15 🥀
watch what you say to me
Había sido imprudente de su parte arremeter contra Minho de la manera en la que lo hizo en cuanto lo vio, pero no podía soportar más la incertidumbre de su corazón. Hacía tres días exactos que se había peleado con Hyunjin, y a pesar de que éste intentó buscarlo en una sola ocasión, Seungmin se negó a abrirle la puerta. Ni a él ni a Minho, quien había estado insistiendo demasiado preocupado por lo que hubiera pasado entre ellos.
Cuando por fin decidió que no se movería de lado de Minho hasta que lograra sacarle toda la verdad, se dio cuenta de que había elegido un mal momento para llamar su atención. Bang Chan había salido de la nada, como si vigilara de su querido desde las sombras, cosa que tensó por completo a Seungmin. Pero a pesar de tener ahora un guardaespaldas implementado las veinticuatro horas, Minho seguía teniendo ese espíritu de hombre fuerte y libre que sabe protegerse solo. Mandó a Bang al diablo cuando se puso demasiado insistente con alejarlo de Seungmin, claramente viendo las intenciones detrás de los ojos del menor.
Cuando por fin estuvieron solos, se adentraron en la habitación de Seungmin para platicar. Él fue directo al grano.
—Necesito que me digas la verdad. Ahora.—Demandó tomando asiento justo como su mayor.
—No saber la verdad te ha mantenido vivo hasta ahora.—Respondió con su parsimonia tan característica todavía. Se notaba visiblemente nervioso, sin embargo.—Y así planeo mantenernos.
—Bang no dejará que te pongan una mano encima.
—¿Y a tí quién te protege?—Debatió.—Si te lo digo, sé que actuarás de forma impulsiva.
—Minho, por lo que más quieras, dímelo de una maldita vez. ¡Ya no soy un niño! Y si es necesario meterme con Hyunjin para que me lo diga–
—¡Ni se te ocurrá!
—¡Entonces dímelo!—Chilló desesperado.—Merezco saberlo.
Minho suspiró pesadamente y se puso de pie apoyando sus palmas en sus muslos.
—Si te lo digo... debes prometer que no harás una estupidez. Si te digo la verdad, tienes que hacer lo que yo te ordene y fingir que no sabes nada.
—Lo que haga después de saber la verdad dependerá de qué tan cierto sea lo que me digas.
Minho sonrió ante la situación. Seungmin siempre había sabido manejar a su antojo a la gente que lograba ganarse.
—Primero que nada, lamento que hayas resultado involucrado en todo este embrollo, pero me temo que si has estado aquí por tanto tiempo es porque has resultado ser muy útil.—Comenzó tomando asiento nuevamente, el contrario siéndole paralelo.—Accidentalmente te convertiste en nuestro comodín, Seungmin. Nos ganas tiempo valioso, pero procurar que no salgas lastimado y cumplir con mi misión está acabando conmigo...
—¿Tu "misión"?
—Hace algún tiempo, tu hermano empezó a sospechar sobre un posible traidor en nuestra organización. Al principio tuvimos sospechas de varios, pero se fueron descartando con el tiempo. Changbin lo mantuvo solo conmigo, y me pidió la mayor discreción.
Seungmin relacionó entonces las cosas que lo habían atraído a Hyunjin principalmente, mucho antes de verse atrapado a su lado. Felix le advirtió fervientemente sobre dejar de lado aquellas ideas de conseguir información, pero le había obedecido tal vez demasiado bien.
—¿Hablas de Jaebom?
Minho fue tomado por sorpresa.
—¿Cómo lo sabes?
—Hyunjin me lo advirtió.—Respondió mordiendo la parte en la que había estado visitándolo una temporada antes de lo sucedido, pero ante el cuestionamiento en el rostro de su hyung, decidió decirle la verdad.—Lo frecuenté algunas veces antes de todo esto, lo siento.—Se disculpó.—Me dijo algo parecido, pero Felix me persuadió para alejarme de él antes de que lograra su cometido conmigo, aunque al parecer eso no lo detuvo.
—¿Felix sabía que hablabas con Hwang?—Minho sonaba desconcertado y alterado.
—Sí, me descubrió demasiado rápido. Pero no creo que supiera lo que estaba pasando, si es que piensas que estaba intentando encubrir algo más... él no quería que metiéramos a Bin en problemas si llegaban a descubrirme, y prometió guardarme el secreto si dejaba de hacerlo. La noche en que nos traicionaron con los Zhang, él mismo nos demostró su lealtad. Aún así, sé que intentaba protegerme de seguir relacionándome con Hyunjin.
Minho suspiró dándole la razón con un asentimiento. Eso cambiaba la percepción de su realidad y ponía sobre la mesa la posibilidad de que Hyunjin tenía una razón lo suficientemente poderosa como para ayudarles. Eso entonces significaba que las cosas que Christopher le había dicho no eran del todo viles mentiras.
—Aquella noche, tu hermano enfureció y casi pierde el control por lo que le hicieron a Felix. Ese día pudimos confirmar que los Im eran los traidores mentirosos.
—Sí, yo también.—Dijo Seungmin recordando a la que consideraba su mejor amiga en brazos de Hyunjin. Es decir, de su enemigo. Pero después lo pensó ¿Era Hyunjin un verdadero enemigo?—Continua.
—Necesitábamos saber más cosas que nos pusieran en ventaja, y algo con qué tenerlo en nuestras manos. Mucho antes de eso, Changbin confió en que yo podría conseguir información y me dijo que hiciera lo que fuera necesario.—Rió.—Sé que eso no implicaba meterme con Chan, pero al final esto terminó siendo más fuerte que yo. Después de la noche en la mansión de los Zhang, pensé que mandarlo al carajo sería lo óptimo, pero entonces volvió a suceder. En esa ocasión me enteré que ellos también habían sido traicionados y que su principal sospechoso era Im, Chan dijo que Hyunjin desconfiaba de él, pero entonces se dio cuenta de que estaba hablando demasiado. No le dije nada, por supuesto, pero si hablaba de Im como un peligro para ellos, solo podía significar que estaba en ambos bandos, y el maldito ha estado jugando chueco en los dos.
—Espera ¿Entonces Hyunjin decía la verdad cuando me lo advirtió?
—Al parecer.—Confirmó.—Pero, carajo, eso solo revuelve más mi cabeza. Entonces es verdad...
—¿El qué?
Minho lo miró con compasión, demasiada para su gusto.
—Antes de que te lo diga, tengo que aclararte un par de cosas sobre tu hermano. Changbin te ama, y él haría cualquier cosa por ti ¿Lo sabes, cierto?.
—Lo sé.—Respondió demasiado seguro. —No lo dudaría ni por un minuto.
—Él no te ha dejado aquí por mero gusto, por eso mandó a Wonho. Lo hizo renunciar a trabajar con él para unirse a Hwang, pero él es demasiado precavido y no ha dejado que te cuide a ti. Ahora está con Jeongin, así que tú hermano me pidió a mí quedarme a tu lado, y acepté porque todo se nos salió de control cuando Hyunjin te secuestró. Bang hizo prácticamente lo mismo conmigo, pero le costó un esguince al menos.
—¿Pensé que tú mismo habías venido aquí?
—Oh, lo hice cuando el imbécil perdió la pelea contra mí y como el mal perdedor que es, me dijo que te tenían. Ese tarado de Jaehyun te había dado marihuana y eres un poco idiota bajo cualquier sustancia, así que no tuve más remedio.
—¡Hyung!
—Ah, mi Seungminnie...—El mayor puchereó refiriéndose a él con su tierno apodo.—Changbin casi entra en un episodio maniaco, y de hecho estuvo a punto de ocurrir un grave encuentro en cuanto supieron dónde estábamos. Después de que Christopher me llevó con él, Hyunjin nos alcanzó y orquestó una charla de negociación con Changbin. Él pidió vernos a ambos para negociar con él, pero solo me dejaron verlo a mí, y le prometí que te cuidaría en cuanto tuviera la oportunidad.
—¿Él intentó venir por mí?—Preguntó ahogadamente, su garganta cerrándose repentinamente.
—¡Por supuesto! Pero todo se puso todavía más difícil para él cuando la organización se enteró de lo mío con Chris.—Tragó con culpa.—Mi padre me odia ahora, y los demás también. Hicieron una junta para debatir si deberían dejar a cargo a Changbin, suponiendo que no estaban muy contentos por haber dejado entrar a Felix, haber sido descuidado cuando te tomaron, y haber permitido que mantuviera mi relación con Bang.
—¿¡Él sabía sobre lo de ustedes!?
—Lo sospechaba, pero sabía que si se lo confirmaba iba a, primero: decepcionarlo, y segundo: arriesgarlo a esto. La organización pensó que me encubrió, pero no fue así y él les explicó las cosas. Papá y él pelearon, pero al final ese secreto dañino era solo mío. Compartir la verdad con tu hermano simplemente lo hubiera condenado a ser despojado de su liderazgo por haberme encubierto.
Seungmin sabía muy bien lo serias que eran las acusaciones e investigaciones que hacía su gente para asegurarse de eliminar a los traidores, y definitivamente no le habrían dejado pasar algo como eso a Changbin. Comprendió el por qué Felix le insistió tan arduamente por dejar a Hyunjin. Si su hermano se hubiera enterado de esos encuentros, se habría callado y guardado el secreto para protegerlo.
—¿Qué fue lo que negociaron?
—No lo sé, solo me dejaron hablar con él a solas unos cinco minutos y después me sacaron de la habitación. Chris estuvo presente, solo que él ahora es muy severo en ese tema. No me dice nada relacionado con esto y me desespera tanto como a ti te desespera no saber nada, pero tengo mis sospechas.
Seungmin abrió los ojos con la expectación llenándolos de luz. Se relamió los labios mientras se acercaba para poder escuchar mejor los susurros de Minho.
—Chris mencionó algo sobre una carpeta de evidencias en contra de Im... al parecer, el tipo tiene una gran lista de delitos jodidos y muchas cosas que lo ponen en peligro. Hyunjin y su gente de confianza saben sobre esa carpeta, pero necesitan mejores pruebas que lo inculpen. Mi teoría es que Changbin los está ayudando, por eso todavía pretenden mantenerlo dentro de ambas organizaciones. Aún así, no me gusta para nada el rumbo que esa decisión, de ser cierta, está tomando. Han estado demasiado tensos al respecto, todo puede salir mal. Pero si estoy en lo correcto, entonces Changbin tiene un as bajo la manga.
—¿Y si no lo tiene?—Cuestionó consternado.
—Él siempre lo tiene.
—Si lo tuviera, no seguiríamos aquí.—Argumentó, a lo que su mayor no respondió. Tenía razón.
—De cualquier forma, ahora que sabes esto, por favor no te metas en problemas. No está tu hermano arriesgando su culo para que tú te enamores de este idiota. No seas como yo.
Seungmin sintió su garganta cerrándose cuando escuchó lo último. Minho siempre se refería a sí mismo con un deje de auto desprecio y decepción que golpeaba sus sentidos más íntimos y nostálgicos. Deseaba poder hacerle saber que enamorarse no era nada malo. Uno no decide de quién se enamora, y esa es después de todo la incertidumbre del amor. Pero si Seungmin pudiera, atraparía ese sentimiento como a una mariposa de verano y la metería dentro de un frasco para poder examinarla y estudiarla cuidadosamente solo para saber el por qué lo hacía actuar de forma tan irracional.
Tal vez, si hubiera recibido esta información semanas atrás, se hubiera vuelto un caos pensando que su hermano lo había dejado a su suerte en las manos de un enemigo. Pero ahora mismo, saber que Changbin estaba arriesgando todo lo que sus padres habían forjado, además de su vida, lo mantenía tan quieto como un cirquero quince metros sobre el piso que camina en una cuerda floja.
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Seungmin despertó ese día particularmente hambriento. En la cocina siempre podía encontrar cosas frescas para hacer de comer, y le gustaba que era un lugar de la casa que estaba completamente solitario la mayor parte del tiempo, en donde nunca se encontraba a ninguno de los hombres de Hyunjin. Había estado ahí varias veces, y aunque no era un experto cocinando como Minho, la cocina ya había sido acaparada por ambos y el refrigerador tenía restos de comida que su hyung le preparaba. Calentó un pan en el tostador, y mientras cortaba rodajas desiguales de jitomate, sintió una presencia a sus espaldas.
Al voltear, esperó encontrarse con todo menos con un joven desconocido que lo miraba con una ceja alzada, sus facciones finas y claramente extranjeras no escondían la mirada de desaprobación que le estaba dando. Llevaba puesto nada más que un short y una camisa desabotonada de Hyunjin, sus muslos estaban vulgarmente marcados con moretones. Pensó en Felix, y la forma en la que hacía lo mismo cuando llevaba pocos días de haber llegado a la casa. A pesar de lo mal que estaba, no pudo evitar relacionarlos y asumir que el chico frente a él trabajaba en lo mismo.
—Buenos días.—Saludó Seungmin educadamente antes de regresar a lo que estaba haciendo. Mas no hubo respuesta del otro lado.
—Así que...—Habló el muchacho con un acento marcado.—Tú eres el niño que tiene tan estresado a Hyunjin.—Afirmó.
Seungmin alzó sus hombros sin vocalizar respuesta alguna. Conocía a los de su tipo, y no quería darle cuerda a uno de ellos tan temprano por la mañana. Sin embargo, no significaba que no tuviera la lengua para contestarles. Solo estaba reservándose.
—Si supieras lo mucho que me costó quitarle ese estrés de encima. Él no suele ser un amante agresivo, pero anoche pareció soltarlo todo contra mí. Suerte que todavía puedo caminar.
Seungmin arrugó el ceño, incómodo por el tema de conversación que el joven quería forzosamente tocar. Respiró profundo, tratando de calmar a su personalidad explosiva lo mejor que podía antes de que causara más problemas.
—Entonces deberías decirle que tiene que ser más cuidadoso.—Dijo todavía de manera educada. Guardó las rebanadas de pan en su plato y se preparó para salir de la cocina.—Hasta luego.
El chico bloqueó su paso, le sacaba unos centímetros más. De cerca pudo percibir lo bonito que era.
—Me advirtieron que eras de lengua suelta, pero ahora pareces un niño refinado.—Dijo con sus dos brazos estirados en ambos lados del arco de salida de la cocina.—Tan callado...
—Se llama tener educación.—Respondió al instante.—Y eso usualmente implica no hablar vulgaridades con un desconocido.
El joven solo se rió, echando la cabeza para atrás y todo. Genial, le había dado la reacción que quería.
—Solo bajé porque quiero desayunar, y Hyunjin me dijo que me encontraría con un tal ¿Minho? Creo que así se llama. Que debía pedirle algo.
Seungmin rechinó los dientes.
—Minho no es cocinero de nadie.
—Oh, ¿entonces debería pedírtelo a tí?—Preguntó fingiendo estar despistado.
—Deberías hacerlo tú mismo. O mejor, pedirle a Hyunjin que levante su trasero y que venga a cocinarte, si tanto te gusta él.
—Para ser un secuestrado, tienes demasiada audacia si le hablas así a Hyunjin. Ahora veo porque le urge deshacerse de ti y regresarte con tu hermano.
Seungmin lo miró con una mirada hastiada. Si esto era obra de Hyunjin para obtener información, era la peor técnica hasta ahora.
—Si Hyunjin te mandó a sacarme algo de información, dile que tiene que idear mejores planes.—Dijo Seungmin cuando finalmente el joven se hizo a un lado. Salió de la cocina, no sin antes rematar.—También dile que yo también muero por regresar a mi casa, sobre todo para no tener que ver a zorras a primera hora del día.—Dijo, regresándole la mirada de pies a cabeza que el desconocido le había dado en primer lugar.
El dichoso solo se rió, y cuando Seungmin ya estaba por irse, le respondió.
—No creo que te libres de vernos, niño. Felix vive contigo de todos modos.
Seungmin se frenó en su lugar automáticamente, todavía dándole la espalda al muchacho. Lo miró con unos ojos llenos de desagrado, la rabia apoderándose lentamente de él.
—¿Qué dijste?—Le preguntó lentamente.
—Que Felix vive contigo y con tu hermano. Apuesto a que hace lo mismo que yo.—Le aseguró altanero.—Esto lo aprendí de la zorra mayor.
—Felix por lo menos tiene buenos atributos que presumir.—Desdeñó.—En cambio tú... Bueno, Hyunjin debió sacarte del mismo lugar de dónde sacó a Lix. Es un hombre altruista, después de todo.
La sonrisa burlesca que el joven había estado teniendo se borró al instante, su mandíbula se tensó.
—Hyunjin ya ni siquiera piensa en Felix de esa manera. Desde que lo traicionó, está fuera de su vida.
—Si eso te deja dormir por las noches, por supuesto. Aunque por algo estoy aquí, supongo. A no ser que Hyunjin haya tenido otros motivos para secuestrarme aparte de vengarse... tal vez, es verdad cuando me dice que me hará su compañero.
—Por favor, Hyunjin no tiene tan mal gusto.—Respondió el muchacho.—A él le gusta que sus compañeros tengan experiencia y una belleza inigualable, no que tengan cara de niños ordinarios y debiluchos. Mírate y mírame, ni siquiera hay una comparación.
—Gracias al cielo que no la hay.—Respondió sarcásticamente.
—Te diré una cosa, niño. El único compañero que Hyunjin tendrá seré yo. Métetelo en la cabeza, porque siempre ha sido así. Se encapricha con uno nuevo y termina regresando conmigo. Así fue con Felix, y así será cont–
—Es suficiente, James.—La voz de Hyunjin hizo saltar a ambos. La cara del tal James palideció en cuanto lo vio. —Te pagué por anticipado, así que puedes irte. Vístete primero.
—P-pero pensé que me habías dicho que me quedara...—Respondió indignado.—Ni siquiera es por el dinero, lo sabes cariño.
—Largo, no hagas que te lo repita de nuevo.—Le ordenó, su tono sonando más cruel esta vez.
—¿En serio estás haciendo esto de nuevo?
—James...—Suspiró cansado. Seungmin conocía esa mirada, estaba llegando a su límite.
—¡Bien! Me voy. Pero cuando vuelvas a buscarme, asegúrate de haberle roto ya el corazón a este mocoso. De todas tus conquistas, él es el más desagradable.—Dijo dirigiéndose hasta Seungmin.
En cuanto llegó a su lado, tiró al suelo de un manotazo el plato que llevaba en una mano, y el jugo que llevaba en la otra se lo vertió encima. Todo pasó rápido, que de un momento a otro Hyunjin ya estaba sobre de ellos, forcejeando con el tal James para arrastrarlo hacia la salida. Inseong ya estaba presente cuando Seungmin los siguió, él le tendió una toalla y lo acarreaba de los hombros gentilmente hacía las escaleras mientras Hyunjin sacaba a a rastras al desconocido.
Cuando empezó a subir hacia su habitación acompañado por Inseong, alcanzó a escuchar los gritos de un muy resentido James.
—¡Hyunjin solo quiere romperte el corazón! ¡Y cuando lo haga, espero que te destruya maldito mocoso!
Lo ignoró y continuó subiendo las escaleras hasta su alcoba. Estaba enojado, confundido, sorprendido y exhausto. Estar cerca de Hyunjin era desgastante como estar cerca del sol, porque eventualmente empezaba a quemarlo, pero Seungmin seguía queriendo acercarse a la luz.
—¿Todos sus amantes van a querer matarme siempre que los traiga? Para no bajar a la cocina esos días.—Bromeó yendo a su baño para enjuagarse.
Inseong soltó una carcajada.
—James siempre hace lo mismo con las parejas de Hyunjin.
—¿¡Ah!?—Seungmin dejó de enjuagar su rostro solo para encarar al hombre.—¿Hyunjin lo trae aquí cuando tiene parejas?—Internamente se reprendió por haber hecho esa pregunta en vez de cuestionar la afirmación anterior que implicaba que él mismo era una de las parejas en cuestión.
—No siempre. Pero recuerdo que cuando Felix empezaba a venir aquí, James hacía su berrinche en el club. Cuando la señorita Nayeon estuvo aquí, James también le reclamo a Hyunjin. Y ahora tú... en fin.
—¿Y por qué ese afán de avergonzarse así? Hyunjin ni siquiera se puso de su lado.—Comentó Seungmin cuando salió del baño, su cuerpo todavía seguía pegajoso.
—Él nunca lo hace.—Dijo Inseong esperándolo fuera.—Hyunjin siempre está de lado de sus parejas, pero por alguna razón lo sigue visitando. Aunque algo me dice que después de hoy, Hyunjin se deshará de James.
—Por lo que me dices, su relación tiene mucho tiempo ya. No creo que Hyunjin lo haga.—Respondió Seungmin.
—Sí se lo pides tú, créeme que lo hará.—Le aseguró.
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feliz navidad atrasada (?
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