Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

XII /Contenido +18/

—Keyla, amor... Por favor, déjame explicarte lo que paso en el hotel...

—Creo que ambos estamos ya muy grandecitos para esto Harold, y estoy muy cansada, yo te lo he dicho varías veces, cuándo no quieras estar conmigo solo dime y se acaba esto —tome una toallita húmeda para sentarme en mi tocador empezando a desmaquillarme, necesitaba era una ducha y dormir, no me apetecía hablar.

—Amor, es que no es lo que tú estás pensando —se acerca a la contraria para girar su silla y que quedara frente a frente inclinándose a su altura— Keyla, yo no necesito a otra mujer que no seas tú, te amo y siempre te amaré, yo te deseo como no tienes idea.

—¿Algo más? La función ya acabó Harold Contreras y me dolió lo que vi, si te veías tan feliz con esa, pues vete con ella —me intente levantar cuándo fui aventada de vuelta a la silla, por lo que lo mire mal.

—¡Ella no es ninguna amante por Dios Santo! Ella es solo mi amiga y para remate no le gustan los hombres —le mira tomando el rostro de la contraria entre sus manos— lo juro Keyla, además... Si yo tuviera una amante no la viera en un evento donde estuvieras tú, no soy esa clase de hombre, yo te amo como no tienes idea y no sería capaz de hacerte daño...

—baje mi mirada intentando comprender, realmente no me gustaba desconfiar de mi esposo, pero mi jodido orgullo a veces traicionaba.

—Keyla, te lo juro por lo más sagrado que tengo que es Cloe, que yo no te he sido ni soy infiel amor, te lo juro...

—suspiré resignada para tomar su rostro entre mis manos y acariciar de este antes de darle una bofetada— te perdonó porque confío en ti, pero esta bofetada es porque no debes estar saliendo con mujeres sonrientes de un baño, yo te puedo creer ahora porque lo juraste por nuestra hija, pero no sabemos sí algún chismoso diga lo contrario.

—Lo siento, en verdad no pensé, me había emocionado de verla porque hace años no lo hacía, estoy muy arrepentido... —responde este con un pequeño puchero mientras tomaba su mejilla.

—Está bien, es mejor dormir, estoy totalmente estresada y cansada — suspiré levemente para quitar mi vestido quedando simplemente en bragas, puesto que no llevaba sostén bajo este porque no era necesario; me iba a colocar la pijama cuándo sentí aquellas manos frías de mi esposo en mis pechos.

—Yo no quiero dormir amor y menos estando tu enojada conmigo —susurra de manera ronca cerca de la oreja de su chica.

—No estoy enojada Harold Contreras —le miré intentando quitar sus manos, cuándo un ligero chillido salió de mis labios al sentir un apretón.

—Shh... Solo déjate llevar mi amor... Me estás llamando por mi nombre, así que si estás enojada —empieza a dar pequeñas caricias, las cuales eran acompañadas por besos en la altura del cuello, por lo que la joven se llegaba a erizar al sentir el tacto contrario.

—Mh... no, Harold, estoy cansada... —mordía mi labio inferior inclinándome levemente en la mesita del espejo, dejando mi trasero recostado en el regazo de mi esposo, empezando a mover de arriba abajo de manera inconsciente, su toque era irresistible a mi cuerpo, este cedía por sí solo ante el imponente Harold Contreras.

—¿No que muy cansada, señorita Keyla? —sonríe para dejar pequeños besos en su espalda desnuda, moviéndose levemente a la par de esta sin dejar de apretar su trasero. Le encantaba poner en esa situación a su mujer.

—caí ante sus provocaciones, cegada de un gustoso placer ante este; sus manos acariciaban cada parte de mi cuerpo, al igual que lo acompañaba con besos, eso me hacía sentir tan bien.

Sus manos me aventaron de espalda a la cama, a lo que me acomode apoyando mis codos sobre el colchón, moviendo mi trasero de un lado al otro y en manera de un cuadrado ante la vista de Harold, el cual solo en ocasiones daba pequeñas nalgadas que me hacían rechinar. Era un inmenso intercambio de provocaciones de ambos, que note como mi marido se quitó el cinto abriendo sus pantalones mientras retiraba mis bragas dejándome al desnudo. El sentir su lengua caliente por mi entrada me hizo removerme sujetando las cobijas con fuerza.

El calor empezó a apoderarse de mi cuerpo, y verlo, con su camisa abierta lamiendo como un niño a su dulce favorito, hacía que me retorciera relamiendo mis labios. La humedad se apoderó de mí que no sentí en qué momento había alineado su miembro masculino e ingreso, solté un gemido fuerte que se ahogó en la habitación mientras era sujetada por este.

Me sentía en las mismísimas nubes en ese entonces, Harold estaba haciéndolo de una forma nueva, claramente hemos tenido intimidad, pero siempre era algo más amoroso y estando de buenas... Pero este arregló no puedo ni especificar lo salvaje que fue este hombre en esa cama. Cambiamos mucho de posiciones como lo fue la 69, le cabalgue y este uso mi cuerpo cómo más lo deseó, aunque claro disfrute cómo nunca, llevábamos tiempo largo sin discutir por bobadas como esta, pero logro hacerme recordar el lado salvaje de mi esposo por qué últimamente también queríamos hacerlo con cuidado para ver si salía embarazada.

Después de aquellas embestidas quede totalmente llena de su semen corriéndome también al tiempo, ambos habíamos llegado al fascinante clímax, por lo que nos acomodamos en la cama y este posiciona su cabeza en mi pecho tratando de controlar su respiración agitada antes de mencionar dos sencillas, pero vibrantes palabras.

—Te amo Key...~ —sonríe acariciando su cabeza para dar pequeños besos agitados en la zona del cuello y algunos en su mejilla— te amo y eres la única...

—sonreí grandemente devolviéndole aquellos besos en sus labios con una sonrisa— yo también te amo... Aunque me hagas enojar —reí tiernamente.

—No quiero perderte nunca, te amo demasiado Key, en serio discúlpame, te prometo que eso no volverá a ocurrir —deja pequeños besos en el cuello de la contraria volviendo con sus manos a acariciar su cuerpo desnudo.

—Te creo mi amor... Aunque sabes... Se me antojó un poco de leche... Daddy no me dio leche en la boquita...~ —reí maliciosa al ver aquel sonrojó que se formaba poco a poco en las mejillas de Harold a lo que lo tome de su rostro empezando a besar de sus labios en un beso bastante tierno, hasta que después de besos y caricias simplemente quedamos profundamente dormidos del cansancio.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro