“No, no voy a sonreír pero te mostraré mis dientes”

Luego de encontrarse con YoonGi, SunJi entró a su otra clase. Se preguntaba si al final el mayor había logrado convertirse en un detective. La última vez que lo vio estaba estudiando para ser uno, estaba segura de que lo había logrado. Min YoonGi era un chico muy inteligente.

Miró hacia delante y abrió mucho sus ojos al ver al Jimin pequeño frente a ella, eso solo podía significar una cosa. Jimin estaba en la Universidad.

— Mierda — recogió sus cosas y salió apresurada por todo el pasillo. Temía que él y Jin se encontraran y pasara algo malo.

No estaba segura de si Jimin le prestaría atención al pelinegro pero si sabía de que Jin no lo dejaría pasar si lo veía. Y lo peor de todo es que a Jimin no tienes que provocarlo mucho para que reaccione de la peor manera. SunJi lo conocía, y a pesar de que era un lugar público y tal vez el rubio no se atrevería a hacerle daño a su amigo. Otras cosas podían pasar y eso es que lo quería evitar.

Llegó hasta el salón de Historia donde se suponía que estaría SeokJin y como lo imaginó, no estaba allí.

Mordió su labio nerviosa y se detuvo a pensar, ¿dónde podría estar? Vio al Señor Lee y se acercó a él, Jin era uno de sus alumnos preferidos. Quizás él sabía donde se encontraba.

— Buenos días — hizo una reverencia — Disculpe, ¿sabe usted dónde se encuentra SeokJin?

Asintió con una sonrisa.

— Lo mandé a los tribunales para sus prácticas.

La chica suspiró aliviada. Bien, si eso era verdad. Jin ahora mismo estaba muy lejos de allí y de Jimin aprendiendo como ser un buen abogado.

— Muchas gracias.

Agradeció y siguió caminando deprisa por el pasillo, ahora había salido de su clase en vano. Se llevaría por lo menos un cero hoy. Giró por el pasillo y volvió a chocar con un pecho por segunda vez en el día. La diferencia era que esta vez reconoció el olor de aquella persona y supo enseguida quién era sin necesidad de mirarlo a la cara.

Se separó y miró a Jimin quién parecía no estar de muy buen humor.

— ¿Qué haces aquí? No creo que para estudiar — la chica rodó los ojos y se cruzó de brazos.

— ¿Qué si quiero volver a estudiar? — alzó una ceja mirándola — Así estaría más cerca de ti.

Sonrió y acarició la mejilla de SunJi, ésta apartó su mano en cuanto lo hizo.

— ¿No te vas a ir? No quiero verte. — pronunció sin importancia y eso hizo hervir la sangre de Jimin.

El chico tomó su brazo con molestia y la pegó a su cuerpo mirándola fijamente. SunJi tragó en seco asustada.

— ¿Recuerdas lo que te dije aquella vez? — preguntó en un susurro — Si no eres mía, no serás de nadie.

Besó sus labios con deseo y de una manera rápida y salvaje. La chica intentó zafarse pero él era mucho más fuerte y ejercía mucha fuerza sobre su cuerpo.

— ¿SunJi?

Ambos se separaron al escuchar esa voz. Jimin observó con una sonrisa ladina a Jin quién lo observaba con furia.

— Lo que faltaba — rió en su cara.

— Maldito cabrón.