Capítulo III: Lo que devana de la sinceridad
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↱ VERDADES ↲
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➡ 01:30 am ⬅
─ ¡¿En serio vas a irte sin mirarme!?
─ ¡ESTÁS LOCO, GRAY! ¡¿O debería decirte Zaniel!?
Gritaban ambos caminando por la avenida desolada, no había autos, no habían personas, simplemente ellos dos en la noche siendo iluminados por las luces artificiales y las estrellas.
─ ¡Has visto a ese ángel volando! ¿¡Por qué no me crees a mí!?
─¡Porqué eres un acosador, por eso! Ya deja de seguirme, me iré a mi casa.
─Conozco tu casa, Juvia...
─ ¡CÁLLATE! ─Gritó con furia, mientras seguía marchándose.
Gray bufó y corrió, tomándola del brazo.
─¡Dijiste que ibas a escucharme y que me ayudarías!
─Si, te iba a ayudar porqué pensé que eras un simple chico que había sido dejado por su novia ─dijo ella mirándolo a los ojos.
─ Eso no tiene mucho sentido, Juvia...
─ Lo que quiero decir es qué no pensé que me dirías que eres un ángel, Gray, o Zaniel...
─¡¿Qué demonios pretendes que haga!?
─Antes que nada, no mezcles las palabras ángel y demonios en una misma oración, es pecad ─sin terminar, Juvia lo ignoró y siguió marchándose. Ante aquello Gray corrió y esta vez él se plantó frente a ella, impidiendo que se vaya.
─ Soy un ángel, sí, el nombre que Dios me ha dado es Zaniel, no te estoy mintiendo, solo escucha...
─Sé que esto no es nuevo para ti ¿sabes por qué? Porque sé que toda tu vida has visto cosas raras...
─ ¡Eso no viene al caso! No voy a ayudarte, no me interesa.─Ella siguió marchándose.
─Siempre veías a tu abuela que falleció acariciando la cabeza de tu madre cuando lloraba...
Los ojos de Juvia se abrieron como dos luceros en esa noche, tragó saliva y se detuvo.
─ Cuando tenías 5 años veías luces fuera de tu habitación, pensabas que solo eran luciérnagas, pero esas luces hablaban... Solo tú podías escuchar eso.
─Está bien, me conoces más de lo que pensaba ─ella volteó a verlo─ ¿Por qué?
─Porque los ángeles elegimos a quien vigilar, a quien cuidar...
─Te he vigilado toda tu vida.
─¡Eso suena sumamente acosador! ¡Eso es lo que quiero que entiendas!
Gray gruñó con furia y suspiró con decepción, pisó fuerte y desplegó sus alas.
Juvia una vez más volvía a quedarse sin palabras.
Las plumas parecían ser algodón puro, el crujir de su piel en la espalda llegaba a los oídos de ella causándole una extraña sensación; se movían con delicadeza pero a la vez se notaba que lo hacían con furia.
─ ¡Ahí tienes tu respuesta! ─Gritó tomándola de ambos brazos─ Quiero ser libre, Juvia, ya no quiero ser esto, te he cuidado mucho tiempo, me debes una...
─¿Pero cómo pretendes que Juvia te ayude? No entiendo nada, Gray ─parecía estar a punto de llorar─, me tomas de imprevisto, todo pasa muy rápido; esto no es nada normal, no son cosas que tengan que darse en una noche...
─ Esto no es una película, Juvia no es una actriz. No estoy preparada para aceptar todo lo que me digas.
─ Me puedes ayudar de una manera sumamente sencilla. Hoy es la fiesta de los ángeles, el día en que podemos ser libres, en que podemos pecar... ¡Y eso no me basta!
─Voy entendiendo eso... ¿Pero qué quieres hacer?
─ Tengo tiempo para dejar de ser ángel, pero debe ser antes del amanecer... Dios me ha dado esa oportunidad, pero debo conseguir algo para arrancar mis alas...
─ ¿Qué cosa, Zaniel? Digo, Gray...
─ Un alma enamorada ─sentenció él.
Si los ojos de Gray fuesen armas, los de Juvia serían el blanco.
─¿Y pretendes que esa alma enamorada sea yo?
─ Menos mal que captas rápi...─Sin terminar...
Juvia le dio una bofetada.
Su mano impactando en el rostro del pelinegro resonó en todo el lugar; el frío de la noche hacía que el golpe doliera aún más, tanto para él como para ella.
─Reacciona, nadie se enamora en una noche.
─ ¿Y quién te ha dicho que no es posible encontrar el amor en una fiesta retro?
─Estás loco, ni de broma acepto eso.
─Los ángeles tenemos la capacidad de enamorar con un solo beso...
─Eso suena muy poco creíble, nadie se enamora por un beso.
─Te arrepentirás de lo dicho, Juvia.
Una sonrisa de costado y con sus manos en la cintura de la joven eran algo que la hacían sonrojar a más no poder.
Ambos se inclinaron, a punto de besarse. Sus ojos entrecerrados y sus labios listos para el contacto...
● ● ●
Sting se encontraba en la azotea del salón de fiestas, la gente comenzaba a marcharse de la misma. Frunció el ceño al ver que había una pluma blanca allí; la tomó y suspiró.
─Lucy... ¿Te han llevado los ángeles, o quién?
─ No debí descuidarte en esta noche...─Sus ojos seguían siendo negros con pupilas azuladas. Lucía sumamente enfurecido.
En un abrir y cerrar de ojos, desplegó alas negras.
Hermosas alas negras que en algunos sectores parecían tener pequeños detalles en blanco y gris; brillaban de una forma increíble, el sonido que producían al agitarse desprendía una melodía de piano que parecía ser terrorífica. Cerró sus ojos y suspiró, para luego tomar una gran bocanada de aire.
─Debo encontrar a Juvia. ─Sentenció lanzándose de aquella azotea.
● ● ●
Los labios de Juvia y Gray estaban a punto de tocarse.
─ ¡NO, NO, Y NO! ─Gritó ella alejándose, él se limitó a soltar una risa.
─Me es imposible entender porqué te alejas, Juvia...
─ ¡Por qué he dicho que no existe el amor de una noche!
─ Si claro, señorita cliché ─expresó tomándola del mentón.
─ Sabes que ahora deseas que todo esto siga... Te dije que te conozco mejor de lo que piensas, sé tus gustos, tus mañas.
─ Entonces debes saber que soy una niña de mamá ¿no? Debo ir a casa.
─ Lastimosamente lo sé ─musitó él─, por eso no me voy con otra.
─ Eso no va al caso, pero... ¿A qué te refieres?
─ Porqué podría conseguirme cualquier chica y enamorarla fácilmente, pero te he cuidado siempre y supongo que me pareces la mejor opción.
─ ¿Supones? Wow, que Don Juan más pésimo.
─ Solo debes amarme por una noche, Juvia...
─Me pides algo que no sé cómo hacer, Gray. Quizá tú me conozcas de toda la vida, pero yo no, nunca te había visto...
─Cuando te atrapé me sonreíste y te quedaste embobada, luego dijiste que soy un galán, eso es bueno...
Juvia rodó sus ojos en señal de molestia, y luego tomó aire.
─Está bien, fuiste amor a primera vista... ¡Juvia admite eso, pero nada más! ─Ante aquellas palabras pronunciadas, una de las alas de Gray comenzó a volverse negra, sus plumas blancas se desvanecieron en aquella oscuridad.
─ ¡Te lo dije! ¡Eres la única que puede ayudarme! ─Dijo sumamente eufórico, Juvia se quedó paralizada; el parecía estar demasiado feliz con el cambiar de su ala. Sin embargo, para ella aquello la sobrepasaba de una forma que no soportaba.
Cayó de rodillas al suelo; y cubrió con ambas manos su rostro.
─Solo dime que estoy soñando...
Gray hizo una mueca de tristeza, y se agachó a donde ella.
─ Escucha, si me ayudas; prometo que te enamoraré como corresponde...
─Eres más idiota que el promedio de protagonistas de libros clichés.
Dijo Juvia sonriendo, se podía ver que las lágrimas recorrían su rostro. ─Pero, recuerdo que siempre había alguien entre esas luces que veía... Pensaba que era mi papá...
─ ¿Puedo decirte que a los 5 años eras realmente tonta? Casi siempre caías al suelo.
─Sigo siendo tonta ─desviando la mirada─, de lo contrario no estaría hablando con un supuesto ángel que quiere un alma enamorada... ¿Puedes decirme algo más gentil?
─ Te enamoraré, lo juro, pero ahora ayúdame...
─Es injusto, que me pidas eso sin siquiera a ver sido gentil...
─Por favor, Juvia... Un ala ya está oscura, solo queda la otra...
Tomó aire y limpió sus lágrimas, miró fijamente a Gray; definitivamente aquellos ojos grises la hacían perderse en un sinfín de pensamientos, sin mencionar esa sonrisa de costado que sin duda alguna era preciosa.
Cerró sus ojos y dejó lo demás en manos de Gray.
Aquella oscuridad que la atrapaba al cerrar sus ojos...
Fue corrompida por el beso de él.
● ● ●
Oscuridad por doquier, silencio absoluto.
Frío y calidez a la vez, era la mezcla justa para generar una sensación bastante contradictoria.
Una risa se hacía presente, ojos grises y azules se abrían.
Se miraban fijamente, confundidos entre sí.
De fondo, irónicamente, se escucha aquella canción de nombre «I want to break free».
─ ¿Dónde estamos, Gray? ─Preguntó Juvia en aquella confusión, despegándose de él.
Miraba hacia todos lados y la oscuridad abrumaba bastante a ambos.
─No lo sé, pero aquella risa... ¡DIOS! ¡Sé que nos estás viendo!
La risa terminó, y fue reemplazada por un suspiro.
─Lo siento, me gustan mucho ese tipo de escenas... ¿Puedo explicarles algo? ─Gray frunció su ceño, mientras todo el lugar comenzaba a cobrar luz.
Las nubes y estrellas aparecían, ambos estaban en el cielo, literalmente.
Juvia miraba sumamente sorprendida, era hermoso estar allí, sonrió y trató de tocar una nube. Sin embargo, antes de poder hacerlo, comenzó a caer.
─ ¡JUVIA! ─Gritó Gray mientras extendía sus alas y volaba en picada para alcanzarla.
Sus manos distantes mostraban el esfuerzo de él para poder llegar a ella. Para su suerte, lo logró. La tomó en brazos y suspiró.
─Lo siento, al ser humana es normal que caigas del cielo...─Ella miraba un poco nerviosa. Se elevaron y volvieron a donde estaban. Dios no se hacía presente, simplemente había una luz en aquella noche.
─¿Qué tal se siente besar a una humana, Zaniel? Por cierto, el beso que le diste solo fue en la mejilla, no en los labios. ─Anunció, mientras Gray poseía rubor en su rostro, Juvia cubría el suyo.
─¿Me vas a dejar ser libre? ¡Ya tengo al alma enamorada! ─Exclamó cambiando de tema, Dios nuevamente rió.
─Sobre eso es que quiero darte una explicación...
↱ Los ángeles vacilan ante el amor, ante la lujuria ¿Quien lo diría? Lo más puro busca no serlo, y lo más impuro envidia de aquello ↲
CONTINUARA
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En definitiva, Juvia es muy tierna al ser tan directa y desconfiada, Gray sigue enamorándome😍.
Yo digo que Dios está mintiendo sobre el beso (?) ahre.
❤ ¡Más misterios! ❤
¿Por qué el ala de Gray se vuelve oscura con el amor de Juvia?
¿Por qué Sting posee alas negras?
¿Qué es lo que Dios busca?
¿Por qué tantas preguntas y pocas respuestas? Okya xdd
Espero que les gusten las frases que cierran los capítulos♥.
¡Nos leemos en el próximo cap! ❤
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