Capítulo 2.
Junwon se había despertado con el pie equivocado, y es que desde que inició el día solo pasaban cosas malas para él y su padre. Empezando cuando la alarma no sonó y los dos se levantaron apresurados para alistarse, al no tener tiempo suficiente para desayunar se había decidido hacer un poco de café y pan tostado por la mañana antes de partir. De alguna extraña manera, la tostadora explotó y dejó a los panes colocados totalmente carbonizados, inclusive provocando que se quedaran sin electricidad por un par de minutos.
Corrieron al automóvil sin tiempo de poder asentar algo en el estómago, pero le prometió llevarlo a comer saliendo de clases. Junwon se había puesto su cinturón de seguridad mientras su padre trataba de prender, el cual después de tanta insistencia prendió y marcharon a su primera parada, la escuela.
—Pasaré a recogerte, no quiero que te saltes la comida y compra algo en el receso, ¿De acuerdo?—Jungkook habló con semblante serio a su hijo mientras lo acompañaba a la puerta.
El pequeño asintió, aferrándose a la mano de su padre antes de tener que soltarlo para despedirse; Se acuclilló para estar a su altura y un pequeño besito fue depositado sobre su mejilla antes de ver a su hijo correr hasta la entrada de la escuela junto a sus compañeros. Sonrió al ver a Junwon conviviendo con otros niños y se levantó antes de darle una última mirada y correr nuevamente al automóvil para ir a su trabajo. No importaba si ya se le estaba haciendo tarde, él siempre tenía que velar por el cuidado de su hijo y su prioridad era asegurarse que llegara bien a la escuela, sabía y era consciente que en algún punto de su vida ya no lo veía más en grados menores, en algún futuro estaría en la universidad, algún día el se alejaría e iniciaría su vida, pero por ahora, Junwon era todo suyo y se aseguraría de cuidar su bienestar.
Las primeras horas transcurrieron de forma pacífica y sin mayores contratiempos, y mientras conseguía la soledad en su oficina y sus ojos se encontraban cansados desde primera hora cuando se desveló por adelantar el trabajo, sus pensamientos dejaron de prestar atención al informe frente suyo y se dedicó a desviarse hacía una persona en específico.
Taehyung. El nombre sonaba bien entre sus labios, haciendo que sonriera sin siquiera percatarse de ello. Había pasado un poco más de dos semanas sin ir al hospital, y aunque una parte se alegrara de que su hijo ya no estuviera en ninguna clase de peligro o enfermedad, la otra parte se sentía anhelante al poder ir y verlo una vez más. ¿Por qué no podía atreverse ir y pedirle una cita? Oh, porque temía a que él no estuviera solo y realmente tuviera pareja, no quisiera pasar tal aborchonado momento.
Pero como si hubiera manifestado de alguna manera el poder volverlo a ver, lo siguiente que supo era que estaba recogiendo su abrigo del perchero y salía despavorido de la oficina hacía la escuela, teniendo que llegar lo más pronto posible.
Junwon había estado jugando a la hora del receso con sus compañeros, pero cuando estos sugirieron jugar a las atrapadas y fue su turno de escapar de unos de ellos, subió a la resbaladilla y cuando perdió el equilibrio dejó caer su peso sobre uno de sus brazos, cayendo estrepitosamente al suelo en un golpe seco de una mínima altura.
—¡Papá!—Gritó asustado en cuanto escuchó la voz de su padre en la enfermeria de la escuela, lágrimas cubriendo todo su rostro y el dolor siendo más que visible en sus facciones.
—¡Junwon!—Contestó a su llamado en cuanto pudo entrar a la misma habitación, acercándose a su hijo.—¿Qué fue lo que pasó? Ven, te cargaré hasta el auto para que vayamos al hospital, ¿Si?
—No tenemos el equipo suficiente como para tratar con su herida, solo le dimos algo para que pudiera soportar el dolor y estabilizar su brazo lo mejor que estaba a nuestro alcance, le notifiqué a su profesora que no podía seguir tomando las clases así que solo firme el pase de salida para que puedan irse.—La enfermera le tendió la pluma y asintió, acatando la orden. Maiobrando entre sus brazos, como puedo lo sujetó contra su cuerpo sin lastimar su brazo y ambos se dirigieron al auto sin mirar atrás.
El recorrido al hospital parecía eterno, con un tráfico ligero y las personas transcurriendo alrededor fue cuando lograron llegar y se dirigieron al área médica antes de que les dieran el acceso con el doctor. Para cuando llegó el momento del chequeo, Jungkook sintió que podría llorar junto a su hijo ante el dolor que sentía mientras lo examinaban y terminaban de hacer el procedimiento que el doctor le había explicado con antelación.
—Le recomiendo que se queden aún un rato más para ver como es la reacción de su hijo ante el medicamento para el dolor y que no persista ninguna molestia. Pueden esperar en la pequeña sala que está equipada para este tipo de situaciones, sirve que se logra distraer o caiga rendido ante todo lo que estuvo experimentado. Debe de estar agotado por todo esto.—El mayor explicó mientras tecleaba en su computadora.
—Está bien.—Jungkook tenía entre sus brazos a Junwon, el cual seguía tallándose sus ojitos para eliminar las lágrimas que brotaban de sus ojos.
—Pueden seguirme por aquí, por favor.—Taehyung les mostró un sonrisa de compasión y se dirigieron por el pasillo hasta un cuarto alejado de los demás.
Junwon fue recostado en una de las sillas mientras reposaba su brazo que aún molestaba y dolía, pero cerró los ojos cuando sintió las manos delicadas que tanto le hacían bien sobre su cabello.
—Eres un niño muy fuerte y valiente, Junwon. Ya te lo había dicho pero espero que lo tengas claro, realmente eres admirable por tu gran forma madura de afrontar el dolor y la enfermedad, me sorprendes mucho.—Sonrió cuando vio al niño casi arrullado ante su toque y devolvió la mirada a Jungkook.—Usted tiene un niño muy fuerte, es afortunado.
—Puedes tutearme, no es necesaria tanta formalidad.—Jungkook le devolvió la sonrisa cuando vio el sonrojo en sus mejillas.
—Entonces, Jungkook, tienes un niño muy fuerte, eres afortunado.
—Lo sé, su madre siempre me lo decía, todo el tiempo.—Dejó descansar sus manos sobre su estómago mientras vio a Junwon reposando a su lado, casi dormido.
—Oh, no quisiera estar muy entrometido, probablemente tu esposa o tú malpiensen que esté muy cercana a Junwon.
—¿A qué te refieres?
—Bueno, cada que vez que han venido estoy acariciando su cabello o remarcando lo gran niño que es, no quisiera que mis palabras se malinterpretaran o que tu esposa se llegara a enojar, solo estoy admirado por lo buen niño que es, además que me gustan mucho tratar con los niños, así que es mi forma de mostrarles afecto y que estén tranquilos en cada consulta, en ocasiones eso logra hacer más llevadera la situación.
Jungkook negó, restándole importancia.—No, está bien. Mi esposa falleció durante el parto, por lo que solo hemos sido él y yo desde su nacimiento, así que no debes de preocuparte por ello. Además, soy un padre orgulloso de su hijo, así que siempre que reciba halagos me siento como un pavo real extendiendo sus plumas, me pavoneo cada que resaltan lo buen niño que es, es mi orgullo.—Confesó con una sonrisa, acariciando la cabellera de Junwon mientras él caía en un profundo sueño.
—Lo siento, no imaginaba lo que pudo ser de la madre de Junwon. Entonces, puedo decir que son dos hombres muy fuertes y admirables, ser un padre soltero no debe ser para nada fácil, ¿Tuviste ayuda?
Jungkook asintió.—Mi madre y hermana me ayudaron desde el primer momento en que supe que estaría por mi cuenta. Si bien el fallecimiento de Hyori me pertubó, sabía que no debía de derrumbarme porque ya tenía una persona dependiendo de mí desde su primer día de vida, así que me mantuve de pie por él y ellas fueron mi soporte adicional cuando no sabía cambiar un pañal, cuando no sabía si tenía sueño o hambre, cuando necesitaba un cambio de pañales porque ya tenía horas incómodo o descubrir su posición favorita para dormir en la cuna. Tuve que dejar mi trabajo por un tiempo hasta que me aseguré que podría maniobrar mi vida laboral y mi vida como padre y viudo. Igual el tiempo se me estaba acabando, mis ahorros de años habían desaparecido en un par de meses y ya era más una necesidad que por mérito propio, pero lo supimos sobrellevar.
—Entiendo, es bueno saber que puedes contar con tu familia en las adversidades, de lo contrario sientes que todo se te viene encima y que todo el mundo está en contra tuya.—La expresión indescifrable de su rostro hizo que Jungkook tuviera curiosidad y cuestionara sus palabras.
—¿Qúe hay de ti? También siento que fue impropio preguntar tu nombre la vez pasada, no quisiera incomodar a tu pareja o perturbar en una relación como el tercero en discordía.—Sonrió un tanto apenado al recordar su último encuentro, reflexionando lo que había hecho.
—¿Yo? No, solo somos mi pequeña y yo. El padre de Haneul podría decirse que nunca estuvo emocionado con la idea de ser padre, y lo entiendo por una parte, éramos demasiado jóvenes como para pensar en ser padres, pero él había dicho que estaría ahí. Además, ser un doncel me emociona por la parte de concebir, así que solo veía los puntos positivos de toda la situación. Para cuando fue el día del parto, me encontraba aterrado y mi hermano me llevó al hospital, pero el padre de ella jamás apareció, fue como si la tierra se lo tragara.—Sonrió sin emoción y desvió la mirada.—Creo que fue de la mejor manera, sabía que él no quería ser padre y su distanciamiento solo provocó que me diera cuenta de ello, así que no lo busqué ni intenté comunicarme con él aunque mi familia insistiera.
—Pero fue muy cobarde por su parte, ¿Cómo pudo haberlos dejo a su suerte? Ni siquiera debería de llamarse hombre si no tuvo el coraje suficiente para hacerle frente a la situación, no te embarazaste solo y él estuvo implicado, tuvo que hacerse responsable.—Jungkook habló con un tono molesto, frunciendo el ceño ante sus palabras.
—Nunca quise atarlo a mí, y sentía que si le insistía después del nacimiento de mi bebé solo lo vería de esa manera, por lo que no insistí. No lo necesité entonces, así que no quería ser un estorbo para su vida, mi hija no merecía esa clase de vida.
—¿Y qué hay de tu familia? Nada más mencionaste a tu hermano.
—Únicamente mi hermano me ayudó hasta donde pudo, el resto de mi familia me dio la espalda cuando les dije que no lo buscaría ni insistiría porque no valía la pena, por lo que fui su decepción y se apartaron. También no es como si pudiera esperar más de ellos, tener un hijo doncel tampoco fue de su agrado, pero por lo menos parecían tolerarlo hasta esto que sucedió. Solo somos mi hija y yo, y así estamos bien, nunca necesité de alguien mientras me encontraba en gestión, así que si pude apañarmelas hace un par de años, con mayor razón lo haré ya que tengo un buen trabajo, lo disfruto y me brinda todos lo necesario.
—Eres un gran ejemplo, Taehyung. Yo no soy admirable, tú lo eres, yo tuve a mi esposa conmigo durante la gestión, pero tú pasaste el embarazo totalmente solo con un despreciable hombre y aún sigues sacando adelante a tu hija, tu situación es sin duda alguna mucho más admirable que la mía.
—¿Qué tal si mejor decimos que somos buenos padres y ya? Porque lo somos, a una manera un tanto diferente pero lo somos, buenos padres y admirables.—Ambos se sonrieron de manera complacida, totalmente de acuerdo.
Y de alguna palabra, esas palabaras se sentías correctas y con una percepción diferente, haciéndolos sentir felices y cálidos por dentro.
__________________________________________________________
¡Hola! Solo pasaba a decirles que estuve adaptando esta historia conforme las condiciones presentadas. Perdón por no poner al inicio sobre que sería de donceles, la verdad sigo modificando las descripciones y así poner las advertencias y etiquetas necesarias, por lo que aún estoy en dicho proceso. Cualquier duda pueden hacérmela llegar, con gusto se las resolveré <3.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro