012.
Un haz de luz se filtró por la gruesa cortina blanca de la ventana, haciéndolo despertar de un sobresalto. Desconcertado, observó qué se había quedado dormido en el lugar incorrecto.
Tomó su celular desesperado para verificar la hora pero estaba apagado, sabía que se le había hecho tarde para comenzar con los preparativos del ensayo en el nuevo recinto.
Verificó la presencia de algún reloj de pared y lo encontró, faltaban treinta minutos para llegar a la hora acordada.
Se duchó rápidamente y se vistió con lo primero que encontró en su maleta, cogió el cargador de su móvil y lo metió en su bolsito negro. Medio seco su cabello y cogió una pequeña banda elástica para sujetarlo más tarde. Se dirigió a la cocina y tomó una pequeña bebida de banana, un pan tostado y salió disparado rumbo al a su trabajo.
★ — ★ — ★ — ★ — ★ — ★
Cuando llegó al recinto notó una sensación rara entre las personas, quienes no paraban de cuchichear mientras veían el teléfono. Tuvo curiosidad pero supuso que se trataría de una tonta tendencia como alguna otra.
Llegó al lugar de ensayo, y se encontró con los dos integrantes más jóvenes del staff, Jungkook y Taehyung.
— ¡Hola! — saludó. — ¿Qué hay? ¿Por qué la gente está tan absorta en sus teléfonos, saben algo?
— ¿Qué dices? ¿Enserio no lo sabes? — dijo el de voz gruesa.
— ¿Eh... no?
— Hyung, ¿para qué usas el teléfono entonces? — se quejó Jungkook. — Está por todo internet.
— No es que no lo use, me dormí hasta tarde y mi teléfono se quedó sin batería durante la noche, mi alarma no sonó y llegué impuntual, incluso lo traje sin batería y aquí traigo mi cargador, es más, justo lo conectaré ahora — fue a buscar una fuente de luz mientras buscaba su cable, la encontró cerca una mesa blanca y lo conectó. Después regresó con sus compañeros de trabajo de nuevo. — Pero ya va, no me voy a esperar hasta que mi teléfono encienda, ya cuéntenme de qué se trata.
Jungkook y Taehyung se miraron mutuamente, un poco dudosos de la futura reacción del omega. Y es que tampoco eran tan imbéciles como para no darse cuenta que su Jefe Min y Park compartían algo.
— Bueno... pensándolo bien no estoy seguro de sí debería saberlo pero aquí está — se acercó Kook y le tendió el teléfono. Jimin lo tomó y leyó con atención las tendencias en twitter.
"El trapero Agust D y la Embajadora de Tiffany & Co. Corea Kim GoEun fueron captados teniendo una cita en un restaurante lujoso"
Una expresión indecifrable atacó su rostro, mientras seguía deslizando su pulgar a través de la pantalla.
"Min YoonGi y Kim GoEun fueron juntos a un hotel."
"¿Agust D tiene novia? ¿Hasta cuándo seguiría ocultándolo?"
"Agust D y GoEun... "
Los ajenos pudieron observar en el rostro de Park que claramente no se veía bien.
— Hyung.... ¿se siente usted bien?
— Debo ir al baño — fue todo lo que articuló sin saber a dónde mierda estaban los baños en ese lugar nuevo al que acababa de llegar. Sus ojos picaban pues ya sus lágrimas empezaban a ser una molestia que nublaba la vista. Necesitaba desahogarse rápidamente.
No debía ser cierto. ¿Sólo era una jodida broma, verdad? Yoongi no jugaría con sus sentimientos de esa manera, él no se aprovecharía de su cuerpo y lo desecharía como un vil pañuelo viejo. Tendría que haber alguna explicación. Lo rogaba por la Diosa Luna.
Caminando sin rumbo, encontró los sanitarios sin siquiera buscarlos realmente. Se encerró en el último, siendo incrédulo ante lo que sus ojos habían visto. Se echó a llorar, se sentía muy estúpido y su corazón dolía. Tan sólo la mañana anterior estaba disfrutando y gimiendo su nombre y ahora, sentía como su corazón era estrujado sin empatía alguna por esa misma persona. ¿Qué era lo había hecho mal?
La puerta de la entrada principal se abrió y a su vez entraron un par de personas haciendo uso de los lavabos.
“¿Ya viste las noticias sobre Agust D?” mencionó la primera.
“Como no podría, si está en todo el Internet. ¡Daebak! Jamás me lo hubiera imaginado. Pero no es para menos, es un hombre muy atractivo.”
“Sí que lo es. Y GoEun también. Hacen muy bonita pareja y se ven tan lindos juntos, ojalá pronto confirmen su noviazgo”.
“¿Crees que lo hagan?”
“¡Por supuesto! Si no, ¿porqué crees que se hayan mostrado de esa manera ante público? Es bastante obvio.”
"¡Tienes toda la razón! Además, ese hombre no se merece menos, la Señorita GoEun es una persona muy importante y popular casi como él."
"¡Es verdad! Ahh en ese caso, también espero que confirmen su relación pronto, me da mucho gusto por ellos."
Jimin no soportó y salió deprisa, escuchar esa conversación lo estaba destruyendo aún más. Secaba sus lágrimas con los bordes de su hoddie, no quería que la gente lo viera llorar.
Afortunadamente el omega encontró pronto otros sanitarios. Entró y lavó su cara frente al espejo. Se miró fijamente. Sabía que todo esto estaba mal desde el principio, relacionarse con su jefe estaba mal. Fue muy idiota al pensar que Min Yoongi sería suyo y exclusivo sólo para él, era ridículo, lo sabía, su jefe tenía a más personas a su alrededor entonces, ¿por qué se relacionaría con una persona de bajo estatus social como él? ¿Con un simple coreógrafo? Ja, ahora que lo pensaba bien, si que era gracioso.
Sí, quizá esa tal Señorita GoEun era lo mejor para su jefe y su carrera. Él sólo sería un estorbo que no valdría la pena mostrarse en público.
El omega se recompuso, entró en razón, ya no quería llorar más y no quería mostrarse frágil en su trabajo. Una cosa no tenía que ver con la otra, mantendría su profesionalismo. Se peinó hacía atrás y se dedicó una última mirada en el reflejo del espejo para darse ánimos.
Si vería a Min hoy, no iba a flaquear, se mantendría neutro como si nada hubiese pasado, no reclamaría y si había explicación se dio cuenta de que ya no era necesario oírla. Mantendría distancia.
Y desde este momento consejaría a su corazón de deshacerse de esos estúpidos sentimientos que no le traían nada bueno. Sólo sería un tonto error, sí, uno muy tonto culpa de su lobo interior por dejarse doblegar ante las caricias y el lobo de su jefe.
Salió de los sanitarios, y con determinación se dirigió a su área de trabajo.
★ — ★ — ★ — ★ — ★ — ★
Unas horas más tarde, mientras Jimin sólo corregía unos movimientos más de la coreografía del baile final.
El alfa llegó, el omega pudo percibir su aroma en el aire cada vez que caminaba un paso más para acercarse.
Lo rodeó por la espalda. — ¡Gracias a la Diosa Luna, al fin pude verte! ¡Hola! — saludó, pero al sentir su cálido tacto Jimin se apartó con destreza.
— Le pido amablemente que no vuelva a tocarme de esa forma, Señor Min — habló serio, sin mirarle a los ojos.
— Ay por favor, Park. Estamos solos nosotros dos — su tono de voz era alegre, creyendo que el omega trataba de tomarle el pelo, pero cuando vio su mirada sombría, su pequeña felicidad se desvaneció. — Ya entiendo...¿Viste las noticias, cierto?
— Es lo normal, todos están hablando de eso.
— ¡Pero todo eso es mentira! ¡Es un malentendido! ¡Yo no-!... ¿No leíste mis mensajes? Dejame explicarle por favor-...— estaba tan preocupado por todas las malas ideas que pudo haberse formado el omega sobre él.
— ¡Señor Min! — interrumpió con gravedad. — No hay nada que explicar, no se sienta obligado a hacerlo. No lo necesito, entiendo la situación, así que no se preocupe. Lo que sucedió entre nosotros nunca pasó y nunca nadie sabrá de ello, ¿de acuerdo?. Así que por favor, no vuelva a hablar sobre el tema y solo diríjase a mi por trabajo.
Yoongi lo miró con dolor al escuchar las palabras duras que salían de esos labios tan bonitos que había besado, ¿porqué siempre sucedían malos entendidos entre ellos? La luna no era justa.
No hizo nada más que asentir y quedarse callado, al menos por ahora. No quería ponerlo más inquieto, tendría que encontrar una solución y hacerle saber que el único en su corazón era él, y si no quería escucharlo ahora, se lo haría saber más tarde al estilo Agust D. Porque desde ya, se le había ocurrido una espléndida idea que lo haría despejar todas su dudas de una vez por todas sobre lo importante que era para él.
★ — ★ — ★ — ★ — ★ — ★
Las siguientes horas previas al concierto ensayaron el repaso de todas y cada una de las coreografías que presentaría. Se ajustaron algunos detalles en cuanto a tiempos de entrada y salida.
El par de enamorados se mantuvieron moderadamente distante. Sí, moderadamente, porque Yoongi aprovechaba cualquier instante para tocar el cuerpo del omega. Cualquier mínimo roce, el alfa sabía que su cuerpo y lobo del adverso lo aclamaban, pero Jimin por más deseo que tenía de corresponder ese insignificante tacto que le propiciaba el alfa, se mantenía renuente.
Faltaba ya solo media hora para abrir el show, y como de costumbre tenía que recurrir a su dotación de leche. Se preocupó, porque ya había dejado indicado que no se contratarían a más omegas para satisfacer su peculiar necesidad. Y ahora con el asunto de Park rondando en su cabeza era difícil, no sabía ahora qué iba a hacer. No podía ir a pedirle semejante sacrificio, menos si ahora el omega parecía despreciarlo. ¿Cómo se las arreglaría?
— ¡Hyung! ¡Hyung! — lo llamó una voz conocida despejando un poco su nube mental. Al girarse se topó con esa sonrisa de hoyuelos enormes. — Aquí tiene su dotación, bébaselo — tendió la bebida blanquecina, estaba en un contendor transparente con dibujos de pollitos.
El alfa lo miró extrañado aceptándolo. — ¿De dónde sacaste esto, Namjoon?
— Es un secreto, hyung. Sólo apúrese y bébalo. ¿Okay? Me tengo que ir, me necesitan allá atrás — avisó y de la misma forma que apareció, se esfumó.
Sin ningúna otra opción, el rapero se lo bebió. Al darle el primer trago sonrió enternecido. — Tonto — murmuró, al darse cuenta que esa leche tan exquisita había sido producida por su propio Park Jimin. — Aún diciendo que no quieres nada conmigo, me sigues cuidando.
★ — ★ — ★ — ★ — ★ — ★
— ¡Yoongi, en diez subes al escenario! — informó su manager.
— Lo sé, ya estoy listo. Por cierto, Seokjin, que no se te olvide lo que hablamos. Necesito a Park en primera fila junto escenario.
— Me lo haz dicho como veinte veces, Min. ¡Lo tengo!
— Perdón, es que estoy nervioso. Entiéndeme, soy un pobre hombre enamorado.
— Créeme que trato, así que tú también recuerda que después de que te deje hacer semejante capricho, no me traerás más problemas, por favor.
— Me portaré bien, lo prometo.
— Bien, pero te pregunto una vez más, ¿de verdad estas seguro de que lo que harás es lo correcto?
— Muy seguro. Park es lo que quiero y necesito en mi vida, no hay nada que anhele más en estos momentos, conozco mis sentimientos y se lo haré saber ¡Ya lo veras!
— Pues en ése caso.. muy buena suerte campeón— le dió palmaditas de apoyo en la espalda. — ¡Conquista al público y a ese lindo corazón también!
★ — ★ — ★ — ★ — ★ — ★
Awws se viene el final T-T
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro