14💳
Vince estaba hecho un desastre, su boca picaba mientras veía directamente la botella de alcohol sobre la mesilla, el hotel en el que se había hospedado tenía un muy buen servicio, uno que no necesitaba ahora. Se sentía como una porquería a pesar de que estaba completamente satisfecho. Lo odiaba. Yuki saltó a sus piernas y comenzó a arañar su pantalón, Vince lo dejó en el suelo y le sirvió algo de comida. Vince tiró la camisa a un lado con enojo, aún estaba impregnada con el aroma de Cole y le recordaba constantemente lo que no podía tener.
Quería a ese muchacho.
Vince odiaba admitir que se había enamorado de él, ninguna mujer había conseguido tenerlo en el fondo tan mal y tan rápido ¿Todo esto había pasado por que era un chico? Vince dejó de pensar en ello y se metió a la ducha, casi sangró tratando de quitarse su olor, quizás también dejó caer un par de lágrimas.
Estaba llorando! Vince no lloraba, no era un hombre de lágrimas, él solo bebía hasta el cansancio y luego se resignaba de su vida, no lloró cuando la maldita de su ex lo traicionó y tampoco por el mejor amigo que prácticamente había crecido con él. Eran hermanos, pero Vince simplemente tomó hasta el cansancio y al otro día quemó el sofá y cambió de casa, no les daría nada a esas personas a parte de su resentimiento. Sin embargo, estaba aquí llorando porque no había podido hacer que un chiquillo se enamorara de él.
Era patético con todas sus letras. Vince se secó y tomó la bata de baño dejada ahí, al menos comenzaba a sentirse un poco mejor. Se sentó en la cama y miró la botella otra vez ¿Debería? Si lo hacía era probable que su entrenador lo dejara por incorregible. Vince dejó de pensarlo y tomó la botella, a punto de tomar un sorbo dos toques en su puerta resonaron, Vince abrió y miró a Javier con aburrimiento, en un momento de locura lo había llamado, ahora mismo se arrepentía.
— ¿Qué carajo Vince? — gruñó Javier tomando la botella de sus manos, Javier caminó al baño y lo vació en el lavamanos, Vince sintió lastima por todo el alcohol desperdiciado.
Javier le dio una mirada sucia y dejó la botella sobre la mesa, buscó en todos lados y le decomisó en total seis botellas que el generoso hotel había proveído para él. Vince se acostó en la gigantesca cama con un suspiro, Yuki encajó las uñas en la tela y logró subir para acurrucarse a su lado, Vince le acarició la cabeza.
— ¿En que estabas pensando? Mañana tienes una pelea gran tonto.
— Pensaba en mi estúpida vida — gruñó, Javier se sentó en la cama y lo miró.
— ¿Qué pasó?
— Nada, déjame en paz, te llevas mis botellas, ya que no tengo nada en que descargar mis penas me gustaría dormir.
— ¿Para qué crees que estoy aquí? — preguntó con una ceja arqueada, Vince resopló.
— ¿Quieres que me ponga a llorar como una nena frente a ti?
Javier se carcajeó.
— ¿Ya estamos comportándonos como un machista cando resulta que eres homosexual?
— Tenías que decirlo ¿verdad?
— La verdad es que moría por hacerlo — dijo con una sonrisa, Vince cerró los ojos.
— He acabado con Cole.
— ¿Por qué?
— Porque solo era por cincuenta días, el plazo terminó.
— No entiendo nada — Vince no le explicó, sólo siguió hablando sin razón alguna.
— Me he acostado con él y es a la vez lo peor y mejor que he hecho en mi vida, me siento como una porquería.
— ¿Por qué fue con un hombre?
— No, ojalá hubiese sido por eso, descubrí que tan bueno es y sé que no volveré a tenerlo — Vince abrió los ojos a tiempo para ver a Javier torciendo los ojos.
— Búscalo y dile que lo amas, eres un romántico sin remedio.
— No me quiere, estaba desesperado por terminar nuestro acuerdo.
— Vince…
— Vete de aquí
— No me iré — Javier se plantó en su lado de la cama y Vince lo miró con diversión.
— ¿De verdad piensas quedarte en la misma habitación conmigo? Me gustan los hombres ¿recuerdas?
— Eso no quiere decir que te guste yo, ya te gusta alguien.
— Desgraciadamente ese alguien no me quiere — suspiró.
— ¿Cómo lo sabes?
— Sólo lo sé.
— ¿Te lo dijo?
— No.
Esa fue la última palabra que se dijo en toda la noche, Vince no durmió demasiado, sólo se limitó a acariciar la cabeza de Yuki recordando una y otra vez la espalda bronceada de Cole y sus ojos llorosos.
Desgraciadamente su pelea no fue mejor.
……
Cole estaba desesperado, Vince había sido su vida durante los dos últimos meses y no estaba avergonzado de decirlo ¿Cómo no se había dado cuenta antes de lo que sentía por él? ¿Cómo es que había sido tan ciego y estúpido? ¿Vince había tenido que irse para que él supiera que se había enamorado de él? Cole cerró la puerta del apartamento vacío y se apoyó a la pared ¿Qué se suponía que debía hacer? Su cabeza estaba tan llena de preguntas y Cole no podía encontrar una respuesta ni para la más simple de ellas.
Había sido un estúpido con todas sus letras.
