Decoraciones
¿Por qué tenía que celebrar la Navidad de una forma tan ostentosa?
Me pregunté al ver el exceso de decoraciones que había en nuestra nueva casa.
-El recibo de la luz será alto.
Suspiré y tomé una figura de Santa Claus que bailaba junto con villancicos y lo puse sobre la mesa.
-¿De dónde sacaste todas estas cosas, Jean? -murmuré mientras tomaba una de las galletas que mi pareja había hecho ayer.
-¡Otabek! -la puerta de la entrada se abrió de repente y con ello entró el frío-, ¡No sabes lo que me pasó hace un momento!
-Bienvenido -dije mientras cerraba la puerta tras de él.
-Hola, mi amor - su tono de voz cambio de indignada a esa pícara que molestaba a todos.
No respondí y seguí buscándole lugar a las decoraciones que aún seguían guardadas.
-Verás, hoy en el parque un idiota me lanzó una piedra -se oía enojado.
-No veo el por qué -respondí con sarcasmo.
-Muy gracioso.
-¿Te duele todavía?
-Ya pasó...
El Santa con lentes de Sol era horrible.
-Invité a un amigo a la casa para pasar Navidad con nosotros.
-¿Cuál amigo? -pregunté, buscando la forma de quitarle esas feas gafas al Santa sin camisa.
-A Phichit -susurró Jean, pero aún así pude escucharlo claramente.
Devolví la figura a su caja y respiré profundo para calmarme.
-¿Otabek? ¿Estuvo bien?
-Son tus amigos, has lo que quieras.
Me alejé lo más rápido que pude y me encerré en nuestro cuarto.
Phichit Chulanont, ese chico tailandés con el que Jean salía antes. Mi cuenta de Instagram estaba llena de selfies de ellos dos juntos y cuán felices eran... En ese entonces yo estaba cruzando por un ruptura de una relación casi insana. Jean era el que se autoproclamaba mi amigo y que siempre estaba ahí para apoyarme o molestarme, más nunca me dejaba sólo y eso sólo desatava una serie de sentimientos confusos en una etapa muy delicada de mi vida.
Suspiré y me dejé caer.
-¿Otabek? -me llamó del otro lado de la puerta- ¿puedes salir?
No.
-¿Puedo entrar?
No.
-Otabek...
Vete.
-Escucha, sé exactamente qué piensas de lo que te dije.
-Si es eso cierto -me levanté y me giré para ver la puerta, pero sin abrirla-, ¿entonces por qué tuviste que invitarlo a él, si sabías lo que iba provocar?
-Beka-
Lo interrumpí al abrir la puerta. Caminé hacia la salida mientras tomaba mi casco y las llaves de mi motocicleta.
-Hey, ¿a dónde vas?
Lo miré un par de segundos y sólo así me fui.
🐻
Andar en moto me otorgaba una sensación de tranquilidad. El viento contra mi rostro era refrescante y era como si limpiara de mí, las malas ideas.
Frené cerca de un café y seguí absorto en mis pensamientos.
¿Por qué tenía que pasar esto?
JJ es una imagen del egocentrismo frustrante e irracional que impide que una persona se vuelva cercana a él. Eso mismo es una fortaleza que oculta uno de sus tanto miedos e inseguridades como es la necesidad de juntarse con alguien, tener amigos y no ser un patán como lo ha sido hasta ahora y que le sale de forma natural.
Jean puede caer en los encantos de ese chico tailandés. El encuentro, que al parecer tuvieron, desató una cadena de acciones negativas para nuestra relación. Él no tenía ninguna necesidad de invitar a Phichit a nuestra casa.
Los pensamientos agrios iban y venían impidiendo que viera mi realidad. En el momento menos esperado terminé chocando con un sujeto que, al notar su mirada de desconcierto, él tampoco estaba muy al tanto de sus pasos.
-Disculpame -dije aún un poco distraído.
El sujeto sólo me miró con esos ojos peculiares y se fue.
<<Sea de quién haya sido la culpa, su acción fue muy grosera>>
Suspiré una vez más y seguí con mi camino.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro