Capítulo 8 - Una salida entre amigos
Royal Woods Michigan - Residencia Loud - 10:00 a.m.
En el ático de la casa Loud, podemos ver a nuestra protagonista, la cual se encontraba con un trapo amarrado a la cabeza, mientras limpiaba algunas cajas y algunos artículos, los cuales estaban llenos de polvo.
Linka - Mira al espectador. - Hola, si ya se que se preguntan, por qué estoy limpiando el ático. Y la pregunta es realmente, muy sencilla de contestar. Mis padres. Cómo mis hermanos, son tan "perfectos", no deben ensuciarse las manos, con polvo. En cambio yo, que soy alguien "imperfecta", tengo que estar aquí las últimas 6 horas, limpiando y acomodando cajas por doquier. En serio, lo diré de forma clara. Esto es agotador. - dice la peliblanca algo cansada, mientras movía algunas cajas. - Que bueno que... Ya estoy teniendo frutos del entrenamiento, del señor Gregory. Por qué de lo contrario, está tarea sería imposible.
La peliblanca con algo de esfuerzo, comenzó a mover algunas cajas que habían por allí. Hasta que por error, está deja caer una pequeña libreta. La cual se encontraba cubierta de polvo y algunas pequeñas telarañas.
Linka: ¿Qué es esto?. Nunca lo eh visto, en mi vida. Parece un viejo diario, pero... Esto debe tener años aquí. Hmm, veamos de que es. - dice la peliblanca mientras tomaba algo de aire, para luego soplar en el diario, tirando todo el polvo y telarañas, que tenía. Revelando una inicial con apellido. - L. Harriet, que extraño... Será de la abuela Harriet. No... Lars lo tiene y ella no cuenta con una L, en su nombre. Esto es sospechoso.
Rito: ¡Oye, no estoy escuchando la escoba, espero que estés limpiando como te lo ordené!. - dice el castaño desde el segundo piso, haciendo que la peliblanca, guarde la libreta en su bolsillo, para luego seguir limpiando.
Un rato después. En la habitación de la peliblanca, esta se encontraba en su cama, con la libreta en sus manos. Por lo que con algo de cuidado, comienza a abrir la primera página, encontrando un dibujo de un elefante y algo escrito al lado.
24 de noviembre de 1986. - Tengo miedo, mamá todavía no ha llegado. Espero que se encuentre bien. El cretino de mi hermano, me dejó encerrada en el sótano, a forma de una broma cruel. Espero que ella llegue pronto, quisiera estar en mi cama y que me leyera ese cuento del elefante con alas de angel.
Ha estado muy frío, en estos últimos días. Ojalá pudiera salir al patio pronto, me dan ganas de hacer un muñeco de nieve. Pero bueno, supongo que debo esperar. Las aventuras con mis amigos, siguen en pie. Cada vez son más locas, pero eso lo hace divertido, ojalá y no nos descubran.
Así como también, espero que mi hermano no descubra, que yo y mamá tenemos un entrenamiento secreto. Ella es realmente hábil con los cuchillos y su estilo de pelear es increíble. Me recuerda a ese niño con bastón rojo de la televisión. Ojalá y algún día, sea tan fuerte como mi mamá. Para así ganarme el respeto de todos.
Firma. L. Harriet.
Linka: Hmm, parece ser el diario de una niña de 7 años, tiene una buena letra y varios dibujos bien hechos. Parece que tiene un don para dibujar. Pero su nombre, eso me deja más intrigada, ¿Quién es L. Harriet, y por qué este diario estaba en el ático?. - dice la peliblanca con bastantes dudas, hasta que de pronto, un mensaje llega a su celular. - Oh... Es Betty.
Chat - Betty Parker
- Linka, ¿Quieres salir conmigo y con Alan, hoy en la tarde, iremos a comer algo, en un camión de comida. ¿Qué te parece la idea?. ✓✓
- Me parece bien, estar con ustedes es realmente divertido, solo espero y el señor Gregory nos de permiso, ya que recuerda que tenemos un entrenamiento con él. ✓✓
- Muy bien, de hecho ya le dije. Y hasta le propuse ir con nosotros, pero no quiso. Dijo que quería quedarse en su casa, a cultivar algunos vegetales orgánicos. Supongo que son cosas de viejos o algo así. ✓✓
- Bueno, en ese caso, está bien. Nos vemos en ese camión de comida, a las 5 en punto, les parece bien?. ✓✓
- De acuerdo, le diré a Alan. Esto será una gran salida, entre buenos amigos. Aunque quien sabe, quizás hasta te deje sola con él. Nos vemos amiga. ✓✓
Linka: ¿Qué, qué dijo?. Ay no, ya se desconectó. Rayos... Espero y no me deje a solas con él. No es que eso sea malo, es solo que... Él y yo... Solos... Dios pero que estoy diciendo. Ya sueno realmente como acosadora. - dice la peliblanca con un leve sonrojo, mientras se recostaba en su cama.
Unos minutos después. En el comedor, nuestra protagonista se encontraba sentada, desayunando un tazón de cereal simple, al mismo tiempo que sus hermanos, estaban en la sala, viendo una película de acción a todo volumen.
Rito: Al fin terminaste de limpiar el ático. Quedó reluciente, pero sabes que esa es tú obligación. - dice el castaño en un tono serio, mientras veía como la peliblanca desvía un poco su mirada. - Y ahora, deberás pintar la cochera.
Linka: ¿Qué?, pero si ya limpié por completo el ático. No puede alguno de mis hermanos hacer algo, ellos solo están viendo la televisión. Y yo apenas estoy desayunando. - dice la peliblanca algo enojada, mientras veía como su padre deja unas latas de pintura en el suelo.
Rito: Oye, no está de más, que ayudes en la casa. Ayer tus hermanos se esforzaron en traer nuevos trofeos en la casa. No estaría mal, que les dieras un poco de apoyo, no seas egoísta, niña malcriada. - dice el castaño algo molesto, mientras se cruza de brazos. - Y más te vale, que quede bien pintada, antes de las 4 y media, o de lo contrario, limpiarás todo el ático, de nuevo. ¡Te quedó claro!.
Linka: Si, papá... Está bien, como tú digas. - dice la peliblanca con la cabeza algo baja, mientras veía como su padre se retira, de la cocina, para luego golpear la mesa con fuerza. - Tsk... Ese cabeza de rodilla, ya me está hartando. Y todo por qué mis hermanos, son unos flojos sin remedio, consentidos y con aires de grandeza. A veces me dan ganas de... Hmm, mejor me calmo. No quiero enojarme, más de lo que ya estoy.
Un rato después. En la cochera, la peliblanca se encontraba parada encima de unas escaleras, mientras pintaba algunas paredes del lugar, viendo como está quedaba realmente bien. Pero cuando estaba por terminar, alguien patea la escalera en la que estaba parada, haciendo que esta caiga al suelo, golpeándose con fuerza en el piso.
Loan: Jajajaja, deberías ver tu cara, en verdad fue muy gracioso, jajaja. Ay dios, nunca me canso de esto. - dice el castaño con una sonrisa, mientras se limpiaba una lágrima de su ojo. Al mismo tiempo que Linka, se levanta bastante enojada. Y con los puños, muy apretados.
Linka: Déjame... En paz Loan. Tus bromas son horribles y odio que me las hagas. Así que déjame tranquila. Por que quiero terminar esto. - dice la peliblanca en un tono serio, mientras volvía a pintar, pero Loan la toma del pelo y la arrastra a su lado.
Loan: Haber niña... Mis bromas son graciosas y te aguantas. Por qué si les vuelves a decir así. Ya verás lo que te pasará el primero de abril. Y no saldrás con vida. - dice el castaño en un tono serio, mientras empujaba a Linka, la cual se levanta algo enojada del suelo. - Mocosa amargada, ya ni siquiera te ríes de mis bromas, que tontería.
Linka: Hmm... Como si dieran algo de risa. Dan más pena ajena o de plano me parecen una estupidez. - dice la peliblanca en un susurro, mientras veía como Loan sale de la cochera, para luego subir las escaleras. - Ah, alguien debería acercarse a él con un cuchillo oxidado y sacarle los frenillos de sus dientes de castor.
Mientras tanto en la mansión Smith, podemos ver a un hombre de cabello gris oscuro, el cual se encontraba en un patio. Con los ojos cerrados, mientras tenía sus manos juntas. Y en el suelo, estaba un bastón de madera con una funda roja.
Gregory: Hmm... Dominar este arte de pelea, es crucial para tener un gran equilibrio en tu cuerpo. O al menos eso decía el libro de mi maestro. Veamos si es verdad. - dice el anciano en un tono serio, mientras tomaba el bastón, para luego comenzar a moverlo, dando varias vueltas en su mano, para luego alzarlo al aire. - Solo necesito concentración.
El anciano con una mirada seria, comienza a cerrar sus ojos. Para luego comenzar a lanzar ataques al aire, dando fuertes embestidas con el bastón. Al mismo tiempo que lanzaba algunas patadas y golpes, hasta que de pronto, este se detiene en seco y abre los ojos. Viendo que le estaba apuntando a un cartero, el cual tenía un paquete en sus manos.
Gregory: Hmm, rayos. - baja el bastón. - Sabes que es de mala educación no tocar la puerta y entrar sin permiso. Solo dígame que necesita, jovencito. - dice el anciano en un tono serio, mientras se recarga en el bastón.
Cartero: Traigo un paquete para el señor... Gregory Smith. - dice el cartero con una sonrisa, mientras veía como el anciano toma el paquete, para luego firmar su tabla. - Vaya, su casa es muy bonita señor. Tiene bellas flores.
Gregory: Gracias... Aquí tienes. Y te diré algo más. Solo tengo 2 reglas en esta casa. La primera, es que no deben tocar o entrar sin permiso. Y la segunda y más importante. Es que no dejo que nadie toque mis flores y mucho menos esa. - dice el anciano en un tono de molestia, mientras le daba un golpe en la mano al cartero, el cual estaba por tocar un tulipán azul. - Retírese ya.
El cartero con algo de dolor en la mano, toma su tabla y se va corriendo. Al mismo tiempo que el anciano se sienta en el suelo, para luego abrir el paquete. Viendo que eran algunas cosas, para entrenamientos.
Gregory: Hmm, muñequeras de 3 kilos, pesas de 10 a 80 kilos, trajes de pelea para Betty y Alan, 3 cintas negras, y unos guantes sin dedos. Todo esto hecho en Fox Village, Canadá. Muy bien... Será mejor que preparé todo para mañana. Esos 3 deberán tener un entrenamiento más duro, ya que como no van a venir hoy. Lo sumare al doble. - dice el anciano en un tono serio, mientras se levanta del suelo, para luego irse con el paquete.
Unas horas después, en la habitación de Linka. La peliblanca se encontraba arreglándose para salir. Al mismo tiempo que escuchaba el típico desastre de sus hermanos. Por lo que está, rápidamente toma su mochila y se acomoda un poco su ropa, para luego girar la perilla.
Linka: Ufff, bien aquí vamos. Solo será una salida normal. Lo único que espero, es que a papá no se le ocurra ponerme un trabajo de ultima hora, por que si no, me enojaré muchísimo. - dice la peliblanca en un tono serio, mientras abría la puerta, pero al hacerlo. Esta observa a su padre, con un martillo y una caja de clavos. - No puede ser... Papá no puedo, voy de salida.
Rito: Lo lamento, pero necesito que vayas a reparar la cerca, que Lynn rompió cuando jugaba allá afuera. Y en serio, la necesito reparada pronto. Por que quizás en algunos días vaya a hacer alguna parrillada con mis amigos y no quiero que mi cerca se vea mal. - dice el castaño en un tono serio, mientras alzaba las herramientas. - Así que muévete.
Linka: No. Trabajé como loca, por horas en el ático y en tu cochera. Ya estoy cansada, por lo menos me merezco un descanso. Y además tus hijos están muy bien descansados, así que ponlos a ellos a trabajar. - dice la peliblanca en un tono serio, mientras se iba de allí, pero Rito deja caer las herramientas y la toma bruscamente del brazo.
Rito: Es que acaso, no entiendes lo que uno te dice. Tus hermanos ayer llegaron, realmente cansados de sus actividades y no pueden hacer un gran esfuerzo físico. En cambio tú, te la pasaste todo el día en la calle, con sabe quien... Así que por eso, vas a cumplir con tus obligaciones y harás lo que yo te diga. - dice el castaño en un tono de molestia, pero Linka se suelta de su agarre y se agarra su muñeca.
Linka: Yo no tengo por que cumplir, con las obligaciones que mamá te encargo hacer a ti. Yo tengo mis propias obligaciones y si no te gusta, pues lo lamento. Pero ya no pienso hacerte seguir aguantando esto. Así que me voy y déjame en paz. Por que no haré tus tareas por ti. En cambio, deberías de asignarle algo a ellos, que según tú... Son los hombres de la casa. - dice la peliblanca en un tono muy serio, mientras se retira de allí, haciendo que el castaño, se moleste bastante.
Un rato después, en la calle. Alan y Betty se encontraban en una esquina, mientras esperaban a Linka, al mismo tiempo que el castaño, observa su celular. Viendo que quedaban un par de minutos, de lo que habían acordado.
Betty: Vamos Alan, no te desanimes. Ella llegará pronto, o al menos eso espero. Por que, como es su familia. Es demasiado difícil, que la dejen salir así de la nada. - dice la pelinegra en un tono serio, mientras se cruzaba de brazos.
Alan: Si, pienso lo mismo. Solo espero que si pueda llegar, ya que... Estar con ella, es realmente agradable. - dice el castaño con una sonrisa, mientras jugaba con un llavero, siendo visto por Betty, la cual sonríe levemente. Hasta que escucha unos pasos y al mirar hacia atrás, observa a nuestra protagonista, la cual llegaba muy bien arreglada.
Linka: Hey amigos... Ya estoy aquí. Perdón por la demora, tuve un par de contratiempos, pero ya llegué. - dice la peliblanca con una sonrisa, mientras miraba a sus amigos. Llamando la atención de Alan, el cual se voltea. Y al hacerlo, este se queda con la boca abierta, al ver la tal belleza de la peliblanca.
Alan: Wow Linka... Te ves tan... Hermosa. Digo... Te ves bien, jeje. Y aunque solo vamos a un camión y a dar un paseo, me sorprende que vengas tan bien arreglada. - dice el castaño con una sonrisa, mientras veía a la peliblanca, la cual se sonroja levemente.
Linka: Gracias por el cumplido Alan, para mi es un placer volver a verte. Y también a ti Betty, siendo sincera ya extrañaba estar con ustedes. Ya que... Me siento mas libre. - dice la peliblanca con una sonrisa, mientras caminaba a donde estaban sus amigos.
Betty: Hmm... ¿Libre?, te encuentras bien Linka. ¿Qué sucedió en tu casa?, acaso el imbécil del ricitos de oro, trato de ponerse listo otra vez. Por que si es así, cuando lo vea, le voy a patear sus pequeñas nueces. - dice la pelinegra en un tono serio, mientras se cruzaba de brazos.
Linka: No, tranquila Betty, esta vez no fue Loki. Aunque sería genial ver, como lo pateas allí, jejeje. Pero... No, esta vez nadie me hizo daño. Más bien, mi padre me puso a hacer sus tareas, desde muy temprano y siendo sincera me siento muy cansada de todo eso. Por eso necesito energías. ¿A que camión iremos?. Espero que sea de tacos... Me vendría bien una tortilla suave con mucha carne y salsa picante. - dice la peliblanca con una sonrisa, mientras se subía al auto con sus amigos.
Betty: Bueno, si hay comida mexicana, pero también hay de otros tipos, oriental, china, de ese tipo. Digamos que... Un poco de todo, jeje. Son precios ridículamente bajos, pero vale totalmente la pena. - dice la pelinegra con una sonrisa, mientras enciende el auto, para luego poner algo de música. - Ahora si... Vámonos.
Alan: Jeje, créeme Linka disfrutarás de la comida que venden allí. Ya que... Está para chuparse los dedos, jajaja. - dice el castaño con una sonrisa, mientras que Betty comienza a acelerar, para luego irse al camión de comida.
Unos minutos más tarde, afuera de un camión. Nuestra protagonista se encontraba sentada en un banquito, al lado de sus amigos. Mientras que al frente de ella, tenía un plato con un buen surtido de tacos, espagueti a la boloñesa, un banderilla y una soda de dieta.
Linka: Wow, no mentían de verdad todo esta muy surtido y solo cuesta 12 dólares por todo esto, vaya sin duda es algo realmente genial. - dice la peliblanca con una sonrisa, mientras comenzaba a comer.
Vendedor: Bueno señorita, en este camión queremos darle lo mejor a los clientes, incluso con ridículos precios. Y la razón por la que tenemos precios tan bajos, es que la gente muchas veces no se cree que la comida tenga este precio, hasta que lo comprueban por si mismos. De verdad, ayer vinieron como... 125 personas cada 3 horas. Pagando entre 15 hasta 32 dólares. - dice el vendedor con una sonrisa, mientras freía unos aros de cebolla. - Por cierto Alan, como está tú mamá. Sigue bien.
Alan: Te lo dije 52 veces, Larry. No te voy a presentar a mi mamá. Ella es feliz viviendo su vida de soltera y mis hermanos están muy bien con ella. - dice el castaño en un tono serio, mientras le daba una mordida a su burrito. - Hmm... Además se que solo tienes deseos y nada más.
