XIII
—a la mañana siguiente desperté por los primeros rayos de sol que empezaron a penetrar por la ventana de la habitación. Escuche la puerta con esa palmadita suave que se sentía todas las mañanas y la voz detrás de la niñera de Cloe diciéndole que estábamos dormidos; mi niña era una belleza.
—¡Mamá! —se escuchó como daba otro toquecito a la puerta, pero esta vez más fuerte.
—reí un poco para colocarme la bata y cubrir bien de Harold, el cual seguía aún dormido para abrir la puerta abrazando a la pequeña antes de llenarla a besos— buenos días, mi amor, ¿cómo amaneció la niña más linda de mamá?
—Bien mami —sonríe abrazando a su madre aferrada a esta, mientras que Keyla le dejaba pequeños besos en sus mejillas.
—Mi amor, te quedaras con nana y te portaras bien, ya ahorita papá y mamá se irán al trabajo mientras que nana te llevara a la escuela, serás buena niña, ¿ok? —sonreí de forma cálida.
—Ok, mamá, sabes que siempre me porto bien —sonreí tras separarse de los brazos de su contraria para acercarse a la nana tomándola de la mano, para así mirar a su madre y ahora recién levantado padre antes de salir al de la habitación despidiéndose— adiós, mamá y adiós, papá.
—Esa niña habla como toda una señorita ya —sonríe este desde atrás para ver cómo se iba por lo que se levanta sin cubrirse y abrazar por la espalda a su esposa acorralándola antes de darle un beso mientras la apoyaba en la puerta que estaba cerrada.
—sonreí al corresponder a aquel beso para separarme levemente mientras lo miraba y acariciaba una de sus mejillas— buenos días, mi rey hermoso.
—Buenos días, amor, ¿si dormiste bien?
—Contigo siempre —sonreí cuando en eso mi celular empezó a sonar a lo que me separe de mi esposo para tomarlo de la mesita de noche viendo que era Jennie para contestar.
En la llamada
K: Hola, buenos días, Jen.
J: K... Key ven... Ven rápido al hospital... Ah...
K: ¿¡Jen!? ¿¡Estás bien amiga!?
J: S... Si solo que ando con las contracciones ah... Mi bebe ya viene, ven rápido por favor...
K: Está bien, me termino de arreglar y voy para allá, Kevin, ¿dónde está?
J: Esta... Viniendo en camino, yo estaba haciendo las compras cuando empecé con las contracciones... Ven rápido...
K: Tranquila, ya iré con ustedes, solo respira Jen...
Fin de la llamada
—Amor, ¿qué pasa? —pregunta un aturdido Harold que solo observaba como su esposa empezaba a moverse rápido.
—Jennie va a dar a luz, ya tiene las contracciones de parto —me apuré a entrar al baño para tomar una ducha lo más rápida que podía, al salir me coloque un vestido que fuese fácil de cambiar, mientras me daba los últimos retoque no podía salir como una loca; para al terminar despedirme de Harold y Cloe e irme en el auto rumbo al hospital, puesto que mi marido tenía una reunión que asistir. Al cabo de minutos llegué notando que Kevin también lo hacía.
—Key, hola, ¿ya viste a Jen? ¿A mi bebe? —pregunta el moreno algo agitado, al parecer ambos habían corrido.
—Yo de igual forma vengo llegando, vamos juntos al pasillo, no creo que te dejen entrar si es por cesárea y lo sabes, veamos que dictan porque se ha adelantado un poco en los días o si hay complicaciones es lo más rápido —dije mientras me colocaba la bata y subíamos en el ascensor para ir al cuarto piso del hospital que era la zona de partos.
—Keyla no me digas eso que me asustas demasiado, por favor.
—Tranquilo, su niña nacerá bien, solo te bromeo —reí un poco para al momento que se abrieron las puertas, entramos en la habitación donde se encontraba Jennie siendo revisada— buen día, ¿la joven está lista para entrar en proceso de parto o se debe esperar aún?
—Estas contracciones me están matando, ayúdenme, por favor, sáquenme a esta niña de mi vientre —dice casi en lágrimas por sentir tal dolor.
—Doctora Jones, debemos hacerle por cesárea, no está produciendo la suficiente dilatación para que pueda salir la bebé por parto natural y eso es lo que le está produciendo el dolor.
—¿No se encuentra Kate o qué? No la ve que está sufriendo —arqueo una de mis cejas mientras acariciaba a Jen levemente.
—Vine en camino, ya le avisamos —responde sincera la enfermera mientras se posicionaba al otro costado de la paciente.
—Vayan sedando a la señorita, su esposo está aquí para firmar los papeles necesarios, para cuando Kate llegue sea solo el proceso de parto —dije de una manera compresiva, solo porque no sabía hacer este proceso o si no yo misma optaría por ayudar a Jen a que diera a luz.
—Si doctora, como usted ordene; muchachos ya escucharon, empiecen a preparar todo —dice la jefa de enfermería, empezando a preparar el quirófano y a la paciente.
—salí con Lupe que recién llegaba y Kevin, después de calmar un poco más a Jen; pasaron horas cuando vi salir del quirófano a Kate, me encontraba dándole un poco de agua al desesperado de mi amigo que al verle también salir se levantó para acercarse a la chica.
—¿Nació bien mi hija? ¿Mi esposa se encuentra bien?
—Sí, señor, no se preocupe, todo salió en perfecto estado, están terminando de limpiar tanto a la madre como a su hija para al momento de trasladarlas a la habitación puedan pasar.
—Oh, Dios mío, muchísimas gracias doctora, se lo agradezco mucho.
—No es nada, es mi trabajo, estará en la habitación 202 para que le puedan ver —sonríe grandemente mirando a sus contrarios.
—Gracias Kate —sonreí para darle la mano de forma de agradecimiento.
—No es nada Key, recuerda la reunión de hoy en la tarde, se ve que será demorada.
—Hasta más porque el que hablara es Tim —solté una risita al igual que a ella.
—Bueno, ni modo así es la vida en París, como dice Frey, nos vemos y felicidades por el nuevo bebé —sonríe grandemente la joven de cabellos rizos antes de retirarse a seguir con sus labores.
—Vamos Kev, es momento que conozcas a tu pequeña —sonrió para los tres caminar a la habitación donde estaría mi querida amiga, al entrar la estaban terminando de preparar que a los cinco minutos entro Jennie y su nueva hija en brazos, la cual tomaría el nombre de Zoé.
—Qué hermosa se ve mi pequeña —se acerca feliz con lágrimas en los ojos por la emoción que sentía el único hombre de la habitación al ver como la menor era entregada a brazos de su madre.
—Se parece mucho a ti mi amor... —sonríe para darle un tierno beso al joven, acurrucando a su pequeña en brazos, sintiendo los abrazos de emoción de parte de todos los que la rodeaban.
—Felicidades, Jen Jen estoy tan feliz, ya quiero que nazca mi hija, estoy tan emocionada —dice con lágrimas de felicidad Lupe, puesto que con su embarazo cualquier cosa la ponía muy sensible.
—Pronto también la tendrás, felicidades a ambas mis hermosas niñas —les di un abrazo feliz mientras acariciaba de sus cabellos.
—A mí me faltan tres meses aún, pero... ¿Saben que es lo bueno? Ya podemos planear la boda de Keyla, dinos que ahora si nos vas a dejar.
—solté una leve risa para asentir— está bien solo para que se les quite esa idea.
—Habrá fiesta, señores —ríe Jennie a la par de sus amigas para darse un abrazo grupal; al poco rato Keyla se fue porque debía empezar a laborar y solo quedaron ellos cuatro en la habitación en espera de la salida de Jen y su nuevo bebé.
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