육
Aunque todo fue raro para mí, acepté lo que Taehyung me había dicho. ¿Hoseok? Bueno, él parecía ser un dragón aventando fuego por su boca, estuvo a nada de golpearme tan fuerte con una botella de cristal pero Kim intervino enseguida, tomándolo de la muñeca. Los dos se veían con furia, parecía que deseaban matarse. El hombre de cabello rizado solo susurró un "Deberías tener cuidado con quien te metes, Jung".
Eso me causó más confusión porque no entendía de que hablaban, sin embargo, decidí no hablar más y solo dejarme llevar por Taehyung. La última advertencia de Hoseok fue su rostro molesto mirándome, sabía que por su mente pasaba miles de cosas que probablemente quería hacerme. Y no creo que sean tan buenas. Aunque estaba con Taehyung y me aseguraba que nada pasaría, me daba mucho temor toparme con él algún día cuando estuviera sin su compañía. A Yoongi le dio igual si me iba a o no, de hecho, solo soltó una carcajada y negó con la cabeza en frenesí.
—Pensé que de verdad esa botella llegaría a mi cabeza—Comenté algo asustada, aún. Taehyung negó soltando una pequeña risita mientras bajaba las escaleras como si se tratara de alguna pasarela de modas. ¡No miento! Él realmente caminaba de esa manera en todo lugar. Y realmente parecía que si era un total modelo, siempre portando un traje que se ajustaba a su cuerpo, este variaba en colores así como su cabello muy peinado. Quien diría que era un total mafioso.
—No lo iba a permitir, Hyemin.
Me ayudo a adentrarme al auto para después colocar mis maletas en la cajuela del auto, yo solo me dedicaba a mirarlo por el espejo retrovisor. Pareció percatarse de ello debido a que sonrió grandemente, desvíe mi mirada hacía mis uñas coloreadas de un rojo muy fuerte, me encantaban demasiado. Aunque tal vez era hora de darle un poco de retoque.
—Creo que a partir de ahora te queda más que claro todo lo que está sucediendo ¿no?—Lo voltee a ver un poco confundida con el entre cejo fruncido, no sabía de qué hablaba. Solo esperaba que no saliera con alguna tontería o de verdad me arrepentiría y no habría vuelta atrás.
—¿De que hablas, Taehyung?—Susurré, volvió a soltar una risita sin mirarme solo se enfocaba en prender el cigarillo que había tomado del bolsillo de su saco.
—Hyemin, no estas con cualquier hombre. Sabes perfectamente que odio las infidelidades y ese tipo de cosas, solo te advierto que espero no me traiciones o de verdad vas a conocer ese lado que no has visto—Encendió el auto con su mano derecha mientras que con la restante sostenía el cigarillo. Mordí mi labio inferior pensando con cuidado sus palabras. Taehyung no era ningún hombre "bueno", al contrario. ¿Le temía? En cierta parte había dejado de hacerlo cuando me había acostumbrado a trabajar cerca de él, mi temor se fue cuando conocí a hombres más horribles que Taehyung y Hoseok juntos. Pero, ¿que podía hacer? era mi trabajo y debía mantenerme con ello porque Jung ni drogado permitiría que yo no llevará dinero al departamento. A él no le importaba todos los problemas y situaciones peligrosas que solía enfrentar día con día. Hoseok solo quería que consiguiera dinero y no dijera nada más, que me dejara llevar por los hombres como si yo fuera una muñeca que no tiene sentimientos.
—Oh, entiendo. No te preocupes por ello, supongo que ahora sólo me basaré en descansar después de tanto—Traté de bromear pero no me reí solo Taehyung lo hizo.
—Si, en pocas palabras así será. Tal vez te colocaré en algún negocio para que no te aburras pero supongo que ahora solo te quieres enfocar en descansar un poco—Se encogió de hombros y volvió a darle una fuerte calada a su cigarillo. Asentí mirándolo con una pequeña sonrisa, ¿acaso mi vida empezaría a mejorar?
—¿Estaré sola todo el tiempo?
—No lo sé, es decir, suelo salir demasiado por asuntos. Hay algunas veces que suele ser en las madrugadas y tendría que dejarte en casa, sin embargo, no hay de que preocuparse porque estarán cuidándote.
—¿Aún sigues en esa organización?—Pregunté observando las calles y los negocios, sentí su mano colocarse en mi muslo y apretándolo un poco. Lo mire enseguida y él solo sonrió como siempre solía hacerlo, que te hacía derretir con tan solo mirarte.
—Pero claro que si, soy el jefe de ella.
—Wow, que miedo. Quiero decir, debes tener tantos enemigos y probablemente vengan por mí ¿no?—Taehyung soltó una carcajada como si hubiera contado un chiste, solté un bufido y ni siquiera me tome el tiempo de mirarlo.
—No, Hyemin. Todo estará bien, tranquila. Aunque claro, enemigos siempre habrá.
No dije nada más y solo espere a que llegáramos a casa. Cuando lo hicimos, baje con la ayuda de un hombre que trabaja para él y bueno, había cientos de ellos por toda la casa. Taehyung me tomó de la cintura y me llevó hacía dentro. En medio de la sala de encontraba Jungkook con un vestuario en negro, su cabello se encontraba demasiado largo y siempre portando con aquellas perforaciones. Era muy raro verlo de esa manera, mucha ropa negra, tal cosa que antes no había pasado. Quiero decir, vestía de diferente manera y colores.
—Hey, Jungkook—Taehyung sin soltar mi cintura lo saludó, le sonreí un poco a su amigo lo cual él me imitó.
—Un gusto verte de nuevo, Hyemin—Me dedicó una reverencia, era muy lindo. Parecía que era todo lo contrario a Taehyung. Se le notaba a kilómetros, parecía que siempre trataba de encajarlo en sus gustos y demás pero para Jeon no era así. Prefería no enfocarse en esos asuntos.
—Te presentó a mi preciosa novia—Taehyung me pegó a su cuerpo y depositó un beso en mis labios. Logré ver como Jungkook hacía una mueca pero la disfrazaba por una sonrisa. Quise saber el porque.
—Oh, me alegró. Eh, Taehyung. Quería preguntarte si podía quedarme aquí por algunos días—Preguntó algo tímido, me causó ternura por ello. Me deshice del agarre de Kim para caminar hacía la sala y desplomarme en el sofá.
—¡Claro! Eres bienvenido a casa las veces que gustes, Jeon. Eso sí, solo no mires a mi novia porque habrá problemas—Lo señaló con su dedo índice, coloque los ojos en blanco y negué con la cabeza cuando él me miró. Se colocó a un lado mío y volvió a posicionar su mano en mi muslo. Mi mirada cayó en ella, me encantaban en realidad, demasiado grandes, suaves y sus venas siempre se resaltaban de una manera impresionante. Luego, lo mire a su rostro, amaba que no tuviera muchos rasgos asiáticos. No había nadie más que tuviera similitud con él, era muy guapo, no mentía.
Lo único que debía hacer aquí mientras vivía con Taehyung era no enamorarme porque sabía que en cualquier momento todo se iría abajo causando problemas.
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