Como dicen por allí, todo lo bueno llega a su final, y hasta aquí llego nuestra historia, puesto que actualmente ahora seguimos en nuestras vacaciones de fin de año con Lupe, hasta ahora no ha habido novedades, el descanso ha sido continuo y la felicidad de estar juntos también.

Harold en todo momento me ha colaborado con los niños, y hemos pasado tiempo solamente los dos de manera romántica; finalmente no puedo pedir nada más si no es a mi amado esposo Harold Contreras, quien deseo que este siempre a mi lado, es el mejor esposo del mundo y el mejor padre que mis hijos pueden tener.

No sabemos que vendrá cuando volvamos a nuestra vida en París, pero sí sé que vamos a ir con la mejor vibra, y lo más importante juntos.

Realmente no tengo mucho que decir más que agradecerle a cada uno de ustedes que me acompaño junto con mi esposo en esta maravillosa historia, que espero les inspire a creer en el amor, y que sepan elegir a quien les ame en verdad y...

—¡Corte! Se acabó la escena, señorita Jones, ahora su esposo, osea yo, la necesita.

—¿Es en serio Harold en plena inspiración? —rodeo levemente los ojos mientras reía.

—Lo siento amor, pero estabas tardando, ven aquí —extiende sus brazos a su contraria con una sonrisa.

—Está bien, nos vemos y gracias por habernos leído.

—No olvides dejar tu estrella, un comentario bonito o algo querido lector, también sigue a la hermosa escritora guiño, guiño de parte de Harold.

—¡Así es, adiós, lectores! Keyla fuera.

Se cierra el telón

—¿Eso es todo?

—Si cariño, ya eso es todo.

—Bien, ahora vamos a comer que tengo hambre.

—Yo también, andando —le abraza por la cintura con una gran sonrisa para ambos retirarse de la sala de estar en dirección a la cocina listos para seguir con su historia de amor.

FIN.