003.
— ¿Qué? Estas bromeando. Ni siquiera estás amamantando a un cachorro o estás en tu celo como para que puedas darme eso.
Jimin arrugó su semblante, extrañado. — ¿Cómo sabes que no estoy en mi celo?
— Cuando tomas los supresores tu aroma se ve afectado, y hoy simplemente no es el día, solo lo sé — le dijo y el omega se admiró por lo bien que lo conocía. Ningún otro alfa se lo había mencionado jamás.
— Es verdad, no estoy en celo.
— ¿Ves? Así que déjame ya, debo darles una lección por desobedecerme — Caminó en dirección a la salida pero Jimin lo detuvo.
— ¡Alto! — pidió.
— Jimin, estás actuando raro. ¿Qué es lo que sucede?
— Ay otra razón... - musitó.
— ¿Mmh?
—Existe otra forma en la que yo podría darte la leche que necesitas.
Yoongi le miró muy atento. — ¿Ah, sí? ¿Y cuál es?
Pareció que una oleada de calor sofocó a Jimin tan sólo de pensar lo que tenía que decirle. Sus mejillas se calentaron al instante. — Estimulándome.
Min abrió sorpresivamente sus orbes y su boca, pero de inmediato los cerró. No, quizás el omega no estaba pidiéndole eso. Quizás había escuchado mal. — Creo que no te escuché bien — rió nervioso.
— Escuchaste bien, Min.
— Te refieres a...
— Sí, Yoongi. Tienes que excitarne, estimularme para que mis hormonas trabajen, pueda producir mi leche y tú puedas beberla.
— Me estás tomando el pelo. Jamás conocí a otro omega así. No puede ser posible...
— Es muy raro, sí — interrumpió. — Pertenezco a la minoría de omegas que tienen esa condición; pero te aseguro que es completamente funcional — declaró, sabiendo que tanto para él como para su lobito, Yoongi era el dueño de su corazón por lo que la leche debía producirse si o sí.
— No tienes que hacerlo si no quieres — repuso, y Jimin pudo notar el nerviosismo en su cuerpo. Era muy difícil poner a Min Yoongi nervoso.
— ¿Y qué esperabas que hicieras? ¿Que desquites tu enojo con todo tu equipo allá afuera? Yoongi, esas pobres personas trabajan duro sólo para ti, no puedes ser tan hijo de puta con ellos. Además, no tienen la culpa de que la candidata no viniera. Se un poco más empatico por favor — Aunque Jimin estaba enamorado de Min Yoongi no iba a dejarlo comportarse como un idiota, si había alguien quién siempre le diría sus verdades, era él. — También piensa en tus fans, te están esperando súper emocionados allá afuera como para que les quieras cancelar el concierto a mera hora.
Yoongi miró cabizbajo, pensando en aquellas palabras tan certeras del omega, y analizando su propuesta.
— Tienes razón... — aceptó aún con la mirada baja. — Pero es que de verdad me pongo muy mal si no la bebo, no puedes entenderme, es esencial para mí y ellos saben lo importante que es también. Es por eso que me molesta el hecho que hayan sido tan descuidados — esta vez ya le miraba fijo.
— Y es por eso que yo te estoy proponiendo una solución a tus problemas, así que tómala.
— E-es que.. es que yo..
— Sí lo que te preocupa es que no sea una de esas lindas y bellas personas que contratas, simplemente no lo pienses mucho. Solo hazlo.
Carajo, ¿Cómo podría Yoongi decirle que el físico le importaba una mierda? No se trataba de eso. Claro que no.
De hecho, para Yoongi, Jimin era el omega más precioso que había conocido jamás, y tenía una personalidad muy imponente. Era espontáneo y confiado, el día que lo conoció como su coreografo nuevo estaba más que fascinado con la noticia. Era por eso que lo estaba sobrepensando no quería hacer sentir a Jimin como un simple objeto, como un instrumento de producción de leche. No, él era más que eso. Y era por eso que estaba tan nervioso sobre el tema.
— Como dije antes, no quiero que te sientas obligado hacerlo.
— ¿Y quién dijo que lo estoy? ¿Quién dijo que no quiero? — la firmeza en la voz del omega estaba poniendo nervioso también a su lobo. El pedido de Jimin estaba haciendo estragos su cabeza.
Unos golpes fuertes se escucharon por el otro lado de la puerta. — ¡Señor Yoongi! ¡Le aviso que en cuarenta sube al escenario!
—¡Lo sé! — gritó alto. — ¡Estaré ocupado aquí, así que por favor, no vayan a abrir la puerta! ¡¿De acuerdo?!
— ¡Lo que usted día señor!
Jimin trago saliva, las imágenes mentales que tenía en su cabeza estaban trabajando velozmente. ¿Qué cosas podría hacerle el alfa?
De inmediato se castigó. Malditasea ¿Es que sólo se estaba calentando con simples pensamientos?
— Está bien.
— ¿Qué? - salió de su trance.
— Haremos lo que propusiste — dijo con toda la calma aparente, porque en realidad estaba que moría por dentro.
— Ah... O-Okey.. amm ¿Qué debería hacer primero?
— Primero apagaremos la luz, así me concentro mejor.
— De acuerdo — asintió y vio como Yoongi caminó hacía el interruptor y lo apagó. Después se dirigió hacía él tan cerca qué sintió el calor de su cuerpo y aliento.
Otra de las razones por las que Yoongi se sentía nervioso era porque tenía mucho tiempo sin tocar o seducir a alguien. Alrededor de poco más de año y medio si no se equivocaba. Y es que si bien algunas veces bebía de los pechos de algunos omegas, era respetuoso y trataba de no sobrepasar los otros límites que no fueran sus mamas.
Esta vez era diferente. Y no sé trataba de cualquier omega, se trataba de Jimin. Porque lo que pensó en si lo haría correctamente.
— Okey, aquí voy. Si hago algo que no te gusta dímelo y me detendré, ¿de acuerdo? — le hizo saber y el contrario asintió lentamente en respuesta.
Fue entonces que atacó primeramente su cuello para lamerlo y morderlo, deslizando a su vez sus manos grandes y con venas resaltadas por dentro de la prenda superior de Jimin.
Jimin gimió al instante, sentir sus manos ásperas recorrer y amasar la piel de su cintura y su respiración en la zona de sus glándulas aromáticas estaban volviendo loco a su lobo. Por instinto su cuerpo se pegó desesperadamente al del alfa, y trató de buscar su boca.
Pero Yoongi hizo un movimiento más rápido y lo giró de espaldas hacía él. Jimin no entendió pero después todo pareció cobrar sentido cuando esas mismas manos que jugaban con la piel de su vientre, se dirigían a la evilla de su cinturón y aflojaba el agarre.
Jimin ahogó un quejido y supo perfectamente lo que Yoongi quería hacer, así que no lo detuvo. Bajó sus pantalones y después la ropa interior del omega, liberando su erguido y ya duro pene.
Jimin se mordió la lengua, se sentía ya demasiado excitado con tan mínimo contacto. Y es que su lobo lo ansiaba así desde hacía ya un buen tiempo, por lo que al complacerlo, su cuerpo se estaba volviendo muy receptivo.
No dudó más y el alfa comenzó a masturbarlo, lentamente hasta tener un ritmo demasiado convincente.
— ¡Oh Dios mío! Sí, eso es...
Yoongi se acercó a su oreja. — No creo que sea buena idea mencionar a Diosito cuando estamos haciendo esto, Park — cantó, y después le chupó y mordisqueo el lóbulo. — Dime bebé, ¿te gusta así? ¿te gusta lo que hago?
Jimin sólo se limitaba a asentir, gimoteando de placer al sentirlo tan cerca, y sobretodo por bombearle tan exquisita y enérgicamente su endurecido y ya goteante extensión.
Mierda que Yoongi ya se estaba poniendo duro también pero no podía liberarse porque sería un desastre. En cambio se mantuvo a salvo, dentro de su pantalón y siendo consentido por el gran culo de Jimin rosandolo.
— Yoongi...— gimió — estoy por llegar.. — tan perdido en la sensación de placer proporcionadas por unas simples y bendecidas manos.
— Lo sé, bebé. Puedo sentirlo — gruñó y masturbo con más rapidez y dureza al omega. — Correte para mí, hazlo. Y dame esa leche también — a los segundos el orgasmo alcanzó su máximo punto y Jimin se liberó tan desordenadamente que no le importó a Yoongi manchar un poco su pantalón, de todas formas podía cambiárselos rápidamente antes de subir al escenario.
El cuerpo de Jimin perdió equilibrio pero Yoongi lo seguía sosteniendo con firmeza. Lo giró de frente nuevamente y el omega le sonrió.
— ¿Te gustó?
— Me encantó — aún seguía agitado, recomponiéndose por el orgasmo, aún en la oscuridad pero con una filtración tenue por debajo de la puerta, lo observaba plácidamente.
Yoongi notó que tenía trazas del semen liberado del omega en sus dedos, y descaradamente los chupo frente a él. — Esta leche también me encanta, exquisita por cierto.
Joder y es que si por Yoongi fuera no saldría de esa habitación en toda la noche. Una vez que Yoongi se calentaba no paraba, su lobo al igual que él se prendían y sólo querían continuar, pero no podía. Tenía que cumplir con sus responsabilidades. Des pues de todo era una estrella.
— Pero ahora vamos a lo interesante — dijo ladino, mordiéndose el labio inferior. Lo cargó haciéndo que el omega enrrollara sus piernas en su cadera. Después lo recargó sobre la pared y subió su camisa dejando a la vista sus regordetes e hinchados pezones goteantes de leche. Tal como Jimin se lo había prometido. — Santo Cielo, estás tan cargado — paseó la lengua por sus labios en señal de deseo.
— Te lo dije, y ahora son todos tuyos. Chúpame tanto como necesites, toma toda mi leche si es preciso, Yoongi. Es tuya.
Aquellas palabras fueron música para los oídos de Yoongi, quien sin titubear se lanzó directo hacía el pezon izquierdo. Ensalivando excesivamente y mamando tal cual un bebé pequeño.
— Yo-yoon.. ah.. mierda ¿Cómo es que todo lo haces tan jodidamente bien? Mmh..ah..
Yoongi no respondía, estaba tan ensimismado en recolectar cada gota de la dulce leche del omega que no tenía tiempo de hablar. Y es que ¡Por todos los cielos! esta leche tenía un sabor completamente diferente a todas las demás. El alfa simplemente no podía explicar cómo es que las dos leches de Jimin sabía tan jodidamente bien. Se pasó al otro pecho, un delicioso y esquisito manjar, simplemente no quería despegarse de ahí. Y Jimin no ayudaba, estaba que se moría por la sensación tan cálida en su vientre que empujaba desesperadamente el rostro de Yoongi para hundirlo más a él.
Jimin sintió que volvería a correrse cuando otro golpe muy fuerte se dejó oír por la puerta. Haciéndolo volver a su realidad.
— ¡Uh.. jefe! ¡No quiero molestarlo pero le aviso que entra en quince!
El lobo de Yoongi gruñó al apartarse de tan cálidos y jugosos pechos Pero debía hacerlo. Calmadamente bajó a Jimin al suelo, y se fue a encender la luz, mientras el omega re ponía sus prendas.
La luz reveló sus rostros abochornados, llenos de vergüenza y el desastre producido hace un momento. No se miraban a la cara.
— Yo...
— No digas nada, solo vete. Te esperan allá afuera, yo me encargo de esto aquí, no te preocupes — opinó el omega.
El alfa asintió diligentemente. — Gracias.
— Agradeceme haciendo bien la coreografía y sin lastimarte. Con que termines un concierto sano y salvo es suficiente para mí.
Yoongi no dijo nada más, simplemente se limitó a sonreir gentilmente. Se dió media vuelta y salió de prisa de ahí.
Dejando a Jimin se muriéndose de vergüenza, ¿cómo es que volvería a verlo a la cara si sentir pena? ¿Y sobre todo, sin quitarse la imagen de sus manos sobre su piel? Estaba perdido.
Sí eso sólo había sido con sus manos y boca, no podría imaginarse lo doble de delicioso que sería teniendo sexo con él, joder.
Pero tan pronto se dio cuenta de sus pensamientos, se reprendió.
— ¡BASTA, PARK JIMIN! ¡Sabes muy bien que a Yoongi no le interesan las relaciones de pareja! - un pizca de tristeza se apoderó en su pecho, y deseó que ese pequeño momento de intimidad lo hubiesen disfrutado un poco más.
Pero no, no sería así. Después de todo ambos seguían siendo, jefe y empleado.
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