Capítulo 7
Capítulo 7
Jordan
No medir las palabras puede resultar ser uno de mis más grandes defectos, el daño que puede causar a una persona algo que se le diga, suele ser incalculable. Sé que he herido su corazón y, maldita sea, soy un bruto, un gran necio, porque jamás debí permitir que llegáramos tan lejos, mañana es la pelea y eso puede cobrármelo muy caro, por eso siempre, Armando, mi primer entrenador decía que para ser un gran boxeador, se deben tener seis semanas sin haber tenido contacto íntimo con alguien, ni siquiera contigo mismo. Siempre he pensado que él no tiene razón, espero demostrarlo en esta ocasión.
La mirada de April está perdida en la carretera o quizás solo está dormida, pero temo acercarme y que reaccione mal. Me arriesgo y paso mi mano por su pelo, acomodándolo detrás de su oreja, ella da la vuelta y me mira, sus ojos lucen pesarosos, sin embargo no han brotado lágrimas de ellos y me siento tan culpable de haberla hecho sentir así.
-Yo... Pues sí, soy un idiota, April. Perdóname -confieso y pongo mi mano sobre la suya.
-¿Perdonarte por qué? Tienes razón, eso nunca debió suceder, nosotros trabajamos juntos y no es correcto.
-¿No es correcto que un hombre desee a una mujer y que una mujer desee a un hombre? Eso es injusto -menciono.
-Tú lo has dicho, esto ha sido un error -un poco de tristeza se refleja claramente en su voz.
-Sí, pero la verdad es que ha sido un error muy bueno -mis ojos están clavados en los suyos midiendo su reacción. Tengo que decirle porqué he dicho esto-. ¿Recuerdas que acordamos ser sinceros el uno con el otro? -ella asiente.
-Resulta que he dicho que fue una gran equivocación, porque mañana es la pelea y no debí dejarme llevar, pero por Dios, no podía detenerme.
-¿Es decir que los deportistas no pueden tener sexo? -pregunta con cara de sorpresa.
-No sé. Algunos dicen que sí, otros dicen que no, pero veremos qué tal funciona conmigo -le ofrezco una sonrisa tímida, que responde igual y me alegra que esté entendiendo.
-Sabes, para ti va a ser muy bueno, es más, ese será tu amuleto de la buena suerte -sonríe y es como si algo en ella se hubiese despertado.
-No digas eso. Que quizás mañana no tenga como encontrar mi amuleto.
-¿Tan desdichado eres en el amor?
-No es que sea desdichado, pero no cualquiera tiene el privilegio de dormir en mi cama. Tu has sido una afortunada.
-El afortunado has sido tú, no lo dudes -levanta una ceja. Ya está recuperando su humor.
-¿Sabes qué? -duda-. Eres el más tonto de la faz de la tierra. ¿Cómo pudiste decirme eso?
-No pensé antes de hablar, perdona.
-Eso es de mala educación, hay que corregir eso -sugiere con tono divertido.
-Confío en ti, maestra -guiño un ojo.
***
Al salir del aeropuerto, las calles de Dublín absorben nuestras miradas, sobre todo las de April que nunca había visitado la ciudad.
-¿No te parece mejor si caminamos? -pregunta emocionada.
-Es mejor que lleguemos, prometo que saldremos a caminar en cuanto nos instalemos en el hotel -respondo. Está de acuerdo, así que continua mirando y preguntándole al taxista, quien responde de mala gana, pero ella parece no notarlo por la emoción.
Llegamos al hotel, hacemos lo necesario en la recepción y subimos a nuestras habitaciones que están una junto a la otra. April entra a la suya y yo sigo maniobrando mi tarjeta, que parece no funcionar. Luego de varios intentos, la puerta abre. Es enorme, tanto, que creo que cabe aquí dos veces mi apartamento, o quizás es que todo esté tan ordenado que hace que luzca así. Entro y me siento en la cama. Recuerdo que mi celular debe haber explotado de mensajes.
"J.J. recuerda que el entrenador estará esperándote el sábado temprano en el gimnasio, después ustedes coordinarán mejor los demás horarios. Llámame cuando lleguen."
"Me enteré de la tormenta en Dublín, recuerda informarme cuando arriben."
"King. ¿Están bien? Trato de llamar a April y tampoco está disponible, ya veo que no tienen cobertura. Tendré que llamar a la aerolínea."
"La aerolínea me informó. Se supone que debieron quedarse en el hotel en Kerry. ¿Dónde están?"
Marco su número.
-Hola -escucho la voz de Daniel al otro lado del teléfono.
-Ya llegamos al hotel -le respondo.
-¿Dónde estuvieron todo este tiempo? -interroga-. Estaba muy preocupado por ustedes.
-Es una larga historia, tratamos de llegar a Dublín el mismo día y nos quedamos atascados en un pueblo de Kerry. Pudimos salir hoy. Luego de una breve conversación, me acuesto, cierro los ojos y recuerdo que quedé con ir por la ciudad con April. Tomo el teléfono de la habitación y le marco.
-April, perdona, pero ¿te parece si vamos a dar la vuelta en unas dos horas?
-Claro, me acabo de dar cuenta que me duele el trasero -ríe.
-Está bien. Puedes que descanses.
-Tú también y tu trasero -dice y termino la llamada.
***
Toco a la puerta de April y sale; despeinada y poniéndose unos tenis. Entro. Me siento en la cama mientras ella está frente al espejo peinándose.
-¿Me ayudas con esto? -ella levanta un pie para que ate sus agujetas. Al terminar con el primero sube el siguiente.
-Gracias. Veo que tienes dedos hábiles -mueve sus cejas como si insinuara algo.
-Años y años de práctica -subrayo. Cambio un poco el tema-. ¿Has hablado con Daniel?
-Le dejé un mensaje. Me dijo que nos veríamos mañana. Estaba algo apurado, así que le cerré. Me dijo que tú le dijiste algo.
-Sí, más o menos.
-Levanta tu trasero descansado. Es hora de llevarlo fuera -ella me toma por el hombro, así que me levanto. Cierra la puerta y tomamos el elevador.
Estamos en el centro de Dublín y aún las calles tienen ese aspecto húmedo por las recientes lluvias, sin embargo, el día está soleado y hace algo de calor. El aspecto antiguo de los edificios, que parecen sacados de un mundo de reyes, con picos y colores neutros. April se detiene a tomar fotos y leer todas las cosas que se encuentra, tal y como lo hacen los niños cuando están aprendiendo los nombres de las cosas que los rodean. Visitar Dublín me transporta a mi niñez y recuerdo como mi familia solía ir de compras en el último viernes de las vacaciones.
Cruzando la calle, justo en la esquina se encuentra, podría decir que la taberna más emblemática en todo Dublín,Temple Bar1. El color rojo brillante de sus paredes, hace que no pase desapercibido para ninguno de los transeúntes que por allí pasan. La figura de una mujer, con un vestido color lila, encaje colosal blando, grandes pechos y pelo rojizo rizado, tomando una copa, llaman la atención de April y nos alejamos de la puerta para que ella pueda tomarle una foto, luego me entrega el teléfono y me hace tomarle un par de fotografías. Al otro lado está la imagen de un hombre vestido de azul celeste, con pantalones cortos color rojo y con una medianamente larga cabellera gris, éste también está alzando una copa, las imágenes están separadas por una secuencia de tres ventanas y debajo, la pared que sostiene el letreroPowers Whiskey2. April detiene a una mujer que tiene una niña agarrada de mano, para que nos tome una foto, esta persona acepta y posamos para la cámara de su teléfono. Ella le da las gracias y luego entramos al bar. El ambiente es el típico de un pub3 irlandés; taburetes frente a la barra, todos en colores oscuros y madera. Un estante repleto de bebidas de todo tipo, sobre todo una gran variedad de whiskeys. Un barril de cerveza, que para servirnos de él, solo necesitamos alquilar una jarra y beber toda la cerveza que aguantemos. En una esquina, hay un par de chicos tocando sus instrumentos, uno toca el acordeón, el otro la guitarra. Tomamos asiento en la barra y le pido una jarra a April.
-No puedes ir a un bar de Dublín y no tomar una cerveza -aclaro y me pongo de pie para ir hasta el barril y llenar la jarra.
-Tienes razón, pero mañana en la noche me prometes que nos vamos a embriagar juntos. Hoy tomo solo ésta, por los dos -ella levanta la copa y luego da un trago.
Termina la cerveza y salimos del bar con la promesa de regresar para festejar luego de la primera pelea oficial. Esperamos un taxi para ir de vuelta al hotel, pero las notas de una banda callejera de rock, llaman la atención de April, literalmente me arrastra hasta frente a ellos y corea la canción en conjunto, Without Me de Eminem.
-¿No tienes un billete? -pregunta y sigue tarareando la canción, que está en su ultima estrofa. A regañadientes, saco mi billetera y veo con dolor que solo hay uno de $5, ninguno de $1. Se lo doy a April y lo echa en la lata. Unos de los chicos le lanza un beso y veo como se sonroja con este gesto.
-¿Te gusta él? - la cuestiono con el ceño fruncido. No puedo creer que le guste ese tipo.
-¿Por qué lo preguntas? Eso no es incumbencia de nadie - replica y está riendo, no entiendo porqué. Ignoro su respuesta gracias a que ya hemos encontrado un taxi. Subimos. Ella le indica la dirección del hotel y luego vuelve su atención hacia mí.
-Entonces, ¿cuál es tu itinerario del día de hoy?
-Ir con el entrenador provisional. Entrenar un rato, luego, en la noche ir, a la ceremonia de pesaje y al final dormir como un tronco y estar listo para mañana. Debo meditar.
-Por fin conocerás a tu opositor.
-Así es.
-¿Estás nervioso? -me pregunta.
-Te mentiría si digo que no, April, pero sino tuviera nervios, esto no valdría la pena. Mañana será un gran día.
-Lo vas a hacer bien. Ya verás -su sonrisa es esperanzadora e inspira confianza.
***
Mi reloj biológico me juega una mala jugada y es algo tarde, de todas formas, me levanto para salir a correr, a pesar de que el sol no será mi mejor aliado. Al salir de la habitación, recuerdo que April se encuentra en el cuarto de al lado y saco mi teléfono para enviarle un mensaje y avisarle que he salido al parque.
Me encuentro con un mensaje de Mitch en el teléfono.
"J, nuestro vuelo llega a eso de las dos de la tarde. Recuerda, con tu mente solo en el combate, por hoy olvídate de todo lo demás, en esta ocasión solo son tú, tus puños y él."
Mis puños, él y yo. Su consejo se queda grabado en mi memoria y el rostro de mi oponente, Leonardo Ruiz, conocido como "La Garra", un mexicano de cabello oscuro y rasgos indígenas, con un peso de 92,98 Kilogramos y una estatura de 1,94metros, piel canela, músculos monstruosos y colmillos afilados, no me intimidan, al contrario me ofrecen más confianza y placer, saber que seré capaz de vencer a alguien que luce invencible.
Le envío el mensaje a April.
"Salí a correr. Cuando regrese iremos a desayunar."
Bajo por las escaleras desde el tercer piso, donde están nuestras habitaciones. Tomo un taxi que me conduce hastaPhoenix Park4, el lugar más idóneo para salir a correr en todo Dublín. El pasto verde ya está haciendo gala en nuestros ojos y un gran número de personas se encuentran trotando en las afueras del lugar. El conductor me deja justo frente a la puerta principal. Pongo los audífonos en mis oídos. Sin música. ¿Por qué sin música? Fácil. Porque el vacío que crea tenerlos tapados, me permite escuchar más claramente mis pensamientos. Empiezo con la rutina y antes de iniciar, hago algo de calentamiento. Al seguir con el recorrido, mi mirada no puede evitar distraerse con la gran cantidad de aves que se están transportando de un árbol a otro y de los distintos mamíferos que se ven desde aquí y están hospedados en el zoológico. Un par de chicos, que al parecer no se han reunido aquí precisamente para correr, están debajo del gran obelisco Wellington5, construido en forma de columna corintia, que tiene un ave fénix que renace desde la cenizas y se encuentra en la parte más alta del monumento. Puedo apreciar la cruz papal muy a lo lejos de donde estoy, pero estoy seguro de que podré llegar más lejos y alcanzarla. El camino de regreso hasta la puerta, lo dedico para pensar en las estrategias que utilizaré con "La Garra" esta noche, practico unos jabs6 y cross7 en el aire y algunos movimientos con mis piernas, mi entrenador provisional, que sí conoce a Leonardo, me habló que se trataba de un tipo muy hábil y tendré que hacer un muy buen uso de mi cuerpo para que no me haga perder el ritmo. Llego hasta la entrada y mis piernas no pueden detenerse, así que corro un par de kilómetros más por las afueras del parque. Hago flexiones y detengo un taxi para ir de regreso al hotel.
Entro a mi habitación y me doy una ducha rápida. Al salir del baño tomo el teléfono y llamo a April.
-¿Hola?- Su dulce voz se escucha al otro lado del auricular.
-Ya regresé.
-¿Dónde estabas? -pregunta, su voz se escucha como si estuviese bostezando.
-Estaba corriendo. Te dejé un mensaje.
-Ahora lo veo -responde-. ¿Así que vamos a desayunar?
-Si tú quieres.
-Estoy allí en diez minutos -termina la llamada y siento que me ha dejado colgado, pero con una sonrisa.
***
-Entonces, ellos llegan a las dos. ¿A qué hora es la pelea? -pregunta April, antes de tomar un sorbo de su jugo de naranja.
-La pelea es a las 19:00 -tomo el último bocado de mi desayuno y alejo el plato.
-¿Cómo te sientes? -la curiosidad está reflejada en su mirada.
-Estoy ansioso. Quiero que llegue la hora -confieso, porque estoy imaginando y reproduciendo una y otra vez, cómo podría terminar la pelea, como si cada movimiento estuviese premeditado. No sé si esto sea correcto, nunca lo he hecho de esta manera en una pelea amateur de las que siempre he tenido, por eso creo que la mejor opción es dejar que el momento decida que pasos tomar.
***
Mitch y Daniel han llegado al hotel. Son las 15:10, cada vez falta menos para la hora y Daniel no ha parado de hacer llamadas y recibirlas. Mitch me ha dado un sermón mientras estamos en la habitación. Me ha hecho recordar cada uno de mis errores y como he ido venciendo algunos de ellos a medida que pasa el tiempo. Me invita a quedarme solo todo este tiempo, hasta que sea hora de irnos. Sigo su consejo. Él sale de la habitación, apago el celular, desconecto el teléfono y pongo fuera de mi puerta la etiqueta de no molestar.
***
Llegamos al complejo a eso de las 17:30. Daniel se encuentra allí, conmigo solo viene Mitch y el otro entrenador que fue a encontrarse con nosotros al hotel. Él nos guía hasta nuestro lugar y entramos. No veo a Daniel, mucho menos de April, pero ahora eso no importa. Al parecer Leonardo ya está aquí, por la cantidad de movimiento que hay en la puerta de enfrente. El espacio está pintado en color blanco y con mucha luz. Al fondo hay una pared cubierta de principio a fin por un espejo. En una esquina está colgada la bata, negra con bordes rojos, que llevan en la parte trasera la palabra KING que rodea la silueta de un león dentro de un círculo. Me parece que han hecho un maravilloso trabajo con ello. Mitch toma lo suyo y se lo pone de inmediato.
-¿Te gusta? -él la toma y la sostiene para admirarla-. Porque sino te gusta, pues la verdad es que eres un desquiciado.
-Es impresionante -admito. Todo lo demás está puesto sobre la mesa; los guantes, protector bucal, pantalón, botines, protector de bajos, la venda.
Mitch me ayuda con unos masajes en los muslos y el trapecio. Yo movilizo un poco mi cuello y relajo los músculos de allí. Daniel entra como un terremoto.
-äTenemos diez minutos! -exclama y se escucha algo emocionado-. J.J. buena suerte, recuerda que todo esto es para ti, pase lo que pase, estará bien. Te veo allá fuera -Él sale fuera con la misma persecución con la que entró. Enciendo mi celular, para escribirle a April que todo estará bien, pero me encuentro con un mensaje suyo.
"Te lo quería decir en persona, pero Daniel no me ha dejado, no sé porqué, pero en fin, recuerda que nuestra mente es poderosa y ella es capaz de manejar todo nuestro cuerpo. Ella es la que te guiará y que te dará la victoria. Tú puedes. Te deseo la mejor de las suertes y te mando toda la buena vibra del mundo desde mi asiento, tonto :) "
Le respondo.
"Confiaré en ti. Gracias por tus deseos, tonta."
Apago el celular y lo dejo sobre la mesa. Es hora de salir y los nervios si se han encargado de salir de donde quiera que se hayan encontrado hasta este momento. Escucho la voz del hombre que anuncia la entrada de "La Garra" desde su pasillo, solo puedo oír lo que dice, pero no entiendo, solo son ruidos que no logro descifrar su significado. Aplausos son lo único que comprendo. Llega un momento en el que solo he escuchado mi nombre y deduzco que es hora caminar a través del pasillo a ritmo de Get you roll on y subir al ring. Mi cabeza solo reproduce la imagen del rostro de Leonardo, a medida que camino hasta el cuadrilátero. En el camino, trato de no salir sin estilo y hago un par de movimientos con mis piernas y lanzo algunos ganchos, las personas también están aplaudiendo, mucho. No entiendo porqué, no me conocen.
Llego hasta mi esquina y subo a través de las cuerdas. Abajo están Mitch, Collin, el entrenador sustituto e Igor, también está el cutman8 para ayudarnos. Todos vestidos con sus batas negras con rojas. Leonardo está al otro lado y está caminando hasta el centro, mis ojos se fijan en su mirada oscura y los entrecierro, porque de esta manera, por increíble que parezca lo puedo observar mejor. El árbitro nos especifica las cosas que no están permitidas cosas que sabemos, pero que él está obligado a recordarnos; nunca golpes bajos o detrás de la cabeza, no patear, no dar la espalda, no hacer tropezar al oponente, no golpes bajos, no cabezazos intencionales y nunca hacer uso de objetos, salvo los guantes, obviamente. La campana suena y se da inicio a la pelea. Él es, no por mucho, más alto que yo, por ende, sus brazos son más largos. Me alejo de él y dejo que tome la iniciativa con el primer golpe. No lo logra y esquivo su derechazo. Collin grita desde la esquina, haciéndome recordar que los golpes en el tronco son más letales para él, sin embargo, veo la oportunidad de golpearlo en la mandíbula y no la pierdo. Su mirada luce molesta y algo de sangre está saliendo de su labio. UnUppercut9 llega de su parte, levanta mi cabeza y un mareo se apodera de mí, al final resulta que le regreso con un par de impactos que, al chocar mis guantes contra su cuerpo, es como concreto macizo. Al minuto 2:53, él recibe un golpe que lo tambalea, pero se levanta y un fuerte porrazo cae sobre mi ojo. Se termina el primer asalto.
-¿Cómo te sientes, J.J.? -un chorro de agua se desliza por mi garganta.
-Mejor que nunca -le contesto a Mitch. Hasta ahora me doy cuenta del dolor que siento en mi ojo izquierdo. Elcutman lo cura, pone algo de vaselina sobre mi ceja y un pequeño parche.
-J., es un animal, sigue tu ritmo hacia la izquierda para turbarlo. Recuerda los movimientos, esquiva los golpes y no lo olvides, su estómago es su debilidad, viste como se tambaleó -recomienda Collin.
-Entendido -la campana suena y los consejos de Collin son muy buenos y los movimientos hacia la izquierda hace que pierda coordinación. Mi guante entra para encontrarse con sus abdominales, fuertes, pero que sacan una respiración profunda de lo más profundo de él.
Para el cuarto asalto, me siento mejor de lo que imaginé, tomando en cuenta la apariencia de este hombre. Mi boca está partida, mi otro ojo sangra, pero todavía me siento como si no hubiese iniciado aún, son pocos asaltos. El contador anuncia el final y nadie tocó la lona. Nos retiramos a nuestras esquinas y el locutor anima, mientras los jueces deciden quién es el ganador. Una cartilla se le es pasada a éste y lo anuncia. J.J. King es el ganador. Es lo único que logro entender, lo mejor de todo, es que ha sido por muchos puntos y este primer título, no importa el grado que lleve, menor, medio, mayor. Es el primero de muchos y siento que lo que tanto he deseado, está cada vez más cerca de llegar. No me importa que mis labios estén heridos, pero sonrío mientras los chicos me levantan y apabullan, el público está de pie y gritando mi nombre a coro. Por todo esto, el color con el que despertaré, valdrá la pena.
1Temple Bar: Bar ubicado en el emblemático barrio que lleva el mismo nombre, en la ciudad de Dublín.
2Powers Whiskey: El poder del Whiskey.
3Pub: es un establecimiento donde se sirven bebidas alcohólicas, no alcohólicas y refrigerios bajo las premisas del país correspondiente, este caso, una taberna irlandesa.
4Phoenix Park: El parque Fénix es uno de los parques urbanos más grande de Europa, aunque superado en tamaño por la madrileña Casa de Campo y por otros parques de ámbito suburbano, como el parque Richmond, de Richmond upon Thames.
5Obelisco Wellington: es un obelisco situado en el parque Fénix, en Dublín, la capital deIrlanda.
6Jabs: Golpe recto al oponente con la mano proyectada a la altura del mentón.
7Cross: Es un golpe que se tira prácticamente sin abrir el brazo, ya sea derecho o izquierdo. Es lateral y se dirige directamente la mandíbula o a la sien del rival.
8Cutman: Este término se refiere a la persona que prepara física y médicamente a todo cuyo boxeador sufra un golpe del rival, de modo que los golpes puedan provocar una herida sangrienta, cortes, hemorragias, etc.
9Uppercut: Es un golpe ascendente que busca el mentón, tratando de sobrepasar la guardia del rival. Si es correctamente ejecutado, suele ser fatal.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro