002.
El siguiente día del concierto había llegado. Y Yoongi se encontraba sentado frente a un tocador con un gran espejo, recibiendo su maquillaje de humo en sus ojos. Cuando pareció notar a través del reflejo del vidrio como la gente empezó a inquietar a sus espaldas y a caminar de prisa con el teléfono en mano.
Arrugó su expresión, no le gustaba no estar al tanto de lo que pasaba en su trabajo.
— Namjoon — llamó al líder de su staff — ¿Qué mierda está sucediendo? — preguntó y las estilistas apenas terminaron su maquillaje y cabello se apartaron del lugar.
— Eh... bueno, señor..
Yoongi se paró de su asiento malhumorado. — Basta de balbuceos Namjoon, sabes que odio que no me hablen claro, ¿qué está sucediendo?
— Hubo un problema con la persona que le proveerá su leche, jefe.
— ¿Qué? — dijo incrédulo y su lobo empezó a inquitarse.
— Dime que me están jugando una puta broma, Namjoon. No pueden hacerme esto, saben cómo me pongo si no bebo esa leche. ¡La necesito!
— Lo sé, jefe — repuso alarmado. — Es por eso que todos estamos tratando de localizar al menos a un conocido para que venga a brindarle lo que necesita.
— Más les vale hacer algo de inmediato, porque si no, rodarán cabezas. Tienen al menos un hora y media para traerme esa leche — sentenció y acomodó la silla en donde se encontraba, de una manera molesta.
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— Señor Seokjin, tiene que ayudarnos — pidió Namjoon al manager, arrancándose casi los pelos de frustración.
— Es su problema, no el mió — señaló. — Yoongi ya me da bastantes problemas, uno más y me volveré loco.
Jimin quién bebía un electrolito sabor fresa, extrañado por su charla, se acercó.
— ¿Qué sudece con Min? — dijo interesado.
— La candidata de hoy para proveer la leche al Jefe Yoongi no se presentó, no contesta las llamadas. Es como si se la hubiera tragado la tierra y justo hoy, cuando no teníamos otras opciones como reserva — comunicó Nam.
— Chale, ¿y eso malo? — preguntó Park.
— JA, ¿qué si es malo? ¡Malísimo, niño! La última vez que ocurrió esto fue hace dos años y Yoongi canceló el concierto, hubieron conferencias de prensa y disculpas de por medio — exhaló el manager, cansado tan sólo de pensar que eso tendría que pasar de nuevo.
— No Señor Seokjin, ni se atreva a mencionarlo. Ese día ha sido uno de los peores días de mi vida.
— Hablan de ello como si fuera a morir alguien — Jimin pensó que tal vez el par de alfas estaba exagerando.
— Ojalá estuviéramos sólo bromeando, pero para nuestra desgracia no es así — admitió Namjoon. — Como sea, me tengo que ir. Debo verificar si ya se encontró a un candidato.
— Yo también me retiro, iré a hacer unas llamadas — dijo el mayor.
Jimin vio partir a sus compañeros de trabajo, quedando absorbido en la laguna de sus pensamientos.
Quizá.... él podría ayudar en algo.
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— ¿Cómo está todo por acá, encontraron a alguien? — preguntó Nam a Hoseok, otro de los integrantes del staff.
— No, viejo. Mi único conocido que podría ayudarme está a un día de distancia.
— No puede ser — se tallo el rostro, frustrado por toda esta situación. — Mierda, ¿Cómo vamos a solucionar esto? Tengo miedo de mi cabeza, Hoba.
— Ni que lo digas, ya somos dos. Estoy pensando en si preocuparme o aceptar mi muerte segura.
— Aceptar mi muerte segura, es lo que me preocupa — dijo, se miraron y se echaron a reír por lo bajo.
— Bueno, al menos reímos para no llorar — dijo Seok.
— Es correcto, pero oye, ¿dónde están Taehyung y Jungkook?
— ¡Ah, sí! Ese par de chirriantes tuvieron la magnífica idea de ir entre el público para ver si conseguían al menos algo de leche de algún fan.
— Dios, qué turbio sería eso. Pero bueno, con tal de no hacer despertar a la fiera todo es bienvenido.
— Si que lo es.
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— ¿Dónde está mi leche? — gruñó por lo alto de frente a todo el personal al cual le había ordenado formarse en fila delante de él. Sus pequeños incisivos habían crecido por la furia y picaban su labio inferior. — Creí haber sido claro al decir que un error como este no estaba minimamente permitido. ¿Es acaso qué no me toman enserio? ¿Soy una burla para ustedes?
Todos mantenían la cabeza baja, nadie se atrevía a verle directo a los ojos. Algo como esto no había pasado en dos años, y Jimin quién se mantenía distante a la situación entendió la preocupación de los dos alfas anteriormente.
— Yoongi, tranquilízate — dijo Seokjin tomándolo de un brazo, pero el furioso alfa se safó groseramente de su agarre.
— Suéltame - reprendió. — Porque tu también tienes responsabilidad en esto. Eres mi manager y tu deber es estar al tanto de satisfacerme en todo.
— Yoongi estás...
— ¡Jefe, Yoongi! ¡Jefe, Yoongi! — interrumpieron dos chicos un poco menores que los demás, parte también del staff.
— ¿Y ustedes qué mierda quieren? — escupió.
— Logramos conseguir la leche qué usted necesita — informó el menor de ojos brillantes, Jungkook.
— Uno de sus Gloss Lover nos hizo el favor de proveerla — hizo saber el castaño, Taehyung. — Por supuesto que no le dijimos para quien sería.
Todos parecieron sentir un poco de alma en sus corazones.
— Ya le agregamos la cantidad de Wisky que le gusta, ya puede beberlo — indicó Kook y vació el contenido, sirviéndolo en una copa de vidrio. — Tome.
Un poco desconfiado de la situación, Yoongi tomó la copa. — Bien, al menos estos dos chquillos fueron más inteligentes que todos ustedes, bola pazguatos.
Declaró y después se bebió el líquido del recipiente, pero a penas el sabor cruzó por su paladar escupió todo de inmediato.
— ¿Cómo se atreven? — seguía tosiendo por el mal sabor de boca.
—Qué.. ¿qué sucede Señor Yoongi?— cuestionó el castaño completamente confundido.
— ¡Esta leche sabe horrible! ¿De dónde la obtuvieron?
— Nos encontramos una mamá beta entre el gentío, fue la única que...
— Por eso mismo, chiquillos tontos — interfirió. — La leche no es de omega. La leche de omega es más dulce y sabrosa, cómo se atreven a darme esta atrocidad. Odio la leche de los betas.
— Pero aún.. aún así sigue siendo leche materna. Y nosotros nos...
— ¿Qué? ¿Me estas desafiando?
— No, yo no...
- ¡Basta! - objetó una voz autoritaria y todos alzaron la vista para encontrarse con el dueño de ésta. Era Jimin. Su coreógrafo.
—Tú que..
— ¡Dije que basta! -repitió y tomó del brazo a Yoongi para arrastrarlo a la habitación especial.
— Jimin, ¿qué estás haciendo? Tu no tienes nada que ver en esto..
— Te daré la leche que necesitas — dijo seguro, interrumpiendo el sermón del alfa.
— ¿Qué?
— Lo que oíste, Min. Te daré de mi leche, toma tanto como puedas y necesites.
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Estaba leyendo el fic y me di cuenta de que no agregué esta parte de mi borrador, la historia tendrá más sentido ahora.
Una disculpa!
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