Capítulo 17
Jordan

Me levanto de un sobresalto cuando mi teléfono estalla. Parecería que un camión de carga ha pasado sobre mi cabeza, pero ese es el pequeño efecto secundario que tiene una pelea sobre un boxeador. Ha dejado de sonar. Tengo una llamada perdida de Jaden y luego una notificación con un mensaje de texto.

“Hoy tenemos algo de trabajo pendiente, pero te voy a dar un pequeño chance porque tuviste pelea anoche y derribaste al cabrón. ¡Bien hecho, hermano! Me las puedo arreglar solo por aquí.”

Él llamó, me despertó para decirme que hará cosas por mí. A final de cuentas eso tendrá su precio. Con el celular en la mano, decido enviarle un mensaje a April.

J.J. : Buenos días por aquí. Hay muchas cosas que debemos hablar.

Tengo que hacerle un par de preguntas a April sobre el encuentro de ellas con White. ¿Qué pudo haber dicho él? Estoy seguro que salió algo de ello en la prensa. Busco mi computador para navegar a través de los periódicos digitales. La primera plana de la sección de deportes tiene una foto, diría que muy bien tomada que muestra tanto su posición en los asientos delanteros como la pelea. Vaya. Estoy en primera plana y todo gracias al malnacido de Patrick. Leo rápidamente la noticia y no mencionan nada relevante la verdad, solo relatan la pelea, mi nombre, el K.O. y demás. Después de leer un par de noticias más en otros periódicos, encuentro alguna que reproduce el texto de un par de preguntas que le fueron realizadas a White y dicen que su pronóstico de que yo perdería la pelea no se dieron. Así que él apostó a que no lo lograría. Cierro el computador. Tomo una camiseta y unos pantalones de las de encimera de la silla y salgo de casa a correr, correr rápido, muy rápido, tan rápido que pierda la noción de cuando mis pies están tocando el suelo y cuando están al aire, es casi como volar y de la misma manera los pensamientos se van a la deriva. La vibración en mi bolsillo me hace descender un poco el ritmo, quiero olvidar la llamada, pero siento que debo contestar. Corriendo aún, tomo el celular y contesto.

—Hola —mi voz suena agitada y la respiración pesada.

—Jordan —escucho la voz dulce de April algo tranquila al otro lado—. Pues sí, tenemos que hablar, pero aquí estoy comprando los boletos para Los Angeles. ¿Está bien para el viernes en la tarde?

—Por mí está excelente —respondo.

—Bien, pues me mandas tus datos en un correo y así luego termino con la compra.

—Yo te los envío cuando llegue a casa. Estoy corriendo ahora —respiro.

—Creí que estabas con alguien.

—Siempre estás pensando lo peor.

—¿Está mal que estés con alguien?

—Si no es contigo sí —ella se queda en silencio unos segundos y siento el vacío—. ¿Nos vemos hoy?

—Nos vemos el viernes, Jordan. Sigue disfrutando de tu ejercicio y descansa —su voz continua apagada.

—¿Sucede algo?

—No te preocupes, todo está bien. Adiós Jordan —termina la llamada y me quedo pensativo. Quisiera correr hasta su casa y saber que todo está bien realmente, pero correr no es una buena idea, tomando en cuenta los kilómetros que nos separan y he tomado la vía contraria a su edificio. Un taxi es la mejor opción. Entro la mano en los bolsillos y lo única cosa que encuentro allí es un recibo de compra envuelto. Correr es la opción más barata y asequible que tengo en este momento, así que empiezo. La mayoría de personas se quedan mirándome cuando paso a su lado. Un camionero se detiene junto a mí y me llama.

—¿Adónde vas amigo? —grita. Le indico la dirección y él me invita a subir junto a él. El camino transcurre con un par de preguntas por su parte, le agradezco que me haya dado el aventón, pero de todos modos este parece un tipo raro. Diría que no es camionero, y que solo robó éste camión. Ahora mismo eso no importa, ya que no traigo nada encima y parece que él se ha dado cuenta. Llegamos a una esquina antes del edificio. No quise decir la dirección correcta, así no podría localizarme, ni a mí ni nadie relacionado conmigo. Entro al café que está en la esquina y espero que se aleje para seguir caminando hasta casa de April. Diviso a Katherine saliendo de una SUV Chevrolet Tahoe color negro. Ella se despide alegremente y entra al edificio. Corro hasta ella para entrar sin necesidad de reportarme con el portero.

—Gracias por lo de anoche, Patrick —alcanzo a escucharla decir. El vidrio del co-conductor sube y se aleja lentamente. Katherine da la vuelta y se encuentra conmigo.

—¡Jordan! —se acerca hasta mí y me abraza, un abrazo para nada cómodo tomando en cuenta lo sudado que estoy—. ¿Qué haces por aquí? —sonríe ampliamente.

—Estoy aquí por April. ¿Está en casa?

—No lo sé. No estuve aquí toda la noche —quiero preguntarle más. Tengo derecho y sé que ella puede soltar más de lo que cree adecuado.

—¿Estuviste con él? —no especifico quién.

—¿De qué hablas? —ella arruga el entrecejo. Quiere hacerse la desentendida. Es más lista de lo que pensé.

—Ya sabes. No tienes porque ocultarlo.

—No sé de qué me estás hablando. Si sigues preguntando le diré a Ricky que no te deje subir al departamento. ¿Estamos?

—Bien. Yo solo quería ser sociable —Katherine rueda los ojos y caminamos hasta el ascensor. Tarda casi un minuto para cerrarse mientras Katherine está de espaldas a mí tratando de evitar mirarme. Se da vuelta un par de veces para verme de reojo con cara dura. Cuando la puerta al fin se cierra dice:

—Sí estuve con él. Y no pienses mal, sé que te odia y todo. Pero lo hago para ayudarte. La verdad es un patán que se cree el ser más superior de todo el universo. Eso, bueno, en cierto sentido es verdad —esboza una sonrisa.

—Ten cuidado.

—Soy una mujer, sé lo que hago. Yo sólo quiero que para cuando al fin se encuentren, sepas que tienes un enemigo delante de ti, no un rival —de eso no tengo ni la menor duda.

—¿Por qué te acercaste a él?

—Quiero saber porqué dice esas cosas de ti —llegamos al fin al piso del apartamento. Ella tarda otro par de minutos tratando de encontrar la llave—. Prometo que te diré lo que me diga de ti. Estoy de tu lado. No lo olvides —dice mientras sigue hurgando en su bolso. Saca llaves y abre la puerta. Todo tiene aspecto solitario como si nadie estuviera aquí.

—¡Abi! —llama Katherine a April—. Tienes visita. Ve. Está en su cuarto —ella me indica con las manos la dirección y abro la puerta despacio. April está acostada. Ella vuelve la mirada hacia mí y se recuesta contra el espaldar de la cama.

—¿Qué haces aquí? —pregunta. Su voz es una mezcla entre apagada y fuerte. Esta tratando de ocultar como se siente realmente.

—No podía dejarte así, sin siquiera saber el porqué.

—No entiendo. ¿Así cómo? —tiene el ceño fruncido.

—Estás triste. No tengo que saber porqué, pero solo quiero estar aquí contigo y que sepas que todo estará bien. Sea lo que sea. Las cosas pasan por algo, April —sus grandes ojos se abren aún más, como sino lograra entender porqué estoy diciendo esto. Ni siquiera yo sé el porqué, así que espero que no lo pregunte. Subo a la cama junto a ella y la abrazo fuerte.

—Nos vemos el viernes, Jordan —dice todavía en el abrazo, pero no se quiere separar, sin embargo quiere que me vaya de aquí. La suelto y beso su mejilla.

—Sea lo que sea, sabes que cuentas conmigo —salgo de la puerta estando seguro de que hice lo correcto.