El ultimo día su estrés había crecido a cifras elevadas, ver sus fotos con Vince tampoco había sido una buena noticia. Cole había estado todo este tiempo pensando que no era adecuado para Vince, de hecho, aún lo pensaba, Cole no tenía nada que ofrecerle a un hombre como él. Vince bien podía estar apiadándose de él ofreciéndole este trato, no tenía que sentir nada por él. Cole comenzó a caminar en dirección al hospital, restregó sus ojos húmedos negándose a llorar. Justo por esto no era adecuado para alguien como Vince, era un muchacho inmaduro de veintitrés años, sin nada donde caerse muerto, estar con él era más problemático que otra cosa ¿Por qué alguien como Vince se fijaría en él? ¿Qué podría ofrecerle?
La respuesta era un simple nada.
¿De verdad alguien como él podía esperar pasar una vida junto a Vince?
Pff. Esa era una mala broma.
Cole entró a la habitación de su madre, ella cortó su conversación con sus padres en cuanto lo vio.
— ¿Cole? ¿estás bien? — Cole se paseó de aquí para allá sin mirarla a los ojos, aún tenía miedo de ponerse a llorar como una nena.
— No lo estoy, tu hijo es un estúpido.
— ¿Qué pasó?
— Lo presioné tanto que finalmente lo hizo, pero luego se fue — murmuró, su madre frunció el ceño y Cole se detuvo para mirarla.
— Cole, no entiendo lo que dices.
Cole mordió su labio inferior.
— Dime ¿Qué podría ofrecerle a alguien que lo tiene todo?
— ¿Hablas de Vince? — preguntó su abuela, Cole incluso había olvidado que sus abuelos seguían en la habitación.
— ¿Me he perdido algo? — esta vez fue su abuelo quien habló mirando a Chiara con una sonrisilla.
— Tu hijo está con Vince.
— ¿Qué? — balbuceó su madre perdida.
— Realmente no estaba con él — puntualizó dejando a todos estupefactos, Cole se peinó hacia atrás y suspiró — Sólo era un trato ¿Por qué él estaría con alguien como yo?
— Cole ¿de dónde vienes?
Cole miró a su madre.
— De su casa, él no estaba ahí, los muebles estaban cubiertos, se ha ido — dijo casi con una beta paranoica.
— Entonces eran novios — afirmó Chiara, Cole negó.
— No, no éramos nada de eso.
— Cole, explícanos que pasa aquí — Cole negó.
— No te gustará escucharla.
— ¿Por qué?
— Primero necesitas prometerme algo.
— Lo que quieras — murmuró Chiara.
— Lo que voy a decirte ahora es algo que ya sucedió, no debes pensar mucho en ellos, sólo necesito…
— Comprendo — dijo Chiara con un asentimiento.
— ¿Recuerdas la pregunta que me hiciste hace dos meses cuando dijiste que era mucho dinero?
— ¿De verdad te estaba prostituyendo? — Cole resopló con diversión.
— No, no realmente, sólo era stripper, aunque admito que lo pensé, por suerte Vince estuvo ahí todo el tiempo — su madre parecía aliviada por la noticia.
— ¿Y que hizo él?
Cole se dejó caer al sillón y le dijo todo lo que había estado pasando en su vida los últimos meses, la intención no era hacer sufrir a su madre y ella lo comprendió perfectamente. Chiara acarició su mejilla cuando dijo lo que había salido en las noticias.
— Fui a su casa y le exigí cerrar el trato de una vez, estuvo evitándome tanto tiempo, pero el ultimo día no le di chance a rechazarme — Cole apretó los labios recordando todo.
— ¿Y qué pasó?
— Nada, dijo que ya no le debía nada y se marchó — masculló, Chiara lo vio con lastima y luego dejó salir un suspiro.
— Si me preguntas, diría que ambos son unos tontos — sus abuelos asintieron de acuerdo.
— ¡Mamá!
— Es cierto, ambos se quedaron en silencio respecto a lo que sentían, a mi entender eso los hace tontos.
Cole tragó antes de preguntar.
— ¿Crees que él…?
— ¿Tu no lo crees? — preguntó Chiara con una sonrisa — Todo lo que hizo es más de lo que haría alguien que no siente nada por ti, además, que se fuese afirma este hecho.
— No tengo nada para él.
— No tienes dinero, eso es cierto, pero creo que Vince tiene suficiente ¿Por qué querría que tu tuvieses dinero? ¿No es suficiente con lo que le brindabas?
— Aun así — gruñó, su abuelo le tendió un teléfono.
— Aquí tienes.
— ¿Qué…? — Cole tomó el teléfono y vio el último video de Vince, la pelea fue violenta por parte de Vince hasta el punto en el que los jueces querían descalificarlo, pero no hubo ninguna falta oficial para hacerlo.
Su abuelo lo miró como si supiese algo que él no sabía.
— Está enojado y mucho ¿Por qué crees que es?
— ¿Por qué lo presioné? — su abuela negó y lo miró.
— Dios mío, este chico es tan lento, ese hombre está enojado porque cree que no sientes nada por él.
— ¿Cuándo le hice pensar eso?
— ¿Careces de neuronas muchacho? Tu desesperación por cumplir el trato envió la idea equivocada — Cole sonrió.
— ¿Esto no les resulta incómodo?
— Tenemos nietos, escuchamos sobre intimidades todo el tiempo, de hecho, tu eres el mejor en ese sentido, tus primos casi no se cortan a la hora de hablar — Cole se carcajeó, luego los miró con los nervios de punta.
— Entonces ¿Qué debería hacer? — su abuela puso los ojos en blanco.
— Búscalo.
Cole tomó el consejo y fue directamente a hacer eso.
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