Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

4 🥀

Nenúfares

Debía estar jodidamente mal de la cabeza si en serio estaba considerando hacerlo. Bien, de hecho lo estaba porque cuando menos lo pensó, su alcoholizado trasero estaba saliendo por la ventana de su habitación escabulliéndose como un delincuente en fuga.

La casa y el jardín estaba repleto de gente y los guardias estaban por todo el lugar en donde había un ambiente enfiestado del que precavidamente pudo escapar. Salió hacia la avenida esperando a un carro que justo a tiempo pasó a su lado, la mente todavía dándole vueltas después de los dos shots que tomó para agarrar el suficiente valor después de lo que había hecho. Pensó que entre menos consciente llegara, más valor tendría.

Rowoon estuvo ahí a tiempo para recogerlo y molestarlo en todo el camino con comentarios de doble sentido sobre su cara sonrojada. El alcohol había empezado a pegarle con las bromas pesadas del hombre alto y ahora todo le daba risa. Apagó la ubicación de su teléfono para no ser rastreado e hizo al guarura prometerle que no llegarían tarde a su casa, cosa que Rowoon no pudo prometer del todo.

Al llegar, la vivienda de los Hwang era adornada con luces amarillas decorando el amplio jardín que la vez pasada no había notado cuando había estado demasiado ocupado huyendo del lugar. Bajó del auto y siguió al más alto adentro, alentando su paso para poder tener unas fracciones de segundos más y admirar lo que parecía el jardín más hermoso y de ensueño que alguna vez había visto.

—¿Qué? ¿También se robó el jodido Versalles?—Bromeó el menor cuando finalmente entraron a la casa.

—No, aunque sí lo mandó a hacer inspirado en Versalles.—Respondió el hombre ofreciéndole ayuda para subir una de las dos escaleras que se encontraban en la entrada.

—Si quieres puedo darte un recorrido un día de estos.—Ofreció Hyunjin, quien había estado parado esperándolo al final de la escalera. En esta ocasión vestía un increíble traje de tres piezas sin el saco que lo hacía ver mucho más guapo que la primera vez.

Seungmin pensó que era muy tarde para arrepentirse, así que siguió subiendo las escaleras. El pelinegro de aspecto caro al otro extremo parecía realmente complacido con algo. Recordó las palabras que le había dicho Felix el día siguiente al incidente de los waffles.

'Hablo en serio, Seungmin. Él va a encontrar la manera de jugar contigo, pero créeme, nunca vas a ganarle.'

Él fingió demencia al respecto únicamente, argumentándole que no sabía de lo que estaba hablando y que era un idiota por pensar que había tenido contacto con un Hwang. Aunque la verdad era que le sorprendía lo rápido que el rubio lo había acertado, es decir, le bastó no más de cinco minutos en lo que fue a buscar su miel para reconocer uno de los libros de su ex novio.

Felix ya no tenía dudas, vigiló a Seungmin mientras devoraba el resto de sus libros, y cada tapa dura nueva era una confirmación más a sus sospechas. Sabía que  eran ciertas, y a pesar de eso no tenía la seguridad de contarle algo de esa magnitud a Changbin. Él de por sí estaba sobre la cuerda floja ante todos los amigos, socios y familia de su novio, y después de ver cómo habían actuado todos cuando el desesperante chiquillo desapareció por unas horas, era evidente que culparlo de tener contacto con Hwang Hyunjin sería un suicidio total. Menos cuando se trataba de su propio ex novio psicópata del que lo habían tenido que rescatar. Entonces solo optó por ignorarlo.

Seungmin siguió a Hyunjin siendo escoltado por Rowoon tras de ellos. Sus neuronas empezaron a conectar los cables y finalmente algo sentó dentro suyo que lo alertó sobre el gran peligro en el que realmente se encontraba. Era Hwang en el que estaba confiando, y eso era muy mala idea.

—Entonces ¿Dices que los leíste todos en un mes?—Preguntó Hyunjin guiándolo hacia lo que recordaba era su estudio.

Seungmin asintió con una sonrisa orgullosa de sí mismo.

—Así es ¿Impresionado?

Hyunjin lo miró con ojos astutos mientras se sentaba en su escritorio.

—No...—Dijo honestamente.—Sabía que tú sólo regresarías.

Seungmin desvió la mirada recordando la advertencia de Felix, y a juzgar por la seguridad con la que se manejaba Hyunjin, tal vez la rubia oxigenada no decía tonterías después de todo.

Una llamada entró en su teléfono e instintivamente Rowoon se acercó para intentar confiscarlo, sin embargo, su jefe lo prohibió. Seungmin sintió que su alma caía a sus pies cuando vio el identificador, se trataba de su hermano así que tragó duro al responder. ¿Qué había estado pensando? Por suerte, se trataba de Felix.

—¿¡A tí te pagan por ser un imbécil o algo así!?—Empezó el joven al otro lado de la línea.—Changbin empezó a preguntar por tí hace rato, y tuve que decirle que te habías sentido mal y te retiraste a tu habitación. Tienes media hora para regresar de la casa del estúpido de Hyunjin, o yo mismo voy a decirle a tu hermano dónde estás y no creo que quieras a un borracho enojado yendo a buscarte—Y colgó sin darle tiempo a replicar.

—Creo q-que debería regresar.—Tartamudeo él, todavía esperando que en serio no fueran a matarlo ahí mismo.

Hyunjin asintió comprensible, no sin antes levantar un dedo para pedirle un momento. Señaló a Rowoon hacia un lado para que éste fuera a buscar el premio, y a pesar de que un más sobrio Seungmin ya quería irse, el morbo le terminó ganando. Esperó a que el larguirucho guarura regresara con algo parecido a un cuadro tapado por una manta.

—¿Tu idea de premio es un cuadro?—Preguntó incrédulo. Él realmente había arriesgado su vida y a Changbin por un maldito cuadro. Lo destapó y su ceño se frunció aún más. Ni siquiera era una especie de retrato o arte elaborado, se trataba únicamente de un paisaje como un lago.

—Vaya, nunca pensé que alguien despreciaría a Monet.—Mencionó Hyunjin con algo de gracia.

Seungmin lo miró con ojos desorbitados. ¿Sería posible que...? No. Tenía que ser una muy buena broma.

—Nadie, por más talento que tenga para robar cuadros, podría tener obras de Monet en su casa como si fuera cualquier cosa.—Lo acusó Seungmin con firmeza. Es decir, no podría estar viviendo tranquilamente si le había robado al Louvre o al museo que fuera.

—¿Y quién dijo que lo robé?—Se rió Hyunjin volviendo a tomar asiento.—¿En serio crees que los museos tienen las obras auténticas ahí, reuniendo polvo nada más, cuando tienen la posibilidad de lucrar con ellas?

Seungmin lo pensó.

—Pues sí.

—Bueno, no te culpo. Las subastas de arte son exclusivas, y los precios posiblemente alimentarían a un país entero por un año.

—¿Y siempre invitan a sus ladrones favoritos o algo así?

—¿Cuál es tu fijación por eso eh? Siempre lo estás mencionando.

—Bueno, todo mundo sabe a qué te dedicas. Deberías estar acostumbrado, y de todas formas, robado o no, no pienso aceptar tu cuadro. No quiero meterme en problemas por tener algo así, y de todas formas ¿Cómo lo escondería?

—Puedes dejarlo aquí y regresar por el otro cuando vuelvas a ganarme.—Sugirió Hyunjin.

—Eso considerando que voy a volver, porque si crees que lo voy a hacer, estás equivocado. Tú podrías asesinarme en cualquier momento, tanto como podría hacerlo yo.—Intentó decir lo último sonando casual y amenazante al mismo tiempo. No lo logró, por supuesto.

—Creo que no podrías matar ni a una mosca si lo intentaras.—Dijo burlón.—Pero está bien, tienes razón. Si estás despreciando mi gran y preciada colección de Nenúfares, no vales la pena el riesgo.

—No es tan preciada si se la das a un extraño así como así.

—¿Y cuál sería la diversión de nuestras apuestas entonces?—Preguntó como si la respuesta fuera obvia.

Seungmin observó el cuadro nuevamente. La firma del parísino estaba en una esquina de color marrón, agrietada como el resto de la pintura y con la textura de un óleo resentido por el paso de los años y sus crueles efectos deteriorantes.

—¿Nenuqué dijiste que se llamaban?

—Nenúfares. Monet estaba obsesionado con ellos, y de hecho pintó alrededor de 250 de ellos a lo largo de su vida.

—¿Así que es como una especie de colección de 250 de éstos?—Preguntó Seungmin alzando el cuadro para dar a entender su interrogante.

—Es una colección.—Le dio la razón Hyunjin.—Pero son preciadas porque Monet destruyó una parte de sus propias obras de arte. Las otras se perdieron en un incendio, y las que quedan son demasiado lindas. Este cuadro es tuyo ahora si lo quieres.

Seungmin lo observó. Un cuadro que seguramente valía millones no era exactamente lo que esperaba como premio, y no porque hubiera decepcionado sus expectativas, al contrario. Decidió ser un poco inteligente y utilizar la cabeza, no volvería a cometer el mismo error que lo había traído de regreso al lugar donde yacía. Tenía que romper lazos con él.

—Gracias, pero no. Puedes quedarte con tu cuadro y yo me largo. Únicamente vine a traerte tus libros, porque no quiero tener que deberte nada ¿Entendido? Ahora, regrésame a casa.—Exigió cruzando los brazos, decidiendo si debería agregar un por favor.

—Creo que puedes irte caminando.—Dijo Hyunjin muy convencido.—Te ayudará a regresar completamente sobrio.

Seungmin abrió la boca exageradamente. ¿Qué demonios le sucedía al estúpido? Estaba indignado. Su rostro se encendió en vergüenza en cuanto los escuchó reírse a carcajadas de él mientras salía apresuradamente a pasos firmes y pesados. Maldito Hyunjin del demonio.

—Jefe, creo que acabas de ser rechazado.—Lo molestó Rowoon.—Y por el mocosito de los Seo.

—Ese niño va a ser un hueso duro de roer.—Aseguró Hyunjin aún con una sonrisa en su rostro y jugando con una pluma.—Pero regresó ¿No te lo dije? Hay que ser pacientes, porque algo me dice que esto puede ser de ayuda para adelantar nuestro proceso.—De su bolsillo sacó un collarín de lazo sedoso color negro con el que Seungmin había llegado.

Rowoon alzó las cejas sorprendido.

—¿Cómo demonios se lo quitaste?

—Es alguien despistado, iluso y estaba ebrio. Mis manos podrían saquearte y apenas sentirías una caricia.—Formuló con algo de narcisismo.

—Entonces ¿Cuándo volveremos a ver al muñequito?

Al llegar, tuvo que fingir haber estado despidiendo a unos invitados para que lo dejaran pasar. Se escabulló entre la gente y subió a su habitación otra vez, sin esperar encontrarse a Felix ahí.

—¿Qué haces aq–?—Una bofetada lo calló doblándole la cara. La sorpresa fue tal que sostuvo su mejilla con sus manos aún viendo hacia el otro lado. No podía creerlo.

—¿Es que todavía no lo entiendes?—Espetó el rubio enojado.—Estamos en una maldita fiesta con invitados de tu hermano que son muy importantes para que él no genere ninguna deuda que ponga en peligro todo lo que tienen, y que además sostenga la forma de vida que tú llevas. Eres un mal agradecido, mira que escaparte justo hoy para ir con Hyunjin.

