Solo por esta noche
El reloj marcaba las 7 en punto de la tarde, el calendario marcaba el 30 de octubre.
Las fechas no le mentían a la omega que se mecía suavemente viendo atraves de su ventana el frondoso bosque que comenzaba a oscurecerse.
El aullido de un lobo a lo lejos y algunas risas traviesas en la oscuridad parecían algo normal para su oídos mientras se levantaba de la mecedora y tomaba su bolsa dispuesta a salir.
Así era la vida de la omega Kim Jennie.
Una joven omega soltera que vivía a las afueras de la ciudad más cercana al bosque, su cabaña más dentro del bosque que fuera de él.
La gente solía decir que ella era una bruja, así que tenía que salir y esconderse cada fin de octubre antes de anochecer si no quería ser víctima de la cacería de la noche.
Su cabello blanco ondeo suavemente con la brisa nocturna en la noche de otoño mientras caminaba descalza por la fría tierra húmeda, las hojas secas en sus pies hacían un ruido ligero que nadie con un oído normal escucharía, parecía la ruta normal que alguien seguiría rumbo a un destino específico.
— Hoy saliste más temprano de lo habitual — una vocecilla traviesa se escucho, aún así, Jennie no dejo de caminar mientras observaba la luna comenzar a subir y el sol comenzar a esconderse— ¿De verdad no puedes escucharme? —
Los aullidos de un lobo se escucharon más cerca de lo que esperaba, con prisa, la omega cambió rompiendo si ropa en el proceso, sus pisadas en forma animal siendo aún más silenciosas mientras trotaba rápidamente.
— Sospecho que cada año tendrás que salir más temprano de tu casa —suspiro la voz— Quizá el siguiente año ni siquiera esperen que la noche llegue antes de venir por ti —
Lo sabía, Jennie lo sabía bien.
Su vida aislada de los demás no duraría mucho, primero fue considerada una buena mujer que se dedicaba a la curación, pero cuando rechazo la unión con un alfa las cosas comenzaron a cambiar.
¿Que clase de omega sabía más de herbolaria que un alfa especializado en ello? Los eruditos de las escuelas no podían ni competir con sus medicinas, así que la conclusión rápida fue asumir que era una bruja.
Pronto comenzó a correr, la dirección siempre era la misma, donde los árboles no estaban y la fogata al centro crecía con los cantos de las mujeres que ahí bailaban.
— Ya llego ella —dijo emocionada una de las mujeres del círculo dando vueltas— ¿Que esperas? Hoy es la fiesta de brujas mas grande que hemos celebrado —
El cuerpo de la omega cambió de nuevo mientras el aullido de un lobo se perdía en la lejanía, sus pies descalzos se movieron al ritmo de la canción que ahora danzaba desnuda.
El cabello blanco revoloteaba entre cada salto que daba, las mujeres reían sin dejar de bailar ni un segundo.
— Tenemos un invitado inesperado —dijo una de ellas sin dejar de bailar, ni siquiera se incomodaban por la desnudes— Un vampiro curioso se ha unido a estas brujas —
Cuando los ojos azules de Jennie se levantaron más allá de su cabeza, la figura clara de una mujer pálida de ojos morados con cabellos negros se hizo presente, tenía la camisa blanca manchada de sangre mientras permanecía sentada sobre la copa del árbol comiéndose algo extraño.
— Me da apetito cuando las veo bailar —dijo con simpleza sin dejar de comer, un aullido rezono a la distancia— A parte, están celebrando algo que desconozco —
— Estamos celebrando la vida —dijo una riendo mientras daba vueltas alrededor de la fogata—
— En este momento hay un juicio de Salem —dijo tranquilamente el vampiro— Vi a una omega con una verruga enorme en la nariz, no dejaba de gritar mientras la quemaban viva —se alzó de hombros dando un gran sorbo a la cosa que tenia en sus manos antes de tirarlo lejos— Pero ustedes siguen bailando mientras se ríen —
— Las brujas como nosotras no podemos hacer mucho por ellas, la única que ha tenido contacto con cosas extrañas es la pequeña Jennie —dijo una castaña pecosa— Y no salio muy bien —
— Se quedó sin lengua —completo otra con una risita y la peliblanca asintiera antes de abrir la boca y mostrar la falta del músculo deshuesado—
— ¿Pequeña? —se burlo la vampiro bajando de un salto sin dejar de ver a las brujas que bailaban desnudas— ¿Acaso no ha excedido ya los 100 años? —
— ¡Eres el vampiro más inteligente que he conocido! —exclamo una pelinegra— de hecho celebramos su vida, hoy es el día de su nacimiento, cumple 200 años —aplaudió—
A excepción de Jennie que era un licantropo, sus compañeras eran criaturas mágicas poco vistas, todas ellas eran brujas y eso había extendido de manera exponencial su vida natural, sobretodo la de los seres con vidas más cortas como ella.
— Sin embargo si quieres seguir observando debes traernos algo —dijo la misma pelinegra mientras abría un libro— Ese molesto perro que aúlla en la distancia no ha dejado de llamar a nuestra linda Jennie —señaló con desdén— Así que hoy para la celebración ofreceremos su vida en señal de prosperidad —
La danza alrededor de la fogata se detuvo de repente, cuando el cuerpo grande de un hombre lobo en su transformación híbrida atravesó el portal que cubría su ubicación.
— Nos encontró —se quejo una pelirroja—
Un golpe seco fue lo único que se escucho cuando el cuerpo cayó al suelo, la vampiro alzó los hombros antes de giñar un ojo a la peliblanca y desaparecer.
— Ella es tan extraña, pero es la primera vez que se acerca tanto —murmuró la misma pelirroja—
Observando el cuerpo del lobo tirado, Jennie dejó de bailar y se acercó lentamente, mientras el cuerpo comenzaba a cambiar al de un hombre desnudo, la omega abrió la boca ajena tomando su lengua entre sus dedos.
Una sonrisa traviesa surco su cara mientras comenzaba a jalar el cuerpo del sujeto, sus hermanas ya estaban en un círculo recitando palabras en un idioma desconocido para la mayoría.
Así, cuando el frío viento llegó y la fogata se apago, el cuerpo del lobo desapareció dejando con atrás una simple parte.
— Gracias al día de hoy donde permanecimos reunidas, nuestra hermana pequeña Jennie ha recuperado su lengua —exclamo la pelinegra líder, la fogata volvió a encenderse, el tarareo de la peliblanca se escucho suave y abrumador mientras se retomaba la danza, una a una—
Todas estaban girando alrededor del fuego.
El canto de la peliblanca lleno suavemente el espacio mientras bailaba sin para.
Así transcurrió hasta la media noche, cuando la cacería de brujas llego más fuerte que nunca.
Por esa razón la omega ahora estaba corriendo por su vida, los gritos de sus hermanas mientras se defendían sonaba en su cabeza mientras ella corría con algunas otras.
— Yo les dije que hoy había un juicio de Salem —dijo una voz a su costado, la vampiro de antes corría a su lado mientras seguía hablando— Las de atrás ya murieron y algunas gravemente heridas lograron huir, la pelinegra prefirió cortarse el cuello antes que ser expuesta en una tarima estando viva —contó abrazando a la peliblanca y saltar sobre la copa de un pino—
Jennie se obligó a cubrirse la boca cuando un grito amenazo con salir, sus hermanas la vieron con una sonrisa antes de dispersarse.
Esa fue la última vez que Jennie vio a sus hermanas.
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— ¡Vamos a bailar! —grito su compañera de universidad—
Jennie sacudió la cabeza con hastío debido a su disfraz de halloween, su cabello blanco era una gran característica de su persona que atraía grandes miradas y envidias.
Ahí estaba ella siglos después entre una multitud estudiantil vestida de "bruja", el trago en su mano y la joven que la acompañaba era su entretenimiento ese día.
Ese día de verdad era una fiesta de brujas, noche de brujas, como quisieran decirle en ese poblado de Salem, donde los "humanos" se vestían de monstruos, Jennie no sabe en qué momento las características de licantropos se perdieron tanto como para que de ellas solo quedara el genero secundario.
Ella aun era capaz de transformarse y su cabeza todavía tiene nítidas memorias de hombres lobos en la montaña aullando a la madre luna.
Rosé era el nombre de su alcohólica compañera de clases mientras fingía ser una joven tonta.
— ¿¡No es genial!? ¡Hay muchas chicas guapas! —le caiga bien solo por su rebeldía—
Una mujer que estudiaba una carrera llena de varones, vestía cosas descubiertas y alzaba la voz para pelear, Jennie pensaba que quizá una bruja era su antecesor.
O si no era hechicera, será alguna inocente mujer quemada en la fogata por ser extraña.
Antes de siquiera contestar su cabeza giro rápidamente en una dirección, el cabello negro era normal, pero esa extraña cabellera y los ojos purpuras que vio estaban presentes en su cabeza.
Se despidió brevemente antes de seguirla entre el monton de adolescentes calientes.
— ¿Me estabas buscando? —pregunto la mujer alta recostada en la pared justo al lado de la puerta trasera—
— Sabía que eras tu —asintió la bruja poniéndose al lado de la vampiro, sus colmillos se veían bastante largos ese día— ¿Como sigues viva? —
— Soy un vampiro —dijo la pelinegra tranquilamente— Me sorprende más que sigas vivas ¿Cuantos años cumples hoy? —
— Casi 500 —respondió y la vampiro silvara— Sin embargo asumo que moriré en alrededor de 200 años más a lo mucho —suspiro tranquilamente— ¿Como te ha tratado la vida desde hace 3 siglos Lisa? —
— Ya ves... me comí a unas cuantas personas mientras huía de humanos furiosos y religiosos, mate algún que otro papa, nada fuera de lo común —se alzó de hombros la mujer llamada Lisa, se relamio los colmillos mientras veia a la bruja a su lado— Veo que al final si recuperaste tu lengua ¿No bailaras como la última vez? —
— ¿Quieres que te baile desnuda? —Jennie alzó la ceja ante la mirada depredadora de Lisa, una vampira descarada y lujuriosa—
— No lo negare —asintió la otra mirando alrededor antes de acercarse rápidamente y juntar los labios con los ajenos, rápidamente tomó a la bruja con fuerza para que no se soltara—
Su lengua se colo con fuerza y después de concentrar un poco de veneno en sus colmillos mordió la lengua ajena, gimió al saborear la sangre que brotó, el gemido de dolor de la bruja le causo satisfacción.
— Deberíamos ir a un lugar privado antes de que surja efecto —sonrió ladinamente desapareciendo de ahí—
El veneno que había inyectado en una pequeña cantidad era un estimulante, así, cuando mordía a alguien para empezar a comer las víctimas no luchaban, solo morían con los efectos de la lujuria en sus venas.
Vio los ojos de la bruja un poco nublados, pero seguían firmes.
— ¿Tu crees que un poco de veneno afrodisíaco es suficiente? —cuestiono alzando la ceja tratando de empujar a la vampiro—
— Solo estoy recibiendo mi pago después de salvarte la vida —sonrió quitándose la capa, el cuerpo de la bruja cayó al suelo lleno de pasto, la luz de la luna en lo alto y los frondosos árboles le revelelaron la ubicación— No voy a matarte, quiero tener sexo contigo eso es todo —se alzó de hombros—
— Solo con tus dedos he de suponer —respondió la bruja quedándose quieta, el pecho de la vampiro estaba lleno de cicatrices, tampoco tenía senos tan exuberantes. Pero si un cuerpo fuerte y ejercitado— ¿Que? —se quejo cuando la vampiro se río—
— No necesito otra cosa —negó la pelinegra sonriendo— No seas ruda conmigo ¿Si? Todavía soy una joven vampiresa con sed de experimentar —se burlo antes de colocarse sobre la bruja, un solo tirón basto para romper las prendas—
Deslizó suavemente su lengua por el cuello ajeno antes de dejar una mordida y succionar un poco la sangre que salio.
En esa nueva noche se brujas, donde ahora los humanos festejaban disfrazados de monstruos era la ocasión especial para salir despistados.
Con el demonio haciendo de su sombra una nueva fogata se encendió en el centro del bosque donde los espíritus de las brujas bailarian para el de nuevo.
Oh gran y misericordioso señor, libranos del pecado de haber nacido.
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Continuará?
Hola, solo tengo un comentario al respecto, y es que olvidé por completo subir esto, según yo la había subido en cuanto termine las 2000 palabras y cuando revise mi perfil hoy (26,Nov) me di cuenta que estaba en borradores JAKJAJAJJAJAJAJJAJA
HA PASADO CASI UN MES DESDE HALLOWEN, DIOS MIO QUE ME PASA?
En fin, una disculpa, disfruten el especial tardado y extraño que subí.
ELL.
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