Capítulo 49
Capítulo 49
Jordan
Aterrizamos en el aeropuerto internacional de Guadalajara justo siete días antes de la fecha pautada para la pelea. Daniel tiene aquí una semana más, ya que se ha quedado para tener bajo control hasta el más mínimo detalle y pormenor que esté relacionado con el encuentro.
Según información extraoficial, Patrick y su equipo llegaron ayer en la noche y están hospedados en uno de los hoteles más exclusivos de la región, NH collection hotel, ubicado en una zona igual de exclusiva. Esa fue la primera opción de Daniel al venir acá, sin embargo, el prefiere un hotel más céntrico y exclusivo como el Ríu Plaza. Mich luego de tomarse su mes de vacaciones alejado "fisicamente" del gimnasio, está metido de cabeza allí, solucionando todos los problemas que dejó su administrador temporal, nada significativo, pero no quiere sentirse desconectado, así que él llegará unos días antes de la pelea para poder participar de la ceremonia de pesaje y la conferencia.
Nunca antes había visitado un país de América y la verdad es que me he perdido de mucho, no sé por qué siempre optamos por vacacionar a Europa teniendo paraísos tan cercanos a nosotros y a precios mucho más asequibles. La ciudad es una auténtica obra de arte, las construcciones parecen grandes castillos alzados hasta el cielo. El movimiento de las personas y los vehículos es indetenible a pesar de ser tarde en la noche, quizás sea la gran masa de personas que habitan la gran urbe.
Llegamos hasta nuestro hotel, un gran edificio en cristal azul y metal en la cúspide encumbrado con la palabra RÍU en color rojo y una amplia explanada que nos recibe.
Las atenciones de los empleados para con los hospedados son sencillamente exquisitas, como si se esmeraran en hacer sentir a cada uno como seres únicos y especiales, está bien, por eso pagamos, pero tanta hipocresía es difícil de digerir, ellos no tienen porqué ser tan buenas personas con nosotros. Siquiera todas las comodidades que nos ofrecen en nuestras habitaciones, son suficientes para sacarme del estado en el que se encuentra mi ser, ansiedad, agotamiento, insomnio, pero mi tarea principal en este momento es usar todos esos factores y ponerlos a mi favor, cada uno de los minutos que dejo de dormir, los utilizo para repasar mi estrategia, me dejo la tarea de llevar conmigo el dvd con las últimas cinco peleas de White, estudiar cada uno de sus movimientos y determinar cada una de sus debilidades, dar pausa y retroceder las veces que sean necesarias, mientras más las repito, más ridículos parecen los resultados, peleas ganadas por puntos que solo les dieron a los jueces comprados por la cofradía White, todo aquel que sabe llevar bien una cuenta, se daría cuenta que los contadores han sido volteados a favor de este perdedor. Por eso y otras muchas razones, mi meta es no pasar del quinto asalto y derribarlo con un K.O. ¿Hay algo más evidente para demostrar que has ganado una pelea? De otra forma, los jueves podrán buscar la forma de darle la ventaja y yo no puedo dejarles ese trecho, me dejará el buen sabor el saber que seré el único que derribará al invicto campeón. En cierta forma entiendo a Mich y toda su renuencia al hecho de que yo participe en una estafa de este tipo, saber que a lo que tengo que enfrentarme no es al mismo White, sino a toda la maquinaria y las bolsas de dinero que su familia ofrece para lograr su cometido, no es que él sea más fuerte o mejor que yo, porque estoy seguro de que no lo es, pero hay algo que quiero cambiar y es el hecho de sentirme pequeño ante algo mucho más pequeño, sucio y simple como el dinero, pero tan grande, fuerte y poderoso, que es capaz de atemorizar hasta el más asentado magnate, establecido en la sociedad, son tantas las cosas que se pueden hacer con él, son muchas, pero no son todas, porque hay cosas en la vida, que se convierten en nuestro motor y son capaces de derribar hasta la más fuerte muralla, porque sencillamente son de esas cosas que siquiera el dinero es capaz de pagar.
Alguien interrumpe mis pensamientos al tocar la puerta, quien quieta que sea, no ha respetado el aviso de no molestar. Miro por el ojo mágico, pero quien quiera que sea que esté aquí, se ha movido para no poder verlo. Decido no abrir la puerta, ya que claramente quieren molestar. Miro otra vez y veo el reflejo de alguien alejarse, no alcanzo a ver de quien de trata. Vuelvo a la cama y de nuevo tocan la puerta, solo respiro y voy decidido a soltar un par de palabrotas al impertinente que ha estado molestando. Abro la puerta y nada más y nada menos, él está aquí, sé que muy pocos serían tan molestos como Jaden.
—Disculpa, pero el viaje fue un infierno. No tenía nadie al lado y olvidé mi celular, fue un martirio todo el vuelo, pero llegar aquí y ver tu cara de amargado me alegró el día —él sonríe descarado—. ¿Puedo pasar? Tomando en cuenta que tienes esa nota de no molestar —Jaden hace la pregunta, pero ya todo él está dentro de la habitación. Camina hasta la cama y se queda mirando el televisor.
—Si estás ocupado, podemos hablar más tarde, no me molestaría dar una vuelta y ver unas cuantas chicas mexicanas por la vía y que me lleven a su casa a cocinarme unas enchiladas, o hacer cualquier cosa de esas picantes que ellas saben hacer —tomo el control remoto y apago el televisor.
—No te preocupes. Puedo seguir en eso luego.
—Mañana es la conferencia. ¿Cómo te sientes?
_¿Qué quieres que te diga? ¿La versión para todo público?, o ¿La versión solo para Jaden?
—Ambas.
—Estoy emocionado. No puedo dormir de pensar en lo que va a suceder y ya siento la presión se mi puño contra su cara, pero... —suspiro—. Tengo miedo, algo así como cuando tienes ganas de vomitar, no sé porqué, para mí el pronóstico es favorable, pero algo no me deja estar tranquilo.
—Ahora quizás no te des cuenta porque estás a punto de tener algo que estás esperando desde hace mucho tiempo, pero el secreto de triunfo está en el temor. Es algo así como cuando nosotros en el bar tenemos una presentación especial, algo así exclusivo, yo me siento igual de cobarde. Esa misma cobardía es la que me ayuda a hacer las cosas mejor que en cualquier momento, vamos preparados a hacer la mejor presentación del mundo, el mejor baile que esas chicas habrían deseado, y eso es gracias a ese pequeño, pero perturbador sentimiento que nos hace recordar que somos humanos y que cometemos errores, pero ese mismo temor nos hace ser más capaces, más fuertes y tomar el asunto de la mejor manera y hacer una trabajo sensacional. Así que siéntete feliz, hermano, de estar sintiendo eso, porque cuando subas a ese ring, al White le va a doler hasta el tuétano. Mira, mejor salgamos de aquí, seguro no has visto el sol en días. Me tienes que contar yodo acerca de tu aventura con Mich en la granja. Vámonos.
El sermón involuntario de Jaden golpea mi cabeza todo el camino. La verdad que cuando se pone filosófico, puede llegar a ser el mejor.
(...)
Hoy se reproduce una escena amplificada de lo que fue la primera conferencia de prensa que tuve en mi carrera. Decenas y decenas y reporteros, camarógrafos, invitados exclusivos, miembros de la WBC. Un aparataje se forma en la puerta de entrada y un grupo de hombres vestidos con impecables trajes negros, de tres piezas custodian al padre de White, que tiene reservado asientos especiales, justo en la parte de en frente. El tipo acomoda su traje y toma asiento, con un guarda espaldas a cada lado. Ya es hora de salir. Daniel nos junta a todos para que salgamos en línea, en el mismo orden en que vamos a tomar nuestros asiento. Los centrales, cuatro asientos, los dos de en medio para los entrenadores de cada uno de nosotros y los de al lado, para los púgiles. Todo el lado derecho está reservado para nuestro equipo, y el lado izquierdo, pertenece al equipo de Patrick. Junto a mí, toma asiento Daniel.
Al fondo del lado izquierdo está el moderador, de pie detrás del podio. Empieza una breve explicación de la mecánica que se estará utilizando. Cada entrenador, hablará acerca de los detalles que encuentre pertinentes mencionar, para luego ceder la palabra a los que van a competir, para que hablemos acerca de nuestros pronósticos y lo que presuntamente esperamos de la pelea. Luego de nuestra intervención, llegará el turno de los miembros de la WBC e invitados especiales, y finalmente la participación de los reporteros, y sus preguntas.
El hombre, cuyo nombre no escuché, nos pide encarecidamente, seguir al pie de la letra sus indicaciones, para darle feliz término a este espacio que se nos ha concedido.
Luego de detenerse el alboroto, y los reporteros dejar de hablar entre sí, inicia la sesión.
El entrenador de White inicia con su parte, la que empieza esencialmente hablando acerca de sus propios logros. Su inicio amateur y el profundo amor que le tomó al deporte desde sus primeros entrenamientos.
—Mi meta en estos años que llevo entrenando a esta estrella —el entrenador de White pone la mano en su hombro—. Ha sido enseñarle a amar en deporte tanto como yo lo he hecho. El talento es fundamental, pero la verdadera esencia de todo esto está en el amor —veo a Mich poner sus ojos en blanco, por mi parte, junto que estoy haciendo uso de todas mis fuerzas para contenerme y no reír. No tengo idea de donde hagan ese curso de hipocresía e imagen impecable ante el mundo, la verdad es que es asqueroso y atroz ser tan vil y farsante—. No es cuestión de éxito, no es cuestión de dinero. Es cuestión sencillamente de disfrutar y amar lo que haces, lo demás viene por añadidura. Sin embargo, hemos puesto todo nuestro esfuerzo en este proyecto, y de esa manera logramos en lugar donde hoy estamos, y pueden estar seguros, que sea cual sea el oponente, estudiaremos el caso y pondremos todo nuestro esfuerzo para mantener ese título. No es fácil derribar a un campeón. La historia se lo puede contar.
El hombre agota lo que resta de su tiempo hablando de la forma de entrenamiento que utilizaron, halagando la alta tecnología de las máquinas y haciendo un poco de publicidad a los distribuidores. Todo muy parecido a lo que hicimos en inicio con el entrenador con el que estuve antes de volver con Mich.
Ahora es nuestro turno. Mich empieza su participación.
—Al contrario de nuestros románticos compañeros de mesa —los reporteros no pueden evitar reírse sobre todo al ver la expresión en el rostro de Mich—. No estamos aquí por amor, estamos aquí para ganar, porque a diferencia de aquellos que lo hacen porque aman hacerlo, no les importa la diferencia entre ganar o perder, porque el hecho es simplemente luchar. ¿Acaso no dicen los "expertos" —dice Mich haciendo las comillas con sus dedos—. Que el amor no busca resultado, solo la satisfacción de la persona amada, en este caso "el deporte amado" o el "contrincante amado". En cambio, nosotros estamos aquí por el título, estamos aquí para ganar el campeonato, quizás luego de eso nos demos cuenta si realmente amamos esto.
Mich les explica acerca del entrenamiento de las últimas semanas, sin dar muchos detalles, solo mencionando no esencial. La cara del entrenador de White, no tiene precio, luego de lo que ha dicho Mich, se siente como un tonto enamorado.
White inicia su intervención, siempre con su usual sonrisa socarrona.
—Felicito a mi oponente, por simular una auténtica escena de Rocky Balboa en Rocky IV. Y quizás sea tarde, pero hasta ahora me entero de lo que han hecho, pero un entrenamiento de ficción, la verdad es que no me atemoriza en lo absoluto.
Mich se remueve en su asiento, molesto por el comentario.
—No representa para mí ningún desafío, mucho menos después de haber pasado por una larga lista de verdaderos contrincantes, con entrenamientos adecuados para ellos —dice con el mismo tono de burla con el que inició. Estoy tentado, y me dejo guiar por el instinto y le respondo.
—Claro, es cierto. Han recibido un entrenamiento de hojalata, de la misma calidad que tiene su boxeo. Porque definitivamente esa "larga lista" que dice el señor puede ser enfrentada por cualquier boxeador amateur que recién esté iniciando, creo que es una manera muy fácil de alcanzar en título y a mí en lo personal, no me gustaría alcanzarlo de esa manera, aunque puede que me esté enfrentando a esta situación con la pelea que tenemos por delante, pero eso ya lo veremos después —me carcomen las ganas de soltar lo que sabemos acerca de las peleas compradas, pero es una de esas tantas cosas de las que estamos completamente seguros, sin embargo, no tenemos el modo material para demostrarlo—, pero tenemos para advertirle, que deje de tener tanta confianza en sí mismo, porque cuando J.J. King asume un reto, es para salir ganancioso, si él también resulta ser así, pues nos hemos reunidos dos, la única diferencia estará en que alguno terminará derribado en ese ring, y tengo toda la intención de no ser yo que quede en la lona —siento un estruendo estrepitoso sobre la mesa, que incrementa aún más mi presión arterial y mi ritmo cardíaco, estoy alterado y maldita sea, estoy usando todas mi auto control para no derribarlo aquí mismo. El puñetazo ha hecho caer al dueño alguno de los micrófonos de su lado y se pone de pie y dirige su mirada hacia mí.
—¡Y tú mequetrefe, vas a ver quien demonios va a terminar como un maricón en la lona! ¡Escuchaste! —White está sudando, su piel está enrojecida por la furia y todos sus músculos están tensados. Su entrenador se pone de pie y lo obliga a tomar asiento junto a él nueva vez.
Aprieto mis puños y respiro profundo. Mich se da cuenta de mi reacción y pone una de sus manos sobre mi rodilla para detenerme, eso me hace recordar lo que siempre ha dicho: "Quien pierde el control, denota su falta de razón". ¡Y vaya que tiene razón! Tantos sabios consejos, me demuestran una y otra vez, que la inteligencia no depende del nivel académico que hayas alcanzado, sino de la forma en que utilizas la sabiduría que te ha proporcionado la vida.
El moderador llama la atención de todos e indica que inicia la ronda de preguntas de la prensa.
—Katherine Roosvelt. Fox Sport 2. Mi pregunta es para el señor White. ¿Son ciertas esas acusaciones que le hace King sobre que su campeonato ha sido construido en base a usted verse enfrentado a contrincantes que no son realmente de la talla que usted requiere? —dice la morena muy estilizada y perspicaz, con la típica postura de periodista dedicada.
_Quizás el señor King lo diga por él mismo, pero debe saber él, que no todos son como él. Como muy bien ustedes vivieron a lo largo de los encuentros, todos fueron un reto para mí, a pesar de haber obtenido las victorias por decisión unánime_dice Patrick con tono irónico. Muy confiado en sus palabras.
—Patrick, ¿no crees que más que ganar, los jueces han tenido miedo de darle la victoria a otro boxeador, sabiendo que haya tenido una carrera de 0 derrotas? Hasta ahora eres invicto, el jurado teme quizás ser los primeros en darte tu primera derrota —en mi otra vida seré periodista, en teoría es lo mismo que el boxeo, lanzas derechas y jabs, pero con las palabras. Estoy seguro que han noqueado al White. El papá de Patrick se remueve sutilmente en su asiento.
—El jurado conoce las reglas y sabe que si da una decisión incorrecta, es pasible de ser sometido a la justicia —interviene el entrenador.
—Mi pregunta es para el boxeador, no para el entrenador —dice el chico que formuló la pregunta.
¯Da igual quien responda, porque las cosas son así, quien se vende, pierde la cabeza —dice White en tono cortante.
—Mary Gallagher de ESPN. Mi pregunta es para J.J. King. ¿Es difícil enfrentarse a púgil que tiene un historial de 21-0 en el boxeo profesional y que claramente tiene la intención de mantener el marcador en 22-0 y no ser King quien rompa la tradición y convertir ese número en 21-1? —vaya pregunta. Bastante tonta.
—Claro que no es difícil cuando tienes un récord de 18-0. Y tengo la firme intención de que sea 19-0, no está de más decir que es mi número favorito, así que lo celebraré en grande.
—¿Por qué el gobernador White, está en este encuentro, sabiendo todos los compromisos que tiene debido a sus funciones? Les habló Jack Adams de Fox.
—Como no dijiste a quien va dirigida la pregunta, me tomaré el atrevimiento de molestar. La razón lógica que encuentro en ello es el hecho de que no estoy seguro de con quien realmente voy a pelear, con White padre o White hijo. Es difícil de adivinar—Mich gira despacio su cabeza hacia mí y frunce el ceño. El murmullo se activa en la asamblea y todos empiezan a comentar y tomar notas.
—Supongo que esa mala educación se aprende en los suburbios de Nueva York —agrega Patrick.
—Para finalizar, queremos que ambos competidores den su posición y predicción final, sobre la pelea que se efectuará este próximo sábado en la arena de Guadalajara. Señor King, adelante ¯me invita la joven a hablar.
—Solo quiero invitarles a todos los representantes de los medios de comunicación presentes aquí, a que aprovechen estos días antes de las peleas para que tomen las mejores fotos del señor aquí presente —digo dirigiendo la mirada hacia Patrick—. Ya que lo más seguro es que no logren reconocerlo luego de la pelea del sábado, estoy seguro que él no querrá que su foto salga estando en esas condiciones a la luz pública —vuelve a reventar el estruendo, pero esta vez se pone de pie y se acerca.
—Tú, maldita gallina vas a ver quien quedará reventado, ¿escuchaste? —su respiración es agitada, los demás miembros de su equipo y el entrenador lo toman por la espalda y se lo llevan, las cámaras disparan incesantemente los flashes y el murmullo no se detiene, cada vez se hace más intenso. Daniel toma el micrófono antes de que me atreva a decir algo.
—La conferencia ha terminado —dice algo nervioso por la tensión del momento. Mich se levanta y me arrastra junto a él. Quiere evitar a toda costa que nos rompamos a puños en este preciso momento, cosa que no me molestaría, pero tengo que esperar. Todo salimos en estampida y nos subimos al auto para ir de regreso al hotel.
—Eso es adrenalina en su estado puro. Debieron llegar más lejos —dice Jaden emocionado.
—Creí que estabas de mi lado —masculle Mich—. No queremos desastres, no ahora.
—Todavía falta más. El viernes nos volveremos a encontrar ¯le digo, y no puedo evitar sonreír, me siento más confiado que nunca y la adrenalina corre por mis venas, y lucha por salir a borbotones de mi cuerpo pronto.
(...)
El teléfono de mi habitación suena. No tengo idea de quién podría ser, ya que todos me llaman al móvil para contactarme. Es desde la recepción, indicándome que momentáneamente tendré que abandonar la habitación porque estarán colocando unos dispositivos de seguridad especializados. Me dice que no me preocupe por lo que quede allí dentro, ya que está totalmente garantizado por el hotel, mientras, me darán la disponibilidad en otra habitación en el mismo piso.
Diez minutos luego de la llamada, una de las chicas que arreglan todo esto, me trae la llave de la habitación que se me ha prestado. Saco un par de cosas de éste cuarto para llevarlas al otro. Abro la puerta con la tarjeta. Todo huele a especias dulces y la luz es tenue en el lugar, parece como si alguien más estuviese aquí, temo que se hayan confundido de número.
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