"Libérenme de este infierno. Salven a mi yo que está siendo castigado"

Jimin no supo quién había sido quien lo había sacado de allí hasta que vio a SunJi sentada en una de las sillas frente a un oficial firmando algunos papeles. Mordió su labio y se paró a su lado mirándola, ella se dio cuenta de su presencia mas solo se levantó tras firmar todo y se dirigió a la puerta saliendo del lugar. Jimin la siguió en silencio y cuando estuvieron lo suficientemente lejos de allí se apresuró y tomó su brazo girándola hasta hacerla quedar frente a él.

- ¿Por qué lo hiciste? - preguntó observándola de frente.

- Vete.

Fue lo único que pudo decir, ni siquiera podía mirarlo. No había sacado a Jimin por creer que era inocente, lo había sacado porque se sentía culpable de todo lo que estaba ocurriendo.

- ¿Qué? - el pelirubio frunció el ceño y la soltó - ¿Por qué coño me sacaste? No necesito tu ayuda SunJi, y no me voy a ir. Entiéndelo de una vez.

- Si no te vas le entregaré a YoonGi las pruebas que necesita para encarcelarte el resto de tu vida - al fin lo miró y sus ojos se llenaron de lágrimas - ¿Recuerdas las pruebas que tenía Tae? Pues me dijo donde estaban y si no te vas y nos dejas en paz a todos se las daré a la policía.

Estaba mintiendo, ella había quemado todas aquellas pruebas contra Jimin, pero eso era algo que él no sabía y esperaba poder asustarlo y hacer que se fuera. Sabía que dejarlo ir no estaba bien, pero simplemente no podía verlo pasar por una guerra otra vez, Jimin nunca había podido ser feliz. Su vida había sido un caos desde pequeño, haciendo que se perdiera dentro de su mente y corazón sin poder encontrarse así mismo.

- No lo vas a hacer. - dijo seguro mientras la miraba - No lo has hecho en todo este tiempo, ¿por qué lo harías ahora? Tú me amas, SunJi, y nunca permitirás que me pase algo.

- Estás equivocado, Jimin, estoy harta de todo esto. Estoy harta de ti - tomó aire intentando no derrumbarse frente a él - Desde que llegaste a mi vida solo has sabido hacerme daño a mi y a mis amigos, dime, ¿por qué le hiciste eso a Jin? ¡Podías haberlo matado!

- No fui yo.

- ¡Ya no mientas! - gritó desesperada, ¿por qué le mentía a ella? No había necesidad de esconderse frente a ella.

- Créeme, no fui yo. Si hubiera atacado a SeokJin él estaría muerto, no me ensucio las manos por gusto y lo sabes, piensa. - se acercó más a ella hasta quedar muy pegado a su cuerpo - Sabes muy bien que no fui yo, lo que pasa es que no te has detenido a pensar que es lo que sucede. Y te voy a decir algo, si SeokJin se hizo eso a sí mismo para intentar atraparme. Está más demente que yo.

- No... - negó repetidas veces - Jin no haría algo así, ¿por qué lo haría? Estás loco.

Jimin suspiró, ¿por qué todo había llegado a ese punto? La verdad le importaba una mierda SeokJin u otra persona que no fuera SunJi, volvió allí por ella y si se iba, iba a ser con ella a su lado. No se había rendido, y estaba seguro de que lo lograría. Solo debía seguir ahí un poco más y se daría cuenta de que él en verdad la amaba.

- Ven conmigo... - tomó su mano y la entrelazó con la de él - Podemos irnos y olvidarnos de todo esto. SunJi yo solo te quiero a ti y quiero estar contigo, seré como quieras que sea. Ya te lo dije, por ti puedo hacer lo que sea.

SunJi lo observó con dolor. Jimin nunca iba a poder recuperar quién era antes, quién fue o quién quiere ser. El solo era llevado por sus emociones y sentimientos.

- Lo siento Jimin, yo ya no te amo.