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Capítulo 61


Capítulo 61
Jordan

No puedo dejar de mirarla. Es  perfecta, nunca antes se había inventado algo mejor, quisiera detener el tiempo y quedarme por el resto de mi vida observando su belleza, viendo como su pequeño pecho sube y baja con cada respiración y como sus manos tocan su rostro. Quiero ver sus ojos, pero todavía tiene miedo de que la luz los lastimen, quizás cuando salga de aquí y estemos más en la penumbra podré verlos. Por ahora soy feliz con ver su carita y sentir su inocencia que irradia en todo su ser, quisiera no alejarme jamás para no permitir que nadie ni nada le hagan daño.

Alguien interrumpe mis cavilaciones cuando abre la puerta.

—Señor, lo necesitamos para firmar algunos papeles y sentar la partida de nacimiento de la bebé, luego en un rato se la llevaremos a la habitación para que mamá la alimente —solicita la enfermera. Tendré que moverme,  no quiero dejar de mirarla, pero solo estaré unos minutos más e iré a firmar los documentos.

A fin de cuentas, tengo que admitir que no necesitaba la venganza para sentirme feliz, el sabor de ella es tan dulce y efímera, solo pasa durante unos segundos, pero ¿el resto de la vida qué? La venganza es una decisión que nubla el alma, pero la felicidad es como la serendipia, es un descubrimiento inesperado que se produce cuando estás esperando algo  distinto, no piensas si es bueno o malo, sencillamente no te enteras de cómo sucedió. Eso pasó conmigo, busqué durante tanto tiempo, algo que no necesitaba, para en el camino encontrar algo inesperado que cambiaría toda mi vida.

Voy a terminar el papeleo sobre los datos de la bebé. Lleno el formulario y pongo el nombre de la niña. Ciara King. Está acordado desde hace meses, si era niña, se llamaría como mi mamá y si era niño le pondríamos John, como su papá.

La enfermera me indica que ya puedo pasar al cuarto donde está April. Ella está profundamente dormida, quizás le dieron algo para que descanse, porque estoy seguro que ella está muy ansiosa de tener a la bebé en sus brazos. Cuando me siento a su lado, ella se remueve un poco y abre los ojos. Se incorpora despacio al lugar. Una sonrisa se ensancha en su rostro cuando me ve y mira las flores que están alrededor de la habitación. Se levanta un poco y se recuesta contra la parte trasera de la cama.

—Es hermoso, gracias por las flores —dice con una gran sonrisa. Aunque luce cansada, la alegría que irradian sus ojos, no opacan su belleza. Saco una pequeña caja de piel del bolsillo de mi pantalón. Ella abre los ojos algo asustada, pero antes de concretar el susto la abro para que vea el contenido. Es un relicario en forma de trébol con tres partes, donde se pueden poner tres imágenes.

—Es hermoso. Nunca había visto algo así. Gracias —se acerca a mí y me besa. Estoy tan feliz de verla con tanta energía y felicidad.

—¿Cómo te sientes? —pregunto recostándome a su lado.

—Estoy mejor de lo que esperé. Estoy ansiosa, quiero ver a la bebé y darle de comer, las primeras horas son importantes.

—La doctora dijo que la traería en un rato. Estuve con ella en la sala de bebés. Es hermosa, creo que no ha habido una más bella antes que ella. Es totalmente increíble, es tan pequeña y tan adorable. Se ven tan sensible, frágil y preciosa, solo me dan ganas de cargarla y ponerla contra mi pecho sin soltarla jamás... Es inexplicable el sentimiento.

—¿A quién se parece? —pregunta emocionada.

—Para serte sincero, creo que es idéntica a mí, pero esperemos a ver sus ojitos, quizás haya sacado algo tuyo —sonrío.

—Si se parece a su papá, está bien. Malo sería que se pareciera al vecino —ríe.

—Eso sería fatal.

—¿Y mis padres? ¿Hablaste con ellos?

—Sí, ellos salieron en el último vuelo de anoche. Supongo que llegarán mañana temprano.

—¿Y Jaden? ¿Mich, Katherine y todos los demás?

—Supongo que vendrán mañana, después de las nueve no admiten visitas en el hospital. 

A eso de las una de la mañana, una enfermera toca la puerta e interrumpe mi somnolencia. Ella entra con una cuna móvil al cuarto y otros elementos más que desconozco.

—Disculpen la hora, pero la bebé de los papis necesita comer —dice muy alegre. No tengo idea cómo se mantiene con tanta energía trabajando a estas horas de la noche, supongo que es cuestión de actitud. Ella saca a la pequeña Ciara de la cuna y la coloca sobre el pecho de April. Siento que la maneja con demasiado desenvolvimiento, quizás necesite ser más cuidadosa con ella. Aún es muy frágil y delicada. La joven le da unas instrucciones de cómo es la manera correcta de amamantar a la bebé y de saber cuando estará realmente satisfecha. Les toma unos minutos encontrar la posición adecuada, pero ya vemos, la práctica hace al maestro y ya están perfectamente enganchadas, eso es parte del vínculo madre-hija. Estoy seguro que esto es lo más hermoso que he visto en toda mi vida, no hay nada igual. La enfermera abandona la habitación luego de explicarnos como sacar los gases luego de darle de comer. Apagamos las luces y dejamos únicamente la tenue luz de enfrente de nosotros. April empieza a acariciar la mejilla de la bebé con su dedo, y ella empieza a pestañar ligeramente, pero no termina de abrir los ojos. Quizás debamos esperar que pase más tiempo y dejarla descansar.

—De todos modos, si son los ojos de su mamá, serán lo más hermosos del mundo —le digo.

Al día siguiente, la enfermera retorna al lugar y nos informa que si todo sigue tan bien como hasta ahora, podremos retornar a media tarde a nuestro hogar. Detrás de ella, entra Jaden con unos globos. Dos color dorado en forma de cero y otro globo color rosa que dice Feliz Cumpleaños. Oh por Dios, ha perdido la cabeza.

—Creo que no falta mucho para mi cumpleaños, así que pensaré que es para mí —le digo sarcástico.

—No seas iluso, estoy celebrando el  cumpleaños de mi ahijada. Su cumpleaños número 0. Él deja los globos sobre una de las mesas y se acerca a April—. Por política, te voy a saludar primero, ¿Cómo te sientes?

—Mejor que nunca —ella sonríe. Ahora él se acerca a la cuna y se queda observando a la bebé.

—Vaya, estaba deseando esto, pero pensé que sería imposible. ¡La pequeña es idéntica a mí! ¡Mírale los pómulos! Dios, ¿pueden creer que sea cierto? —niego con la cabeza. Ahora sí que lo perdimos a éste—. ¿Puedo sostenerla? —pregunta ilusionado.

—Tienes que desinfectarte primero —le respondo.

—Por si tienes tus dudas, me bañé este mañana —me mira de mala gana—. y tampoco tengo perfume, así que soy apto para cargarla.

—No, en serio. Lávate las manos —él entra al baño y luego regresa. Él se acerca a la cuna y voy detrás de él—. Tienes que tener cuidado con la cabeza.

—Relájate. Todavía recuerdo como cargar un bebé, recuerda que Johan es como mi hijo, así que tranquilo. Yo sé de bebés más que tú —él la sostiene y se sienta en el sillón que está junto a la cama.

—Podrías ser nuestro niñero —le dice April—. Estás contratado.

—Empiezo mañana entonces —alguien está tocando la puerta. Me levanto de mi asiento. Son los padres de April.

—¡Hola! —saluda el papá de April y me da un abrazo—. ¡Felicidades, papá!

—Gracias  —la mamá de April también me abraza y me felicita.

—Lamentamos llegar a esta hora —él se acerca a Jaden y lo saluda, no sin antes quedarse embelesado observando a su nieta.

—¡Oh Dios! ¡Qué cosita ni más pequeña y hermosa! —la señora Turner también se acerca y le pide a Jaden que la deje sostenerla. Está hipnotizada, jamás pensé que la vería de esta manera. Al parecer a Tina sola la ablandan los bebés. El papá de April se sienta junto a ella en el sillón de dos plazas. Confieso que me tienen nervioso todas estas personas alrededor, quizás debamos salir algunos de aquí. Van a sofocar a April y la niña.

—Mira Tina, es idéntica a Abby cuando nació. Es hermosa. Me hace recordar cuando naciste, cariño —le dice a April.

—Sí, es perfecta. Se parece a mí —nunca vamos a estar de acuerdo de a quién se parece realmente, quizás a medida que pasen los días, sea solo  Ciara, y no alguien parecido a quien sabe quién. Otra vez tocan la puerta, en esta ocasión. Es Daniel y viene junto con alguien, una chica morena, alta y de cabello corto y viene sujetándolo del brazo. Inmediatamente se acercan a April.

—Abigail, ¿Cómo te sientes? —le pregunta.

—Estoy bien, gracias —responde y noto también su sorpresa de verlo acompañado.

—Le trajimos algo a la bebé, espero que esté bien para ella. Marjorie me ayudó a elegirlo —él le sonríe. Jaden se acerca a mí y me habla al oído.

—Oye, y ¿no se supone que le bateaba al otro equipo?

—Ya ves, tiene una sensual morena con él. Quizás sólo es discreto, pero ya, silencio, nos pueden oír. Ellos se sientan en el sofá junto a los padres de April y observan a la niña, nada de tocarla, gracias a Dios. Eso me tiene más tranquilo. 

Todos se han ido a descansar, nosotros estamos preparándonos para partir a casa y finalmente iniciar nuestra nueva vida de padres. Estando en casa, tratamos de dormir un poco, pero unos quince minutos después, Ciara estalla en llanto. Siento a April moverse. Está casi en modo automático.

—No, espera. Ahora me toca. Quédate aquí —me levanto antes de que me detenga y voy a buscarla a su habitación. La traigo de inmediato y April se acomoda para darle de comer, se la entrego y me acomodo detrás de ella, para que recueste su espalda contra mi pecho. No hemos dormido en días, pero si por problemas hemos sufrido de insomnio, poco importan unos días de sueño perdidos por algo tan valioso.

***

Pongo la pequeña cinta color rosa alrededor de la muñeca de Ciara y amarro el anillo Claddagh. Un anillo tradicional de la cultura irlandesa  que se caracteriza por la simbología; Dos manos que rodean un diamante en forma corazón, todo lo demás en oro blanco, complementado con una corona que simboliza la expresión del amor verdadero . El corazón simboliza el amor, las manos la amistad y la corona la lealtad y fidelidad. Me quedo observando hasta que entre al cuarto, sé que no tardará mucho. Pasan unos cinco minutos hasta que entra a ver como está la nena. Veo como frunce el ceño cuando ve la cinta colgando de su muñeca. Me acerco a ella y entonces lee lo que lleva escrita la misma.

"¿Te casarías con nosotros?"

Ella toma el anillo entre sus dedos y yo me acerco para quitarle la cinta de la muñeca y colocarle el anillo. Está anonadada, está cubriendo su cara con ambas manos y sé que lágrimas corren desde sus ojos.

—Entonces, ¿qué nos dices? —pregunto mientras sostengo el anillo cerca de su mano.

—Les diría mil veces que sí, por si les quedan dudas —ella me abraza y rodea sus manos en mi cuello y me besa. Siento su corazón acelerado contra mi pecho y cómo se va perdiendo en la sensación del beso, es casi eterno, como si estuviésemos en una galaxia alternativa, donde solo estamos nosotros. Ha sido una decisión importante, y la mejor que he tomado en mi vida, jamás había estado tan seguro de hacer algo como esto.

—Es hermoso, gracias, gracias. No creí que algo así pasaría, no pasaba por mi cabeza. No sabía que podías ser tan romántico —ella sonríe.

—Tratamos de hacer lo mejor que podamos, además, cuando estamos rodeados de amor, es lo único que podemos ofrecer, das lo que recibes.

Acordamos celebrar doble evento, boda más bautizo dentro de seis meses, cuando podamos viajar todos juntos. El próximo fin de semana iremos a anunciarle la noticia a los padres de April. Mientras tanto, debo ir a pedirle a Mich que sea el padrino de nuestra boda y a Jaden ya no hay que avisarle para el bautizo, él está preparado para eso desde que nos conocimos.

Hoy voy a ir a ayudar a Jaden con algunos tejados que debe reparar y vamos a hablar, acerca de unos "negocios" que está "cocinando" como dice él. Ya no llega con sus escándalo, aprendió a respetar el sueño de aquellos que tenemos solo unas dos horas de sueño en toda la noche, por cada 15 minutos que logramos conquistar el sueño. Ahora entra y toca en timbre, como la gente decente.

—¿Están dormidas? —pregunta en voz baja. Asiento.

—Bien, pues pasaré más tarde para saludarlas. Vámonos —caminamos hacia la camioneta y él enciende la radio. Están dando las noticias del día.

—Después de aquí, ¿qué planes tienes? —me pregunta.

—Iré al gimnasio a hablar con Mich.

—¿Ya Mich te sacó de tu trabajo de mamá gallina?

—No precisamente, más bien voy a hacerle una petición y a ti también.

—Hermano, sabes que te quiero con el alma, pero en asuntos de dinero, no me busques, porque no me vas a encontrar. Te lo pido —me ruega.

—Nada de eso —rio—. Lo que pasa es que voy a pedirle a Mich que sea el padrino de mi boda —él frena de golpe y casi nos golpeamos con el vidrio del frente.

—¿Te vas a casar? Dios, hermano, felicidades. Eso es un gran paso. Aunque es lo lógico, porque como dicen los latinos, te comiste el pastel antes del recreo —ríe.

—Si sigues diciendo esas cosas, te revocaré de tu cargo oficial de padrino de Ciara. El bautizo será el mismo día de la boda, dentro de seis meses.

—¡Por Dios, no lo puedo creer! ¿Yo seré el padrino? ¡No lo esperé! —dice con cara de sorpresa. Me da risa el hecho de que esté bromeando con eso.

—No quería que fueras tú, pero te adelantaste y ya no quiero romper tu corazón.

—¡Qué lindo eres, cariño! Gracias por no querer herirme —él agita sus pestañas. Durante el trayecto, una de las noticias capta nuestra atención.

"...aproximadamente a las 23:21 minutos, el gobernador del Estado de Nueva York y parte de su comitiva, abordaban un vuelo privado con destino a Las Bahamas. Desde ese minuto, las autoridades de la aviación civil, han perdido contacto con el piloto y se desconoce el paradero de los tripulantes. Se presume que junto a él, estaban tanto su hijo, Patrick White y su esposa, quienes se dirigían allí para presenciar una rueda de prensa que estaría llevando a cabo el actual campeón de pesos pesados de la WBC. Más detalles en nuestra emisión de las dos de la tarde..."

—Así que la familia White está extraviada. Eso se llama karma.

—No digas esas cosas, Jaden.

—¿Me vas a decir que no te gustaría que beban un poco de su propia medicina? Yo si lo querría.

—No te diré que no, pero tampoco diría que sí, porque sencillamente me vale lo que suceda. Si aparecen bien, sino, no me preocupa y punto. Tengo cosas más importantes en las cuales pensar —aunque mi mente me pasa una mala jugada, y quisiera admitir que el karma sí existe, pero me Contengo. Solo digo, lo que haces aquí, aquí se paga.

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