—¡Ya te dije que no estaba con él!

—No creas que soy un imbécil. Si he fingido ser una cabeza hueca contigo todo este tiempo es solo porque me gusta verte enojado, pero no soy idiota. Sé lo que Hyunjin está haciendo y también sé que fuiste con él, porque ni siquiera te tomaste el tiempo de recoger esto.—Le enseñó las notas, Seungmin jadeó sorprendido.—Hablo en serio, niñito malcriado, deja de verte con Hyunjin.

—¿O sino qué? ¿Cuál es tu interés en que deje de verlo?—Se acercó a él, plantándose frente a su cara.—¿Te dan celos?

Felix rodó los ojos harto del insoportable escuincle que estaba sacándole canas verdes. De no ser porque en medio de eso se llevarían a Changbin entre las patas, hubiera dejado que se cagara la vida solito.

—Uy sí, muero de envidia.—Formuló con sarcasmo.

—Eres un descarado. Solo estás preocupado porque sabes que si echan a Changbin de su puesto como líder, no va a poder protegerte más. Al menos que también pienses dejarlo y acostarte con nuestro próximo líder.

—Yo que tú también empezaría a mover ese culo. ¿O crees que ellos querrán a un traidor en su pandilla cuando descubran donde estuviste, y finalmente echen a Changbin?—Lo enfrentó.—Tú siempre diciendo que odias saber de dónde viene el dinero porque detestas saber que no eres un old money como quisieras serlo. En su lugar te tocó ser el hijito de unos delincuentes, pero tu problema es que eres un conformista. Tanto que reprochas y cuestionas la manera en la que consiguen el dinero, pero bien que lo disfrutas. Yo te veo muy cómodo y a gusto aquí, siendo el consentido de la casa.—Le echó en cara algo que había estado guardando por mucho tiempo.

Odiaba la actitud de Seungmin respecto a todo, pero la que tenía cuando se trataban de temas así lo hacía querer gritarle en su cara todas sus verdades. Entendía qué tal vez no le gustara el dinero sucio, pero lo que no entendía era por qué demonios seguía disponiendo o disfrutando de él. Parecía como si sus cuestionamientos fueran únicamente performativos y con la finalidad de llevar la contraria a cómo diera lugar.

Él tal vez era alguien que había pasado por muchas camas antes, que se había acostado con muchos para poder obtener lo que le gustaba, dinero fácil, pero al menos lo admitía y no se escudaba detrás de una falsa e hipócrita imagen de buen samaritano que es superior a todos. Felix podía aceptar fácilmente su pasado porque sabía qué tal vez no era la mejor persona moralmente hablando, pero se concentraba en no hacer ningún daño directo a la gente.

Ver cómo, desde que lo conoció, Changbin hablaba de su hermanito como la luz de sus ojos era algo enternecedor. Por mucho tiempo pensó que el dichoso Seungmin tenía que ser la perfección personificada por la manera en la que su Binnie se expresaba de él. Pero en realidad solo era un adolescente de dieciocho años que no agradecía todo lo que su hermano mayor hacía por él, y estar buscando a Hwang Hyunjin era el colmo. No podía ser tan irresponsable con su propia pandilla todo el tiempo, por respeto a la unión, el pacto entre familias y sobre todo, por respeto a Changbin.

—Ahora, más te vale callarte y obedecer en lo que te digo o si no en verdad le diré a tu hermano. Puedo guardar tu secreto si prometes no volver a esa mansión ¿Me entendiste?—Le propuso Felix por un intento de llevar la fiesta en paz y darle una segunda oportunidad.

Seungmin asintió lentamente, quedándose por primera vez sin palabras ante un argumento.

—¿Pero puedo pedirte solo una cosa más?—Preguntó cerrando el trato. Felix le dio la señal para hablar.—Le dirás a Changbin que yo me quedo con Wonho.


🥀

me encanta porque la idea es que felix y seungmin terminen siendo besties

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro