“Intentas salvarme, deja de contener la respiración”

Aquellas palabras habían impactado a Jimin de tal manera que por unos largos minutos solo se quedó ahí, parado ante la única persona que amaba en el mundo, la única persona que iba a amar. Mordió su labio y las lágrimas se acumularon en sus ojos mas no salieron en ningún momento.

— ¿Has dicho algo, querida?

Rió intentando contener todo lo que estaba sintiendo dentro, por mucho tiempo lo había logrado. Todo lo había hecho para que ella se quedara a su lado, pero ahora lo veía todo desmoronarse tan fácilmente como antes y eso hizo crecer una gran ira nuevamente. No lo permitiría, nadie nunca había logrado quitarle lo que tenia y ahora no iba a ser la excepción. SunJi no se iría de su lado, nunca lo haría.

— Sí, Jimin, y lo has escuchado muy bien. — a SunJi le dolía todo eso, tan solo pronunciar y saber que lastimaba a Jimin con sus palabras su corazón se rompía en mil pedazos, decir cosas que en realidad no sentía le hacían mucho daño, pero si no lo hacia el pelirubio seguiría aferrado a ella, y ella era su máscara ahora. Por ella era capaz de todo, adornar y pintar de otros colores todo lo que hacia y por eso debía alejarlo antes de que llegara al fondo. — Así que por favor déjame en paz, si de vedad alguna vez me quisiste no me busques más...

— No.

— Jimin...

— ¡No! — gritó furioso. No podía pensar siquiera en lo que quería o debía hacer. Él tan solo quería encontrar una manera de mantener a SunJi a su lado. — Vamos.

Tomó su mano y comenzó a caminar hacia su casa, estaba bastante lejos. Pero Jimin sencillamente no se daba cuenta de nada ahora, sus pensamientos, todo de él estaba solo concentrado en SunJi, el miedo a perderla para siempre era demasiado grande.

— Jimin, para por favor — se soltó de su agarre y lo miró, ¿qué iba a hacer? Eso era lo que de preguntaba, se había dado cuenta de que solo estaba empeorando las cosas. — Solo detente, ¿sí?

— Yo no fui, yo no hice nada — dijo él con las manos temblorosas. — Me he mantenido tranquilo, ¡eso es todo lo que he intentado hacer desde que estoy contigo! ¡Y ya estoy harto de fingir! Porque no finjo estar mal, yo finjo estar bien. — sonrió, como si eso fuera lo único que pudiera mantenerlo calmado — Tú solo eres un filtro en mi vida el filtro que elegí usar.

La chica frunció el ceño, no entendía de lo que hablaba Jimin. Ni siquiera sabía el significado de su sonrisa en medio de una situación como aquella.

— ¿Sabes? El dejarte volver, el no matar a SeokJin o a NamJoon antes de irnos aquella vez... — la miró — Todo eso lo dejé así por ti, olvidar la muerte de TaeHyung. Todo eso lo guardé para poder quedarme contigo, ¿y ahora me dices que te vas a ir?

Negó descontrolado.

— No puedes.

— Te lo dije una vez, pero supongo que no lo entendiste. O tal vez creíste que no hablaba en serio.

Jimin miró a SunJi, había logrado llevarla hasta la mansión y allí estaban los dos, sentados uno al lado del otro. Ella no fue porque quiso, él la había amenazado con hacer todo lo que no había hecho tiempo atrás.

— Si no estás conmigo, no puedes estar con nadie. Ni siquiera te dejaré vivir, prefiero verte morir que dejarte ir lejos.

— Jimin — las lágrimas de SunJi no dejaban de brotar de sus ojos. Quería poder tener algo que decirle, pero nada funcionaría. No había nada que no le hubiera dicho ya. — Sabes que esta no es la manera de resolver las cosas, esta es la manera en la que tu padre lo haría, pero tú no.

— Exacto, y por no ser como él perdí todo. — hablaba mientras miraba la pequeña bombilla de la pared. — Perdí a mi mamá, a mi abuela, y al final perdí a Tae... — cerró los ojos y sintió el sonido de las llamas destrozando toda su casa — Incluso yo mismo destrocé mi hogar, porque era débil.

— Estás volviendo a lo que eras antes.

— Yo nunca he sido el mismo por mucho tiempo, ¿no lo crees así? Tal vez es hora de volver a ponerme la máscara que sonríe aún cuando mi corazón sangra. — tomó la mano de la chica. — ¿Quieres volver a empezar?