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Vince no podía creer lo que estaba viendo, lo habían invitado a este bar, su amigo aún no llegaba, pero eso no era lo increíble. El camarero que estaba llevando las bebidas era conocido, por supuesto que lo conocía, era el mismo chico que bailaba para él. Vince frunció el ceño cuando la mujer lo tocó e hizo que se quedara, pretendía ir a rescatarlo cuando escuchó algo extraño, esta mujer le estaba pidiendo a Cole que se prostituyera. Lo peor de la situación era que Cole lo había aceptado. Vince se marchó decepcionado luego de decirle lo que pensaba, nunca contó con que el chico lo siguiera.
— Vince, espera un segundo, déjame explicarte esto — Vince jaló la muñeca que le sostuvo.
— Suéltame y no me debes ningún tipo de explicación.
— No hago estas cosas — Vince lo miró sin creerle nada — Lo digo en serio, es la primera vez que me topo con este tipo de situación.
— ¿Sabes lo que se siente tocar a alguien que no te gusta o que esa persona te toque? — Cole apretó la mandíbula — Entra ahí y descúbrelo.
— No debe ser tan malo cuando los demás pueden hacerlo — Vince no pudo controlarse más, lo empujó hacia la pared y lo acorraló ahí.
— Tienes que acariciarla — dijo deslizando su mano por su costado desnudo, Cole se encogió — Tienes que excitarte haciéndolo — murmuró mordisqueando su cuello — Tienes que estar dispuesto a besarla — Vince se acercó a sus labios y primeramente lamió saboreando la sal y el limón del tequila, luego metió la lengua en su boca y barrió el interior, Cole se aferró a su camisa y jadeó correspondiendo el beso. Vince hizo que subiera la cabeza y profundizó aún más — Tienes que estar dispuesto a tocar íntimamente — dijo metiendo la mano por dentro de ese apretado short y su ropa interior, Vince se sorprendió tocando la erección de este chico y no asqueándose por eso.
Más que repulsivo era malditamente excitante ver su expresión mientras otra persona lo tocaba. Vince volvió a besarlo sin dejar de acariciar su polla, Cole gimió y se sujetó con más fuerza.
— ¿Estás dispuesto a hacer todo esto con alguien que no te gusta? — murmuró mirándolo fijamente, Vince se echó atrás y dejó de tocarlo cuando vio las lágrimas en sus ojos.
Probablemente le había enseñado la lección poniéndose él mismo de ejemplo.
— Cole, lo siento mucho, estaba enojado — Cole se arrodilló y escondió el rostro en sus manos, Vince se mordió los labios — Por favor, yo…solo quería enseñarte que no era lo mismo, debes hacer esto con alguien que quieras.
— Ya cállate — gruñó fulminándolo con ojos verdes llenos de lágrimas, Vince miró más abajo solo para darse cuenta de que la erección no había desaparecido, no había sido producto de hablar con esa mujer, estaba seguro de que era por sus toques.
— ¿Es la primera vez que…? — Cole achicó los ojos y se puso en pie.
— ¿Sorprendido? Nunca he tenido tiempo para estas cosas.
— ¿Ibas a acostarte con ella siendo virgen?
— Aparentemente — murmuró encogiéndose de hombros, Vince admiraba la valentía de este chico y estaba aún más curioso de la razón por la que quería el dinero.
— ¿No crees que eso debería ser con alguien especial?
— No me importan estupideces como esa.
— ¿Tanto necesitas el dinero?
— Estoy perdiendo el tiempo aquí — dijo abriendo la puerta por la que antes habían salido, Vince volvió a enojarse solo con imaginar la escena anterior.
— ¿Irás a ofrecerte con cualquiera?
— No me estaba ofreciendo.
— Tu matrícula no puede costar tanto, ¿Para qué quieres el dinero? — Cole le disparó una mirada sucia.
— No es tu problema.
— Cole.
— Has incumplido el contrato, me has… — Cole se calló y volvió a enrojecer, Vince dio un paso adelante.
— Te he acariciado, besado y masturbado, algo que nos ha gustado a ambos —Cole cubrió su rostro rojo, Vince tuvo que obligarse a preguntar — ¿De verdad eres heterosexual?
— No te burles de mí.
— No lo hago — dijo, honestamente él estaba en la misma situación, a Vince nunca le había atraído un hombre — Dime cuanto tengo que pagarte.
— ¿Qué?
— Te daré el dinero que necesitas, no querrás que te lo regale por lo que te estoy ofreciendo un intercambio.
— Dijiste que no eras gay — sentenció Cole mirándolo con nerviosismo.
— No pensemos en etiquetas ahora mismo. Dime una cifra.
— Es demasiado como para solo acostarse conmigo.
— No vales tan poco como crees.
— Necesito cien mil dólares — Vince ni siquiera lo pensó, esa cifra no haría ningún daño en su cuenta bancaria.
— Te los daré.
— No valgo tanto dinero — Vince lo agarró del mentón.
— Hagamos esto, te daré el dinero por adelantado, esto equivale a dos mil dólares por cincuenta días — Cole arrugó la nariz.
— Casi un mes y medio.
— ¿No es más importante el dinero?
— ¿En serio me darás todo eso?
— Si, ve a buscar tus cosas, te esperaré en mi auto — Cole se soltó y luego de una última mirada lo obedeció.
Vince caminó a su auto, ¿Qué carajo acababa de hacer? Le había ofrecido dinero a ese chico por acostarse con él. No era cuestión de dinero, el problema en esta situación era que ese chico le gustaba y esto le quitaba toda posibilidad de hacer algo respecto a eso. Vince entró al auto y miró el volante, las cosas no deberían ir mal después de este contrato, quizás podían hacer que esto fuera más que un contrato por dinero. Suspiró, esperaba no arrepentirse de este acuerdo. Cole abrió la puerta del auto y se sentó, dejó su mochila sobre las piernas y lo miró con nerviosismo.
— ¿Puedes contarme ahora para que quieres ese dinero?
……
Cole mordió sus labios y miró al frente, ¿Debería hablarle de ello? ¿Estaba bien hacer esto? Carraspeó.
— Es para un tratamiento
— ¿Estas enfermo?
— Yo no, mi madre, necesito pagar el tratamiento, pero… — Vince frunció el ceño.
— ¿Es por esto que tu casa está a oscuras?
— Si
— ¿Y bien? Sigue — Cole lo miró confundido.
— ¿Qué más quieres escuchar?
— ¿No quieres decir nada más?
— No.
Cole no comprendía porque este hombre se había enojado otra vez, Vince estacionó y salió dando un portazo. El boxeador dio la vuelta y lo sacó prácticamente a la fuerza, Cole se tensó. Vince lo jaló del frente de la camisa y abrió la puerta, luego fue jalado a una habitación desconocida y arrojado a la cama con fuerza. Cole comenzó a lloriquear sin poder evitarlo, avergonzado tomó una almohada y se cubrió con ella.
— Hace un año la diagnosticaron, pero hace solo seis meses está ingresada en el hospital, su estancia cuesta diez mil dólares a la semana y casi no doy abasto, tengo dos trabajos por día, pero aun así no podía recaudar la cantidad para el tratamiento, dejé la universidad con la intención de recaudar más dinero y busqué otros trabajos, nunca pensé en prostituirme o algo parecido, me sentía asfixiado y por eso iba a aceptarlo — murmuró contra la almohada.
Cole miró hacia Vince, ya no estaba tan enojado como antes pero no dijo nada, sin embargo, comenzó a sacarse la ropa, Cole tembló desde la cama y trató de alejarse. Pese a lo que había dicho antes no quería una primera mala experiencia, tragó cuando solo quedó una prenda en el cuerpo del boxeador. Vince achicó los ojos.
— No voy a hacerte nada, iré a darme un baño, busca en mi ropa algo que te quede, serás el próximo.
Cole se relajó por el momento, pero ¿Qué pasaría luego de darse un baño? Cole se puso de pie y buscó en el armario. No valía la pena llorar sobre la leche derramada, obtendría el dinero que necesitaba de Vince y había acordado acostarse con él. No pensaba que sería una mala experiencia, pero viendo la actitud de Vince ahora mismo lo estaba dudando. Vince salió del baño solo con un bóxer negro y una toalla alrededor del cuello, al instante comenzó a secarse el pelo con ella.
— Tu turno — Cole tragó y caminó hacia allí — Hay tollas en la gaveta.
Cole sacó todo el aroma a tabaco, alcohol y sudor de su cuerpo, también el aroma de esa desconocida en el local. Luego de limpiarse abrió la gaveta y tomó la toalla, la tela se sacudía en su mano y rápidamente comenzó a secarse, mordió su labio inferior tembloroso aguantando las ganas de llorar. ¿Todavía estaba a tiempo de rechazar este trato? No, no podía hacerlo, necesitaba ese dinero más que todo. Luego de calmarse se puso un pantalón fino y una camiseta, por suerte parecían tener la misma talla.
Cole salió y encontró a Vince sentado en la cama, sus piernas estaban cubiertas con el cobertor, su mirada fija en el televisor.
— Ven aquí — dijo invitándolo a su lado, Cole también se sentó y Vince lo cubrió exactamente igual.
Diez minutos, veinte y no pasó nada. ¿Vince estaba esperando que él actuara? Sabía que era un novato sin experiencia, en serio no podía estar pensando en eso. Cole tomó su rostro con la mano izquierda y giró su cabeza, Vince lo miró sorprendido, Cole solo quería terminar rápido con esto. Juntó sus labios, pero no se sentía con la confianza suficiente como para hacer lo que este hombre había hecho en el callejón. Cole no quería ponerse en más ridículo del que estaba, Vince lo agarró de la parte posterior del cuello e hizo que abriera la boca. Cole gimió y dejó pasar su lengua, Vince recorrió cada rincón de su boca casi robándole el aliento.
Cole deslizó su otra mano por debajo de su camisa, Vince se estremeció y la retiró.
— No así.
— ¿Qué?
— Hoy no tenemos que hacer nada — Cole lo miró con confusión.
— Me darás el dinero por esto.
— Cole, podemos hacerlo cuando estés cómodo con la idea.
— Estoy cómodo.
— Lo que estas, es mintiendo — sentenció, Cole achicó sus ojos — Si te vieras ahora mismo dirías lo mismo — Vince tocó su labio inferior con el dedo pulgar — Está temblando, esta mano — dijo cogiendo la mano que antes lo había tocado — también está temblando.
— Eso no importa.
— No lo haremos así, la verdad solo te traje para darte el dinero, tampoco quería que estuviese pasando frío en tu casa.
— No necesito…
— Mi lástima, lo sé, toma esto, ahí está el dinero que necesitas — dijo tendiéndole una tarjeta, Cole la colocó en la mesa de noche a su lado y lo miró.
— ¿De verdad no tendremos…?
— ¿Sexo? No, hoy no, si bien no soy virgen soy nuevo en esto del sexo con hombres — Cole no pudo evitar reírse — Deberías sonreír más a menudo.
— ¿Por qué lo haría?
— Las cosas serán mejor mañana.
— Eso es… — Cole no pudo terminar la oración debido a un estornudo.
— Metete bajo la manta, es hora de dormir.
— Miau — Cole se asomó y vio al pequeño gato en la puerta.
— Yuki. Me había olvidado de él.
— Te perdonará una vez le digas que estabas preocupado por tu madre ¿verdad Yuki?
— Miau
— Puedes dormir aquí abajo — señaló a la alfombra, Yuki caminó hacia allí y se enrolló, Vince se giró hacia él y lo miró — Gírate.
Cole lo hizo, Vince pasó un brazo por su cintura y se acurrucó detrás de él. Cole nunca había pasado la noche tan caliente entre las mantas y tampoco tan reconfortado por el calor de alguien.
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