Pongan a reproducir No Te Digo Adiós de Teen Angels (en multimedia).

Cuando el bus se detuvo y llegó personal del aeropuerto a ayudarlas con sus maletas, las cinco chicas bajaron tomadas de la mano. En otras ocasiones habrían insistido en llevar ellas mismas su equipaje, pero esta vez no querían separarse por nada del mundo.

Caminaron lentamente, ignorando los susurros de los demás al reconocerlas. Ellas solo querían un último momento a solas.

—Chicas —murmuró Ally, con lágrimas en los ojos.

Todas se fundieron en un abrazo grupal, como solían hacer antes cada concierto. Los fans solían emocionarse cada vez que veían uno porque según ellos eran escasos, pero la verdad es que era parte de la rutina diaria de las chicas, era lo que les daba fuerzas para seguir adelante.

—Las amo —Ally continuó a pesar del llanto—. Gracias por tanto. No sé qué sería de mí si no fuera por ustedes. Gracias por cada momento juntas, ustedes han sido lo mejor que me ha pasado en la vida. Oraré por ustedes todos los días, nunca voy a dejar atrás nuestra historia.

Todas lloraban en silencio. Nadie se atrevía a decir nada más, hasta que Lauren habló.

—Yo sé que a veces puedo ser fría o distante, pero quiero que sepan que tienen mi corazón por completo. Hubo algo que me dañó por mucho tiempo, y sé que a una de ustedes también —levantó la mirada hacia Camila, quien le apretó la cintura con más fuerza—. Pero quiero ser capaz de solucionar todo, y espero que aún no sea tarde.

Se quedaron en silencio una vez más. Todas sabían a qué se refería Lauren, aunque nunca lo hubiesen discutido abiertamente.

—No lo es —susurró Camila, y Lauren le dejó un rápido beso en la mejilla, ocasionando que la más chica se sonroje—. Yo también he cometido muchos errores, y quiero pedirles perdón por todo. Quiero agradecerles también, por haber sido mi único soporte cuando no tenía a nadie más, por haberme aceptado en sus vidas, por haber confiado en mí. Si tuviera que volver atrás y volver a vivir todo lo que pasamos, lo haría con tal de conocerlas. Tienen mi corazón para siempre.

La miraron con ternura, sabiendo lo que pasaba por su cabeza en ese momento. Las chicas podían fingir que no entendían, pero no eran ciegas. Camila y Lauren nunca habían sido simples amigas, y ellas lo sabían muy bien.

—Mis amores —Normani tomó la palabra—. Ustedes me han ayudado a ser quien soy, y les estoy eternamente agradecida. Son ángeles que Dios mandó a mi vida, no tengo duda de eso. Las amo y las amaré por siempre, porque son mi familia. Gracias por este largo viaje.

Dinah rompió en llanto, desahogándose frente a las demás.

—Perdónenme, pero no puedo evitar sentir este vacío. Fifth Harmony lo es todo para mí, cada una de ustedes tiene ganada una parte de mi corazón y siempre les va a pertenecer. Gracias por haber estado a mi lado todo este tiempo. Son todo lo que tengo, las amo demasiado. Gracias por estos cuatro años, mis lylas.

Todas se abrazaron con fuerza, incapaces de dejarse ir. Se mantuvieron así por minutos que parecieron horas, hasta que un representante se les acercó.

—Señoritas, es hora.

Por última vez, pusieron las manos al centro, y las levantaron con orgullo.

—¡Somos Fifth Harmony!

Y aplaudieron por los cuatro años vividos.

Con promesas de continuar en contacto, planes para el verano y muchos miedos de por medio, tomaron direcciones diferentes, rumbo al avión que las llevaría a casa.

Todo había terminado.