo hice. Fue lo suficientemente difícil. Si me veías, si me hablabas— no estaba preparado para eso."

Harry frunce el ceño. "Al despertar sin ti, pensé—"

"¿Que estaba corriendo de ti?" Louis concluye.

"Dije algunas cosas que podrían haberte asustado," Harry dice.

"No me asustaste, te lo dije. La manera en la que te sientes no me asusta," Louis dice. "Pero, tal vez sí las circunstancias. No te ocultaría nada, Harry. No tienes que ocultarme nada."

Harry abre su boca para hablar. Después de una larga pausa, finalmente lo hace. "Bueno, tal vez estoy un poco asustado también."

"Está bien si lo estás," Louis dice.

Harry presiona un beso en la esquina de la boca de Louis, seguir por un beso más profundo y ansioso. Se mueve más cerca y se sube al regazo de Louis.

"¿Está bien esto?" Harry pregunta esta vez.

Louis asiente, su mano deslizándose bajo la polera de Harry para tocar su cintura. "Más que bien," dice, sonando sin aliento.

Harry lo besa de nuevo. Sus cuerpos se vuelven dóciles cuando se tocan, se relajan y se inclinan entre sí. Louis descubre que su mente frenética se calma una vez que se tocan. La reacción natural de su cuerpo hacia Harry parece ser de paz.

"Sigo pensando sobre esto," Harry susurra. "Cuán grandioso fue contigo."

"¿Tan bueno?" Louis bromea.

Harry se sienta derecho, las manos en el pecho de Louis. "Cállate," dice. "Eso fue cruel de tu parte. Tocarme de la manera en la que lo hiciste, después dejarme al día siguiente sin una manera de tenerlo de nuevo."

"No pensé que lo extrañarías tanto," Louis murmura.

"Te extrañé a ti," Harry corrige, pasando sus manos bajo la polera de Louis. Las puntas de sus dedos son cálidas y ligeramente callosas. Louis le permite sacarle la polera por completo. Harry presiona su boca en su clavícula. "Eres como una droga, Louis. Me siento adicto a ti."

Se sienta derecho de nuevo, empujando una mano en los pantalones de Louis y sacándolo. Louis no puede hacer mucho más que mirarlo, bajando por su cuerpo con suaves besos en sus caderas y muslos. Chupa el piercing en el ombligo de Louis y muerde su estómago suavemente. Esto debe ser solo una muestra de lo que es estar bien y realmente trabajado por él. Louis espera que algún día tenga la oportunidad de extenderse debajo de Harry durante horas y dejar que se salga con la suya.

Pasa sus dedos por el cabello suave de Harry. "He sido adicto a ti." Susurra.

Harry lo mira con sus ojos iluminados por el tenue resplandor de la luna. Sus pestañas bajan, y luego, su boca se abre alrededor de la cabeza de Louis como un capullo abriéndose al sol.

Después de haber esperado sólo un simple toque de la piel de Harry, cada centímetro dentro de su cálida boca es significativo y completamente satisfactorio para Louis. Es como migajas de pan para los hambrientos y gotas de lluvia para los sedientos.

Comete el error de mover las caderas, un empuje medio ejecutado antes de recordarse a sí mismo no hacerlo. La respuesta de Harry es un gemido demasiado fuerte. Cada sonido que hacen parece diez veces más fuerte en la tranquilidad de la casa. Louis tira de sus rizos hasta que Harry libera su boca húmeda con un jadeo.

Louis se sienta hacia adelante y dice con voz áspera. "Tienes que quedarte callado," sus labios rozan el casco de la oreja de Harry y muerde su lóbulo suavemente. "¿Puedes quedarte en silencio por mí?"

Siente que Harry asiente con entusiasmo y desliza su mano, inclinándose nuevamente. Le da lo que quiere. Lo que ambos quieren. Folla la garganta de Harry de manera desesperada y abandona rastro de cordura. Tira de sus caderas hacia arriba, casi frenéticamente, tratando de desenredar el nudo en la boca de su estómago. Harry clava sus uñas en los muslos de Louis, con su cabello desparramado salvajemente sobre sus hombros, sus caderas cayendo hacia abajo mientras persigue su propia liberación.

"Voy a terminar," Louis ni siquiera tiene suficiente aire en sus pulmones para decir las palabras con claridad. Harry apenas lo escucha antes de que pase, pero se queda, su boca abierta y sus ojos cerrados. Tiembla y gime suavemente cuando termina, su cabeza cayendo en la cadera de Louis.

"Ven aquí," Louis dice. Harry vuelve a su lado y Louis lo besa profundamente, lleno de disculpas y promesas que no debería hacer. Pero tiene a Harry aquí ahora. Alguien que viajó miles de kilómetros para estar con él. Así que hará y dirá lo que quiera.

Gira su nariz hacia sus suaves rizos, inhalando la esencia del champú de flores y sudor. Quiere enredarse en Harry y todo lo que eso significa: su esencia, cada respiración que tome y la calidez de su cuerpo. Quiere estar cubierto en todo eso y nunca resurgir. 

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