La amistad se refiere al vínculo estrecho que se forma entre dos personas o un grupo. Este tipo de relación suele estar basado en la confianza, el afecto, la lealtad, la simpatía y el respeto que se depositan, de manera recíproca, los miembros de la relación.

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¿Tienes algún mejor amigo o amiga?, ¿Cómo es?, ¿Siempre está para ti?, ¿Qué se siente? 

Midoriya podría decir que en su infancia fue de las mejores sensaciones que pudo sentir. El sentirse parte de un grupo, el poder contar con alguien para hablar siempre o por lo menos estar cuando él o el otro lo necesitase, el tener a alguien, el no estar solo era más que suficiente para el peliverde. Claro, lo era. Si le preguntas a un Midoriya de 13 años que es, que se siente, solo te contestará:

-- No los necesito, estoy bien. -- Le hablo con calma a su mamá.

-- Hijo, últimamente te veo más solo ¿Seguro que va todo bien en la escuela?-- Inko miraba a su único hijo con suplicación, su niño estaba raro desde hace unos meses, más específicamente, desde que entro a su primer grado de secundaría. 

-- Si mamá, ahora solo necesito concentrarme en mis estudios. -- Sonrió solo como él sabía. Desde que se había quedado solo, se propuso solo preocuparse por se madre y por él. Nada más, ni más ni menos. Y se esforzaría para entrar a la UA, porqué sí, a pesar de no tener un Quirk se empeñaría en ser un héroe de otra forma. A lo mejor apoyando médicamente o tal vez se especialicé en otras zonas. Pero de que será un héroe, lo será y no duda de ello.

Pues su principal meta es hacer que aquel a quien llamo héroe se arrepienta de sus palabras que a día de hoy le atormentaban; pero sobre todo, hacer que su madre este orgullosa de él. 

-- Esta bien mi niño. -- Se rindió la mujer al ver a su hijo tan feliz, para posteriormente sonreír igual que su hijo. -- Cuídate de regreso, te dejaré la comida ya echa, hoy tengo turno doble así que llegaré en la noche. Ve con cuidado por favor y recuerda que te amo mucho.-- Le besó la mejilla como despedida.

-- Lo haré mamá, gracias por todo. -- Se acurruco en el tacto de la mujer antes de irse, y dejando sola a su madre en el hogar.

💚🧡

Ser el mejor de la clase no era tan fácil como los molestos de sus compañeros lo hacían querer creer. Se pasaba horas estudiando, leyendo y repasando varias veces hasta entender. Por sí mismo buscaba ejercicios químicos, matemáticos y físicos para mejorar. Como dirían los latinos, era el matadito del salón. Pero eso, en vez de hacer molestar el peliverde solo provocaban que se emocionará más por aprender y mejorar. Pues jamás lo hizo por el reconocimiento de los demás, siempre lo hizo por el suyo y el de su querida madre.

Y ese día no iba a ser la excepción, llegó a la escuela, con su hermosa sonrisa llena de bellas pecas, que cualquiera que no estuviera ciego admiraría la belleza del chico.

Lastimosamente Katsuki si estaba ciego, ciego de idiotez. 

-- Quítate, estúpido. -- Llega el cenizo por detrás del pecoso, dándole un golpe con explosión por detrás de la cabeza. Y se pasó por de largo del mismo sin si quiera mirar atrás.

-- Buenos días para ti también, Kachan. -- Se sobó la parte golpeada, mientras su sonrisa se volvía a una penosa. 

Y así el día del pecoso comenzaba, con sus clases favoritas en las primeras horas, el primer receso, los golpes de Bakugo, las siguientes clases, las humillaciones de Bakugo y su grupo, las últimas clases y la "despedida" de Bakugo.

-- Pero que maricón. -- Ofendió uno de los "amigos" del cenizo. -- Miren está mierda.-- Alzó una libreta.

-- Viejo, ya sabemos que el nerd es un adicto a los héroes, nada nuevo. -- Siguió la bulla otro personaje poco relevante en la trama. 

-- Esto es nuevo, idiota, miren, el nene resulto ser poeta.-- Alzó la libreta para que los demás lo noten.

-- ¡Ey! Es mío, regrésamelo.-- Intento levantarse, pero humillantemente fallo, al ser pateado en el estómago por otro personaje irrelevante. 

-- No me digas. -- Contestó con sarcasmo aquel que le dio la patada, haciendo reír a los demás.

-- ¡Basta!-- Replico nuevamente Izuku, sin poder levantarse. Solo provoco que las risas incrementarán. 

-- Tu.-- Por fin hablo el líder del grupo, Katsuki. -- Dame eso.-- Apunto al cuaderno. 

El chico como buen sirviente se lo entregó sin titubear, el cenizo comenzó a leer en silencio. Y se enamoro.

Se enamoro de cada palabra, de cada verso, de cada rima, se enamoro hasta de la letra del pecoso. El poema era de romancé, dedicado a alguien que al parecer asistía a su escuela, algo que enojo al cenizo, pues ¿Quién era merecedor de tan bellos versos? Nadie.

Sin olvidar que aún seguían los idiotas a los que llamaba amigos, con él, tuvo que reírse de aquello que amo, viendo detalladamente algo que no vio jamás en aquel viejo amigo: Izuku estaba sonrojado, pero no de la vergüenza que estaba acostumbrado a tener, sino de otra cosa que el cenizo no pudo comprender.

-- Mira nada más, nos saliste un gran escritor. Lastima que esto no te hará menos inútil.-- Risas se escucharon a través del rubio, quien las ignoraba, pues su corazón estaba apretado, una punzada apareció en su pecho.

"Para, no quieres decir esto."

Le decía aquella voz que estuvo ignorando desde que inicio la secundaría y esta vez no sería la excepción, ignorando lo que realmente quería expresar. 

-- El idiota piensa que puede ser alguien con esto.-- Su sonrisa comenzaba a agrandarse, mostrando irá y muy profundamente (solo para él) celos. -- ¿Qué? ¿El estúpido está enamorado? Owww ¿Piensas que alguien te amará? ¿Piensas que mereces ser amado?-- Miró con cinismo al pecoso, quien aguantaba las lágrimas que se iban formando en sus verdes ojos.

" Para, para, para, para, esto no es lo que quieres."

-- ¡Pues escúchame bien maldita mierda!

"¡No, detente!"

-- ¡Nadie te amará, porque no tienes nada que ofrecer, eres solo un maldito sin Quirk, una princesita que necesita que todos le hagan las cosas, porque el nene es un bueno para nada, UNA MIERDECILLA QUE NI SU PADRE QUISO!

" ¿Qué has echo?"

Y las lágrimas que desde hace años iba reteniendo salieron, aquellas que se hizo prometer jamás saldrían nuevamente frente alguien. 

-- Miren, la perrita ya está llorando.

Las risas no cesaron, pero Izuku dejo de oírlas, su mente volvió a aquello que tanto retuvo en su ser, aquella noche donde un closet era su lugar seguro. Volvió a ver a su primer héroe y le dolió el corazón más que nunca, su padre lo había abandonado, el amor que le hacía jurar que le tenía a su madre y a él desapareció, su mejor amigo lo había abandonado cuando ambos se juraron el cariño que un niño de cinco años se puede desear. El amor tenía la culpa, no era suya, era de ese estúpido sentimiento.

Entonces salió de sus pensamientos cuando su libreta fue arrojada a su cabeza, viendo como los brabucones se alejaban de él.

Si tan solo Bakugo supiera que acababa de rechazar al chico que le gustaba todo por celos y una fachada idiota que se hizo. 

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Izuku caminaba en silencio y con la mirada baja, creyó que hasta el cielo estaba molesto con él pues no tardo en nublarse. Sus pensamientos eran un revoltijo ¿Por qué duda del amor?, ¿Eso que tiene que ver?, ¿Eso si quiera tiene sentido? No, no lo tiene, es solo él y su ridícula mente. 

En ese mismo silencio choco con alguien sin darse cuenta. Perfecto, lo que le faltaba.

-- L-Lo siento.-- Hizo en seguida una reverencia, sin siquiera ver con quien había chocado.

-- Ey, levanta la cabeza.-- Hablo el desconocido con arrogancia. Izuku en seguida acató la orden, viendo a un muchacho, quizás de su misma edad,  de cabellos negros y ojos igual de oscuros. -- ¿Me ves herido, acaso?

-- N-No. Para nada.-- Sus palabras se trababan en su lengua.

-- ¿Entonces porqué demonios te disculpas?

-- Por... ¿Chocar?-- Preguntó más para sí mismo que para alguien más.

Eso provoco un silencio entre ambos jóvenes, uno muy extraño que termino siendo roto por el desconocido con su estruendosa carcajada.

-- Eres raro.

-- Si... Me lo han dicho mucho.-- Bajo la mirada con una sonrisa nerviosa.

-- Oye, no bajes la mirada, si, eres raro ¿Y qué? Como si eso realmente importará. -- Se alzó de hombros importándole menos. -- Me agradas, sigámonos viendo, pecoso.-- Dijo para pasar por largo de Midoriya. 

Este, por su parte, no se creía la situación más rara que acababa de pasar ¿Había conseguido un amigo?, ¿Eso se podría llamar socializar? 

¿Qué más daba? Se sentía feliz con ello y su fuerte palpitar lo demostraba. No podía esperar más para llegar a casa y contarle a su madre de que había echo un amigo del cual ni sabía su nombre, pero presentía que lo volvería a ver. 

💜Mwlodyylili💜

Hola, buenos días, tardes o noches. Primero que nada ¿Cómo están?

Dos días seguidos actualizando, dios, es raro hasta para mí. 

Espero les haya gustado el capítulo, siento que estoy entrando mucho en el oc u occ y eso no me gusta ;-; pues mi intención no es esa, quiero que los personajes sigan con sus mismas personalidades, que sigan siendo ellos, pero es que se me complica ╯︿╰ pido perdón.

Pregunta del capítulo: ¿Qué otras parejas shippean en BNHA?

Para las y los que ya llevan tiempo aquí, sabrán que soy multishipper (putishipper para los compas) y que no tengo preferencias. 

Sin más que decir, las y los amo. Se me cuidan un chingó y no olviden tomar agüita.

PD: Si hay faltas ortográficas no duden en decirme. 

Nota Actual: Estos capítulos me los tome muy personales, de verdad, perdonen si llego a incomodar a alguien por eso.