08
“Tus palabras en mi cabeza, cuchillos en mi corazón. Me levantas y luego me vengo abajo”
— Te amo — susurró el pelirubio entre lágrimas — Eres lo único que tengo. Y daré todo por recuperarte y sino lo logro...
Jimin detuvo sus palabras y apretó sus puños. No se imaginaba una vida sin SunJi, ella era su mundo. La deseaba y quería que se quedara con él, ¿por qué ella no podía entenderlo? Solo necesitaba que lo entendiera y así todo estaría bien. Podrían comenzar de nuevo.
— ¿Sino qué? — la chica frunció el ceño — ¿Lo harás de nuevo? ¿¡Intentarás matarme otra vez!?
Rompió en llanto sin poder detenerse. Estaba completamente destrozada de tan solo recordar aquél día en el cuál Jimin puso sus manos en su cuello e intentó asfixiarla. Aquel día en que los ojos de su amado la miraron con odio. Nunca olvidaría la mirada de Jimin tan oscura y fría, ese día se dio cuenta de que el chico estaba demasiado vacío como para poder amarla y cuidar de ella.
— SunJi yo... — negó repetidas veces mientas se acercaba a ella — No quise hacerlo, por favor. Perdóname, nunca te haría daño y lo sabes.
— No lo sé — relamió sus labios y secó sus lágrimas — No volveré contigo, no quiero volver a empezar. Esto se acabó Jimin y ahora si quieres. Puedes cumplir tu promesa.
Dijo y se dio la vuelta comenzando a alejarse de allí. Solo había venido a disculparse por sus duras palabras y a dejarle a Jimin en claro que no lo perdonaría. Que su tiempo juntos había terminado y que ahora iba a seguir con su vida, y si hacía falta volvería a comenzar de cero.
Claro, eso si el pelirubio la dejaba, al final de cuentas el siempre le dijo que si no era de él. No iba a ser de nadie, y SunJi temía por su vida más no se detuvo y siguió adelante. No porque fuera valiente, sino porque en el fondo de su corazón le quedaba una esperanza y creía que Jimin no le haría daño.
(...)
SeokJin decidió volver a casa luego de resolver todo en la Universidad. Había tenido que regresar y dar una buena escusa por la pelea en la que se vio involucrado. Pero al ser uno de los mejores estudiantes tuvo suerte y el director se lo dejó pasar con algo de ayuda de su profesor.
Se detuvo cuando la luz de un auto lo cegó y vio bajar a alguien conocido de éste.
— ¿Min YoonGi?
— ¿Kim SeokJin?
Ambos sonrieron y se acercaron dándose un fuerte abrazo. Los dos eran muy buenos amigos cuando iban a la misma escuela hace algún tiempo y ahora que se habían vuelto a encontrar estaban muy felices.
— ¿Cómo te a ido, Hyung? — preguntó el más alto y luego pidió algo de beber. Habían decidido ir a un bar para ponerse al tanto de la vida del otro.
— Bien, supongo — el más bajó rió y tomó un sorbo de su bebida — ¿Y a ti? ¿Cómo te va con la carrera?
— Todo está en orden, Hyung — sonrió el menor y volvió a lanzar una pregunta — ¿Eres detective, no?
YoonGi asintió y Jin sonrió de lado.
— Genial... — suspiró — ¿Podrías ayudarme a investigar a alguien? Es un asesino y tiene que estar en la cárcel.
— ¿De qué hablas? — YoonGi frunció el ceño.
— De Park Jimin...
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