XXVIII
En la cafetería del hospital con los cinco auxiliares.
—el señor William había conducido, después de aquella confirmación, que si debía volver en la tarde, a los cinco jóvenes a la cafetería para que pudieran almorzar, con ellos había muchos más que de igual manera se debían quedar hasta que acabe el turno laborar de quien acompañaba.
—¿Creen que sea verdad lo que dijo la amiga de la doctora?
—Por Dios Jaco, deja de darle cabeza a eso, ella no te daría ni una pizca de atención, está felizmente casada y con dos hijos hermosos.
—Yo no lo decía por ello, solo que me pareció muy imprudente nada más —juega con la cuchara en el plato ligeramente.
—¿Piensas que no se notó que estabas botando la baba por ella? Disimula más a la próxima, por favor.
—¿Celosa Monse?
—Claro que no, Jaco es libre, solo que la cara de bobo que ponía al escucharla hablar o que se le acercaba era muy notoria, aunque claro, a ella no le importa porque como dices Grey está perfectamente feliz con su familia.
—Pero eso no significa que cautive Monse, no seas una loca exagerada, igual que se va a fijar ella en Jaco.
—¿No me creen capaz de conquistarla?
—No es por ofender porque no es que seas feo, pero —busca su celular y le enseña una foto de Harold— este hombre está superbueno, además de que como dije tiene una hermosa familia y no considero que dejaría eso por un niñato como tú; si no lo dejo por Jeison o George que eran personas con dinero, bueno tú no serás el afortunado de tener en tus brazos a la diosa de Keyla Jones.
—Tú también deja de alabarla tanto Grey, suenas como una misma lesbiana.
—Por ella, claro que me hago, ¿te duele?
—Ustedes son un fastidio —Monse se levantó molesta para irse en dirección al balcón donde podía ver todo, que al ver entrar a Keyla de vuelta a la media hora suspiro bufando mientras seguía solitaria en la terraza— lo que faltaba todos quieren con ella.
—No me digas que en verdad estás celosa de esa mujer —dice una voz a su espalda que le hizo dar un pequeño saltito al asustarla.
—Wou me asustaste, sí que cuando te apareces das miedo, ya que a veces ni tu presencia se siente Lizbeth.
—No soy muy sociable, lo siento, pero dime, ¿si estás celosa?
—Siéndote sincera... La verdad un poco Liz, porque yo aún amo a Jaco y ver que está botando la baba por esa tipa me da una molestia y enojo que no me controlo.
—Primero respira, segundo no deberías tratarla como una cualquiera que ella es una joven muy buena por lo que se ha visto y hablan de Keyla, y tercero Jaco mira a toda mujer embobado si tiene un buen cuerpo o carita linda, tú eres la que deberías valorarte y dejarlo atrás.
—¿Estás diciendo que no me valoro? ¿Es en serio, Liz?
—No lo estoy diciendo tan así, pero es la verdad, estás detrás de él y no le interesas, además que lo que digo por qué andas juzgando a una chica que nunca se fijaría en ese tonto.
—¿Cómo aseguras eso tú? —dice esta mientras rodeaba los ojos, pensaba lo peor de Keyla sin conocerla.
—Ven y te lo demuestro —la toma de la mano para llevarla dentro de la habitación donde se cambia el personal para esconderse detrás de un par de cajas y enviar un mensaje notando que a los minutos se adentra Keyla con Sora para cambiarse de nuevo a lo que Lizbeth le susurra a Monse— escucha atentamente.
Conversación entre Sora y Keyla, narra Sora
—Lizbeth era mi prima por parte de mi madre, muy pocas veces nos hablábamos, pero después de irme con Keyla a almorzar esta me escribió comentándome la situación entre sus compañeros; principalmente sobre que Monse no trataba de buena manera el nombre de Keyla por lo que le demostraríamos un par de cosas entre ellas que Jaco no era bueno para ella.
—Y vuelve la burra al trigo, por favor, te he dicho una y otra vez que no andaría con ninguno de ellos, a mí me gustan mayores —suelta una risita mientras negaba levemente la doctora.
—Pero hagamos un ejemplo Key, en caso de que sean mayores como sería la situación —le mira mientras comienza a desvestirse para cambiarse por el uniforme nuevamente.
—Que sean menor o mayor, no importa en verdad, no estaría con ningún otro hombre que no fuese mi esposo Sora, conozco a Harold desde los quince y tengo veintisiete, son doce años que siempre pesan y que he sido y soy feliz a su lado; con mi esposo lo tengo todo.
—Bueno, es que si te casaste con un chico muy guapo he, que envidia —reí terminando de colocar el uniforme azul de enfermera.
—Claro que muy guapo y buenísimo en la cama —le guiña el ojo a lo que ambas ríen— además de ser un padre encantador con nuestros pequeños y un esposo atento en general —sonríe para también ponerse el uniforme y encima la bata blanca.
—Ojalá a mí me llegara un hombre así, todos son unos tontos Key, dime, ¿cuál es el truco para durar tanto con una persona?
—De hecho, no es muy difícil, Harold comenzó siendo un chico caprichoso, por lo que se decía que a lo mejor no pasaríamos de un año de relación, pero realmente lo importante es tenerse confianza y amor, después de eso lo demás es añadidura; porque verás si tú estás enamorada, pero a tu contrario no le importan tus sentimientos, no servirá ningún truco que hagas, no te amara —le mire mientras tomaba asiento para ponerme las zapatillas junto a Sora y los protectores de esta.
—¿Te ha pasado Key? Que lo dices con una seguridad —le mire curiosa para ver de reojo y ver a Lizbeth moviéndole la cabeza a Monse en señal de decir "¿estás escuchando?", pero ellas no me vieron, así que regrese mi vista a Keyla quien buscaba su celular.
—Por poco con un tonto, pero gracias a Dios Jennie no me dejo caer —solté una pequeña risa mirándole— pero cuando empecé a salir con Harold, su ex por estar "enamorada" —hace comillas— hacía cosas desagradables hasta el punto de que se exhibió por un error públicamente y se humilló sola.
—Wou Key, Kev, si me contó más o menos de eso, fue que le envió fotos desnudes, ¿no? Pero a Harold se le perdió el celular y las fotos se filtraron, ¿verdad? —le miré algo dudosa, empezando a recordar.
—Eso mismo, al final nunca supimos quién subió esas fotos porque después se borraron, pero por eso ella se desapareció del mapa, esa humillación no la dejaba en paz y todo por Harold que no le dio atención en ningún momento —le miro— aunque esa mujer me caía mal sentí pena porque eso debe ser horrible Sora, pero si hay muchas chicas que llegan a ese punto de hacer cosas por un hombre que a final no las va a valorar.
—Te entiendo y tienes la razón, yo tengo una conocida que está viviendo algo así, ama a su ex, pero ese chico se enamora de cada chica que este buenona y no le vuelve a dar atención, pero ella trata de forma mala a cada mujer que se le acerca; yo pienso que no se valora, pero no me atrevo a decirle... ¿Qué piensas tú que debería hacer? —le mire de forma concentrada.
—Yo solo podría decir que se valore la verdad, hay chicos que son unos completos idiotas, es mejor dejar ir y ver otros horizontes cuando no se va a ningún lado con esa persona, además si tu amiga es una mujer bastante bella menos debe llorarle a un hombre o hacer alguna tontería; no he visto al primer corazón que se muera de amor y he visto varios —ríe para mirar la hora— se acabó el almuerzo hora de ir preparando todo en el quirófano.
—Claro que sí, Keyla, vamos —sonreí para levantarnos e irnos de la habitación, era momento de trabajar de nuevo.
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