4. Deals
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Los últimos días en Polis habían sido más llevaderos para la pelirroja de ojos avellana quien se escabullía todas las noches a la nave de Skaikru para visitar a su amigo y a la chica que desde el primer instante había llamado su atención, Raven Reyes. Esta chica de cabello castaño oscuro era la mayor distracción de Aly ya que durante el día se la pasaba en las nubes, algo que llamaba mucho la atención de Lexa quien podía llegar a ser bastante celosa a pesar de ellas no ser nada.
-Alyssa!- llamó la comandante con voz fuerte mirando a la chica.
La pelirroja salió de sus pensamientos acercándose a Lexa, quien se encontraba sentada en el trono.
-Si heda?- preguntó la chica caminando hacia la comandante.
-Te sientes bien?- interrogó la chica levantándose de la silla -te ves cansada...
-Estoy perfectamente... solo que ayer no dormí bien-mintió en parte sonriéndole a la castaña.
La comandante asintió creyendo en su palabra, siendo consciente de que aquella padecía de malos sueños la gran mayoría del tiempo, cosa que le robaban la paz durante la noche.
-Bien... pueden retirarse, la junta terminó... vayan a descansar- ordenó Lexa saliendo del cuarto del trono.
Alyssa intentó salir pero esta fue detenida por el guarda llamas Titus; un hombre alto; blanco; calvo con tatuajes al rededor de la cabeza.
-Se a donde vas todas las noches- soltó el hombre acercándose a la chica.
-Lo felicito- comentó ella con un tono sarcástico.
-A nadie le importa que te metas con la chica skaikru mientras estés lejos de Lexa- habló Titus.
-Mejor así... ahora aléjate de mi... ya no tengo 12 años- murmuró ella alejándose.
El hombre la miró fijamente mientras esta salía de la sala del trono, sin duda esta se había convertido en alguien que no recibe amenazas, las hace de ser necesario y más tras haber aprendido a pelear a muerte.
Alyssa había seguido su camino tarareando hasta su habitación cuando en la puerta de esta se encontraba Leksa Kom Trikru quien ya no llevaba pintura de guerra ni ropajes tan pesados.
-Heda... que hace aquí?- preguntó Alyssa acercándose.
La pelirroja a diario tenía su equipaje listo para escaparse por las noches hacia la nave de los 100, sin embargo, esta sería muy diferente.
-Sabes que me puedes llamar Lexa... y vine... a cuidarte, se que te cuesta dormir- mencionó ella mirando hacia los pies de la pelirroja.
-Como cuando éramos niñas...extrañe eso por mucho tiempo- sonrió ella recordando.
-Si pero si lo deseas me voy- comentó la castaña señalando el pasillo.
-No...está bien- aseguró ella entrando a la habitación siendo seguida por Lexa.
Lexa entró mirando la habitación que ya estaba ambientada a Alyssa, tenía algunas flores en jarrones de barro hechos por ella misma, dibujos en las paredes pintados con algunos tintes hechos con plantas y frutas.
-Tu habitación está preciosa- comentó Lexa pasando sus dedos por el dibujo de la pared.
-Gracias- habló Alyssa mientras encendía algunas velas que ayudaban a iluminar más.
El sol se estaba escondiendo pero aún entraban algunos rayos del atardecer pero pronto no serían suficientes para alumbrar la estancia; Aly continuó encendiendo algunas de las velas que se encontraban al rededor de su habitación.
-Lamento si hay un poco de desorden- murmuró la pelirroja recogiendo unos trapos del suelo.
-No te preocupes...- respondió Lexa sentándose en el borde de la cama.
Alyssa la vio sonriendo, notó como la comandante seguía distraída mirando los dibujos en las paredes por lo tanto aprovechó a buscar en el bolso que guardaba en un cajón sacando un walkie talkie estaba apunto de apagarlo cuando una voz a través de este la sorprendió.
-Aly! Estas ahí? Cuando vienes? Cambio- preguntó la voz femenina.
-¿Qué fue eso?- preguntó Lexa poniendo un poco más de atención a la chica.
-Nada... sólo una tableta- mintió ella tapando la bocina del walkie.
-Aly soy Raven ¿estás ahí? Cambio- insistió la mecánica a través de la radio.
De pronto una mano quito el radio de la mano de la pelirroja quien ahora tenía los ojos cerrados con fuerza al saber que la comandante se enfurecería de saber la verdad.
-¿Quien te está hablando?- preguntó la comandante con tono fuerte observando el aparato.
-Una amiga... del pueblo- mintió la chica tomando nuevamente el walkie talkie.
-Mentira- soltó la castaña escuchando como la voz volvía a hablar.
-Alyssa ¡Ya se metió el sol! ¿estás en camino? cambio- volvió a hablar Raven.
-¿Es alguien Skaikru?- interrogó heda Lexa señalando el radio.
Alyssa presionó un botón -No iré, cambio y fuera-concluyó la chica notando el no tener respuesta.
-Alyssa Kom Trikru ¿Te llama alguien de los chicos esos? Sabes que no puedes acercarte!- exclamó la comandante.
-Ya te dije que no! Son amigos de Trishanakru-mintió apagando el radio y tirándolo a la bolsa.
-No sabía que tenías amigos ahí- comentó la castaña prefiriendo creerle.
-No son muy cercanos... han estado acampando en el bosque... se van mañana- mintió ella mirando hacia una de las velas.
-¿Tu les diste el radio?- preguntó acercándose a la cama.
-Si...basta de preguntas... hay que dormir- concluyó la pelirroja.
Lexa asintió notando como la chica caminaba por detrás de una tela guindada para poder cambiarse, esta estaba guindada con ayuda de clavos en las paredes. Alyssa tomó su bata de color blanco desnudándose detrás de la cortina sin notar que la comandante admiraba la silueta de ella la cual se veía gracias a la luz de las velas pero esto no duró demasiado ya que pronto salió Alyssa.
-Ven... tienes que dormir- comentó Lexa señalando la cama de la pelirroja.
-No quiero... siempre tengo pesadillas- murmuró la pelirroja sentándose en la cama.
-Hoy dormirás bien- aseguró Lexa acomodándose en la cama -tu cama es tan suave como la mía- comentó la misma.
Alyssa río levemente moviéndose hasta quedar al lado de la comandante quien estaba recostada del respaldar de la cama. Alyssa dudo un segundo pero apoyo su cabeza del hombro de la castaña.
-estás cómoda?- preguntó al sentir el peso sobre su hombro.
-Algo así...- contestó ella no siendo totalmente honesta.
-Hagamos algo mejor...- susurro Lexa moviéndose.
La castaña movió a Alyssa logrando acostar la cabeza en un almohada que se encontraba sobre sus piernas.
-¿Mejor?- preguntó acariciando el cabello rojizo de la chica.
-Si, mucho... extrañe esto...- murmuró la chica acostada cerrando los ojos levemente.
-Yo también... ¿no tuviste más amigas?- preguntó la chica.
-No... sólo has sido tu...-balbuceó la rojiza cerrando los ojos y quedándose profundamente dormida.
-Solo yo...- sonrió la comandante para ella misma, acariciando la mejilla de la pelirroja.
Ellas habían pasado la noche juntas, Lexa durmiendo en la cama de la chica de ojos avellana. La comandante estaba plácidamente durmiendo acostada al lado de la chica manteniendo su mano sujeta a la de ella.
Durante la noche, Alyssa se había despertado pero no por causa de alguna pesadilla, sino al sentir por un instante la ausencia de la mano de su antigua amiga. Al despertar movió la mano de la chica levantándose de la cama para tomar el Walkie-Talkie y salir de la habitación, al solitario pasillo.
-Raven estás ahí? Cambio- mencionó con el aparato cerca de su boca-hola?
La mecánica, quien se había quedado dormida en su mesa de trabajo con el walkie Talkie frente a ella esperando algún tipo de contacto de parte de la pelirroja contestó al instante.
-Aly! ¿Estás bien? ¿Por qué no viniste? cambio-preguntó la chica del otro lado del radio.
-Estaba con la comandante... ¿me extrañas?-bromeó la rojiza pasando una mano por su cabello.
-Claro que si... me haces falta, cambio- contestó la chica con un poco de vergüenza en la voz al sonar tan cursi.
-mañana nos veremos... y te acompañaré hasta que duermas, cambio- aseguró la chica mirando a su alrededor para asegurase de que no hubiera nadie.
-Muero por eso... te quiero Aly, cambio- habló la mecánica con algo de nervios en la voz.
-Nos veremos mañana, cambio- continuó la chica evitando responder.
-No estés muy cerca de la comandante, cambio- advirtió Raven con cierto tono de broma en la voz.
-¿Te pone celosa? ¿Admites que te gusto? cambio- bromeó la chica mirando por la puerta a la comandante que estaba profundamente dormida.
-No te voy a admitir ni negar nada por radio, cambio- continuó la mecánica riendo levemente.
-Está bien... adiós me lo dices luego, cambio y fuera- concluyó la chica apagando el radio del todo.
Alyssa volvió a la habitación cerrando la puerta detrás de ella, está guardo el radio en uno de los cajones volviendo a acomodarse frente a frente al lado de la comandante quien despertó mirándola.
-Aly... ¿Qué pasa?- preguntó Lexa quitando un mechón de cabello del rostro de la rojiza.
-Nada de que preocuparse Lexi...- respondió la pelirroja cerrando los ojos ante el tacto de la comandante.
Lexa sonrió mirándola para luego poner su mano sobre la de Alyssa, la comandante estaba realmente hipnotizada por la pelirroja algo que quizá le provocaría mucho daño de forma inconsciente.
Alyssa y Lexa habían sido amigas desde hacía mucho y aunque Lexa nunca pudo decirlo había estado enamorada de la rojiza; su corazón le pertenecía desde siempre sin importar Costia o el tiempo que estuvieron lejos.
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Durante la mañana Alyssa se encontraba profundamente dormida debajo de las pieles que utilizaba como manta acompañada de la comandante quien ahora se encontraba despierta acariciando la mejilla de la chica de ojos avellana; la comandante acarició el labio inferior de la chica que yacía dormida a su lado.
Alyssa empezó a moverse levemente haciendo que Lexa retirara su mano notando como esta quedaba cada vez más cerca de ella al punto de poder sentir su respiración.
-Aly... ya es de día- susurró Lexa mirándola con una leve sonrisa.
-No... aún no- balbúcelo Alyssa moviendo su cabeza en la almohada.
Lexa solo negó levantándose de la cama abriendo las puertas que daban paso a un balcón pequeño que se encontraba en la habitación de la pelirroja.
Alyssa abrió los ojos -Ya me levante- murmuró la chica levantándose de la cama restregándose los ojos -Puedo salir hoy temprano?- pregunto la rojiza.
-A donde irías?- preguntó Lexa entrando a la habitación.
-Quiero acercarme a Skaikru- mintió Alyssa quien se había ya acercado lo suficiente.
-Aly... sabes que- habló Lexa para ser interrumpida por la chica.
-Voy a estar bien... voy a traer a su líder y hablarán... si?- pidió la rojiza tomando las manos de la castaña -Por favor.
-No Alyssa, soy tu comandante y tienes que obedecer- contestó está soltando las manos de la chica.
-Heda... beja(por favor)- pidió la chica mirándola y acercándose.
-No- exclamó la castaña mirando hacia un lado.
La comandante evitaba mirarla, estaba consciente de que si la miraba demasiado ante sus súplicas está terminaría aceptando lo que le pedía e incluso iría con ella.
Alyssa continuó pidiéndole lo mismo a Lexa una y otra vez, mirando hacia el rostro de la castaña pero siendo ignorada por esta.
-¡acabaste con mi paciencia!- gritó Lexa mirándola haciendo que está retrocediera un paso -Lo siento... no quise gritarte- mencionó la chica acercándose a la rojiza.
Alyssa simplemente le dio la espalda entrando a la habitación que utilizaba usualmente para asearse y para peinarse, está simplemente cerró la puerta pero Lexa se acercó tocando la puerta.
-Aly... lo siento...- susurró Lexa pegada a la puerta intentando que la chica saliera -sal por favor...
La pelirroja abrió la puerta quedando cara a cara con la comandante.
-Te mentí... la persona con quien hablaba en la noche se llama Raven y es de Skaikru- confesó la chica.
La comandante la miró bajando la mirada caminando lejos de la pelirroja -Eso es traición Alyssa! Te puedo condenar- advirtió a la chica de cabello rojo.
-Lexa... déjame presentártela... déjame traerte a Clarke y a Bellamy- pidió la chica mirándola.
La comandante cerró los ojos con fuerza odiando la idea de tener que hacer pasar a Alyssa por la tortura que implicaba el ser condenada por lo cargos de traición a su comandante o el tener que exiliarla del clan.
-Está bien... tráelos... pero regresa rápido- exclamó Lexa girándose para volver a mirarla.
Alyssa la miró con una sonrisa saltando de felicidad para luego saltarle encima abrazándola y poniendo su cabeza en el cuello de la chica a lo que la castaña puso sus brazos al rededor de la cintura de la chica con una sonrisa que se aseguró que está no viera, la rojiza puso su rostro frente al de Lexa quien la miró bajando sus ojos a los labios de esta apunto de besarla pero la voz de alguien las hizo separarse.
-Heda!- llamó una voz femenina de atrás de la puerta.
Alyssa se bajó arreglándose la ropa y el caballo, Lexa hizo lo mismo mirándola por unos segundos.
-Entra- ordenó Lexa mirando a la pelirroja hasta que la persona entró en la habitación.
Anya miró a Alyssa y a Lexa haciendo reverencia -Heda los natblidas esperan- comentó la chica mirando a la comandante.
-Dile a Titus que se se encargue de ellos por un momento, tengo que hablar con Alyssa- explico la castaña mirando a Anya con seriedad.
-Por supuesto Heda- contestó la terrestre saliendo de la habitación y cerrando la puerta.
Alyssa miró a Lexa por unos segundos, está sentía la necesidad de acercarse a ella a como estaban antes pero no lo haría al no estar segura de que Lexa lo quisiera.
-¿Cómo son Skaikru?- preguntó Lexa mirándola con cierta curiosidad en el rostro.
-Son buenos... la gran mayoría lo son... aunque hay algunos más difíciles- explico Alyssa mirándola y acercándose un poco.
-Y la chica... con la que hablas ¿es tu amiga?- preguntó la comandante con el rostro un poco serio.
-No lo se... Clarke insiste con que Raven siente algo por mi pero no creo que sea así- rie levemente mirando a la chica.
La comandante asintió en modo de entendimiento, bajando la mirada hacia un costado evitando encontrar los ojos de la pelirroja, le dolía pero no podía hacer nada.
-Me tengo que ir... los natblidas esperan- murmuró la castaña saliendo de la habitación.
-Estás bien?- preguntó la chica mirándola.
Lexa sin más salió de la habitación sin querer contestar a lo que le había preguntado, no estaba bien pero no lo demostraría, no podía y para ella el amor era debilidad por lo que se aferraría a ocultar cualquier afecto hacia ella, no se permitiría volver a estar tan cerca como lo había estado.
-Anya!- llamó la castaña con tono fuerte mirando a la segunda.
-Heda?- respondió haciendo reverencia ante esta.
-Quiero que uno grupo de guerreros cuide a Alyssa...- ordenó la chica.
La rubia asintió para salir de la torre ordenando a varios de los guerreros que cuidarán q la pelirroja en nombre de la comandante.
[•••]
El bosque rodeaba a Alyssa, esta simplemente miraba hacia el cielo sintiendo el aire en su rostro, le recordaba mucho al tiempo antes de la muerte de su hermano cuando iban de paseo por el bosque y se perdían por horas donde solo recorrían todo el lugar y jugaban como si fueran niños.
La chica rojiza caminaba mirando todo a su alrededor cuando se percató de lo cerca que estaba de la nave de Skaikru, estos estaban discutiendo cómo era de costumbre, de pronto sintió algo detrás de ella haciendo que se girara notando a un terrestre con un arco.
-¿Que quieres?- preguntó ella mirando con los ojos entrecerrados.
-Heda me envió a protegerla- habló el terrestre quien llevaba el rostro totalmente cubierto -Hay muchos más aquí- señala el los árboles.
-Lexa...- susurró cerrando los ojos y negando con la cabeza ante la sobreprotección -Si yo se los digo atacan, antes no- ordenó la chica.
El terrestre hizo asintió ante ella siguiéndola cuando llegaron hasta la puerta del campamento de los adolescentes enviados del arca, pero al llegar a la puerta estos gritaron cerrando la puerta.
-Está bien! El viene conmigo- gritó la chica pelirroja mirando hacia la puerta.
La puerta construida por ellos era realmente grande, y bastante resistente, era un mundo; su mundo. Tras esas puertas era la organización de un clan más, solo que no eran un clan y se encontraban diariamente en disputas con los terrestres de Lexa.
De pronto un chico moreno con un gorro salió con un cuchillo en la mano, este era Miller, amigo de todos y de Alyssa.
-No puedes entrar con el- exclamó Nate mirándola con miedo del hombre.
-Sucede que tampoco sin el- respondió esta sonriendo y dando un paso.
El chico se puso al frente de ella a lo que el terrestre gruñó listo para atacar a la orden de la rojiza o cuando su instinto se lo ordenara, el terrestre alzó su espada, a lo que Alyssa levantó la mano con la palma extendida mirando sobre su hombro, para dirigir su mirada al chico.
-Chil au (tranquilízate)- ordenó la chica de ojos avellana sin mirar al terrestre y manteniendo su mirada fija en el chico.
El terrestre la obedeció a regañadientes, mirando al chico que aún lo miraba con mucha desconfianza simplemente se quedó estático en su sitio hasta que una voz conocida por Alyssa habló.
-¿Que pasa Miller?- habló Bellamy saliendo sin haber visto a la rojiza.
Alyssa tosió falsamente haciendo que Bellamy la notara, este con una sonrisa miró a la pelirroja quien llevaba unos pantalones negros a la cadera; camiseta manga larga color gris de cuello redondo y botones, con su chaqueta negra, con trenzas a los costados de la cabeza y una grande en el centro desde el final de la frente hacia tras, pero aún permanecía su cabello largo.
-Miller déjala entrar- ordenó Bellamy a lo que él chico se quitó.
La pelirroja entró acompañada del terrestre el cual se quedó de pie junto a la puerta como si fuese un árbol, no se movía pero observaba con detenimiento a la chica que le habían ordenando proteger.
-¿Donde está mi mecánica?- preguntó la pelirroja caminando sin ver a la chica de abrigo rojo y coleta.
-Se quedó dormida trabajando...- comentó el pelinegra de cabello desordenado.
-Raven durmiendo... increíble- bromeó ella caminando hacia una de las tiendas.
La pelirroja camino hacia una de las tiendas de campaña que habían al rededor del campo del campamento, en esta se encontraba una Raven Reyes trabajando bastante cansada.
-Hola- sonrió la rojiza mirando a la chica.
-No me desconcentres- respondió en automático la chica sin notar quien era.
-Entonces te dejo trabajar- murmuró Alyssa caminando hacia la salida.
La mecánica la miró por un segundo dándose cuenta de quien era, por lo que se levantó rápido de la silla tomando la mano de la chica.
-No sabía que eras tú- comentó la chica castaña acercándose a la pelirroja dándole un abrazo y apoyando la cabeza en el hombro de la chica.
-Tienes que dormir- susurró la chica en la oreja de Raven haciendo que esta la mirara con una sonrisa.
-No puedo, tengo que seguir con la radio y otras cosas que estamos arreglando- contestó la chica tomando las manos de la chica.
-Bien... entonces me iré con Clarke tengo que hablar con ella- dijo la rojiza soltando una de las manos de Raven.
La mecánica la jalo hacia ella sin mucha fuerza tomando su otra mano mientras la miraba con una sonrisa.
-¿No te puedes quedar?- preguntó la chica de coleta mirándola y acariciando el brazo de la chica.
La pelirroja la miró por unos segundos con una sonrisa para luego mirar la mano de la chica pasar por su brazo.
-No puedo... estoy haciendo un trabajo para mi comandante... Lexa- comentó ella -además debo volver pronto.
-Lexa? Espera... ella no es la que me dijiste... que te gustaba- preguntó la chica con los ojos entrecerrados.
-Si... pero es lo de menos, tengo que ir porque Lexa apenas accedió a hablarle... si no, los ataques continuaran- murmuró ella mirándola.
La chica giro los ojos volviendo a sentarse volviendo a la radio que estaba construyendo, la rojiza salió de la tienda sin tomarle gran importancia a la reacción de la chica.
Alyssa camino hacia la nave donde estaba Clarke hablando con Octavia, la hermanita menor de Bellamy que siempre la miraba pero nunca le hablaba.
-¡Octavia! ¡Clarke!- saludo la chica mirando a ambas chicas con una gran sonrisa.
-Hola Alyssa- saludo Octavia con una sonrisa.
-Aly... es un gusto verte- mencionó la rubia dándole un abrazo.
La chica la abrazó con una sonrisa, con un poco de emoción.
-La comandante accedió a hablar contigo y Bellamy...- exclamó la chica -pueden tener una alianza...- continuó mirándola.
-Alyssa, tú crees que nos acepten?- preguntó la chica rubia de manera insegura mirándola.
La pelirroja pensó unos segundos mirándola, está sabía perfectamente que Lexa era muy difícil y más luego de que estos ya habían asesinado a gran cantidad de sus hombres aunque fuese en defensa propia.
-Tienes que demostrarle que ustedes merecen esa alianza- explico ella mirándola con el rostro un poco serio.
Clarke la miró un momento con una expresión de preocupación para darle una mirada a Octavia, pronto Bellamy apareció poniendo su brazo en los hombros de la pelirroja.
-¿Por qué esas caras?- preguntó mirando a Aly con una sonrisa.
-La comandante quiere hablar...- intervino Clarke mirando al chico de cabello negro.
-Tienen que probarle... que merecen su alianza y que le serán fiel- respondió ella mirando a ambos.
El chico alzó las cejas, sabía que muchos no estarían de acuerdo en hacer el trato y preferían pelear contra ellos e intentar dominar a los terrestres.
-¿Aceptan?- preguntó ella con seriedad en el rostro.
Había intercedido por ellos ante Lexa, ahora dependía de ellos el poder formar la alianza, dependía de ellos el comportarse y aceptar la ayuda de ellos.
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Nota de la autora
Hola! Ame escribir este cap como todos, les digo que ahora va e empezar el drama de la situación y notificarles que la historia no va a ser muy larga pero espero y les encante.
🫶🏻✨
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