Larry: Vaya viejo, si que sabes como matar las ilusiones, hablando. Además quien no tendría deseos por tú mamá, si ella es realmente hermosa. - dice el vendedor con una sonrisa, a lo que el castaño le da un golpe en la cabeza. - Ay... Duele.
Alan: Deja de decir eso, cada vez que vengo acá. Por favor, tenle respeto a mi mamá, por que recuerda que ella te ayudo a levantar este changarro y humildemente te dejo todas las ganancias a ti, por que no las necesita. - dice el castaño en un tono serio, mientras alzaba su burrito con la mano.
Larry: Bueno, bueno eso si lo acepto, amigo. Soledad es una gran mujer y estoy seguro, que ella haría lo que fuera necesario, para mantener la estabilidad en su familia. Y de hecho, me alegra que tu tomaras las riendas y seas el sostén de la casa. Obligación que no pudo cumplir, el desgraciado de tu padre. - dice el vendedor en un tono serio, mientras picaba algo de carne.
Betty: Vaya, sin duda debe ser muy duro, tomar una rienda así. Alan... Se que yo no tuve el camino tan difícil, como lo tuviste tú, pero... Si algún día necesitas ayuda, cuentas conmigo. - dice la pelinegra con una sonrisa, mientras se rascaba su mano.
Linka: Lo mismo digo, Alan. Tú cuentas conmigo, para lo que sea. Como tú amiga, yo prometo que voy a estar allí, para ti. - dice la peliblanca con una sonrisa, mientras tomaba la mano del castaño, el cual se sonroja levemente.
Alan: Gracias chicas... Les agradezco por sus palabras. Siendo sincero, suelo hacer todo por mi cuenta, pero... Igualmente gracias, son unas grandes amigas. - dice el castaño con una sonrisa, mientras le daba un trago a su soda, para luego seguir comiendo.
Una hora después. En la carretera, Betty se encontraba conduciendo con unas gafas de sol puestas, mientras escuchaba música pop a todo volumen y en los asientos de atrás, Alan y Linka, disfrutaban del aire fresco.
Linka: Vaya, no sabía que un convertible, podría ser tan genial. Siempre sufrí en la camioneta familiar. Todo en esa chatarra, era un caos. Y lo peor, eran sus asientos. Y el único que era bueno, termino siendo tomado por el que mas luchara por él. - dice la castaña en un tono tranquilo, mientras veía como su cabello se elevaba por la velocidad.
Alan: Jeje, con la descripción tan breve que me das, puedo ver el nivel de horrible, que tenía esa camioneta. Créeme, con el dinero que logre invertir, le voy a comprar una camioneta a mi mamá, para que no se agüite tanto en el transporte publico. - dice el castaño con una sonrisa, mientras miraba el cielo. - Solo que ahora, quiero buscar nuevas oportunidades. No lo sé. Quizás en algún futuro, cuando sea completamente independiente, me vaya a mudar a los edificios Duncan, dicen que allí el dueño es un señor muy amable. Dicen que hay un apartamento donde antes vivían 4 personas, un joven y 3 chicas. Dijeron que eran buenos vecinos, pero decidieron mudarse a un lugar mejor y el apartamento quedo vacío. Ojalá y siga así en un futuro.
Linka: Vaya, pero bueno... Cada quien tiene sus planes, jeje. Yo quizás me mude a algún departamento pequeño, cuando me vaya de casa o mis padres me echen. Tengo un dinero ahorrado de mi abuela. Aunque lo que me extraña, es que mi familia no haya dicho ni pio, de la herencia. Muy seguramente, no quieren decir nada por que muchos de ellos suponen que mi abuela me dejo todo a mi. Cosa que pienso que es mentira. Pues mi papá es su hijo y pues... Bueno, no lo sé. Todo son teorías de mi familia. - dice la peliblanca en un tono serio, mientras miraba hacia un lado.
Alan: Vamos Linka, tú misma me has contado como es tú familia. Y con todo respeto, pero toda esa bola de idiotas, no se merecen ni un centavo de la herencia de tu abuela. Y mucho menos tú padre, que no hace nada y solo te manda a hacer sus tareas por flojo y por mimar a sus hijos. - dice el castaño en un tono serio, mientras se cruzaba de brazos.
Linka: Si... Se que son idiotas, pero hay 3 familiares que se salvan, mi abuela fallecida Alberta, mi abuelo fallecido Elliot y mi tío... Pero... Hay alguien que siendo sincera, pienso que también es una familiar y lo digo por este diario que encontré en el ático. - dice la peliblanca en un tono serio, mientras le mostraba la libreta a Alan, el cual la toma y la abre.
Alan: "Propiedad de L. Harriet". Debe ser algún familiar tuyo, quizás de tu padre o tu madre, no lo se con exactitud. Pero que hacia este diario allí. - dice el castaño en un tono de curiosidad, mientras miraba el libro.
Linka: No lo sé. Este libro me parece algo extraño. La letra parece el de una niña de 6 o 7 años y lo digo por que mi hermano Leon tiene esa edad y tiene casi esta misma letra. Aunque esta letra luce muy elegante. Quizás debieron enseñarle. - dice la peliblanca en un tono serio, mientras miraba el libro.
Betty: Bueno, no quiero interrumpir sus charlas sobre la letra, pero... Ya llegamos a nuestro destino. Es una costa, con una vista a un gran mar. Espero y les guste. - dice la pelinegra con una sonrisa, mientras aparcaba el auto, para luego bajar con sus amigos.
Linka: Bueno, será mejor que deje ese misterio de lado. Por ahora, enfoquémonos en nuestro paseo. Aunque es una lastima que el señor Gregory no nos haya acompañado. Sería genial que nos enseñara aquí algún entrenamiento especial. - dice la peliblanca con una sonrisa, mientras caminaba junto con sus amigos.
Mientras tanto en la mansión Smith. Gregory se encontraba en su jardín, regando el tulipán azul que tenía allí. Para luego acariciarlo un poco, viendo como este tenía la toda la luz del sol y el agua suficiente, para seguir creciendo.
Gregory: Ah... Hoy es fecha, en la que fuiste cultivada aquí, cariño. Se que... Me observas desde allá arriba, pero... Siempre que veo este tulipán... Te veo a ti. - dice el anciano con una sonrisa, mientras regaba el tulipán, para luego marcharse a su casa.
Un rato después. En la costa, Alan se encontraba sentado, mientras miraba aquel mar, al mismo tiempo que Betty, pedía algunas bebidas para ellos. Pero al mirar a un lado, observa a Linka, la cual se acerca a él, con el libro en una de sus manos y en la otra tenía sus zapatos.
Linka: Esto es un descanso algo relajante, antes de volver a los entrenamientos. Por fin puedo pisar arena, luego de 6 largos años. No eh ido a una playa, desde ese entonces. - dice la peliblanca con una sonrisa, mientras se sentaba al lado de Alan. - Extraña sentir la arena.
Alan: Hmm... Bueno... Esto es algo parecido a una playa, solo que más pequeña. Y tienes razón, por fin hay un descanso, luego de que ese viejo nos obligara a entrenar en esos lugares. Me pregunto que otros entrenamientos no hará hacer. -dice el castaño en un tono pensativo, mientras se rascaba la cabeza.
Betty: No lo sé... Solo espero y a la siguiente, no me caiga al agua. Casi toda mi ropa, quedo mojada a excepción de mis botas y mi chaqueta. - dice la pelinegra en un tono serio, mientras dejaba las bebidas a un lado.
Linka: Jejeje, vamos Betty, tampoco es algo tan malo. Ese entrenamiento debió ayudarte muchísimo, como lo dijo el señor Gregory. Solo es cuestión de practica, nada más. Cualquier cosa no es imposible para el que lucha. - dice la peliblanca con una sonrisa, mientras miraba el horizonte con sus amigos. Para luego soltar un suspiro. - Nada es imposible.
¿Qué pasará?, ¿Acaso Linka podrá estar despertando nuevas emociones o instintos?, ¿Quién será L. Harriet?, ¿Alan en algún futuro necesitará ayuda o se valdrá por si mismo?, descúbranlo pronto.
Continuará... Fin del capítulo 8, si les gustó, dejen su voto, comenten y síganme para más y antes de irme le quiero mandar un saludo y un abrazo muy especial a mi entrañable amigo JosueLucas54 por darme esta maravillosa historia, muchas gracias bro, ahora si un saludo muy especial y un abrazo muy fuerte a:
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Bueno hasta aquí los saludos, yo me despido por ahora, mi nombre es PinBlack97 y esto es todo por hoy, les mando un abrazo muy fuerte, chao chao.
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