XV
Mientras tanto con los chicos. Narra Harold
—Se supone que la temática de la boda es playera, yo diría que podemos usar unas camisas de flores y un pantalón casual acompañado de unos mocasines —opina el moreno antes de ingresar a una de las tiendas.
—¿Eso lo pensaste tú o te lo dijo Jennie antes de que viniéramos aquí? —levanta una ceja de cuestionamiento mirándolo.
—Yo se lo dije a ella y lo aprobó, por eso se los digo a ustedes porque es eso o que no entremos a la boda, ni el novio.
—Lupe y Jen quedaron molesta con lo que le hicieron, desconfían de su gusto en ropa —reí levemente mirándolos para ir a la sección del tipo de ropa veraniega.
—Tú porque te acobardaste por Keyla, o si no estuvieras en la misma situación que nosotros.
—Era lo mejor que podía hacer, había discutido con mi esposa, no podía permitir que empeorara el asunto, pero les invite unos tragos después, eso recompenso no haber participado.
—Eso fue más un soborno que aceptamos —suelta una risita el moreno mirando las camisas.
—¿Y si le preguntan el color del vestido que utilizara Keyla? Para que Harold esté a la par con la camisa, se vean muy bien combinados los dos.
—Hey, estás usando la cabeza hermano —reí un poco de Rich antes de alejarme y poder llamar a Key quien no demoro mucho en contestar.
En la llamada
K: Hola amor, ¿ya compraron su ropa?
H: Hola amor, no apenas vinimos, ¿ustedes ya acabaron?
K: La primera parte, pero vinimos a comer... Jen manda a decir que tengan cuidado con lo que compraran —suelta una leve risa a través de la llamada.
H: Dile que no se preocupe amor, por eso te llamaba, era para preguntar de qué color es tu vestido, pensamos en comprar una camisa de flores con un pantalón de tela y mocasines, pero que la camisa en mi caso estuviese a juego con tu vestido, por eso, ¿de qué color es?
K: Qué inteligentes —ríe levemente— mi vestido es rojo floreado, con algunas flores amarillas tirando a dorado, al igual que otras como azulejos, ese es su estampado, y adivina es pegado al cuerpo.
H: —sonrió ladino relamiendo mi labio inferior para asentir, aunque esta no me podía ver seguro, ya se imaginaría mi expresión— y para la noche de bodas amor, ¿no me das un adelanto de lo que usaras?
K: No amor, ese si debes esperar —sonríe tirándole un besito a través del móvil— pero, sé que te gustara.
H: De eso sí que no tienes duda amor, todo lo tuyo me gusta.
K: Lo sé mi rey, me debo ir, nos vemos en casa, te amo y cuídense.
H: Yo te amo mucho más, y claro que sí, nos vemos después amor.
Fin de la llamada
—Por poco y no acaban, ¿he? —reprochan aquellos que esperaban antes de dejar escapar una pequeña risita al ver a su amigo.
—Cállense, supongo que ustedes ya escogieron su atuendo, ¿no?
—Sí, solo faltas tú para ir a pagar que hace hambre —ríe tocando su estómago.
—Bueno, Key me dijo que su vestido será rojo, así que yo diría que esta camisa está perfecta para ello —tome una camisa de color rojo con negro con algunas ramas con pequeñas flores doradas; para tomar después un pantalón negro e ir a pagar, que al salir fuimos a comer e irnos a casa, nuestras compras eran menos que las de las mujeres, podría llamarlo ¿privilegio de ser hombre?
Horas más tarde...
—Ya pasado mañana te casas de nuevo, mi querido hermano, por lo que desde ahora te digo que mañana en la noche vamos a rumbear.
—Eso, no sé cómo se ha de llamar, pero te vamos a hacer estilo la despedida.
—Acepto chicos, y yo creo que se llama despedida de casado —reí un poco para escuchar la puerta, abrirse viendo a las chicas quienes saludaron levemente para subir directamente a la habitación con las bolsas.
—Te invadieron el cuarto ya de cosas —le mira acomodándose en el sillón al ver como estas subían riendo.
—Eso ya es como normal en ellas, ahora que vayamos a nuestras casas ya me imaginó las bolsas que iremos a bajar.
—Allí si tienes razón, menos mal de que Kris no me fuera salido una niña porque conociendo ya como es Jen y posiblemente sea Zoé, otra niña más y me defalcan en la casa —ríe.
—Hablando de eso, yo empezare a sufrir cuando nazca mi pequeña con eso, pero no me importa, las amamos, ¿cierto? Ah, Harold, ¿cuándo van a tener el segundo ustedes?
—Yo en verdad aspiro que salga de la luna de miel, la verdad Key me ha pedido mucho un niño y no sé qué pasa, aún no ha querido pegar bien.
—Bueno, después de que nazca mi niña, le pediré a Lupe buscar al niño al año o dos, porque sería bueno tener los tres un niño para que sean mejores amigos.
—Eso sí, a mí me da algo de risa que Kris se pone celoso cuando Cloe le dice que su mejor amiga será Zoé cuando sea grande, que quiere tener una amistad como sus mamás —ríe levemente el moreno— así que no podemos dejar solo a mi campeón rodeado de mujeres.
—Bueno, el nene si va a llegar algo tarde, sabes bien como ha sido todo este proceso para nosotros, llegara como Lupe a la vida de sus amigas, algo tarde, pero seguro —deja escapar una pequeña carcajada al igual que sus amigos.
—Hum, ¿de qué hablan ustedes tres? Qué se rían así es señal de peligro —ríe Jennie al bajar con sus amigas, para tomar asiento cada una junto a sus respectivas parejas.
—No estamos diciendo nada malo, solo estamos hablando de hijos —sonrió para poder abrazar a mi esposa pasando mi brazo por sus hombros.
—Así es, hablamos de que a Harold y a mí nos falta un niño, por qué niña ya tendré, pero la idea es buscar un niño para que con Cloe, Zoé y Kris sean mejores amigos como nosotros seis —suelta una pequeña sonrisa abrazando a Lupe.
—Oh si es cierto, ya por lo menos Zoé es la mejor amiga de Cloe, mi niña dice que es su mejor amiga y Kris se pone celoso —deja escapar una pequeña risa Keyla antes de mirarlos a todos— juntarlos desde pequeños servirá si desean ser amigos, porque al final no podemos obligarlos si nos salen penosos como lo era alguien de pequeño o bueno eso me dijeron por allí.
—¿De quién hablará? —ríe el moreno al igual que todos abrazando a Jen— por cierto, ¿mañana ustedes van a salir señoritas?
—En el día, vamos a festejar en una piscina, yo no puedo tomar, pero igual le haremos una reunioncita a Key en compañía de las niñas y Kris, que es el único hombre invitado —sonríe Lupe.
—No hemos pedido invitación y ya nos rechazaron —comenta Rich antes de reír con los demás.
—Lo siento amorcito —ríe su pareja antes de darle un sonoro beso en la mejilla.
—¿Y ustedes que piensan hacer? —pregunta Keyla con tal curiosidad.
—A tomar en la noche para pasar un buen rato de amigos —sonríe— íbamos a invitar al suegro, pero Harold nos dijo que aún no volvía.
—Si así es, ellos llegan en la mañana del viernes para asistir a la boda, y eso porque mañana termina con sus exámenes o si no tampoco llegaran —sonrió acurrucándose en el pecho de su esposo mirándolos.
—Yo pensaba que tus padres no volverían a convivir como pareja.
—Todos pensábamos eso, pero el señor Gustavo tiene lo suyo que logro convencer a la señora Margaret.
—Ese si es mi padre, antes de que pasara todo entre ellos, cada que peleaban la terminaba convenciendo con un par de palabras, una salida y un regalo; es que él sí conoce muy bien a mi madre a pesar de todo.
—Saca el don coqueto como estos tres que tenemos a los lados —suelta una pequeña risita Jennie.
—Puedo decir que eso solo lo hace un hombre enamorado de su mujer —sonrió para dejarle un pequeño beso a mi esposa mientras seguía la amena conversación hasta que todos tomaron rumbo a sus respectivas casa, mañana sería un día bastante movido por parte de todos.
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