“Mírame a los ojos. Dime qué ves, desearía poder escapar. No quiero fingir. Desearía poder borrarlo”

Jimin cerró la puerta tras ver a SunJi alejarse de él. No sabía qué hacer para que ella entendiera que estando a su lado no había manera de que fuera una mentira. Porque la única verdad que ha tenido en su vida era ella, y jamás tendría que fingir si se trataba de amarla. Porque él lo hacía con todo su corazón.

Se sentó en el sofá de la espaciosa sala y observó el lugar con una sonrisa. Nadie entendía el por qué había decidido reconstruir aquella mansión. Pero él pelirubio sí lo sabía y tenía la esperanza de poder cumplir su deseo.

Creía que podía comenzar desde cero, que aquel lugar en donde se perdió a sí mismo y encontró sus diferentes “yo” podía florecer de nuevo. Pensaba que allí mismo donde todo se había vuelto un caos, podría brillar una pequeña luz y hacer todo diferente. Y lo quería con ella, con el amor de su vida. Esa chica que lo amó tanto y lo aceptó tal y como era. Pero que ahora había olvidado todo aquello y le estaba dando la espalda.

Sintió toques en la puerta nuevamente y se levantó para abrir. Dos personas estaban frente a él, frunció el ceño cuando no los reconoció. El castaño le parecía conocido, pero no sabía de donde.

— ¿Park Jimin?

El chico asintió y alzó una ceja esperando a que sus visitantes dijeran el motivo de estar allí.

— Soy Jeon JungKook — el menor estiró la mano para que el otro la estrechara — Creo haberte visto el año pasado en la Universidad. Pero no recordaba mucho tu rostro, ella es Ah Reum, mi compañera de aula.

Señaló a la chica y Jimin la observó, era una muchacha bastante bonita. Suspiró y se decidió a preguntar.

— ¿Puedo ayudarles en algo?

— Sí — habló y su vista fue a parar en ella — Tenemos un  informe que realizar y hemos escogido investigar acerca de los antiguos propietarios de las mansiones en los años mil novecientos noventa y nueve y dos mil uno. Tu familia poseía esta en esos momentos así que nos preguntábamos si serías tan amable de responder algunas preguntas.

Terminó de hablar y el mayor chasqueó la lengua. Le recordaba a cuando SunJi se acercó a él para lo mismo.

— No tengo tiempo para eso — respondió y cerró la puerta antes de que los otros dos pudieran decir algo.

— Vaya... — JungKook parpadeó varias veces — Sabía que era algo serio pero no pensé que fuera grosero — suspiró y miró a su amiga — ¿Qué hacemos? Las demás mansiones están demasiado lejos de aquí, además esta es perfecta. Tiene una historia tenebrosa.

— ¿Sí? — preguntó y comenzaron a caminar alejándose de allí.

— Sí — asintió el castaño — Revisé algunos documentos de NamJoon y entre ellos estaba la investigación del año pasado. La mansión se incendió en dos mil nueve y la familia de Jimin murió una tras otra. Primero su tío, después su madre y su padre y por último su abuela el día del incendio. Y bueno el año pasado su primo desapareció, pobre chico.

— Vaya... — Ah Reum también sintió lástima — Debe sentirse muy solo... — mordió su labio — Por cierto, ¿cómo lograste revisar las cosas de NamJoon?

— Fácil — soltó una risita — Lo deja todo regado y desordenado — negó varias veces — Ahora comparto cuarto con él así que me fue fácil.

Se alzó de hombros y siguieron caminado hacia sus casas mientras pensaban en como lograrían que Jimin los ayudara. No muy lejos de allí también se encontraban dos personas más pensando en Park Jimin, Jin le había contado todo lo que sabía y había pasado a YoonGi. El mayor frunció el ceño y aceptó ayudarlo.

Jimin no sabía cuantas personas habían detrás de él, y no se imaginaba cuanto iba a pasar de ahora en adelante. De lo único que estaba seguro era de que debía recuperar a SunJi e irse lejos de allí.