Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

XX

En la habitación de Jeison, dos horas más tardes.

—una de las enfermeras se encontraba haciendo las revisiones específicas cuando es sujetada del brazo, a lo que suelta un chillido por el susto, ella pensaba que aun el interno estaba dormido.

—No grite señorita, más bien llame a la doctora que me realizo la operación, fue Keyla Jones, ¿no? Porque no creo que alguien más en este hospital tenga ese talento de cicatrizar sin tanto dolor después de salvar una vida.

—En este hospital hay muchas personas con talento, señor Andrade, así que no denigre al personal médico que le ha salvado la vida de estar a punto de morir —dije de la forma más seca mientras entraba en la habitación acomodando mi bata blanca dándole la orden a la enfermera de que saliera; nuevamente cara a cara con este loco.

—Veo que te quieres quedar a solas conmigo, yo sabía que no dejabas de pensarme.

—De hecho, eres un hombre suertudo, porque donde yo no llegue hoy de mi fantástica luna de miel, lo más seguro es que te hayas muerto —saque una jeringa para aplicar el contenido en el suero disfrutando como este hacía semblantes de dolor seguro por lo caliente de la medicina— esto te ayudara a descansar mejor, solo has despertado de la anestesia, pero debes descansar.

—el hombre solo la mira antes de tomarle por el brazo— Keyla, ¿por qué no te intereso? ¿Por qué no te gusto? Soy mejor que Harold.

—Jeison, por favor, tú estás obsesionado conmigo, primero cuando todo esto ocurrió ni te conocía, ¿entiendes a donde quiero llegar? Solo fuiste un bicho que apareció en nuestra vida, deberías cambiar tus ojos a otra mujer, no soy la única, porque yo nunca te voy a amar como lo hago con mi esposo, ¿así o más claro? —dije con algo de fastidio en mi tono para soltarme y empezar a caminar a la puerta dispuesta a salir de la habitación.

—Keyla es que yo no puedo vivir sin ti... Yo te amo y te necesito en ver...

—Nada de lo que digas algún día me hará cambiar de opinión, aunque llores o patalees nunca te daré mi atención Jeison, eres un maldito psicópata —fue lo último que dije para salir del consultorio e irme a reunir con los demás; logre salir con Harold, igual ese día lo tenía libre por lo que nos fuimos a casa y pude estar con mi pequeña llenándola de besos y abrazos; en verdad sí que la extrañaba.

—Keyla, una pregunta —Kevin le miraba mientras estaba todos reunidos en la sala de estar.

—Ya sé que me vas a preguntar, y sí, el que opere fue a Jeison —los mire sin darle importancia a la información "valiosa" que tenía— Michelsen está atrasado con la información.

—De hecho, el que no vio el mensaje fui yo —ríe— pero... ¿Tan grave estaba? O eran excusas, porque créeme, fue raro que del Alcatraz llegara hasta acá.

—De hecho, si estaba grave unos minutos más y para la tierra de una, pero realmente lo idiota no se le quita ni estando en vilo de muerte —suspire negando, bajando a mi pequeña al suelo para que jugase con los demás pequeños que estaban en la sala.

—¿Ahora que te hizo ese idiota amor?

—Solo lo mismo de siempre con el "yo te amo" —hice las comillas para ver como Jen nos traía unos postres de chocolate en compañía de mi madre.

—Ese tipo te dejará en paz es cuando se muera, Keyla —comenta Lupe mientras amamantaba a la pequeña que tenía en sus brazos, mientras se acomodaba bien en el sofá de la sala, subiendo sus piernas en el mismo.

—Igual está en custodia, ¿o creen que se puede escapar de nuevo? No es que los vigilantes que tenían se ven muy atentos, además apoyo la noción de que es muy extraño que no lo llevarán a un hospital cerca de la isla dónde estaba.

—No lo sé, pero es mejor no pensar en ese sujeto, no quiero que ninguno de nosotros se indisponga con ese idiota —negué para empezar a comer del postre con una sonrisa.

—Cierto, ya no hablen de él, más bien Harold, Key contarnos, ¿se pusieron modo fábrica de bebés en esa luna de miel? —sonríe con malicia la joven amiga de ambos para ver como Harold se atragantaba ligeramente con el postre recibiendo la burla de todos.

—Pero ¿qué son esas preguntas Jen? —le mira Harold levemente tosiendo mientras los demás solo ríen— y la cara que pusiste no colaboro, por poco me matas.

—Eres un exagerado Harold —ríe levemente con malicia antes de mirar a la pareja— pero esa quejadera no responde mi pregunta, es un sí o un no.

—Bueno Jen, si lo intentamos así que vamos a ver si es momento de hacerle un hermanito o hermanita a Cloe —reí levemente mientras recibía el agua que mi madre le trajo amablemente a Harold.

—Ya ves Harold, ¿cuál es el complique en la respuesta? No es que pidiéramos detalle —ríe Lupe levemente para seguir conversando hasta que cada familia decide irse a su casa, ya mañana era lunes y tocaba laborar.

En la habitación de la pareja.

—Amor... ¿Ahora te toca cuidar del idiota de Jeison? O se lo llevarán de vuelta a la prisión...

—Bueno amor, la semana que esté en revisión claramente lo llegaré a ver, pero no mucho la verdad porque tengo más trabajo, pero si tendría que hacerlo para el reporte de chequeo —lo mire y me recosté a su lado en la cama, ya nos habíamos duchado y puesto el pijama por lo que solo lo abrace.

—No quiero que ese loco esté cerca de ti... Ese idiota no se mide y no quiero que te haga daño —suspira un poco mientras corresponde a los cálidos brazos de su contraria.

—Tranquilo amor —sonrió para darle un corto beso en sus labios, sin dejar de brindarle caricias en su mano ligeramente— no dejaré que me haga daño y menos en el estado que esta no se puede ni mover bien, no te preocupes por ese idiota, igual cualquier cosa te diré referente a que diga o que haga.

—Está bien amor, es mejor que durmamos, ¿no crees? Ha sido un día un cansado.

—Tienes razón, mi amor —sonrió para darle un último beso en esos labios que tanto me gustaban para sonreír y acurrucarme en su pecho antes de caer en un profundo sueño.

—este acaricia el cabello de su esposa pensando un poco frente a Jeison, sabiendo que si vuelve a tocar de Keyla no sabría ni cómo reaccionar, nunca había pensado en matar a alguien, pero Jeison ha sido el primero que pasa por su mente con este tipo de pensamientos; ¿qué está ocurriendo contigo Harold Contreras? No hay que rebajarse tanto... Aunque por amor todo se vale, ¿no es así? 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro