Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

XVI /Despedidas de Solteros/

Narra Keyla

—desperté por el sonido de la alarma al marcar las 8:30 de la mañana, era un jueves bastante soleado y fresco, perfecto para aquel disfrute de piscina con buena compañía. Me senté en la cama estirándome ligeramente para ver al adormilado chico que se encontraba a mi lado; acercándome a sus labios con una pequeña sonrisa deposité un tierno beso el cual fue correspondido a mi sorpresa, pensé que Harold dormía.

—Buenos días, hermosa —sonríe acariciando la mejilla de la contraria ligeramente.

—Buenos días, mi hermoso amado —sonrió de vuelta dejándole otro pequeño beso como respuesta antes de levantarme.

—¿Ya te vas a ir tan temprano? —hace un ligero puchero sentándose en la cama mientras se estiraba tronando levemente su espalda; sonido que hacía reír levemente a su esposa, gracias a que cuando pasaba era porque él había dormido muy cómodo en sus brazos.

—Claro que sí, amor, la mañana está perfecta para darse un chapuzón —sonrió acariciando su mejilla ligeramente antes de caminar con mi toalla hasta el baño.

—¿Y qué se supone que haré yo todo el día? Sin ustedes, mis dos amores y sin trabajar, estaré aburrido.

—Mi amor duerme qué si te hace falta, tienes unas horribles ojeras —lo mire para hacer un puchero y me adentre al baño cerrando la puerta empezando a ducharme.

—¿En serio? —tocaba su rostro mientras se acomodaba de vuelta a la cama, puesto que era la mejor opción por ahora, a fin de cuentas, su desgaste sería al anochecer.

—después de minutos salí con mi traje de baño de dos piezas puesto para empezar a colocarme el minishort y una blusa ligera de tirantes, sintiendo una mirada en mi espalda que al girar y ver a Harold solo reí.

—¿No crees que ese vestido de baño es muy mostrador?

—Por Dios amor, claro que no, además estaremos en una piscina privada y solo seremos las chicas, los niños y yo —me acerque a este para dejarle un beso con una sonrisa.

—Lo sé, pero es qué...

—Es que nada tranquilo, más preocupada debiera estar yo porque tú te irás a tomar con Kevin y Rich a un bar donde hay muchas mujeres buscando hombres guapos —gruñí cruzándome de brazos evitando reír para seguir con mi drama.

—este la abraza para empezar a dar pequeños besos en la zona del cuello, mientras producía caricias en los brazos contrarios— no me importaría ninguna otra mujer que no fuera mi esposa, así que de eso no te debes preocupar; ni estando borracho porque siempre pediría a mi esposa.

—sonrió para pasar mis brazos por sus hombros y deposité un tierno beso como respuesta— como diga mi hombre, ahora iré a arreglar a nuestra princesa para irnos.

—le atrapa la cintura antes de que se levante— en verdad no puedes durar un ratito más, no quiero quedarme sólito.

—Pareces un bebé así —solté una risilla y di un pequeño beso— pero tengo que irme, mi amor, nos vemos en la noche, no te vayas sin que yo llegué para besarte esos labios y que nadie se te acerque.

—el joven evitaba no reír por su comentario, pero fue imposible a lo que asintió— como mande mi patrona.

—sonrió y le plasme un último beso para así levantarme e ir a la habitación de mi pequeña empezando a arreglarla hasta quedar listas; la puerta la habían tocado a lo que Harold fue a abrir viendo a Jennie en la puerta, que al escuchar su llamado baje con Cloe y el morral que llevaríamos para saludarlas.

—Rich y Kevin dijeron que vendrían a hacerte compañía en un rato Harold, cuidado hacen tonterías.

—Claro que no, y ustedes tengan cuidado, me traen a mi esposa antes de las ocho, por favor —hace un ligero puchero mirando a las señoritas que tenían al frente.

—Claro que sí, no te preocupes Harold —sonríe en respuesta Jennie para despedirse de este y empieza a caminar al auto donde estaba Lupe cuidando de los niños.

—Nos vemos en la noche amor —sonrió dándole un beso corto en sus labios, observando como mi niña también se despedía rápidamente de su padre.

—¡Chao, papá! —le da un beso en la mejilla para correr al auto y sentarse junto a Kris en el asiento del centro.

—Chao, tengan mucho cuidado, Keyla... Me estás avisando sobre cualquier cosa.

—Tranquilo estaremos bien —sonrió para subir al auto viendo que al momento que partimos Harold espero para después adentrarse mientras que de nuestro lado íbamos felices hacia nuestro destino.

—Hace rato que no teníamos un día de amigas, siempre estaban los chicos.

—En eso tienes razón, ya era hora de disfrutar un poco a solas —sonríe Jen mientras conducía a unas de las casas campestres que habían alquilado simplemente para la ocasión.

—Eso si es cierto, hora de loquear —reí un poco mientras cantábamos hasta llegar al lugar previamente rentado.

Por otro lado, con los chicos instantes más tarde.

—el moreno toca la puerta para ser recibido por Harold; marcaban las tres de la tarde, llegaba en compañía de Rich para pasar el rato los tres.

—Entonces, hermano, ¿qué has hecho todo el día con casa sola? —dice Rich tras tomar asiento en el sillón.

—La verdad nada, solo dormir, no tengo nada que hacer sin Key —responde de manera franca mientras los miraba.

—Y ellas que se lo andan pasando bastante bien, seguro ni se han de acordar de nosotros —suelta una pequeña risa antes de también sentarse.

—Es piscina, ¿quién no? Vamos Kevin, al menos están seguras y eso es lo importante.

—Nosotros también la pasaremos bien hoy, pero claro, con algo de control.

—Eso está más que obvio porque después nos matan —suelta una risita para mirar la consola— ¿jugamos mientras esperamos a que lleguen?

—Me parece una gran idea, hermano —sonríe el dueño de la casa para tomar los controles y acomodar lo que constaba del juego.

Las horas empezaron a pasar. Por nuestro lado fue un gran día de piscina de solo chicas; nuestros pequeños disfrutaban también de la piscina y la buena música, Zoé dormía cuando no era interrumpida, pero también se notaba que le encantaba estar en estos ambientes diferentes al habitual de su casa.

Por parte de los chicos pasaron el resto de la tarde jugando videojuegos, hasta que la noche se aproximó que fue donde se cambiaron, realmente por mi lado llegué muy cansada que al verlos prepararse simplemente sonreí, eran ya las 8:00 de la noche.

—Pero qué guapos se ven los tres —sonrió mirándolos para saludarlos, dejando de último a mi esposo quién se ganaba un beso.

—Estás hablando con nosotros Keyla que puedes esperar —ríe levemente Rich observándola— ¿las chicas vinieron contigo?

—asentí acomodando a una adormilada Cloe en mis brazos— están fueran, vayan a verlas, es que si nos terminamos cansando de más; Harold, llévate las llaves cariño, que creo que apenas toque cama es un sueño directo.

—Está bien amor y yo que quería que me esperaras para jugar —susurra lo último en su oreja con cierta picardía que sus amigos al captar la situación decidieron salir en busca de sus parejas.

—reí un poco negando para dejarle otro besó al notar que estábamos solos— disfruta, pero ya sabes que no te debes pasar.

—Tranquila, amor, todo estará bajo control —sonríe dándole otro beso a su esposa cuando escucha el gritó de Kevin que ya había llegado el taxi que los llevaría al antro; se despidieron para ahora ellos empezar su turno con aquel festejo nocturno.

—Diría que vamos a tomar hasta perder la conciencia, pero eso no suena muy recomendable —los mira Rich antes de dejar salir una pequeña risa desde su garganta tras haber subido al vehículo.

—Vamos a revivir momentos perdidos, hermanos debemos tomar como Dios manda —les sonríe el moreno a ambos esperando su aprobación.

—Te apoyo Kevin, pero no tan mal, no podemos llegar tarde a la boda, recuerden que es mañana en la mañana, no puedo llegar tarde a mi matrimonio —comenta Harold tras verlos desde el retrovisor del taxista.

—Eso es lo que digo yo, ¿por qué una boda en playa de mañana?

—Es el único momento donde el padrecito puede, ya fue algo que se nos sale de las manos o si no tendríamos que haber esperado un mes.

—Y Jennie con Lupe no aceptaron así, por eso es en la mañana Rich.

—Así es, vamos a divertirnos y disfrutar esta noche, igual tendremos muchas más pendientes —sonríe grandemente mirándolos desde el espejo.

—Eso sí, después a salir más seguido, ya sea solos o con las chicas —sonríe hasta ver que llegan al bar y saca su billetera para pagarle al taxista mientras bajaban.

—Aquí empieza todo, aquí vamos a disfrutar —sonríen con gran entusiasmo para ingresar empezando su propia fiesta entre los tres. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro