1. I couldn't save you
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El sol brillaba fuertemente en Polis, las personas caminaban tranquilamente por las calles mientras que otras atendían en los puestos que se encontraban en las orillas; el humo de las parrillas; las telas que colgaban de los alambres, un lugar muy animado y el hogar de la familia Parker.
-Linkon! Komba (Lincoln regresa!)-gritó una chica de cabello rojo desde su puesto.
Un hombre alto, moreno, con un tatuaje en la cabeza giro mirándola, este estaba de camino hacia el edificio central de Polis.
-Gon heda(para la comandante)-murmuró ella dándole una capa de terciopelo.
Este asintió tomando la capa doblada, la cual tenía bordes dorados, está capa la había hecho especialmente Alyssa para su comandante, Lexa Kom Trikru.
-Mochof(Gracias)-sonrio ella viéndolo irse con la capa en las manos.
Alyssa es conocida como Alyssa Kom Skaikru al igual que sus padres, de carácter fuerte pero de personalidad amable, compasiva y muy considerada; siempre había sido una persona de paz y muy risueña.
Una voz llamo la atención de la chica de cabello rojizo y ojos color avellana; está provenía de su madre que estaba llegando recientemente al puesto de ropa que manejaba Alyssa a diario.
-Nomfri(hija)-sonrió la mujer que tenía alrededor de 43 años.
-Nomon!(Madre!)-reconocio la chica con una sonrisa dibujada en su rostro.
-Hoy hace tres meses... desde la desaparición de Oliver...-recordó ella mirando a su hija.
Alyssa miro a su madre con una sonrisa triste, puso su mano en el anillo que colgaba de la cadena de su cuello, aquel pertenecía a su hermano mellizo Oliver.
-Sha...(si) desde que desperté lo sabía...-mencionó ella mirándola, su mente se había ido nuevamente.
Ella aún podía recordar el día en que su hermano desapareció. Oliver y ella se encontraban caminando al rededor de los bosques que rodeaban a Polis, y después de unos minutos más a lo profundo del bosque fueron atacados por guerreros Azgeda, a ella la habían noqueado y despues de esto su hermano no había vuelto a aparecer, nisiquiera su cuerpo sin vida.
-Alyssa!-llamó su madre notando como su hija se había quedado mirando hacia la nada.
Está giró su cabeza mirándola y volvió a concentrara en su puesto ordenando las cosas, de repente la comandante salió del edificio haciendo que todos los que en la ciudad se encontraban hicieran reverencia, sin embargo, Alyssa no se había dado cuenta de esto al estar tan sumergida en sus pensamientos cuando de pronto notó unas botas al frente de su puesto, cuando alzó la mirada notó que era Lexa, Heda.
-Heda...-mencionó ella haciendo reverencia -Moba (lo siento) no estaba atenta...-se disculpó ella aún en reverencia y mirando hacia el suelo.
-No te preocupes... entiendo que hoy es otro mes en que Oliver sigue perdido-comentó Lexa mirándola.
-Si... mi familia aún no consigue tranquilidad-respondió alzando la mirada hacia el rostro de la comandante.
-Vengaremos a tu hermano... Jus drein jus daun(sangre debe tener sangre)-aseguró la comandante.
Alyssa solo río con sarcasmo, le dio la espalda a la comandante saliendo de ese lugar al no poder soportar las palabras de la comandante que para ella eran vacías y no significaban nada, hacia tres meses su hermano no aparecía y aunque al principio si hubieron búsquedas luego de un tiempo habían parado.
La chica de cabello rojo camino hasta la que era su casa; está se encontraba en el bosque; estaba hecha de madera en su totalidad, a excepción del techo el cual eran láminas de zinc y contaba con cosas tecnológicas las cuales habían sido robadas del arca al momento en que sus padres habían bajado.
-Em ste Spichen spicha(Ella es una maldita mentirosa)-gritó Alyssa entrando a la casa, y tirando algunas de las cosas que habían en su mesa.
De pronto un sonido en su puerta llamó su atención, al observar por el espacio de la puerta que era la comandante con soldados detrás, limpió las cosas en el suelo y abrió la puerta.
-Heda...-se inclinó ella pero Lexa negó con la cabeza evitando que esta se inclinara del todo.
-No es necesario... te fallé a ti y a tu familia con lo que le pasó a tu hermano...-murmuró Heda mirando a la pelirroja.
Esta no soporto más y las lágrimas salieron de su rostro, no podía soportarla hablar de su hermano como si fuese un muerto en guerra más, cuando él era el favorito del ejército de la comandante y ni siquiera sabían si estaba muerto.
-no hable más de mi hermano-murmuró ella limpiándose las lágrimas con rapidez.
-De acuerdo... me retiro...-contestó la comandante saliendo de la casa de Alyssa.
La comandante sabía toda la ira que Alyssa guardaba a pesar de que ella fuese gentil cada vez que aparecía, estaba clara que era la última persona que ella quisiera ver.
Un disturbio en la entrada de Polis llamó la atención de la comandante haciendo que esta corriera junto a los soldados acercándose, al llegar vio una escena dolorosa; el hermano de Alyssa se encontraba tirado en el suelo, lastimado y vomitando sangre.
-Aléjense!-ordenó la comandante dándose cuenta que este contenía un virus mortal para aquellos que eran débiles.
-Traigan a Alyssa...-murmuró Heda mirando a Indra y Anya.
El curandero Nyko, llevó a Oliver o lo poco que quedaba de él a la tienda donde atendía a los enfermos y heridos.
Mientras tanto, Indra y Anya llevaron a Alyssa de regreso a Polis. La pelirroja corrió a través de las personas, esquivándolas, se encontraba feliz de saber que su hermano estaba devuelta.
-Oliver!-grito Alyssa entrando a la tienda donde lo vio tirado en la camilla con sangre desde sus pies hasta su cabello.
-Aly...-murmuró con las pocas fuerzas que le quedaban.
-Oliv... que te hicieron...-lamentó ella mirándolo, con las lágrimas en los ojos.
A pesar de saber que el acercarse significaría contagiarse no le importó, era su gemela, era su otra mitad, habían estado juntos desde antes de nacer, nada podrías separarlos.
-Ellos querían conocer secretos de Heda... y me torturaron, pero no dije nada-mencionó el casi sin voz y con los ojos entrecerrados.
Alyssa estaba desecha, sabía que su hermano en condiciones normales podría soportar la enfermedad, pero así, desnutrido, lastimado y con heridas abiertas, no.
-Oliver... vas a estar bien?-preguntó ella con miedo en la respuesta y tomando la mano de su hermano.
-No pero tú si estarás bien... Ai gonplei ste odon(Mi lucha a terminado)-murmuró cerrando los ojos lentamente, la fuerza que ejercía en la mano de su hermana desapareció junto a su mirada.
-No! No voy a aceptar eso... No!-refutó Alyssa mirando al cuerpo sin vida de su hermano.
La pelirroja, gritó de dolor mientras las lágrimas corrían por su mejilla, todo a su alrededor había desaparecido y para ella no había nadie ahí.
-No... no...-murmuró la madre de ambos entrando a la tienda y viendo a su hijo; Cayó al suelo llorando desconsoladamente.
Para la familia Parker, era el peor momento que pudieron haber pasado; habían bajado del espacio para evitar que uno de sus descendientes muriera y aún así no lo pudieron evitar.
-No pude salvarte...-susurró Alyssa mientras tomaba la mano de su fallecido hermano.
Las lágrimas de Alyssa próximamente se volvieron rojas, sangre empezó a gotear de su nariz y ahí supo que estaba enferma, su madre al verla se alejó saliendo de la tienda.
-Atiendan a Alyssa-ordenó el curandero Nyko mirándola, pero está se rehusó a levantarse.
-No! Aléjense de mi!-gritó con ira y dolor en su voz, se levantó apoyando su cabeza en el pecho de su hermano.
Ellos desde el día uno habían sido inseparables, si uno no estaba el otro lloraba y si alguno se enfermaba el otro se quedaba a pesar de poderse enfermar, jamás iban a algún lado sin el otro; temían que al alejarse no se volvieran a ver.
-Hasta volvernos a encontrar...-susurró ella mirando a su gemelo.
Nyko la tomó del brazo llevándola a otra camilla mientras el cuerpo de Oliver era cubierto y sacado de ahí, para ser llevado a incinerar.
De pronto la comandante entró a la tienda guardando la distancia de Alyssa.
-Lamento mucho lo de tu hermano... como ya te dije... será vengado, era mi mejor guerrero-pronunció la comandante mirándo a la Alyssa.
-Para usted no era más que eso... un muerto más-dijo mirándola a los ojos verdes tan brillantes que tenía.
Lexa bajo la mirada levemente acercándose un poco más a la camilla, sabía que no sufriría de aquella enfermedad pero no sabía si Alyssa la resistiría.
-Tienes que descansar... a tu hermano no le gustaría verte mal-comentó ella mirándola y extendiéndole un paño húmedo para la sangre goteaba de su nariz y las lágrimas rojas que habían caído antes.
-Usted no sabe lo que le gustaría o no... nisiquiera sabía cuando cumplía años...-murmuró ella acostando la cabeza en almohada y dándole la espalda.
-Ai laik heda, yu don spek ai (Soy la comandante, tienes que respetarme)-menciono la comandante con tono fuerte mirando la espalda de Alyssa.
Alyssa giro los ojos levantándose de la cama, tan solo con unos pasos bastó para que si no fuese por Lexa terminara desmayada en el suelo.
Lexa y Alyssa se conocían desde pequeñas, la pelirroja había crecido al lado de ella siendo de la misma edad pero de diferente procedencia. Aly había desarrollado un vínculo grande con ella durante la niñez estricta de la castaña pero al ella convertirse en comandante se alejó, Heda nunca entendió porque, ya que sentía que a pesar de tener doce años había algo creciente entre ellas, algo como amor.
Al Lexa crecer conoció a Costia, pero la historia de ellas terminó muy mal, mientras que Alyssa se había dedicado totalmente a su familia.
-Estás bien?-preguntó la comandante con voz tenue quitando el cabello del rostro de Alyssa.
Alyssa no dio respuesta alguna estando ida totalmente, la comandante la cargo en sus brazo acostándola otra vez, esperando que esta no sufriera el mismo destino que Oliver, no lo permitiría de todas formas.
{•••}
Estaba en pleno bosque, el sol era tapado por las grandes nubes de un cielo celeste; había neblina a su alrededor y una especie de sensación de calma y paz desconocida, como si nada pudiera lastimarla.
-Hola?-gritó Alyssa mirando a su alrededor dándose cuenta que no había nadie.
El pasto se veía muy brillante, las flores eran de colores brillantes y las aves cantaban sin cesar a su alrededor, de pronto una voz detrás de ella hizo que se girara.
-Oliver!-exclamó ella corriendo a abrazarlo, al tocarlo se sentía real, como si jamás se hubiese ido.
-Estoy bien... y tú lo estarás, pero no sea tan dura con Lexa...-murmuró en el oído de ella, está únicamente cerro los ojos con fuerza al sentir la calidez de su aliento.
-No quiero que te vayas-ignoró ella lo que él le había dicho.
-Prométeme que no serás dura con Lexa, y que no la despreciarás-insistió el separándose del abrazo y mirándola a los ojos.
-Por qué? Porque tengo que ser buena con ella-exclamó mirándolo con el ceño fruncido.
-Ella es tu futuro...-susurró acercándose al oído de ella.
La imagen de Oliver empezó a desvanecerse, Alyssa podía ver a través de él y sabía que jamás lo vería si se iba.
-Te lo prometo... te amo hermanito-murmuró ella con lágrimas saliendo se sus ojos.
Este con una característica sonrisa, de dientes blancos y alineados se empezó a despedir de su hermana moviendo la mano en el aire y desapareciendo por completo. A pesar de ser un sueño, Alyssa sentía el vacío en su pecho haciendo que un grito de dolor y desesperación saliera de sus labios, logrando caer al suelo.
-que se supone que haga sin ti...-mencionó ella voz alta, sintiendo como a pesar de no ser visible podía sentir su presencia.
-te juro que estaré con ella... no seré cruel con ella-mencionó ella con la voz ahogada y entre cortada.
Su respiración se empezó agitar, haciendo que fuese más difícil hablar y de pronto una voz empezó a llamarla.
-Alyssa?-llamaba la voz femenina a lo lejos.
La voz provocó que la pelirroja mirara hacia arriba, hacia los lados y que caminara buscando a aquella persona que la llamaba.
-Heda?-murmuro ella siguiendo la voz.
Empezó a caminar por aquel lugar tan parecido a los bosques cercanos a Polis, sin embargo, el camino que debería llevarla a la preciada capital solo la llevo a un charco de agua, no había edificio y menos ciudad.
-Oliver! Heda!-grito ella con algo de desesperación al sentirse perdida.
De pronto un paso hacia atrás hizo que cayera en el charco pero este era mucho más profundo de lo que parecía haciendo que se hundiera, y de pronto la voz la volvió a llamar.
-Alyssa despierta!-grito la voz haciendo que los pulmones de Alyssa tomaran una gran bocanada de aire.
Al abrir los ojos Alyssa despertó totalmente asustada, su respiración estaba agitada y su boca muy seca.
-Anya-mencionó mirando a la persona que se encontraba a su lado.
-Estabas llamando a Heda...-murmuro ella mirandola y tocando la frente de la chica.
A pesar de haber despertado, se sentía profundamente perdida, la sensación de que algo le faltaba se hacía cada vez más presente.
-Yo... estaba soñando... Oliver... me dijo algo sobre ella-mencionó mirando a su alrededor.
Nuevamente cayó en cuenta que su hermano había muerto y la pesadez en su pecho se hizo presente.
-Oliver te hablo en los sueños? Quizá quería que supieras algo-analizo poniéndole un paño de agua fresca en la frente a la pelirroja.
-O tal vez estoy loca-mencionó acostándose boca arriba -me dijo que Heda... me dijo que...-murmuro ella sin lograr recordar.
-Calma... luego lo recordarás-comentó Anya para luego salir de la habitación.
Alyssa se encontraba un poco mejor a diferencia del momento en que su hermano había dejado su mundo y a su familia, el dolor era algo que ella tenía muy en el interior, la ausencia de alguien tan amado como su hermano.
{•••}
~Nota de la autora~
Estoy realmente feliz de por fin poder publicar el primer capítulo de este fanfic, este lo haré por mientras en lo que tomo una pausa del segundo libro de la bilogía. Espero que este también les guste y lo apoyen.
Gracias por todo su apoyo 🫶🏻
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