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Capítulo 8: " La hormona del amor."

El sentimiento de afecto fuerte o constante hacia una persona es lo que se describe como amor, pero este también es un proceso físico generado por el cerebro por una hormona llamada oxitocina, también conocida como la "hormona del amor".

Por supuesto, no fueron solo las hormonas las que hicieron que Chopin compusiera sus hermosas canciones, ni que William Shakespeare escribiera sus espectaculares poemas de amor, pero, de acuerdo con expertos, existe una interacción realmente compleja entre las hormonas y el comportamiento.

"Cuando alguien te sonríe de manera sincera, tu cerebro inmediatamente siente la sinceridad y le ordena a tu Neurohipófisis (el lóbulo posterior de la glándula pituitaria) que libere oxitocina, una hormona vital para la interacción social y los lazos entre humanos", explicó el doctor Cagri Gulumser, un ginecólogo obstetra que trabaja en la capital de Turquía, Ankara, en entrevista con la Agencia Anadolu.

💚🖤

Martes por la mañana y la misma rutina para el peliverde, siendo que ahora llevaba en la mano dos pequeñas bolsitas de tela de dos distintos colores. Una era roja con un listón blanco amarrado, la otra por su parte, era negra con un listón anaranjado. Ambas eran sencillas y no de una tela muy costosa, pues el chico se había esforzado en coserlas a mano con unas cuantas telas que tenía su madre en su habitación, desvelándose un poco en hacerlas pero orgulloso del trabajo final.

Cada una de esas pequeñas bolsitas traía cinco chocolates distintos, en la roja habían dos chocolates blancos y tres de leche. Mientras en la negra dos semi amargos y tres amargos. Sabiendo que a su "amigo de la infancia" no le gustaba tanto lo dulce, hechos especialmente para ellos. Con una sonrisa en labios salió de su casa con un rumbo silencioso, donde sólo era él y su música. 

❤️🧡

La pareja al parecer llegó antes que el peliverde, justo lo que ambos chicos querían. Se posicionaron en los mismos lugares que el día de ayer y ambos abrieron sus mochilas, cada uno sacando algo distinto.

Shoto sacaba una pequeña bolsa de regalo de color verde trébol con adornos de árboles, pero estos de un verde pino, con un poco de diamantina plateada y mariposas de color azul. 

Katsuki por su parte, sacaba una caja levemente más grande que la bolsa de Shoto, esta estaba menos decorada, siendo solo cubierta por un papel de color verde pistacho y un moño de color negro. Si, era un asco para los detalles, el chiste es que lo intento. 

Ambos chicos se miraron con una sonrisa y se sentaron, a esperar pacientemente al de pecas. Él cual "mágicamente" (al parecer) leyó sus pensamientos y unos cuantos segundos más tarde se hizo presente, siendo sorprendido por llegar después de la pareja.

-- Ho-Hola, buenos días.-- Saludo aún un poco sorprendido, pero enseguida suplanto esa sorpresa con una sonrisa la cual ocultaba sus bellas esmeraldas y sus perlados dientes.

-- Buenos días, Midoriya.-- Saludo por ambos el bicolor, el cual tenía un muy leve rubor en sus mejillas, al igual que Bakugo, quien quería apartar la mirada, pero se le fue imposible. Siendo simplemente mudo ante la presencia del pecoso.

-- No esperaba verlos antes que yo.-- Escondió tras de él las dos bolsitas que todo el camino llevo con una sonrisa ilusionada. Se empezaba a sentir inseguro.

-- Es que queríamos darte una sorpresa.-- Siguió hablando el mitad pelirrojo.

-- ¿Una sorpresa?-- Ladeo la cabeza, viendo a ambos chicos. Quienes se levantaban de su lugar posicionándose frente al más bajo, ambos con las manos por detrás. Izuku los seguía viendo con duda y curiosidad, esperando algún acto de los más altos.

El primero en hacer la acción fue el cenizo, quien sacó de su "escondite" aquella caja poco decorada y sin ver a Midoriya le entregó el objeto  con cierta agresividad, pero importando le poco, pues con un casi nada notorio rubor se sentía apenado. Seguido de él, ahora Todoroki era quien sacaba la bolsita de regalo de su espalda, siendo entregada de una manera más delicada al pecoso.

Midoriya no comprendía bien porque le estaban dando esos regalos. Claro, hasta que estos con una leve sonrisa hablaron.

-- ¡Feliz cumpleaños, Midoriya!--

-- ¡Feliz cumpleaños, nerd!--

Dijeron al unísono, claro, cambiando la última palabra, cada uno con su propio "toque".

-- Se... Se acordaron.-- Susurro para si mismo, pero siendo contestado por su amigo de la infancia..

-- Claro que nos acordamos ¿Por quién nos tomas?-- Dijo con brusquedad, mirando por fin al más bajo. 

-- No es eso, es solo que...-- Paró un momento, mirando aquellos regalos con una delicada y nostálgica sonrisa. -- Me alegra recibir otra vez un regalo de tu parte, y más ahora de Todoroki.-- Alzó la mirada con ese encantador brillo en sus bellas esmeraldas.

El corazón de ambos chicos paro un segundo, sus respiraciones se detuvieron y sus ojos le tomaron una fotografía a aquel momento.

-- ¡Oh cierto! Yo también les tengo algo.-- Rompió un poco aquella burbuja de los contrarios, recordándoles que debían respirar.

-- ¿Para nosotros?-- Arqueo una ceja Shoto.

-- Si, les quería agradecer de alguna manera que en estos últimos días he mejorado mucho gracias a ustedes.-- Ahora fue el turno del peliverde de sacar de su espalda ambas bolsitas. Mostrándoselas a ambos chicos. -- Perdón si no es mucho, la verdad no estaba seguro de que hacerles o decirles ¿Les debía de escribir una carta? No, creo que eso sería un poco exagerado ¿O no? Creen que es muy poco.-- Empezó a divagar en susurros, siendo incomprensible para los otros dos, quienes honestamente dejaron de escuchar a más bajo para concentrar su mirada en ambas bolsitas.

Cada uno tomó una bolsita, suponiendo por los colores cuál sería la de ellos.

-- ¿Tu los hiciste?-- Interrumpió el rubio.

-- ¿Ah? Si, si.-- Contestó rápidamente, volviendo a la realidad. -- Ayer, justamente por eso llame a Uraraka, para que me recordara los ingredientes y demás. La verdad no sabía bien que hacerles, pero me esforcé mucho en ello.-- Posó sus dos manos en forma de puño en su pecho, dando a entender su determinación y lo orgulloso que estaba de ello.

Los chicos juraban por un segundo que iban a morir ahí mismo de ternura. Midoriya ni se esforzaba en ser adorable, pero ahí estaban sus ojos, tapando la pequeña grieta de inseguridad y miedo, por alegría. Porque si, el chico quería huir de ahí, pero no quería echar a perder el avancé ni el momento.

Bakugo quería lanzarse al pecoso y abrazarlo, pero no lo creía correcto, aún no. Sin contar que un pequeño sentimiento carcomía su cabeza, aquella frase que hace poco fue dicha le dolía:        "Me alegra recibir otra vez un regalo de tu parte." ¿Cuánto tiempo había pasado desde entonces? ¿Por qué cambiaron así las cosas? ¿Por qué fue un idiota? Ahora él era el inseguro.

Pero dejo eso de lado para después, luego lo hablaría con su pareja...

💗💚

Las clases comenzaron y con ello la llegada de alumnos, varios chicos y chicas le desearon un feliz cumpleaños. Haciendo bromas de si habría una fiesta o disculpándose por no saber qué regalarle al pecoso. Este por su parte se encontraba feliz con el simple hecho de que se acordasen, y aún más al haber recibido un regalo de aquellas dos personas de las que tanto temía.

-- ¡Midoriya-Kun!-- Llamó una castaña al comienzo del receso.

-- ¿Si?-- Volteo a ver a la chica, quien le dedicaba una enorme sonrisa.

-- ¿Me permitirías unos momentos?-- Preguntó con la misma sonrisa.

Izuku solo asintió y les aviso a la pareja que en un rato volvía con ellos, estos simplemente asintieron, para después ver por dónde iban esos dos amigos.

En un patio no muy lejano del comedor de la U.A parando en seco el caminar de ambos jóvenes, se vieron. La castaña no perdió tiempo y de su bolsillo sacó una caja pequeña, la cual adentro estaba un chocolate Ruby en forma de corazón, siendo decorado con pequeñas líneas y puntos de chocolate blanco.

-- ¡Feliz cumpleaños!-- Entregó con emoción. -- Es de tus favoritos.--

-- ¿Cómo lo sabías?-- Miró con impresión el dulce, siendo llevado enseguida a su boca. Disfrutando con emoción el impacto del sabor chocar contra su lengua. -- Está delicioso.-- Halaga con sinceridad.

-- Una vez que fuimos de compras con Denki y Momo vi que te quedaste embobado en una dulcería, viendo cierto chocolate. Así que lo supuse.-- Se encogió de hombros, restándole importancia.

-- ¿Cuánto te costo?-- Miro a la castaña un poco preocupado, no estaba acostumbrado a que gastaran tanto en él.

-- Lo hice ayer, mientras tu estabas distraído haciendo los tuyos.-- Le contestó, teniendo su corazón latiendo fuertemente y un rubor haciéndose presente. -- ¿Te gusto?-- Bajo la cabeza apenada.

-- ¿Qué si me gusto? Me encanto, eres una gran cocinera.-- 

El corazón de la más baja se aceleró y solo le quedo asentir y bajar la mirada, para suponer que así no se vería su cara sonrojada. Se sentía feliz. Lastima que dos chicos que veían ello no compartían esa felicidad.

-- Son solo amigos, son solo amigos... En definitiva matare a esa cara redonda.-- Se repetía en susurros el cenizo con la mida baja.

-- Katsuki, cálmate.-- Alzó del mentón a su novio y dio un pequeño pico en esos salados labios que tanto amaba. El cenizo solo se quedo callado, y para evitar nuevamente el manojo de celos, se lanzó a su pareja para que este le diera mimos. Los cuales no tardaron en llegar.

-- Te quiero contar algo.-- Susurró acorrucándose en su pecho.

-- ¿Es algo malo?-- Dio suaves caricias en la rubia cabellera, con una cálida y tenue sonrisa.

-- Si...-- Y escondió por completo su cara en el pecho del bicolor, queriendo dar explicación a la sensación que en la mañana sintió.

Lo que no sabía era que ese sencillo, pero fuerte sentimiento era la culpa.

💜Mwlodyylili.💜

Verdes:

Tipos de chocolates que se mencionaron:

Un pequeño especial por el cumpleaños de nuestro protagonista <3 Gracias por seguir leyendo, me esforzaré para darles un buen rato, para que se olviden por un momento de sus problemas. De verdad muchas gracias.💜

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