—¿Señor Gustavo? ¿Qué hace usted aquí? —pregunta Harold tras acercarse a su esposa, conociéndola, es capaz de decirle algo de lo que se arrepienta.

—Vine a avisarles de una situación seria, a lo mejor no me quieran creer y piensen que solo es porque quiero estar con ustedes, pero lo que les voy a decir es grave.

—¿Qué es lo que usted viene a decirnos a nosotros y es muy "grave"? —remedie su voz al final haciendo un par de comillas con mis dedos para que se notara el sarcasmo y que era un estorbo su presencia en estos momentos de presión.

—Keyla, por favor escúchame, lo qué pasó es que un hombre me contactó diciendo que le dijera dónde estabas y todo eso, quiere hacerte daño a ti, a Harold y a tu madre.

—¿Y cómo nosotros sabemos que usted no está del lado de Jeison? Si bien, usted nos mintió frente al porqué desapareció, ¿por qué tendríamos que creerle?

—saca su celular del bolsillo extendiéndoselo a Keyla— yo no sé manejar estos aparatos, si quieres revisar todos los mensajes y las llamadas para que veas que no te estoy mintiendo, ni estoy del lado de ese. Yo sé que te falle como padre, pero para ser sincero me desaparecí cuándo eras más pequeña porque una mujer me había enamorado y la situación con tu madre se complicó; después me mude del país y perdí comunicación con ustedes por dejarme dominar de esa mujer con la que nada más fui feliz los primeros años... Keyla, esta vez te juro que estoy diciendo la verdad, créeme, yo no sé ni quién es ese Jeison ni nada por el estilo...

—suspiré pesado extendiéndole el celular a los chicos mientras hacía mi cabello atrás mirándole— debe entenderme que no le puedo creer así de fácil, usted nos mintió en nuestra propia cara para envolvernos a su gusto, quien nos asegura que en verdad no lo hará de nuevo. Nuestras vidas están en riesgo, ese loco intento matar a mi amiga al confundirla conmigo.

—Keyla, te lo juro hija, esta vez no te miento... Lo hice porque quiero recuperar lo que perdí y el decirle a tu madre que la cambie, eso me daría menos chance, no pensé bien, pero juro que estoy diciendo la verdad...

—mire a los demás con la intención que me dijeran algo, a lo que al ver a mi esposo asentir mire a aquel hombre— tiene una sola oportunidad, cómo lo arruiné es mejor que se pierda de estos lados, que por nuestra parte no hay más perdón.

—Gracias... Prometo no hacerlo...

—Bueno, ahora que están reconciliados lo mejor será irnos a empacar para poder viajar mañana temprano, yo diría que trajeran todo aquí y pasáramos la noche juntos, para cuidarnos la espalda unos a otros.

—Yo apoyo esa idea, si no es molestia para Key...

—Claro que no es molestia para mí, chicos, ustedes vayan empacando sus maletas, yo mientras le avisaré a mi madre, solo vengan antes del anochecer... Tenemos que ser precavidos.

—Está bien, vamos y volvemos al instante...

—asentí notando que todos se marcharon, me acerqué a mi esposo para tratar de seguir con la mañana, tomamos nuestro desayuno y nos terminamos por arreglar, asimismo como a la casa. Mientras Harold me ayudaba empacando, llame a mi madre para contarle ambas novedades diciéndole al final que la esperaba en casa, cuándo esos brazos reconfortantes se acercaron a mí por la espalda abrazándome.

—Todo estará bien, siempre salimos de los problemas amor.

—Eso espero cariño, no puedo creer que después de haber pasado varios días felices nos pasen estas desgracias...

—Yo estaba pensando, no sé si tú desees... Es no dejarnos arruinar nuestros planes, es decir, casarnos en París y vivir juntos lejos de este país...

—asentí mientras acariciaba sus manos; recuerdo que Jennie y Kevin habían llegado una semana antes de la pedida de matrimonio y luego se fueron al día siguiente, Jen si me dijo que sentía que algo pasaba porque un amigo que tenía trabajando en la prisión donde estaba Jeison había llamado nervioso, pero sin informar nada... Ya sabían lo que pasaba y ahora nos tocaba huir. La prisión lo volvió más lunático de lo que ya era.

—Cariño, ¿en qué piensas?

—lo miré para sonreír levemente— bueno mi amor, solo que estuve pensando cómo se les escapa un preso de una fortificación tan asegurada cómo era esa cárcel.

—Ambos sabemos que este tipo estaba loco, no me sorprende mucho que digamos lo que hizo —hace una mueca al ver a su esposa.

—Bueno, en eso si tienes razón, iré a preparar las habitaciones de invitados, creo que deberíamos darle nuestra habitación a Lupe, por lo que la cama es más amplia y será más cómoda para su vientre.

—Está bien amor, yo diría que nos quedáramos cerca de Cloe, ese loco es un peligro latente estando en las calles.

—Sí, amor, la tendremos cerca, darle un ojito a Cloe, yo subiré a acomodar todo, nos vemos —sonreí para darle un pequeño beso en sus labios antes de subir a las habitaciones, empezando a acomodar todo. Fue allí cuando escuche ruidos provenientes del patio trasero, me asome inmediatamente por la ventana visualizando una figura masculina encapuchada cruzarse por la cerca. Escuche risas y vi salir a Cloe, por lo que baje inmediatamente al asustarme notando como esta jugaba con su padre.

—Mamá, ¿ya puedes jugar con nosotros? —se acerca rápidamente a la mujer con una sonrisa.

—Creo que asustamos a mamá con nuestros gritos —responde este al ver a su esposa algo intranquila, por lo que se decide acercar abrazándola— ¿te asustamos?

—Un poco, ando con los nervios de punta por toda la situación, pero no pasa nada, más bien sigan jugando mientras vienen todos —sonreí antes de dejarle un beso en la frente a Cloe, mirando en dirección a las plantas levemente.

—¿Estás segura de que estarás bien? —le mira elevando una ceja.

—Sí, si lo estaré, cariño, yo estoy perfecta, solo que los nervios a veces traicionan, mejor vamos a jugar dentro, hace como calor —sonreí para entrar con mi familia de vuelta a la casa antes de cerrar con seguro la puerta corrediza, realmente hoy será un largo día. ¿Ese encapuchado será Jeison? Siento que después de esto quedaré loca.